Lo que oculta la élite
Lo que oculta la élite
Corría el año 2000, aproximadamente (un año arriba, un año abajo).
Por entonces yo era aún un crío. Hijo de padres divorciados, vivía en Madrid con mi madre porque mi padre residía en Albacete. De vez en cuando iba a visitarle y pasaba unos días con él, y en una de esas ocasiones me dijo que tenía que visitar a un importante cliente en La Roda (mi padre era abogado) y me pidió que le acompañase.
Para quien no lo sepa, La Roda es el pueblo más grande de Albacete y está situado a unos 30 kilómetros de éste, así que el trayecto hasta él lleva un cierto tiempo que mi padre aprovechó para ponerme en antecedentes: la persona a la que íbamos a visitar se llamaba T.V.M.M. y, si bien no era su mejor cliente, sin duda era el de mayor clase social. De alta alcurnia y emparentado con una noble famosa, al parecer era uno de los tipos más ricos de toda la provincia. En realidad no vivía en La Roda sino en el País Vasco, de donde procedía toda su familia, aunque venía mucho por Albacete porque tenía allí varios latifundios que le habían generado ciertos problemas judiciales, razón por la que contrató a mi padre para solventarlos. Al parecer, en una ocasión su propia mujer se quejó a mi padre de que T.V. la dejase sola en San Sebastián para irse por su cuenta a Albacete a pasarse los fines de semana él solo en aquella casa; no entendía qué hacía tanto tiempo solo, ni por qué se marchaba tantas veces a lo largo del año…
Por fin llegamos a la finca de T.V. Nos llevó unos minutos recorrer el camino que llevaba hasta una casa que, si bien no era una mansión como tal, sí que era bastante grande. Llamamos al timbre, pero no nos abrió nadie. Esperamos alrededor de diez minutos mientras insistíamos en llamar a la puerta sin éxito alguno, y estábamos a punto de marcharnos cuando por fin T.V. nos abrió. Se disculpó por la tardanza (aunque no nos explicó la razón de la misma) y nos invitó a pasar. Nos sugirió que estaríamos cómodos en una pequeña sala de estar que había en la casa, y me llamó la atención que de camino a la misma pasamos por delante de un gran salón, que dejamos atrás rápidamente. Recuerdo que en ese momento pensé "¿por qué no vamos mejor a ese salón con tan buena pinta?"
En fin, en ese pequeño saloncito estuvimos las aproximadamente dos horas que mi padre pasó despachando y charlando con T.V. mientras yo me aburría como una ostra. Me di cuenta de que T.V. era un tipo reservado, alguien con quien tienes permanentemente la sensación de que no te cuenta todo lo que está pensando. Recuerdo también dos cosas que me llamaron la atención por entonces: el cuadro que estaba colgado ante mí ("Perros jugando al póker", de C.M. Coolidge) y T.V. explicando que el origen de la Guardia Civil era una "hermandad" medieval (me pareció curioso que usase la palabra "hermandad").
En un momento dado nuestro anfitrión decidió que era hora de que nos fuésemos, y nos acompañó hasta la puerta. Volvimos a pasar ante el salón principal de la casa, momento en el que casualmente mi padre se detuvo a comentarle algo a T.V. y yo aproveché para echar un vistazo. Era un salón de unos 50 metros cuadrados y de forma algo rectangular. Y entonces lo vi perfectamente: colgado en la pared opuesta a la de la entrada había un gran cuadro de color negro con un pentagrama invertido y un macho cabrío inscrito dentro de él, rodeado todo ello de un círculo en el que había una letra hebrea coincidiendo con cada vértice del pentagrama. Era el Sello de Baphomet, aunque no fue hasta años después que descubrí ese nombre. En realidad no se veía el cuadro completo, sino sólo la mitad superior del mismo; la mitad inferior se encontraba tapada por un gran mapa de Albacete, que estaba apoyado sobre el respaldo del sofá que había debajo del Sello. Daba la impresión de que se había colocado ese mapa de forma improvisada para tapar el Sello en la medida de lo posible, pero sin demasiado éxito.
Al volver de vuelta a Albacete le conté a mi padre lo que había visto, y entonces nos cuadró todo: la razón de por qué había tardado tanto en abrirnos la puerta, y por qué este hombre venía tanto a Albacete a pasarse allí solo fines de semana enteros… Seguramente no los pasaría solo, porque sin duda aquel salón era perfecto para reuniones de grupos numerosos.
Por entonces no sabía lo que implicaba realmente ese símbolo, y los dos dimos por hecho, erróneamente, que T.V. era masón. Unos días más tarde mi padre le preguntó directamente a T.V. si pertenecía a la masonería, pero al parecer no quiso responderle y cambió de tema.
Desde entonces siento escalofríos cada vez que recuerdo aquella anécdota. No tanto por lo que vi, sino por todo lo que implica: lo mucho que desconocemos a las élites de nuestra sociedad, y lo siniestras que pueden llegar a ser.
Últimamente me he acordado de aquello porque Coto Matamoros ha vuelto a acusar a determinados famosillos de pertenecer a la orden SNE (Satán Nogard Etreum), algo en lo que lleva insistiendo unos cuantos años ya.
Y bueno, la verdad es que yo le creo.
Por entonces yo era aún un crío. Hijo de padres divorciados, vivía en Madrid con mi madre porque mi padre residía en Albacete. De vez en cuando iba a visitarle y pasaba unos días con él, y en una de esas ocasiones me dijo que tenía que visitar a un importante cliente en La Roda (mi padre era abogado) y me pidió que le acompañase.
Para quien no lo sepa, La Roda es el pueblo más grande de Albacete y está situado a unos 30 kilómetros de éste, así que el trayecto hasta él lleva un cierto tiempo que mi padre aprovechó para ponerme en antecedentes: la persona a la que íbamos a visitar se llamaba T.V.M.M. y, si bien no era su mejor cliente, sin duda era el de mayor clase social. De alta alcurnia y emparentado con una noble famosa, al parecer era uno de los tipos más ricos de toda la provincia. En realidad no vivía en La Roda sino en el País Vasco, de donde procedía toda su familia, aunque venía mucho por Albacete porque tenía allí varios latifundios que le habían generado ciertos problemas judiciales, razón por la que contrató a mi padre para solventarlos. Al parecer, en una ocasión su propia mujer se quejó a mi padre de que T.V. la dejase sola en San Sebastián para irse por su cuenta a Albacete a pasarse los fines de semana él solo en aquella casa; no entendía qué hacía tanto tiempo solo, ni por qué se marchaba tantas veces a lo largo del año…
Por fin llegamos a la finca de T.V. Nos llevó unos minutos recorrer el camino que llevaba hasta una casa que, si bien no era una mansión como tal, sí que era bastante grande. Llamamos al timbre, pero no nos abrió nadie. Esperamos alrededor de diez minutos mientras insistíamos en llamar a la puerta sin éxito alguno, y estábamos a punto de marcharnos cuando por fin T.V. nos abrió. Se disculpó por la tardanza (aunque no nos explicó la razón de la misma) y nos invitó a pasar. Nos sugirió que estaríamos cómodos en una pequeña sala de estar que había en la casa, y me llamó la atención que de camino a la misma pasamos por delante de un gran salón, que dejamos atrás rápidamente. Recuerdo que en ese momento pensé "¿por qué no vamos mejor a ese salón con tan buena pinta?"
En fin, en ese pequeño saloncito estuvimos las aproximadamente dos horas que mi padre pasó despachando y charlando con T.V. mientras yo me aburría como una ostra. Me di cuenta de que T.V. era un tipo reservado, alguien con quien tienes permanentemente la sensación de que no te cuenta todo lo que está pensando. Recuerdo también dos cosas que me llamaron la atención por entonces: el cuadro que estaba colgado ante mí ("Perros jugando al póker", de C.M. Coolidge) y T.V. explicando que el origen de la Guardia Civil era una "hermandad" medieval (me pareció curioso que usase la palabra "hermandad").
En un momento dado nuestro anfitrión decidió que era hora de que nos fuésemos, y nos acompañó hasta la puerta. Volvimos a pasar ante el salón principal de la casa, momento en el que casualmente mi padre se detuvo a comentarle algo a T.V. y yo aproveché para echar un vistazo. Era un salón de unos 50 metros cuadrados y de forma algo rectangular. Y entonces lo vi perfectamente: colgado en la pared opuesta a la de la entrada había un gran cuadro de color negro con un pentagrama invertido y un macho cabrío inscrito dentro de él, rodeado todo ello de un círculo en el que había una letra hebrea coincidiendo con cada vértice del pentagrama. Era el Sello de Baphomet, aunque no fue hasta años después que descubrí ese nombre. En realidad no se veía el cuadro completo, sino sólo la mitad superior del mismo; la mitad inferior se encontraba tapada por un gran mapa de Albacete, que estaba apoyado sobre el respaldo del sofá que había debajo del Sello. Daba la impresión de que se había colocado ese mapa de forma improvisada para tapar el Sello en la medida de lo posible, pero sin demasiado éxito.
Al volver de vuelta a Albacete le conté a mi padre lo que había visto, y entonces nos cuadró todo: la razón de por qué había tardado tanto en abrirnos la puerta, y por qué este hombre venía tanto a Albacete a pasarse allí solo fines de semana enteros… Seguramente no los pasaría solo, porque sin duda aquel salón era perfecto para reuniones de grupos numerosos.
Por entonces no sabía lo que implicaba realmente ese símbolo, y los dos dimos por hecho, erróneamente, que T.V. era masón. Unos días más tarde mi padre le preguntó directamente a T.V. si pertenecía a la masonería, pero al parecer no quiso responderle y cambió de tema.
Desde entonces siento escalofríos cada vez que recuerdo aquella anécdota. No tanto por lo que vi, sino por todo lo que implica: lo mucho que desconocemos a las élites de nuestra sociedad, y lo siniestras que pueden llegar a ser.
Últimamente me he acordado de aquello porque Coto Matamoros ha vuelto a acusar a determinados famosillos de pertenecer a la orden SNE (Satán Nogard Etreum), algo en lo que lleva insistiendo unos cuantos años ya.
Y bueno, la verdad es que yo le creo.
"Nuestra tarea es la crítica despiadada, y mucho más contra aparentes amigos que contra enemigos abiertos" (Karl Marx, 1850).
Re: Lo que oculta la élite
? Es cierta la historia ?Ver citas anterioresAsimov escribió: ↑09 May 2024 01:11 Corría el año 2000, aproximadamente (un año arriba, un año abajo).
Por entonces yo era aún un crío. Hijo de padres divorciados, vivía en Madrid con mi madre porque mi padre residía en Albacete. De vez en cuando iba a visitarle y pasaba unos días con él, y en una de esas ocasiones me dijo que tenía que visitar a un importante cliente en La Roda (mi padre era abogado) y me pidió que le acompañase.
Para quien no lo sepa, La Roda es el pueblo más grande de Albacete y está situado a unos 30 kilómetros de éste, así que el trayecto hasta él lleva un cierto tiempo que mi padre aprovechó para ponerme en antecedentes: la persona a la que íbamos a visitar se llamaba T.V.M.M. y, si bien no era su mejor cliente, sin duda era el de mayor clase social. De alta alcurnia y emparentado con una noble famosa, al parecer era uno de los tipos más ricos de toda la provincia. En realidad no vivía en La Roda sino en el País Vasco, de donde procedía toda su familia, aunque venía mucho por Albacete porque tenía allí varios latifundios que le habían generado ciertos problemas judiciales, razón por la que contrató a mi padre para solventarlos. Al parecer, en una ocasión su propia mujer se quejó a mi padre de que T.V. la dejase sola en San Sebastián para irse por su cuenta a Albacete a pasarse los fines de semana él solo en aquella casa; no entendía qué hacía tanto tiempo solo, ni por qué se marchaba tantas veces a lo largo del año…
Por fin llegamos a la finca de T.V. Nos llevó unos minutos recorrer el camino que llevaba hasta una casa que, si bien no era una mansión como tal, sí que era bastante grande. Llamamos al timbre, pero no nos abrió nadie. Esperamos alrededor de diez minutos mientras insistíamos en llamar a la puerta sin éxito alguno, y estábamos a punto de marcharnos cuando por fin T.V. nos abrió. Se disculpó por la tardanza (aunque no nos explicó la razón de la misma) y nos invitó a pasar. Nos sugirió que estaríamos cómodos en una pequeña sala de estar que había en la casa, y me llamó la atención que de camino a la misma pasamos por delante de un gran salón, que dejamos atrás rápidamente. Recuerdo que en ese momento pensé "¿por qué no vamos mejor a ese salón con tan buena pinta?"
En fin, en ese pequeño saloncito estuvimos las aproximadamente dos horas que mi padre pasó despachando y charlando con T.V. mientras yo me aburría como una ostra. Me di cuenta de que T.V. era un tipo reservado, alguien con quien tienes permanentemente la sensación de que no te cuenta todo lo que está pensando. Recuerdo también dos cosas que me llamaron la atención por entonces: el cuadro que estaba colgado ante mí ("Perros jugando al póker", de C.M. Coolidge) y T.V. explicando que el origen de la Guardia Civil era una "hermandad" medieval (me pareció curioso que usase la palabra "hermandad").
En un momento dado nuestro anfitrión decidió que era hora de que nos fuésemos, y nos acompañó hasta la puerta. Volvimos a pasar ante el salón principal de la casa, momento en el que casualmente mi padre se detuvo a comentarle algo a T.V. y yo aproveché para echar un vistazo. Era un salón de unos 50 metros cuadrados y de forma algo rectangular. Y entonces lo vi perfectamente: colgado en la pared opuesta a la de la entrada había un gran cuadro de color negro con un pentagrama invertido y un macho cabrío inscrito dentro de él, rodeado todo ello de un círculo en el que había una letra hebrea coincidiendo con cada vértice del pentagrama. Era el Sello de Baphomet, aunque no fue hasta años después que descubrí ese nombre. En realidad no se veía el cuadro completo, sino sólo la mitad superior del mismo; la mitad inferior se encontraba tapada por un gran mapa de Albacete, que estaba apoyado sobre el respaldo del sofá que había debajo del Sello. Daba la impresión de que se había colocado ese mapa de forma improvisada para tapar el Sello en la medida de lo posible, pero sin demasiado éxito.
Al volver de vuelta a Albacete le conté a mi padre lo que había visto, y entonces nos cuadró todo: la razón de por qué había tardado tanto en abrirnos la puerta, y por qué este hombre venía tanto a Albacete a pasarse allí solo fines de semana enteros… Seguramente no los pasaría solo, porque sin duda aquel salón era perfecto para reuniones de grupos numerosos.
Por entonces no sabía lo que implicaba realmente ese símbolo, y los dos dimos por hecho, erróneamente, que T.V. era masón. Unos días más tarde mi padre le preguntó directamente a T.V. si pertenecía a la masonería, pero al parecer no quiso responderle y cambió de tema.
Desde entonces siento escalofríos cada vez que recuerdo aquella anécdota. No tanto por lo que vi, sino por todo lo que implica: lo mucho que desconocemos a las élites de nuestra sociedad, y lo siniestras que pueden llegar a ser.
Últimamente me he acordado de aquello porque Coto Matamoros ha vuelto a acusar a determinados famosillos de pertenecer a la orden SNE (Satán Nogard Etreum), algo en lo que lleva insistiendo unos cuantos años ya.
Y bueno, la verdad es que yo le creo.
Con el demonio de aliado le habrán vendido el alma, digo yo
?Aquel que conociste sospechas que también? ? A cambio de qué?
Re: Lo que oculta la élite
La historia es rigurosamente cierta, lo prometo.
Y bueno, al tipo no le iba nada mal, al menos económicamente. ¿Había relación entre su culto y su éxito económico? Pues no tengo ni idea, aunque sospecho que seguramente sí.
Y bueno, al tipo no le iba nada mal, al menos económicamente. ¿Había relación entre su culto y su éxito económico? Pues no tengo ni idea, aunque sospecho que seguramente sí.
"Nuestra tarea es la crítica despiadada, y mucho más contra aparentes amigos que contra enemigos abiertos" (Karl Marx, 1850).
Re: Lo que oculta la élite
Vaya
No me he mirado los accionistas del Ibex. No sé si habrá algún Louis Cyphre o similar como en el Corazón del Angel la peli
De todas formas con esas relaciones ya entiendo muchas cosas
Re: Lo que oculta la élite
No la he visto, pero me la apunto.
Y tal vez sea la punta del iceberg.
"Nuestra tarea es la crítica despiadada, y mucho más contra aparentes amigos que contra enemigos abiertos" (Karl Marx, 1850).
- Nowomowa
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Re: Lo que oculta la élite
Casualidad no es causalidad.
Que los ricos aburridos se diviertan con chorradas de cultos satánicos no significa que sean ricos porque son satanistas. De hecho, la mayoría de gente rica lo es por herencia, porque tener mucho dinero ayuda un montón a la hora de ganar mucho dinero.
Que los ricos aburridos se diviertan con chorradas de cultos satánicos no significa que sean ricos porque son satanistas. De hecho, la mayoría de gente rica lo es por herencia, porque tener mucho dinero ayuda un montón a la hora de ganar mucho dinero.
“Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada” -Edmund Burke
Corolario de Nowomowa: tampoco ayuda cuando los buenos son idiotas.
Corolario de Nowomowa: tampoco ayuda cuando los buenos son idiotas.
Re: Lo que oculta la élite
Bueno, al margen de interpretaciones esotéricas de la cuestión (hasta donde sé los satanistas tienen bastante claro que sus rituales de magia negra funcionan y son útiles), lo cierto es que formar parte de una comunidad en la que se practica la ayuda mutua es muy útil para que te vaya bien en la vida, más aún si los miembros de tal comunidad son gente rica y poderosa. Esto se aplica a la masonería, la mafia o el satanismo.
Es verdad que la inmensa mayoría de ricos lo son por herencia, pero también es cierto que mantenerse con el mismo nivel no es algo automático, y puedes tener éxito en ello o no. Luego está la posibilidad de que tu éxito económico sea aún mayor, y que otros problemas que puedas tener en la vida se vean solventados.
Es verdad que la inmensa mayoría de ricos lo son por herencia, pero también es cierto que mantenerse con el mismo nivel no es algo automático, y puedes tener éxito en ello o no. Luego está la posibilidad de que tu éxito económico sea aún mayor, y que otros problemas que puedas tener en la vida se vean solventados.
"Nuestra tarea es la crítica despiadada, y mucho más contra aparentes amigos que contra enemigos abiertos" (Karl Marx, 1850).
Re: Lo que oculta la élite
Yo te lo había interpretado así, las posibilidades de las redes personales para medrar , más si tienen una carga de secretismo y de "fraternidad" pero claro, lo del satanismo da para unos cuantos comentarios.Ver citas anterioresAsimov escribió: ↑10 May 2024 09:34 Bueno, al margen de interpretaciones esotéricas de la cuestión (hasta donde sé los satanistas tienen bastante claro que sus rituales de magia negra funcionan y son útiles), lo cierto es que formar parte de una comunidad en la que se practica la ayuda mutua es muy útil para que te vaya bien en la vida, más aún si los miembros de tal comunidad son gente rica y poderosa. Esto se aplica a la masonería, la mafia o el satanismo.
Es verdad que la inmensa mayoría de ricos lo son por herencia, pero también es cierto que mantenerse con el mismo nivel no es algo automático, y puedes tener éxito en ello o no. Luego está la posibilidad de que tu éxito económico sea aún mayor, y que otros problemas que puedas tener en la vida se vean solventados.
- Nowomowa
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Re: Lo que oculta la élite
Hay una verdad universal: los ricos cuidan de los suyos. Si eres, eres.Ver citas anterioresAsimov escribió: ↑10 May 2024 09:34 Bueno, al margen de interpretaciones esotéricas de la cuestión (hasta donde sé los satanistas tienen bastante claro que sus rituales de magia negra funcionan y son útiles), lo cierto es que formar parte de una comunidad en la que se practica la ayuda mutua es muy útil para que te vaya bien en la vida, más aún si los miembros de tal comunidad son gente rica y poderosa. Esto se aplica a la masonería, la mafia o el satanismo.
Es verdad que la inmensa mayoría de ricos lo son por herencia, pero también es cierto que mantenerse con el mismo nivel no es algo automático, y puedes tener éxito en ello o no. Luego está la posibilidad de que tu éxito económico sea aún mayor, y que otros problemas que puedas tener en la vida se vean solventados.
Yo el único problema lo tengo cuando los demás sufrimos por culpa de ellos. Y vamos camino de una buena colección de desastres provocados por una enfermedad mental llamada codicia sin límites, cuyas víctimas en vez de ser estudiadas o tratadas por terapeutas, son consideradas modelos a seguir.
Si alguien se mete encima 150 kilos de grasa y va a por los 200, se considera una enfermedad. Pero meterse 5.000 millones de dólares e ir a por el doble, no. Y eso que el hiperobeso sólo se jode a sí mismo y a su entorno emocional, mientras que el billonario jode a miles de desconocidos por todo el camino.
“Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada” -Edmund Burke
Corolario de Nowomowa: tampoco ayuda cuando los buenos son idiotas.
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Re: Lo que oculta la élite
Ahí estamos algo más de acuerdo.
"Nuestra tarea es la crítica despiadada, y mucho más contra aparentes amigos que contra enemigos abiertos" (Karl Marx, 1850).
Re: Lo que oculta la élite
Interesante. Los partidos políticos son algo parecido: gente que opina de forma similar, mismas aficiones, ante cualquier tema que les perjudique cierran filas, ley del silencio, etc.
El incentivo es mantener o conseguir nuevos privilegios. La unión hace la fuerza.
El incentivo es mantener o conseguir nuevos privilegios. La unión hace la fuerza.
Re: Lo que oculta la élite
En el caso que nos ocupa, me temo que muy probablemente sean grupos transversales, es decir, que incluyen a gente de distintos partidos políticos (e incluso posiblemente de partidos supuestamente rivales entre sí).
"Nuestra tarea es la crítica despiadada, y mucho más contra aparentes amigos que contra enemigos abiertos" (Karl Marx, 1850).
Re: Lo que oculta la élite
Si
La elite es bastante mas transversal de lo que imaginamos. Las divisiones ideológicas no son algo que les marque tanto cómo el hecho de ser "elite".
De hecho las divisiones ideológicas de partidos y tal mas bien cumplen la función de tener dividida a la masa en fuerzas mas o menos equivalentes y contrapuestas. Masa elite es un discurso de estructura piramidal donde la cuspide es mucho mas pequeño que la base ....es un discurso peligroso para la elite pues está en inferioridad
IZquierda /derecha son dos conceptos antagónicos y simétrico en fuerza....se compensan
El discurso populista y clasista del Podemos inicial de la casta, los de arriba contra los de abajo despertaba furibundas respuestas de partidos políticos y medios de comunicación.....Podemos era un peligro, una amenaza
El discurso podemita de izquierda derecha unga unga que viene el fachismo, por contra fue la carta de presentación de Podemos a lo institucional. YA no era el mal bolivariano...era un adorable osito de peluche
Respecto al tema que traes, bastante interesante , luego comento un poco al respecto
saludos