Salvador Borrego era un simpatizante nazi tan serio, que creía que en Alemania bajo el régimen de Hitler se había eliminado el patrón oro y a cambio se había instaurado el patrón trabajo...
Su obra es en estricto rigor, sumamente pseudocientífica.
Con respecto a todo lo demás. Asumir que la URSS era un "agente más" aliado del capitalismo, pues, depende del punto de vista. Es cierto que Stalin y el estalinismo benefició el nuevo orden geopolítico de Estados Unidos al ser un líder que mantenía ordenado 1/3 del mundo e incluso fue capaz de aplacar todo movimiento comunista que no estuviera bajo su yugo (como en Grecia). En cierto aspecto se puede considerar que la URSS y Estados Unidos eran tan rivales como España y Portugal al momento de repartirse el mundo.
Pero también es sumamente cierto que cuando los bolcheviques llegaron al poder, ejecutaron al Zar y su familia, y colectivizaron los medios de producción Estados Unidos, Francia, Inglaterra y otros aliados emprendieron una cruzada en su contra lo que alargó la guerra durante varios años más. En cambio cuando Hitler asumió el poder, a pesar de su discurso, fue apoyado por capitalistas alemanes e internacionales, y muchos países de occidente o lo apoyaron, o simplemente lo criticaron de palabra. Desde luego los NS no vieron ninguna cruzada en su contra hasta que los aliados occidentales se vieron obligados a declararles la guerra tras la invasión en Polonia (a esas alturas los nazis ya habían hecho lo suyo en Checoslovaquia, España y Austria) y tardaron meses en entrar en lucha directa (en realidad fue Hitler quien inició las maniobras militares).
Seguramente, a mediados de los 30 Hitler tenía más posibilidad de convencer a Francia y Reino Unido de emprender una guerra contra la Unión Soviética que Stalin en emprenderla contra Alemania. Pero jugaron mal sus cartas, aunque, el problema de fondo es que el crecimiento alemán de una y otra forma era geopolíticamente contrario a la posición de Londres y París (de allí a la Entente Cordiale). Estaba determinado.
Pero en un universo paralelo, si Hitler hubiera ganado la guerra, o al menos, se hubiera quedado en la misma situación geopolítica de 1939, también habría sido otro agente más del capitalismo. Especialmente porque la economía nazi era la típica economía capitalista desequilibrada. Su trayectoria, en ese sentido, tendría un camino muy parecido a la de Franco aunque con mayor autonomía y desarrollo industrial.