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José escribió: ↑27 Oct 2023 18:54
Como dice Shaiapouf, con el que coincido al 100% en su posicionamiento, es preferible una población homogénea, que una heterogénea, si lo que se busca es que todos remen hacia el mismo lado, buscando el progreso, y haya cohesión social. La Suecia homogénea era un país pacífico y próspero. La Suecia multicultural, es uno de los países más violentos de Europa. Por otro lado, Nueva York es un estercolero multicultural, violento y atestado de ratas y chiflados deambulando por las calles y el transporte público. Un lugar poco recomendable y que está en plena decadencia. Como casi todas las ciudades en las que gobierna el "wokismo" demócrata, y que encaja perfectamente con el relato "multiculti" y "piji-guay" de Sostiene.
A mayor diversidad "en todo", como dice Sostiene, más tensiones interétnicas, religiosas, lingüísticas, etc. ¿Quieres un ejemplo de país ultradiverso? Ahí tienes Papúa-Nueva Guinea, con más de 1000 idiomas diferentes y diferentes etnias. ¿Qué nivel de desarrollo tiene ese país? Descúbrelo. Derribar los ridículos argumentos del progresismo es un juego de niños. Sólo hay que usar el raciocinio. Que siempre vence al idealismo y a los pájaros que tienen algunos en la cabeza. Por lo general, gente no muy proclive al conocimiento.
Hay que estar mal para llegar a pensar de esta manera.
La diversidad cultural y la prosperidad están interconectadas de diversas maneras, y existen múltiples aspectos a considerar en esta relación. La prosperidad se refiere generalmente a un estado de bienestar, crecimiento económico y calidad de vida para una sociedad. La diversidad cultural, por otro lado, implica la coexistencia de diferentes grupos étnicos, religiones, tradiciones y culturas en una sociedad. Aquí hay algunas formas en las que la diversidad cultural puede influir en la prosperidad:
Innovación y creatividad: La diversidad cultural puede fomentar la innovación y la creatividad. La exposición a diferentes perspectivas y experiencias culturales puede llevar a nuevas ideas y enfoques en la ciencia, la tecnología, el arte y los negocios, lo que a su vez puede impulsar el crecimiento económico y la prosperidad.
Mercados más amplios: La diversidad cultural puede ampliar los mercados para las empresas. La adaptación de productos y servicios a diversas culturas puede aumentar las oportunidades comerciales y, en última instancia, contribuir a un mayor crecimiento económico.
Turismo: La diversidad cultural puede hacer que una región sea atractiva para el turismo. Los visitantes a menudo están interesados en experimentar y aprender sobre diferentes culturas, tradiciones y alimentos, lo que puede generar ingresos significativos y fomentar la prosperidad en áreas turísticas.
Diversificación económica: La presencia de diversas culturas puede impulsar la diversificación económica. Esto significa que una sociedad no depende en exceso de un solo sector económico, lo que la hace más resistente a las crisis económicas y promueve la prosperidad sostenible.
Capital humano: La diversidad cultural puede atraer a personas de diferentes orígenes a una región, lo que enriquece el capital humano y la fuerza laboral. Una fuerza laboral diversa puede ser más creativa y adaptable, lo que puede tener un impacto positivo en la prosperidad.
Sin embargo, es importante abordar los desafíos relacionados con la diversidad cultural para lograr una prosperidad sostenible. Estos desafíos pueden incluir la discriminación, la falta de igualdad de oportunidades y la tensión intercultural. Las políticas gubernamentales y la promoción de la inclusión y la igualdad son esenciales para maximizar los beneficios económicos de la diversidad cultural y minimizar los desafíos.
En resumen, la diversidad cultural puede contribuir a la prosperidad de una sociedad al impulsar la innovación, ampliar mercados, atraer turismo, diversificar la economía y enriquecer el capital humano. Sin embargo, es fundamental abordar los aspectos negativos y promover una convivencia armónica y equitativa entre los diferentes grupos culturales para lograr una prosperidad duradera.