Yo, que soy partidario de "pequeñas pausas" repartidas en el trabajo, detesto el famoso "cigarrito". Que cada cual haga en su tiempo de descanso lo que quiera, pero lo de tomarse descansos "a las bravas" por un puto vicio es como dejar de currar para darle al "Candy Crush". Por suerte soy muy de mirar sólo mi trabajo, así que tampoco me supone ninguna úlcera ni me da por quejarme.Ver citas anterioresgálvez escribió:A mi s me dió el caso en mi empresa. He tenido varias trabajadoras musulmanas, unas mas tradicionales que otras,y normalmente no me dieron ningún problema por cuestiones religiosas.Ver citas anterioresOldways escribió:Por no entrar en que, si el uso del velo está justificado y tal en base a su religión... ¿Le tenemos que ofrecer también tiempo extra de descanso para que realice los rezos durante el Ramadán? Porque el velo tiene carácter voluntario en muchísimas culturas islámicas modernas, pero lo del Ramadán ya es más serio.
En mi empresa no se exigía uniformidad.Cada uno podía venir al curro cómo le saliese del ciruelo.Las musulmanas no llevaban velo.Unas de vez en cuando (casi nunca) se llevaba el pañuelo ese en la cabeza y san se acabó, ningún problema.
Eso si, durante un corto espacio tuve a una que me pidió cinco minutos para poder celebrar sus rezos a no se qué hora.Yo le dije que sí, que si quería cinco minutos se podía ir al cuarto de los archivos y sin problemas.
Sin embargo ya comenzó el rum rum....pues basta que alguien tenga algún tipo de prerrogativa diferente para que el que busca escusas para estar agraviado se agravie.Cuando el diablo no sabe que hacer mata moscas con el rabo.
El caso es que al poco tiempo apareció una comitiva mostrando su malestar por semejante agravio comparativo , una discriminación y bla,bla,bla....
Ante semejante argumento dije que tenían razón y que se le suprimiría esos minutos y tal.Que se apañase con el horario del desayuno y punto.Los tipos parecían satisfechos por su conquista social.
El caso fue que a continuación también anuncié que se suprimían los cinco minutos cada equis horas que la peña se tomaba por el cigarrillo.El argumento era el mismo, una flagarante discriminación hacia los fumadores en perjuicio de los no fumadores, y que si no podía tolerar ese tipo de cosas por cuestiones religiosas , cuanto menos voy a premiar a alguien por cuenta de sus vicios y dependencias.
El lider de los que hacía unas horas protestaba por el tema de los rezos, fumador empedernido por cierto, palideció.Que no era lo mismo, decía el tipo.
Lo curioso del asunto es que por petición de los trabajadores y tras movilización de los mismos, una empresa a la que le sudaba la pera concederle a los trabajadores cinco minutos para fumar un pitillo o echar unos rezos (allá cada cual con sus manias) o lo que fuese abolió todo ese tipo de "gracias" y se vio forzada por la presión de los mismos a que la gente cumpliese rigurosamente sus horarios.
Y todavía la gente se pregunta porque cada día le pisotean mas en sus derechos laborales obviando que la mayor aspiración de la peña es ser inquisidor general del compañero.
saludos
Sobre el "meollo del asunto" tengo que decir que yo he currado con musulmanes y nunca jamás he tenido problemas de ningún tipo, sabían compaginar sus creencias con su puesto de trabajo y ejercían su religión desde un punto de vista "moderno". Incluso en mi etapa hostelera-universitaria los veía aguantar como campeones el Ramadán mientras servían o cocinaban todo tipo de comida, que no deja de ser un logro.
En cualquier caso el tema está orientado al conflicto religión-empresa y qué debe de primar, si el ejercicio de dicha religión en horario laboral o los intereses (equivocados o no) de la empresa. Y digo "equivocados o no" ya que, por ejemplo, los "criterios de imagen" son pasto de opinión y crítica. Evidentemente si el conflicto se puede resolver de forma interna (adaptar el tiempo libre estipulado a los rezos p.e.) cojonudo pero, ¿y si no? Quizá deberíamos abstraernos del componente religioso y evaluar lo que chirría como "acciones", y ver si son o no compatibles con el puesto de trabajo. Al fin y al cabo la religión no deja de ser una creencia personal... ¿Qué diferencia hay entre su ejercicio y el frikismo? ¿Qué diferencia existe (en esencia) entre llevar un velo y tener un tatuaje en el careto? ¿O entre rezar y pedir un descanso para ver Juego de Tronos?
Ante estas cosas, que no se tratan de problemas de salud ni conciliación familiar, lo mejor es tratar a todo el mundo igual. Porque a mí que dejen salir a un compañero 15 minutos antes "para recoger a los críos" me parece cojonudo, que lo hagan para que llegue "a misa de 8" pues no.
P.D. En Inglaterra serán muy pragmáticos con la religión, pero son terriblemente incongruentes. Hace poco hubo una campaña mediática porque una empresa despidió a una recepcionista dado a que se negaba a llevar tacones en su jornada laboral... Así que "el turbante sí que mola ser multirracial" pero "o te pones tacones que perjudican a tu salud o te echo a la calle".