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Nowomowa escribió:Cómo ser un negacionista del Holocausto, en 20 fáciles pasos.
1. Crema de noche a la salsa de niebla:
Nunca proporciones pruebas de tus afirmaciones. De hecho, responde a la demanda de pruebas como Drácula responde a los crucifijos. Haz lo que sea para evitarlo. Lanza insultos. Cambia de tema. Embrolla las cosas. Ríete de ellos. Afirma que ya diste pruebas o que alguien lo hizo en tu lugar. Pero nunca aportes tus propias pruebas (a menos que las acompañes con una cita incompleta o incoherente).
2 . Cara, yo gano; cruz, tú pierdes:
Exige que todas las pruebas para el Holocausto sean demostradas como auténticas (pero evita decir en qué consistiría esa demostración de autenticidad), y también exige que se demuestre la falsedad de todas tus afirmaciones sin fundamento. De esta manera, la carga de la prueba nunca recaerá sobre ti.
3. Hola, soy un experto en cremaciones:
Afirma que que los 52 hornos de Auschwitz no podían haber tenido la capacidad para quemar 4.756 cadáveres por día debido a que los crematorios comerciales modernos no tienen esa capacidad. Cuando te digan que no hay comparación entre los crematorios comerciales ordinarios y los construidos en los campos, por una serie de razones (por ejemplo, no se utilizaron ataúdes, se puede incinerar más de un cadáver en un solo horno, etc.) ignóralo y repite tu afirmación.
4. ¡Y también soy un químico experto!:
Expresa una serie de dudas y afirmaciones acerca de las propiedades del Zyklon-B, el gas utilizado para matar a la gente en las cámaras de gas de Auschwitz. Por ejemplo, di que el Zyklon-B no es un agente ideal para la formación de gran cantidad de gases, y por lo tanto los nazis no deberían haberlo utilizado, lo cual demuestra que NO lo usaron. Asimismo, si alguien afirma que el Zyklon-B se fabricaba en dos versiones, una con olor para advertir de la emisión de gases tóxicos y otra sin olor, y que los nazis usaban la versión sin olor, vuelve a insistir en que el Zyklon-B era inadecuado para generar grandes cantidades de gases. Si alguien afirma que se necesita mucho menos gas para matar un ser humano que un piojo y que por ello el Zyklon-B era suficientemente adecuado, pasa al plan B.
Asegura que no podrían haberlo usado porque el gas que quedase en la cámara después de los asesinatos habría matado a cualquiera que tratase de entrar en las cámaras para sacar los cuerpos. Cuando alguien te explique (innumerables veces) que algunas de las cámaras de gas tenían sistemas de ventilación de gran potencia para eliminar el gas, y que en otros casos las personas que entraban llevaban máscaras de gas, argumenta que a pesar de la ventilación aún habría quedado suficiente gas para matar a cualquiera que entrase.
Asegura también que la ventilación del gas podría causar problemas a las personas a sotavento. Cuando alguien te explique que el gas era más ligero que el aire, simplemente deja correr el tema, cállate o quéjate por alguna grosería que te hayan dicho.
Si alguien insiste en que en otros campos se usaba monóxido de carbono, que no mata a los piojos pero es mortal para el ser humano, ignóralo. Ignora también cualquier afirmación sobre las habitaciones especiales que se usaban para despiojar los efectos personales incluso en los campos donde había cámaras de gas.
5. A garrotazos:
Si te están borrando del mapa con pruebas y razonamientos irrefutables, siempre puedes refugiarte en el lenguaje que usen tus oponentes. Si te dicen, por ejemplo, “Pareces gilipollas, te he explicado mil veces que se necesita menos gas para matar personas que piojos y por tanto dejaba menos rastro en las cámaras de gas”, quéjate sobre el uso de la palabra “gilipollas”
De hecho, puedes evitar fácilmente cualquier discusión incómoda si te dedicas a dar lecciones de civismo acerca del lenguaje usado por tus oponentes, especialmente si son inexpertos y el debate les causa repugnancia. Sin embargo eso no contribuirá a mejorar tu credibilidad; aunque te veas como un árbitro de las buenas maneras, en general te tomarán por un pelmazo y dejarán de hacerte caso.
6. Oh, lo siento, me comí la última galleta:
Afirma que a los judíos y otros prisioneros no se les privaba de alimento intencionadamente, sino que eran víctimas de la escasez de alimentos al igual que todos los demás. Cuando te señalen que ni los guardias del campo ni las personas que vivían en las inmediaciones de los campos se murieron de hambre, simplemente afirma que esto no demuestra que hubiese una política de hambruna intencionada, y que si no hay un papel con una orden por escrito de matar de hambre a la gente, entonces no hubo ninguna hambruna.
7. La espiral infinita de “¿eso qué significa?”:
Procura mantener a tus oponentes despistados cambiando o cuestionando continuamente las definiciones y conceptos. Por ejemplo, si un oponente afirma que los historiadores suelen coincidir en que 1 millón de judíos fueron asesinados en las cámaras de gas en Auschwitz durante el Holocausto, se puede preguntar, ¿qué entiendes por "historiador"? o ¿seguro que eran todos judíos? o ¿qué se supone que es “están de acuerdo”?
Asimismo, busca cualquier cosa que puede haber dicho un historiador de verdad y que parezca expresar una duda sobre el Holocausto. Una cita verdadera sin contexto y bien elegida es mejor que muchas mentiras.
Por otra parte, cuando te enfrentes a la evidencia de que Himmler pidió la "ausrotten" de los judíos, argumenta que “ausrotten” no significa realmente “exterminio”. Cuando traigan pruebas de que esa es exactamente la definición en los diccionarios de alemán, ignora el tema.
8. Ahora lo ves, ahora no lo ves:
Argumenta que las cámaras de gas y los campos de exterminio nunca existieron, ya que no siguen en pie. Por supuesto, según esta lógica, Cartago, la Pinta, la Niña y la Santa María o buena parte de la Gran Muralla china nunca existieron. Cuando te lo hagan notar, ignóralo.
9. Kafka estuvo aquí:
Argumenta que las cámaras de gas nunca existieron porque no hay fotos o dibujos de ellas. Cuando te traigan fotos y dibujos, afirma que no pueden ser dibujos, planos o fotos reales de las cámaras de gas, porque las cámaras de gas nunca existieron, por lo que no hay fotos o dibujos de ellas, porque nunca existieron, por lo que...
10. Diversiones matemáticas:
Enreda a los anti-negacionistas con juegos de números y súmate a ellos. Por ejemplo, afirma que los “holocuentistas” cambiaron el número estimado de judíos asesinados en Auschwitz de 4.000.000 a 1.000.000. Cuando se señale que la cifra de 4 millones fue facilitada por los soviéticos y se refería al número total de víctimas, no sólo los judíos, y que siempre se consideró ridículamente inflada por parte los historiadores no soviéticos, quienes a su vez nunca han cambiado respecto a la cifra de 1 millón de para los judíos, sólo tienes que repetir que los holocuentistas han cambiado el número de judíos asesinados en Auschwitz de 4.000.000 a 1.000.000 y que, por tanto, el Holocausto es un engaño.
El objetivo de esta táctica, por supuesto, es tratar de hacer que todas las cifras de muertos parezcan dudosas. Si la de 4 millones es poco fiable, entonces 1 millón es igualmente poco fiable, así que puedes ir revisando las cifras a la baja hasta que lleguen a cero y, ¡puf!, ¡ya no hay Holocausto!
11. El Gran Salto:
Esta táctica es como sigue: Si una prueba o testimonio sobre el Holocausto parece poco fiable, de ello se sigue que todos los testimonios sobre el Holocausto no son fiables. Si uno de los testigos del Holocausto se retractó de algo, entonces es que todos los otros testigos del Holocausto son mentirosos. Si algunos prisioneros de los campos no se murieron de hambre, entonces ningún prisionero murió de hambre. Etcétera. Pero ten cuidado, esta es un arma de doble filo: alguien puede utilizar las mentiras bien documentadas de otros revisionistas para concluir que TÚ eres un mentiroso también.
12. Pero yo no soy antisemita:
Trata de encontrar ejemplos de fechorías cometidas o barbaridades dichas por algún judío, entonces implica que esto hace quedar en evidencia a todos los judíos. Cuando te pregunten por qué crees que un judío representa a todos los judíos, pero no crees que un gentil represente a todos los gentiles, ignora la cuestión.
13. Sobre sorpresa de estupideces:
Intenta evitar usar algunas de estas afirmaciones que, aunque sencillas de recordar y tentadoras, harán que quedes como un idiota:
a) afirmar que "los judíos" declararon la guerra a Hitler/Alemania/los nazis (lo que sea que signifique eso), y que nada de lo que hicieron con ellos fue nada más que un acto de defensa propia
b) aunque no hay ninguna clase de pruebas, decir que los cadáveres apilados en los hornos de Auschwitz habrían estallado, dañando los hornos, lo cual pondría en tela de juicio las cifras sobre la cremación de cadáveres
c) afirmar que como la mayoría de evidencia moderna sobre las cámaras de gas son dibujos, maquetas a escala, reconstrucciones y similares, entonces ni siquiera la cámara de gas de Auschwitz es real
d ) afirmar que como en algunos campos había burdeles, piscinas y bandas de música, entonces no podría haber habido cámaras de gas en los mismos lugares
14. Sólo sé que no sé nada:
Si no quieres parecer un payaso, siempre hay un segundo enfoque, por encima de las disputas pseudo académicas. Con mucha suficiencia y honradez fingida, explica que no eres ni un revisionista ni ninguna otra "etiqueta", sino simplemente alguien con un sano escepticismo acerca de todo, incluyendo la Historia (toda ella, no sólo el Holocausto), y que simplemente estás intentando averiguar si ciertos incidentes relacionados con el Holocausto realmente tuvieron lugar. Haz como que eres imparcial, a pesar de la avalancha de pruebas acerca del Holocausto que te encontrarías si realmente buscases la verdad, y cuestiona únicamente las afirmaciones de los historiadores oficiales pero nunca a los revisionistas.
15. El corro de la patata:
Afirma sucesivamente que:
a) los judíos en los campos murieron como consecuencia de los bombardeos aliados
b) los judíos no fueron asesinados en los campos, sino que los mandaron a Rusia
c) los judíos nunca fueron a los campos porque el ferrocarril no tenía capacidad suficiente
Cuando alguien señale que estas tres afirmaciones son mutuamente excluyentes, y que en todo caso sería sería un buen truco que las bombas aliadas de 1944 matasen judíos en 1942, ignóralo.
16. La ley del embudo:
Confunde la discusión hablando de las víctimas civiles alemanas durante y después de la guerra, en especial en el frente del este. Altérnalo con relatos indignados sobre los problemas legales que tienen los revisionistas con las leyes antinegacionismo, pese a que las condenas son leves y extraordinariamente infrecuentes. Si alguien te dice que nada de eso tiene nada que ver con la verdad acerca del Holocausto, ignóralo.
17. Todo es mentira:
En cuanto al motivo detrás del "engaño” del Holocausto, afirma que fue inventado cerca del final de la Segunda Guerra Mundial por gente que previeron el establecimiento del Estado de Israel, y que también previeron que Israel se enfrentaría a años de conflicto con sus vecinos, con la consiguiente necesidad de ayuda militar y financiera a Israel, y que previeron la posible oposición del público a este tipo de ayuda, por lo que inventaron un enorme engaño con miles de testigos falsos y documentos para que los que pudieran oponerse a la ayuda a Israel sintiesen lástima por los judíos y no se opusiesen a la ayuda. Cuando alguien señale que esto es una memez, que una conspiración de tal tamaño y duración es algo inaudito e irrealizable, y que por norma general los actos de genocidio no se convierten en un grifo abierto de ayuda para las víctimas, ignóralo.
18. Yo solo pasaba por aquí:
Aunque al final todos tus argumentos puedan ser descalificados, tan sólo tienes que esperar un par de días o semanas hasta que se calme la discusión y luego volver a empezar. Si te expulsan o te bloquean en un medio público, acúsalos de censura y de “no querer que se oiga el otro lado del debate”, aunque seas el único que saca el tema y te limites a espamear los mismos cuatro enlaces cada vez.
19. En mala compañía:
Recuerda que la comunidad revisionista está poblada principalmente por racistas, supremacistas blancos, judeófobos, integristas musulmanes, activistas anti-Israel y nazis, es decir, fanáticos como tú. Eso significa que todo el mundo excepto estos grupúsculos rechazarán creerte de entrada. Intenta no hablar de tus otras opiniones y limítate al Holocausto para que los neutrales no sepan si eres un fanático o simplemente estás muy mal informado.
20. Debate, que algo queda:
No hay ningún lugar que no sea adecuado para expresar tus opiniones, aunque sólo sea porque te dejan hablar. Por lo común, nadie te creerá, pero con suerte, tampoco nadie te tomará lo bastante en serio para oponerse a ti. Si ves que hay un público potencial, insiste en esparcir todas tus opiniones por absurdas o incoherentes que sean, llama a todos tus amigos y daros la razón entre vosotros hasta que la vuestra sea la única opinión presente. Recuerda que estáis luchando por la Verdad tal como os gustaría que fuese, y sólo una mentira repetida mil veces puede pasar por verdad.