Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Transición 1974-1982: la CIA toma el control del PSOE
Sólo seis meses después de la Revolución de los Claveles, el 14 de octubre de 1974, se celebra en la ciudad de Suresnes, cercana a París, el XIII Congreso del PSOE, que va a llevar a un tal “Isidor” hasta la cúpula de la organización. Desde el 14 de julio pasado, Franco sufre una complicada flebitis y se ha llegado a temer por su vida. La situación que se está creando en la península Ibérica resulta muy preocupante para los norteamericanos, se les ha ido de las manos el asunto portugués y van a impedir, a toda costa, que la historia se repita en España. Felipe González es el joven abogado sevillano, casi desconocido incluso para algunos de sus compañeros, que se enmascara tras el nombre de guerra de “Isidor”. Consigue suceder como secretario general del partido al veterano militante socialista Rodolfo Llopis, que no reconoce las resoluciones adoptadas en Suresnes. El congreso ha sido convocado por un grupo de jóvenes militantes desgajados de lo que, en adelante, se conocerá como PSOE (Histórico). En realidad, Nicolás Redondo era la figura menos discutida para acceder a la Secretaría General, pero el sindicalista vasco se niega a presentarse a la elección, a pesar de ser propuesto mayoritariamente para ocupar el cargo que está en liza.
González y otros miembros de la nueva dirección del partido han conseguido llegar a Francia gracias al apoyo prestado por el propio Servicio Central de Presidencia de Gobierno. Los oficiales del organismo de inteligencia creado por el almirante Carrero Blanco son los encargados de proporcionarles los pasaportes.
“En un restaurante de la calle madrileña de Santa Engracia, hablamos con González, en presencia de Enrique Múgica, para garantizarle su viaje a Suresne”., señala el entonces capitán del SECED Manuel Fernández Monzón. “Otros compañeros se entrevistaron con Nicolás Redondo, y él entendió enseguida que debía ceder el puesto a un secretario general más joven y con otras características. Cuando Felipe González volvió de Francia, después de haber sido elegido, un comisario de Sevilla le detuvo, creyendo que había dado un pelotazo. Se llevó una bronca tremenda y tuvo que soltarle enseguida, claro”.
Otros dos miembros relevantes del SECED, Andrés Cassinello y José Faura, mantienen una larga entrevista con Felipe González y con Alfonso Guerra, inmediatamente después de que el clan sevillano se haga con los mandos del PSOE.
“Entre 1964 y 1975 estuve precisamente en la información del mundo universitario, muy estrechamente relacionado con la política entonces clandestina. Y lo que viví fue que, a partir de cierto momento, la dictadura propició el resurgir del PSOE, para ahogar al PCE”, declara el comisario Manuel Ballesteros a la periodista Pilar Urbano.
“A los socialistas no se les detenía, a los comunistas, sí. Estando yo en la Brigada Social, esa era una indicación de los mandos. Más aún: la policía no sólo miraba para otro lado, haciendo la vista gorda, sino que a veces ayudaba a pasar la valija con la propaganda y los documentos internos del partido que los de Rodolfo Llopis (el PSOE del exterior) enviaban de allá para acá”.
A finales de los setenta, con Adolfo Suárez como primer ministro, Ballesteros aparece detrás de algunas acciones criminales de guerra sucia contra ETA protagonizadas por el Batallón Vasco Español. Posteriormente, el Gobierno de Felipe González le recupera para nombrarle nada menos que jefe del MULC (Mando Unificado de Lucha Contraterrorista), durante la época de actuación de los GAL.
Meses antes de la celebración del Congreso de Suresnes —que se financia con fondos provenientes del Partido Socialdemócrata de Willy Brandt—, el comandante Miguel Paredes, del SECED, y el inspector Emi Mateos, destinado en la Jefatura Superior de Policía de Bilbao, ya han empezado a trabajar en lo que llaman Operación Primavera: una serie de contactos con algunos miembros del PSOE del interior, para ver cuáles son sus planteamientos políticos. Especialmente con Nicolás Redondo y Enrique Múgica.
“En el SECED nos propusimos empezar a reunirmos con ellos —recuerda el entonces comandante Paredes—, para ver hasta dónde llegaba su izquierdismo, su ímpetu revolucionario, su afán izquierdista… y tratar de acercarlos hacia posiciones más templadas, menos radicales, más en la línea de la moderación pragmática que les recomendaba Willy Brandt”.
Los encuentros entre los agentes del SECED y los socialistas continúan, y a ellos se incorporan algunos militantes más.
“Después de cada encuentro redactábamos un informe para el Servicio”, continúa Paredes su relato. “Nuestra impresión entonces era que el líder ideológico, el que pensaba más largo, más rápido y con más calado era Pablo Castellano. El mayor peso moral lo tenía Nicolás Redondo. Felipe González nos pareció un conversador ágil, brillante, con “charme”… Pero, de pronto, sacó un largo cohiba, lo encendió con parsimonia y se lo fumó como un sibarita. A mí ese pequeño detalle me chocó, me extrañó. Era un trazo burgués que no encajaba con sus calzones vaqueros, ni con su camisa barata de cuadros, ni con su izquierdismo… En mi informe oficial no mencioné esa bobada del habano ni lo que me sugirió. Pero en mi agenda privada de notas sí que escribí: “Felipe González, el sevillano, parece apasionado pero es frío. Hay en él algo falso, engañador. No me ha parecido un hombre de ideales, sino de ambiciones”.
Y prosigue el antiguo agente del SECED: “El Ministerio de la Gobernación tenía entonces la facultad de conceder o denegar el pasaporte a un ciudadano. Ellos lo habían pedido muchas veces y siempre les habían dicho que no. Me dieron una lista en la que figuraban los nombres de Enrique Múgica, Eduardo López Albizu, Nicolás Redondo, Ramón Rubial, Alfonso Guerra, Pablo Castellano, Felipe González y otros dos militantes asturianos. El Gobierno lo dudó mucho, le dieron mil vueltas, que sí, que no… Al final se aceptó bajo la condición de que, al volver a España, devolvieran enseguida esos pasaportes. Y lo hicieron. Tardaron mucho pero los devolvieron. Aunque no todos: Felipe González se lo quedó. A Mugica, por el retraso, le hicimos pagar una “multa” especial: invitarnos a comer a base de bien. Y lo hizo. En la Panière Fleurie de Rentería”.
Los delegados que asisten al Congreso de Suresnes representan, oficialmente, a tres mil militantes del interior, pero, en realidad, esa cifra hay que rebajarla a menos de la mitad. Durante los últimos años del franquismo, el PSOE es poco más que una sigla. El mayor peso de la resistencia contra el régimen lo han llevado los comunistas. En definitiva, lo que se produce en 1974 es una refundación del partido creado por Pablo Iglesias, con el modelo portugués como telón de fondo. En el país vecino no existía ni siquiera un partido socialista histórico y hubo que inventar uno. Su primer secretario general, Mário Soares, tenía contacto con la CIA desde los años sesenta. “Exiliado, en 1973 recibiría ayuda para fundar bajo el patrocinio del Gobierno de Bonn un “partido socialista portugués”, escribe Joan Garcés en su excelente libro Soberanos e intervenidos. “Derrocada la dictadura en 1974 por el MFA (Movimento das Forças Armadas), Soares regresaba a Portugal, donde pronto pediría y recibiría ayuda clandestina directa del Gobierno de Estados Unidos y sus aliados europeos (RFA, Reino Unido y Francia), e indirecta a través de empresas y fundaciones alemanas y de otros países”.
La escasa incidencia del PSOE en la realidad política española de los primeros años setenta la reconoce el propio Francisco Bustelo, uno de los militantes elegidos como miembros de la Comisión Ejecutiva del partido en Suresnes. Sin embargo, todo cambia a partir de ese congreso:
Las embajadas en Madrid empezaron a recibir entonces instrucciones de que se pusieran en contacto con nosotros. Acompañé a González a visitar a algunos embajadores, entre ellos el estadounidense, y tuve que entrevistarme con otros funcionarios norteamericanos de menor categoría. A los norteamericanos les causé buena impresión. Durante los años siguientes me solía llamar el consejero político de esa embajada, persona muy enterada de lo que sucedía en España, para que comiésemos juntos.
En la dirección surgida de Suresnes hay tres grupos fundamentales: los vascos, con Redondo, López Albizu, Múgica y Benegas; los andaluces, con González, Guerra y Galeote, y los madrileños, con Castellano y Bustelo. “Los vascos, o mejor dicho, Redondo, que era su peso pesado, decidían, por tanto”, señala Francisco Bustelo. “Si apoyaban a los andaluces, como hicieron en Suresnes, González tenía el poder asegurado. Redondo sabrá por qué lo hizo”. Felipe González controla el partido a partir de ese momento e, inmediatamente, pasa a convertirse en un personaje público de primer orden, con un papel estelar en la gran maniobra de actualización controlada del régimen franquista. Joan Garcés escribe:
“Una campaña subsiguiente introduciría ante la opinión pública nombres hasta entonces desconocidos que, a poco andar (1975-1976), aislaron y marginaron a los militares de la Unión Militar Democrática y, en general, a quienes eran reacios a que en España entraran la CEE y la OTAN sin condiciones”.
Los servicios secretos norteamericanos y la socialdemocracia alemana se turnan celosamente en la dirección de la Transición española, con dos objetivos: impedir una revolución tras la muerte de Franco y aniquilar a la izquierda comunista. Este fino trabajo de construir un partido “de izquierda”, para impedir precisamente que la izquierda se haga con el poder en España, es obra de la CIA, en colaboración con la Internacional Socialista. El primer diseño de esta larga operación se remonta hasta la década de los sesenta, cuando el régimen empezaba ya a ceder, inevitablemente, bajo la presión de las luchas obreras y las reivindicaciones populares. El crecimiento espectacular del PCE y la desaparición de los sindicatos y partidos anteriores a la Guerra Civil, especialmente la UGT y el PSOE, hacen temer una supremacía comunista en la salida del franquismo. Los cerebros de la Transición comienzan a marcarse objetivos muy concretos.
En 1962 el PSOE y la UGT sólo cuentan con unos centenares de militantes en toda España, mientras que en el extranjero, un grupo de viejos socialistas, con Rodolfo Llopis al frente, intentan aparentar una presencia en escena que no va mucho más allá de la asistencia a “contubernios” como el de Munich. Convencidos de que este PSOE no logrará tener la suficiente implantación para competir con ventaja, frente a los comunistas españoles, al final del franquismo, los servicios de información norteamericanos y alemanes se ponen manos a la obra para construir un nuevo partido, más vistoso en lo externo y manejable en lo interno.
Algunos socialistas no esperan a que la CIA llame a su puerta y son ellos mismos los que ofrecen espontáneamente sus servicios a los norteamericanos. Es el caso de Carlos Zayas Mariátegui, desde la ASU (Agrupación Socialista Universitaria), quien, según documenta Joan Garcés, “aparece informando asiduamente a la Embajada sobre personas de sensibilidad socialista susceptibles de sumarse a combatir al Partido Comunista si recibieran los apoyos materiales que buscaban. Zayas señalaba, entre otros, a Joan Raventós Carner en Barcelona, a José Federico de Carvajal y a Mariano Rubio, al tiempo que desvelaba como principal agente del Partido Comunista en Madrid a Federico Sánchez”.
Zayas será diputado del PSOE por Huesca en 1977; Raventós, embajador en Francia, después de haber participado en la famosa comida de Lérida en la que el general Armada les cuenta a Enrique Múgica y a él sus planes golpistas; José Federico de Carvajal llegará a presidente del Senado y Mariano Rubio, a gobernador del Banco de España, cargo del que dimite tras ser condenado por sus prácticas delictivas. Federico Sánchez (alias de Jorge Semprún), convertido al anticomunismo, será ministro de Cultura con Felipe González entre 1988 y 1991.
Una de las claves de las operaciones secretas de la CIA para controlar los medios socialistas españoles en el exilio es la introducción en estos círculos de un antiguo dirigente del POUM, Julián Gorkin. A principios de los sesenta, Gorkin es uno de los personajes que impulsa el llamado “Congreso por la Libertad Cultura”. y aparece al frente de distintas publicaciones financiadas por la CIA, como las revistas Cuadernos, editada en París; Examen, en México, y Encounter, en Gran Bretaña, dentro de un amplio esquema propagandístico de matiz netamente anticomunista diseñado desde Langley. Más tarde, dirige también la revista Visión, en la que defiende los puntos de vista de las sucesivas Administraciones norteamericanas en relación con Latinoamérica. El 13 de mayo de 1967,1a propia Asamblea General del “Congreso por la Libertad Cultura”. reconoce los estrechos vínculos financieros y políticos de este organismo con la CIA. Según Francés Stonor Saunders, el principal impulsor del congreso es el agente de la CIA Michael Josselson.
Julián Gorkin aparece, además, al frente del llamado “Centro de Documentación y Estudio”, que tiene su sede en París. Ocupa el cargo de vicepresidente, mientras Salvador de Madariaga ostenta, a título honorario, la presidencia. Las líneas generales del Boletín Informativo del centro están caracterizadas por las directrices de acción política clandestina de la CIA en ese momento: se intenta potenciar a la inexistente ASO (Alianza Sindical Obrera) y a la oposición monárquica y socialdemócrata. Gorkin entra pomposamente en el PSOE en el año 1973, en plena campaña interna de renovación del partido, que terminará con la sustitución de Llopis por Felipe González. Incluso ofrece una conferencia, el 22 de diciembre de ese año, en los locales de la UGT en París, bajo el título “Motivos de mi afiliación al Partido Socialista Obrero Español”. En varios artículos del Boletín Informativo de Gorkin ya pueden verse los argumentos esenciales que serán utilizados por Felipe González y Alfonso Guerra en Suresnes. El primer número de ese boletín explica “la necesidad de una izquierda radical que compita, en el campo de la clase obrera, con el Partido Comunista de España, para restarle base y movilidad social”.
Hablamos después de las actividades de la CIA en el mundo occidental y, en especial, en relación con España. La prensa internacional, digo al Caudillo, comenta las actividades de ese organismo. Su obsesión es conseguir que nuestro Estado tolere primero y legalice después la acción de dos partidos, uno de carácter socialista y otro democrático, que deberán tener su expresión en dualidad similar en el campo universitario y sindical. Para conseguirlo no vacilarán en financiar sistemáticamente a grupos de activistas (que han creado la ASO y la FUDE). Por ahora no se proponen como objetivo derribar el Estado, sino importunarlo, preocuparlo, no dejarlo en paz para que se arranque al Partido el compromiso de una coexistencia entre lo legal y lo ilegal, con aspiraciones de suceder al Régimen una vez desaparezcan. Estas objeciones, según la información que doy al Caudillo, las expone la CIA con toda tranquilidad, a la luz del día, financiando las huelgas de Asturias o los tumultos de Madrid y Barcelona. La CIA cree que con esas actividades cumple el deber de prever el futuro, pues, de lo contrario, al régimen débil sucedería el caos y a éste, el comunismo.
En el intento de creación de la ASO participa un personaje extraño: Josefina Arillaga, vinculada ya en ese momento a la Fundación Friedrich Ebert, del Partido Socialdemócrata alemán, y considerada, en los propios medios socialistas, como “buena amiga”. del entonces jefe del Sindicato Vertical franquista, el falangista José Solís Ruiz. Arillaga, representante oficiosa en Madrid de Rodolfo Llopis durante varios años, hasta 1973, mantiene estrecho contacto con José Federico de Carvajal, un personaje muy bien relacionado con los norteamericanos, que llegará a presidente del Senado con el PSOE.
La fase final del asalto al viejo y poco implantado Partido Socialista Obrero Español tiene lugar a partir de 1970, en una batalla en la que se combinan nombres como el de Willy Brandt, en ese momento secretario general del SPD; Max Diamant, asesor del Sindicato del Metal alemán; Enrique Múgica, y Hans Mattholfer, destacado sindicalista alemán que edita la revista Express Español en Alemania. El hombre de Hans Mattholfer en la UGT, Carlos Pardo, tiene también un interesante historial: en 1970 es detenido en Madrid por la Brigada Criminal, acusado de diversos delitos comunes, y se descubre que antes ya ha sido expulsado de Paraguay por estafa. Mattholfer tiene entonces que viajar personalmente a España y entrevistarse con el entonces director general de Seguridad, Carlos Arias Navarro, que pone en libertad a Pardo sin que se le incoe ningún procedimiento judicial. En una carta dirigida a un militante socialista madrileño, Rodolfo Llopis escribe: “Por si no lo sabes, Mattholfer protege y ayuda económicamente a los escisionistas del PSOE. Y ha encontrado en Pardo un lacayo a su medid”. Otro personaje turbio que actúa en ese entorno es Manuel Simón, dirigente de las Juventudes Socialistas de Toulouse, que más adelante será nombrado responsable de Relaciones Internacionales de UGT. Simón, que tendrá un papel clave en el defenestramiento de Llopis, es expulsado de Portugal tras la revolución del 25 de abril, acusado de ser agente de la CIA.
Dólares ‘fundacionales’
Una mujer clave en el complejo entramado financiero del renovado PSOE es Carmen García Bloise, que mantiene estrechos vínculos con los socialdemócratas germanos. Parte de los fondos que van llegando al partido se comienzan a canalizar a través de la recién creada Fundación Pablo Iglesias, sucursal de la alemana Friedrich Ebert, Pero los cauces de financiación son diversos. Por ejemplo, en 1979 se desvelará que la UGT ha recibido 200 millones de pesetas de los sindicatos amarillos de Estados Unidos para intentar ganar las elecciones sindicales.
El ex agente de la CIA Philip Agee declara a la revista Zona Cero, en marzo de 1987: “Dentro del “Programa Democracia”, elaborado por la Agencia, se cuida con especial atención a las fundaciones de los partidos políticos alemanes, principalmente a la Friedrich Ebert Stiftung, del Partido Socialdemócrata, y la Konrad Adenauer Stiftung, de los democristianos. Estas fundaciones habían sido establecidas por los partidos alemanes en los años cincuenta y se utilizaron para canalizar el dinero de la CIA hacia esas organizaciones, como parte de las operaciones de “construcción de la democracia”, tras la Segunda Guerra Mundial. Después, en los sesenta, las fundaciones alemanas empezaron a apoyar a los partidos hermanos y a otras organizaciones en el exterior y crearon nuevos canales para el dinero de la CIA. Hacia 1980, las fundaciones alemanas tienen programas en funcionamiento en unos sesenta países y están gastando cerca de 150 millones de dólares. Operan en un secreto casi total”. “Las operaciones de la Friedrich Ebert Stiftung (Fundación), del SPD, fascinan a los norteamericanos, especialmente sus programas de formación y las subvenciones que hicieron llegar a los socialdemócratas de Grecia, España y Portugal, poco antes de que cayeran las dictaduras en esos países e inmediatamente después”, continúa Agee. “En Portugal, por ejemplo, cuando el régimen de Salazar, que había durado cincuenta años, fue derrocado en 1974, el Partido Socialista completo apenas habría bastado para una partida de poker y se localizaba en París, sin seguidores en Portugal. Pero con más de 10 millones de dólares de la Ebert Stiftung, y algunas otras remesas de la CIA, el Partido Socialista Portugués creció rápidamente y en poco tiempo se convirtió en el partido gobernante”.
Las fundaciones políticas germanooccidentales proporcionan el modelo que el “Programa Democracia” acaba adoptando para resolver uno de los principales dilemas de la política exterior norteamericana: cómo “ayuda” a los partidos e instituciones “democráticos y pluralistas” en países gobernados por dictadores que son aliados y clientes de Estados Unidos. “Resultaba a menudo muy obvio que la única oposición real a las dictaduras la representaban los comunistas y otros revolucionarios, las únicas fuerzas políticas organizadas, capaces y dispuestas a tomar el poder en un eventual colapso de las dictaduras”, señala Agee. “La experiencia de la intervención germanooccidental en Portugal y en otros países resultaba llamativa para los norteamericanos e intentaron repetirla, estableciendo un sistema de instituciones privadas de apoyo a los “amigos en el exterior”. El apoyo de Estados Unidos a las dictaduras podría continuar mientras los “amigos” se preparaban para la “transición del autoritarismo a la democracia”. Así, los norteamericanos podrían buscar de antemano el control de todas las fuerzas políticas y neutralizar todo lo que se sitúa a la izquierda de los socialdemócratas”.
El presidente Ronald Reagan es uno de los más entusiastas defensores del “Programa Democracia”. En junio de 1982, ante el Parlamento británico, describe sus objetivos: “Este nuevo programa construirá una infraestructura de libertad y democracia que dejará al marxismo-leninismo en el estercolero de la Historia”. También alaba los “abiertos”. programas germanooccidentales, que, en realidad, están envueltos en el mayor de los secretos y se les ocultan incluso a los propios miembros del SPD.
¿Cómo se utiliza el dinero de la CIA en estos programas? Cada uno de los principales destinatarios ha descrito previamente sus necesidades y tiene que actuar de acuerdo con las líneas centrales diseñadas en el programa correspondiente, que se resume en una consigna: “Contribuir al desarrollo de acciones políticas en el extranjero para enfrentar el ”desafío ideológico global soviético”. Las actividades proyectadas cubren todo el espectro de objetivos de las organizaciones “democráticas” en el exterior: gobiernos, partidos políticos, sociedades profesionales, medios de información, universidades, cooperativas, sindicatos, asociaciones de empleados, cámaras de comercio e industria, iglesias, organizaciones de mujeres y estudiantes… En suma, todos los blancos tradicionales de la CIA. Otro propósito establecido es el de promover la “disidencia”. en los países socialistas, siguiendo el ejemplo del apoyo de la CIA a Solidaridad, en Polonia.
El ejemplo de la Friedrich Ebert Stiftung también es seguido como modelo en Centroamérica y el Caribe durante los años setenta y ochenta. Constantine Menges, “oficial nacional de la CIA para América”, es quien teoriza la receta de Estados Unidos para esta región. Menges señala dos niveles de actividades gubernamentales y privadas “provechosas”, mediante las cuales Estados Unidos “puede socorrer a las fuerzas democráticas y debilitar aquellas que quieren polarizar el hemisferio en regímenes comunistas y regímenes autoritarios”.
Dentro del primer nivel se entra en juego mediante medios “discretos”, como información, comunicación y programas de intercambio cultural, para formar sistemáticamente “grupos democráticos”. El segundo nivel de acción está previsto para concentrar la atención en países “de especial interés”, con los que hay que intentar “colaborar” a través de organismos semiautónomos, siguiendo el ejemplo de la Friedrich Ebert Stiftung y la Konrad Adenauer Stiftung germanoocidentales, manteniendo “una relación de total independencia con nuestra representación diplomática oficial”.
‘Goodby’ marxismo
El 17 de mayo de 1979, durante la celebración del XXVIII Congreso del PSOE, Felipe González impone que desaparezca el término “marxismo”. de los estatutos del partido. Los militares norteamericanos que tanto preguntaban por este asunto a los oficiales españoles, durante los cursos de formación realizados en Estados Unidos, ya pueden quedarse completamente tranquilos. Justo de la Cueva, miembro de la comisión mixta de reunificación del PSOE madrileño (proviene del sector histórico), desalentado, deja la militancia en ese momento y declara: “El PSOE va donde diga la CIA a través de Willy Brandt. Hasta en el propio Bundestag alemán se acaba de denunciar que la Fundación Friedrich Ebert del SPD recibe dinero directamente de la CIA”. Los jóvenes que dieron el golpe de Estado dentro del PSOE en Suresnes, comandados por González, van cumpliendo al pie de la letra el guión que les han preparado. El poder está cada vez más cerca.
El papel que el PSOE tiene que interpretar en la Transición está escrito desde bastante antes de la muerte de Franco, pero se termina de pulir en 1974. El giro a la izquierda de la Revolución de los Claveles coincide con los primeros pasos en público de la Junta Democrática, constituida por iniciativa de Antonio García Trevijano y auspiciada por el PCE. Desde el principio, Felipe González hace todo lo posible para hundir este organismo unitario que reclama amnistía total, la formación de un Gobierno provisional y la celebración de una consulta para elegir la forma de Estado: Monarquía o República. “Cuando se produce la hegemonía del Partido Comunista Portugués en el proceso político que se vive en el país vecino, el secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, se alarma aún más y viaja a Alemania para entrevistarse primero con el canciller Helmut Schmidt, y después con Willy Brandt, que continúa teniendo una enorme influencia en la Internacional Socialista. Les insiste en que apoyen decididamente al PSOE”, señala García Trevijano.
Por eso Felipe González no entra en la Junta, porque se siente respaldado por una potencia superior, por los alemanes y los norteamericanos. Una vez que está seguro de ese apoyo, se traslada a Madrid, donde tiene una entrevista con el Rey y con altos mandos del Ejército, y ahí establecen la estrategia de que hay que ir gradualmente hacia las libertades en España para evitar una radicalización de la situación. Felipe González es el más interesado en mantener a los comunistas en la ilegalidad. A mí me advierte de esta operación nada menos que Claude Chaisson, que luego sería ministro de Exteriores con Mitterrand y entonces era comisario en Bruselas del Mercado Común. Teníamos mucha amistad. El era miembro del Partido Socialista Francés y estaba bien informado de todo esto. Ahí fue cuando cedimos y constituimos la Platajunta, a sabiendas de que se estaba haciendo para que entrara en ella el PSOE, que sería el traidor.
Pero más traidor sería si estaba fuera. Y me di cuenta de que Santiago Carrillo, que era muy listo para olfatear por dónde venían los aires políticos, quería seguir completamente la política del PSOE.
En octubre de 1982, Felipe González consigue su objetivo y gana las elecciones por mayoría absoluta. Un año después,José Mario Armero le dedica un elogioso artículo en el que repasa, de forma muy elocuente, los logros del Gobierno del PSOE. Armero era abogado en España de las más importantes multinacionales norteamericanas y un hombre con muchos contactos en el Departamento de Estado. También intervino, como mediador, en las conversaciones que condujeron a la legalización del PCE, después de negociar con Santiago Carrillo la aceptación de la Monarquía. El 20 de octubre de 1983 escribe:
La realidad demuestra que hoy en España gobierna un partido socialdemócrata, europeo, occidentalista, pronorteamericano y decididamente atlantista. En un año de gobierno, los hombres del PSOE han cumplido un papel realmente singular: la casi destrucción de la izquierda tradicional española, en buena parte marxista y revolucionaria, que seguía una tradición muy distinta a los nuevos derroteros que han tomado los jóvenes dirigentes socialistas. Realmente nada tienen que ver con Pablo Iglesias, ni con Francisco Largo Caballero, ni siquiera con Rodolfo Llopis. Y han conseguido sustituir lo que siempre se ha considerado como izquierda por una socialdemocracia, que es un amplio fenómeno donde cabe la libre empresa, la propiedad privada, los europeos, los norteamericanos y la OTAN.
Y efectivamente, del “OTAN, de entrada, no” se pasa al “Así, sí”, y enseguida, al ingreso en la Alianza “en interés de España”.
OTAN, de cabeza, sí
El programa aprobado en el XXVII Congreso del PSOE, celebrado en diciembre de 1976, cuando la “reforma política” está ya en marcha, propugna “la liquidación de todas las bases extranjeras en nuestro suelo”, y añade que “no cabe aceptar ningún tratado de alianza o relación militar que no cuente con la aprobación expresa del pueblo españo”. El programa preconiza, igualmente, la “independencia frente a los bloques militare´s”. y la adopción progresiva de “una política de neutralidad activa”. Durante algún tiempo, los representantes del PSOE han llegado incluso a postular un tipo de defensa neutralista, análoga a la de Suecia, Suiza o Yugoslavia. En la declaración de diciembre de 1976 se subraya que “el ingreso en la OTAN conllevaría el riesgo de vernos implicados en una guerra de efectos destructivos incalculables si uno de los países miembros entra en guerra”. También se llama la atención sobre el aumento de los gastos militares que se derivaría de la presencia española en la Alianza Atlántica.
Pero con el paso de los años, y en la medida que el PSOE se va configurando como una “alternativa gubernamental”, los dirigentes del partido van puliendo las aristas más cortantes de su política. Hay que alejarse rápidamente del “OTAN, de entrada, no” y olvidar que votaron en contra del ingreso en la Alianza, enfrentados con el Gobierno de Calvo Sotelo, quien consiguió sacar adelante su propuesta en las Cortes. La radicalidad inicial del discurso de Felipe González resulta delirante si se observa el desarrollo posterior de su política internacional. Comienzan a aparecer frecuentemente a su lado mentores como Bettino Craxi, Carlos Andrés Pérez, e incluso el portugués Mário Soares. Los dos políticos europeos son atlantistas practicantes y el venezolano mantiene muy estrechos vínculos con Estados Unidos. La ruptura con el marxismo de 1979 es un guiño a Washington y Bruselas para que le permitan, de momento, mantener el rechazo a la OTAN como algo aún necesario para ganar las elecciones. Cuando González llega al Gobierno, sus propósitos reales se conocen enseguida.
Pero sólo un mes antes de las elecciones generales de octubre de 1982, González todavía declara a Interviú: “Yo creo que nosotros tendríamos que plantearnos seriamente el tema de la OTAN, sobre todo porque para España no hay ningún interés defensivo real e inmediato en la integración en el Pacto Atlántico, y lo veo desde el punto estrictamente nacional. Uno puede comprender que Alemania esté en la OTAN y le cuesta creer que un país que no tiene problemas de defensa en la misma dirección que Alemania esté en la OTAN y esté, además, integrado sin ninguna contrapartida, como han hecho los protagonistas españoles”.
Durante la dictadura franquista, el Gobierno de Estados Unidos presiona para que España se incorpore a la OTAN, pero tropieza con la oposición de los socios europeos, como consecuencia de la naturaleza autocrática del régímen. Y también cuando Calvo Sotelo hace aprobar la entrada de España en la OTAN, varios gobiernos socialistas europeos ofrecen a Felipe González, con especial interés, el veto a la adhesión, lo que habría producido el rechazo de España, al ser precisa la unanimidad de los socios. El secretario general del PSOE declina estos ofrecimientos, que habrían trascendido, lógicamente, de forma que se le consideraría el inspirador de esa maniobra. Se niega, pues, consciente de que ello le ocasionaría el rechazo de la mayoría del Ejército. Y del rey. “Cuando González nombra ministro de Asuntos Exteriores a Morán, y a Narcís Serra para la cartera de Defensa, tiene ya comprometido con la Corona la permanencia en la estructura de la OTAN”, señala Pablo Castellano.
La actitud de González en relación con la Alianza se hace explícita durante su primer viaje a Alemania, el 3 de mayo de 1983. El presidente del Gobierno socialista, sin contar con su ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, que no está informado del viraje derechista que se ha dado, y rompiendo incluso con sus benefactores socíaldemócratas alemanes, presentes en el acto, afirma públicamente en Bonn su “consideración y solidaridad” con la estrategia de Reagan, Margaret Thatcher y la derecha cristianodemócrata alemana de instalar en el teatro bélico europeo 572 misiles Pershing y Cruise.
Por fin, en 1986, González convoca y celebra un referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN, después de innumerables manifestaciones populares contra la Alianza. Pero no apoya la salida de esa estructura militar: reclama el voto a favor de la permanencia en ella. Ha mentido en la campaña electoral que le llevó al Gobierno, incumple el programa del PSOE, trampea las resoluciones del congreso de su partido y engaña a los ciudadanos. “Cuando Felipe González se lanza a la aventura del referéndum de la OTAN, y ante los sondeos que arrojaban un resultado favorable al “No”, el consejero político de la embajada estadounidense en Madrid me llamó para hablar de lo que ocurriría en el PSOE si González perdía la consulta”, relata Francisco Bustelo. “Me preguntó que, en el caso de que pasaran a dirigir otras personas el PSOE y, por lo tanto, a ocupar, aunque fuera provisionalmente el Gobierno, cuál sería la política exterior, en particular respecto a Estados Unidos”.
González y los suyos movilizan a los medios de comunicación, a intelectuales orgánicos y a adjuntos al poder de las más variadas especies para apoyar la permanencia en la OTAN. Con la idea de conseguir una atractiva imagen pública de la campaña, intenta atraer a su terreno también a personajes del mundo de la cultura y el espectáculo. Fernando Fernán Gómez relataba en cierta ocasión su visita a La Bodeguilla de La Moncloa, invitado por González, junto con otros profesionales del cine y la cultura, durante las fechas previas a la celebración de la consulta. En un determinado momento de la reunión, González les dijo: “He cambiado de opinión porque, cuando llegué a la Moncloa, Suárez me enseñó la “caja de los truenos” y había muchos misiles soviéticos apuntando a España”. Manuel Gutiérrez Aragón le llamó cínico.
Los servicios de inteligencia norteamericanos siguen muy de cerca toda la campaña a favor del “Sí” y despliegan, en apoyo del Gobierno socialista, su compleja red de influencias. El propio Julio Feo, en ese momento secretario del presidente González, ilustra muy gráficamente la preocupación de la CIA, en 1986, con motivo de la consulta en las urnas: “En la embajada americana en Madrid cundía el nerviosismo. Enders se apresuró a solicitar una entrevista con el presidente, que lo recibió el 7 de febrero. Por su parte, “Sam”, el jefe de estación de la CIA, que había sustituido a “Walter”, incrementó sus llamadas y visitas, en las que me solicitaba información sobre la marcha del referéndum”.
“El referéndum fue un modelo antológico de pucherazo, pero a muy pocos políticos les interesaba cuestionar el resultado, conscientes de que la victoria del “No” habría repercutido no sólo en la adhesión europea, sino hasta en nuestro propio devenir político”, escribe Pablo Castellano, veterano militante socialista que hizo campaña contra la OTAN. “González echaba un pulso a la ciudadanía tras haber ganado todos los pulsos a su partido y salía otra vez vencedor y exultante de las urnas. Sin embargo, a partir de ese momento sería rehén de las políticas más derechistas que le exigían los que, ayudándole descaradamente a ganar el referéndum, le permitían gobernar en el estricto marco de actuación pactado para la ordenada alternancia de los partidos del sistema, no para abrir la puerta a imprevisibles sorpresas de un auténtico e incondicionado sistema de partidos. El Pentágono tomó nota de quiénes eran de verdad sus amigos. A buenas horas se le iba a escapar a la privilegiada mente conocedora de todos los entresijos del 23-F, del GAL y de Filesa un referéndum así”.
Pablo Castellano continúa: “El Estado español, de la mano de un Gobierno socialista, revalidó y reforzó su condición de socio del Imperio. El esfuerzo del PSOE en este terreno ha sido tan valorado que uno de los más destacados paladines en la defensa del “OTAN, de entrada no”, Javier Solana, en premio a su ejemplar rectificación, ha acabado siendo secretario general de la Alianza y, más tarde, encargado de las cuestiones de defensa europea. Siempre, en todo caso, embajador de los intereses castrenses estadounidenses… Más que caerse del caballo camino de Damasco, se subió tranquilamente al carro de combate o a la superfortaleza volante, medios más seguros y rápidos en la carrer”.
Después de ser uno de los dirigentes del PSOE que participa en mayor número de actos públicos en contra de la integración de España en la OTAN Javier Solana se convierte en 1995 en secretario general de la Alianza. Un buen ejemplo individual que sintetiza la trayectoria de su partido. Permanece en el cargo cuatro años y durante su mandato se producen los bombardeos norteamericanos sobre Yugoslavia, en marzo de 1999. A finales de ese año cesa en su cargo de máximo dirigente de la OTAN y toma posesión de un puesto recién creado: alto responsable de la Política Exterior y de Seguridad Común. Ya tenemos Mister PESC.
Alfredo Grimaldos, extractos del libro ‘La CIA en España’
https://www.lahaine.org/est_espanol.php ... 982-la-cia
Sólo seis meses después de la Revolución de los Claveles, el 14 de octubre de 1974, se celebra en la ciudad de Suresnes, cercana a París, el XIII Congreso del PSOE, que va a llevar a un tal “Isidor” hasta la cúpula de la organización. Desde el 14 de julio pasado, Franco sufre una complicada flebitis y se ha llegado a temer por su vida. La situación que se está creando en la península Ibérica resulta muy preocupante para los norteamericanos, se les ha ido de las manos el asunto portugués y van a impedir, a toda costa, que la historia se repita en España. Felipe González es el joven abogado sevillano, casi desconocido incluso para algunos de sus compañeros, que se enmascara tras el nombre de guerra de “Isidor”. Consigue suceder como secretario general del partido al veterano militante socialista Rodolfo Llopis, que no reconoce las resoluciones adoptadas en Suresnes. El congreso ha sido convocado por un grupo de jóvenes militantes desgajados de lo que, en adelante, se conocerá como PSOE (Histórico). En realidad, Nicolás Redondo era la figura menos discutida para acceder a la Secretaría General, pero el sindicalista vasco se niega a presentarse a la elección, a pesar de ser propuesto mayoritariamente para ocupar el cargo que está en liza.
González y otros miembros de la nueva dirección del partido han conseguido llegar a Francia gracias al apoyo prestado por el propio Servicio Central de Presidencia de Gobierno. Los oficiales del organismo de inteligencia creado por el almirante Carrero Blanco son los encargados de proporcionarles los pasaportes.
“En un restaurante de la calle madrileña de Santa Engracia, hablamos con González, en presencia de Enrique Múgica, para garantizarle su viaje a Suresne”., señala el entonces capitán del SECED Manuel Fernández Monzón. “Otros compañeros se entrevistaron con Nicolás Redondo, y él entendió enseguida que debía ceder el puesto a un secretario general más joven y con otras características. Cuando Felipe González volvió de Francia, después de haber sido elegido, un comisario de Sevilla le detuvo, creyendo que había dado un pelotazo. Se llevó una bronca tremenda y tuvo que soltarle enseguida, claro”.
Otros dos miembros relevantes del SECED, Andrés Cassinello y José Faura, mantienen una larga entrevista con Felipe González y con Alfonso Guerra, inmediatamente después de que el clan sevillano se haga con los mandos del PSOE.
“Entre 1964 y 1975 estuve precisamente en la información del mundo universitario, muy estrechamente relacionado con la política entonces clandestina. Y lo que viví fue que, a partir de cierto momento, la dictadura propició el resurgir del PSOE, para ahogar al PCE”, declara el comisario Manuel Ballesteros a la periodista Pilar Urbano.
“A los socialistas no se les detenía, a los comunistas, sí. Estando yo en la Brigada Social, esa era una indicación de los mandos. Más aún: la policía no sólo miraba para otro lado, haciendo la vista gorda, sino que a veces ayudaba a pasar la valija con la propaganda y los documentos internos del partido que los de Rodolfo Llopis (el PSOE del exterior) enviaban de allá para acá”.
A finales de los setenta, con Adolfo Suárez como primer ministro, Ballesteros aparece detrás de algunas acciones criminales de guerra sucia contra ETA protagonizadas por el Batallón Vasco Español. Posteriormente, el Gobierno de Felipe González le recupera para nombrarle nada menos que jefe del MULC (Mando Unificado de Lucha Contraterrorista), durante la época de actuación de los GAL.
Meses antes de la celebración del Congreso de Suresnes —que se financia con fondos provenientes del Partido Socialdemócrata de Willy Brandt—, el comandante Miguel Paredes, del SECED, y el inspector Emi Mateos, destinado en la Jefatura Superior de Policía de Bilbao, ya han empezado a trabajar en lo que llaman Operación Primavera: una serie de contactos con algunos miembros del PSOE del interior, para ver cuáles son sus planteamientos políticos. Especialmente con Nicolás Redondo y Enrique Múgica.
“En el SECED nos propusimos empezar a reunirmos con ellos —recuerda el entonces comandante Paredes—, para ver hasta dónde llegaba su izquierdismo, su ímpetu revolucionario, su afán izquierdista… y tratar de acercarlos hacia posiciones más templadas, menos radicales, más en la línea de la moderación pragmática que les recomendaba Willy Brandt”.
Los encuentros entre los agentes del SECED y los socialistas continúan, y a ellos se incorporan algunos militantes más.
“Después de cada encuentro redactábamos un informe para el Servicio”, continúa Paredes su relato. “Nuestra impresión entonces era que el líder ideológico, el que pensaba más largo, más rápido y con más calado era Pablo Castellano. El mayor peso moral lo tenía Nicolás Redondo. Felipe González nos pareció un conversador ágil, brillante, con “charme”… Pero, de pronto, sacó un largo cohiba, lo encendió con parsimonia y se lo fumó como un sibarita. A mí ese pequeño detalle me chocó, me extrañó. Era un trazo burgués que no encajaba con sus calzones vaqueros, ni con su camisa barata de cuadros, ni con su izquierdismo… En mi informe oficial no mencioné esa bobada del habano ni lo que me sugirió. Pero en mi agenda privada de notas sí que escribí: “Felipe González, el sevillano, parece apasionado pero es frío. Hay en él algo falso, engañador. No me ha parecido un hombre de ideales, sino de ambiciones”.
Y prosigue el antiguo agente del SECED: “El Ministerio de la Gobernación tenía entonces la facultad de conceder o denegar el pasaporte a un ciudadano. Ellos lo habían pedido muchas veces y siempre les habían dicho que no. Me dieron una lista en la que figuraban los nombres de Enrique Múgica, Eduardo López Albizu, Nicolás Redondo, Ramón Rubial, Alfonso Guerra, Pablo Castellano, Felipe González y otros dos militantes asturianos. El Gobierno lo dudó mucho, le dieron mil vueltas, que sí, que no… Al final se aceptó bajo la condición de que, al volver a España, devolvieran enseguida esos pasaportes. Y lo hicieron. Tardaron mucho pero los devolvieron. Aunque no todos: Felipe González se lo quedó. A Mugica, por el retraso, le hicimos pagar una “multa” especial: invitarnos a comer a base de bien. Y lo hizo. En la Panière Fleurie de Rentería”.
Los delegados que asisten al Congreso de Suresnes representan, oficialmente, a tres mil militantes del interior, pero, en realidad, esa cifra hay que rebajarla a menos de la mitad. Durante los últimos años del franquismo, el PSOE es poco más que una sigla. El mayor peso de la resistencia contra el régimen lo han llevado los comunistas. En definitiva, lo que se produce en 1974 es una refundación del partido creado por Pablo Iglesias, con el modelo portugués como telón de fondo. En el país vecino no existía ni siquiera un partido socialista histórico y hubo que inventar uno. Su primer secretario general, Mário Soares, tenía contacto con la CIA desde los años sesenta. “Exiliado, en 1973 recibiría ayuda para fundar bajo el patrocinio del Gobierno de Bonn un “partido socialista portugués”, escribe Joan Garcés en su excelente libro Soberanos e intervenidos. “Derrocada la dictadura en 1974 por el MFA (Movimento das Forças Armadas), Soares regresaba a Portugal, donde pronto pediría y recibiría ayuda clandestina directa del Gobierno de Estados Unidos y sus aliados europeos (RFA, Reino Unido y Francia), e indirecta a través de empresas y fundaciones alemanas y de otros países”.
La escasa incidencia del PSOE en la realidad política española de los primeros años setenta la reconoce el propio Francisco Bustelo, uno de los militantes elegidos como miembros de la Comisión Ejecutiva del partido en Suresnes. Sin embargo, todo cambia a partir de ese congreso:
Las embajadas en Madrid empezaron a recibir entonces instrucciones de que se pusieran en contacto con nosotros. Acompañé a González a visitar a algunos embajadores, entre ellos el estadounidense, y tuve que entrevistarme con otros funcionarios norteamericanos de menor categoría. A los norteamericanos les causé buena impresión. Durante los años siguientes me solía llamar el consejero político de esa embajada, persona muy enterada de lo que sucedía en España, para que comiésemos juntos.
En la dirección surgida de Suresnes hay tres grupos fundamentales: los vascos, con Redondo, López Albizu, Múgica y Benegas; los andaluces, con González, Guerra y Galeote, y los madrileños, con Castellano y Bustelo. “Los vascos, o mejor dicho, Redondo, que era su peso pesado, decidían, por tanto”, señala Francisco Bustelo. “Si apoyaban a los andaluces, como hicieron en Suresnes, González tenía el poder asegurado. Redondo sabrá por qué lo hizo”. Felipe González controla el partido a partir de ese momento e, inmediatamente, pasa a convertirse en un personaje público de primer orden, con un papel estelar en la gran maniobra de actualización controlada del régimen franquista. Joan Garcés escribe:
“Una campaña subsiguiente introduciría ante la opinión pública nombres hasta entonces desconocidos que, a poco andar (1975-1976), aislaron y marginaron a los militares de la Unión Militar Democrática y, en general, a quienes eran reacios a que en España entraran la CEE y la OTAN sin condiciones”.
Los servicios secretos norteamericanos y la socialdemocracia alemana se turnan celosamente en la dirección de la Transición española, con dos objetivos: impedir una revolución tras la muerte de Franco y aniquilar a la izquierda comunista. Este fino trabajo de construir un partido “de izquierda”, para impedir precisamente que la izquierda se haga con el poder en España, es obra de la CIA, en colaboración con la Internacional Socialista. El primer diseño de esta larga operación se remonta hasta la década de los sesenta, cuando el régimen empezaba ya a ceder, inevitablemente, bajo la presión de las luchas obreras y las reivindicaciones populares. El crecimiento espectacular del PCE y la desaparición de los sindicatos y partidos anteriores a la Guerra Civil, especialmente la UGT y el PSOE, hacen temer una supremacía comunista en la salida del franquismo. Los cerebros de la Transición comienzan a marcarse objetivos muy concretos.
En 1962 el PSOE y la UGT sólo cuentan con unos centenares de militantes en toda España, mientras que en el extranjero, un grupo de viejos socialistas, con Rodolfo Llopis al frente, intentan aparentar una presencia en escena que no va mucho más allá de la asistencia a “contubernios” como el de Munich. Convencidos de que este PSOE no logrará tener la suficiente implantación para competir con ventaja, frente a los comunistas españoles, al final del franquismo, los servicios de información norteamericanos y alemanes se ponen manos a la obra para construir un nuevo partido, más vistoso en lo externo y manejable en lo interno.
Algunos socialistas no esperan a que la CIA llame a su puerta y son ellos mismos los que ofrecen espontáneamente sus servicios a los norteamericanos. Es el caso de Carlos Zayas Mariátegui, desde la ASU (Agrupación Socialista Universitaria), quien, según documenta Joan Garcés, “aparece informando asiduamente a la Embajada sobre personas de sensibilidad socialista susceptibles de sumarse a combatir al Partido Comunista si recibieran los apoyos materiales que buscaban. Zayas señalaba, entre otros, a Joan Raventós Carner en Barcelona, a José Federico de Carvajal y a Mariano Rubio, al tiempo que desvelaba como principal agente del Partido Comunista en Madrid a Federico Sánchez”.
Zayas será diputado del PSOE por Huesca en 1977; Raventós, embajador en Francia, después de haber participado en la famosa comida de Lérida en la que el general Armada les cuenta a Enrique Múgica y a él sus planes golpistas; José Federico de Carvajal llegará a presidente del Senado y Mariano Rubio, a gobernador del Banco de España, cargo del que dimite tras ser condenado por sus prácticas delictivas. Federico Sánchez (alias de Jorge Semprún), convertido al anticomunismo, será ministro de Cultura con Felipe González entre 1988 y 1991.
Una de las claves de las operaciones secretas de la CIA para controlar los medios socialistas españoles en el exilio es la introducción en estos círculos de un antiguo dirigente del POUM, Julián Gorkin. A principios de los sesenta, Gorkin es uno de los personajes que impulsa el llamado “Congreso por la Libertad Cultura”. y aparece al frente de distintas publicaciones financiadas por la CIA, como las revistas Cuadernos, editada en París; Examen, en México, y Encounter, en Gran Bretaña, dentro de un amplio esquema propagandístico de matiz netamente anticomunista diseñado desde Langley. Más tarde, dirige también la revista Visión, en la que defiende los puntos de vista de las sucesivas Administraciones norteamericanas en relación con Latinoamérica. El 13 de mayo de 1967,1a propia Asamblea General del “Congreso por la Libertad Cultura”. reconoce los estrechos vínculos financieros y políticos de este organismo con la CIA. Según Francés Stonor Saunders, el principal impulsor del congreso es el agente de la CIA Michael Josselson.
Julián Gorkin aparece, además, al frente del llamado “Centro de Documentación y Estudio”, que tiene su sede en París. Ocupa el cargo de vicepresidente, mientras Salvador de Madariaga ostenta, a título honorario, la presidencia. Las líneas generales del Boletín Informativo del centro están caracterizadas por las directrices de acción política clandestina de la CIA en ese momento: se intenta potenciar a la inexistente ASO (Alianza Sindical Obrera) y a la oposición monárquica y socialdemócrata. Gorkin entra pomposamente en el PSOE en el año 1973, en plena campaña interna de renovación del partido, que terminará con la sustitución de Llopis por Felipe González. Incluso ofrece una conferencia, el 22 de diciembre de ese año, en los locales de la UGT en París, bajo el título “Motivos de mi afiliación al Partido Socialista Obrero Español”. En varios artículos del Boletín Informativo de Gorkin ya pueden verse los argumentos esenciales que serán utilizados por Felipe González y Alfonso Guerra en Suresnes. El primer número de ese boletín explica “la necesidad de una izquierda radical que compita, en el campo de la clase obrera, con el Partido Comunista de España, para restarle base y movilidad social”.
Hablamos después de las actividades de la CIA en el mundo occidental y, en especial, en relación con España. La prensa internacional, digo al Caudillo, comenta las actividades de ese organismo. Su obsesión es conseguir que nuestro Estado tolere primero y legalice después la acción de dos partidos, uno de carácter socialista y otro democrático, que deberán tener su expresión en dualidad similar en el campo universitario y sindical. Para conseguirlo no vacilarán en financiar sistemáticamente a grupos de activistas (que han creado la ASO y la FUDE). Por ahora no se proponen como objetivo derribar el Estado, sino importunarlo, preocuparlo, no dejarlo en paz para que se arranque al Partido el compromiso de una coexistencia entre lo legal y lo ilegal, con aspiraciones de suceder al Régimen una vez desaparezcan. Estas objeciones, según la información que doy al Caudillo, las expone la CIA con toda tranquilidad, a la luz del día, financiando las huelgas de Asturias o los tumultos de Madrid y Barcelona. La CIA cree que con esas actividades cumple el deber de prever el futuro, pues, de lo contrario, al régimen débil sucedería el caos y a éste, el comunismo.
En el intento de creación de la ASO participa un personaje extraño: Josefina Arillaga, vinculada ya en ese momento a la Fundación Friedrich Ebert, del Partido Socialdemócrata alemán, y considerada, en los propios medios socialistas, como “buena amiga”. del entonces jefe del Sindicato Vertical franquista, el falangista José Solís Ruiz. Arillaga, representante oficiosa en Madrid de Rodolfo Llopis durante varios años, hasta 1973, mantiene estrecho contacto con José Federico de Carvajal, un personaje muy bien relacionado con los norteamericanos, que llegará a presidente del Senado con el PSOE.
La fase final del asalto al viejo y poco implantado Partido Socialista Obrero Español tiene lugar a partir de 1970, en una batalla en la que se combinan nombres como el de Willy Brandt, en ese momento secretario general del SPD; Max Diamant, asesor del Sindicato del Metal alemán; Enrique Múgica, y Hans Mattholfer, destacado sindicalista alemán que edita la revista Express Español en Alemania. El hombre de Hans Mattholfer en la UGT, Carlos Pardo, tiene también un interesante historial: en 1970 es detenido en Madrid por la Brigada Criminal, acusado de diversos delitos comunes, y se descubre que antes ya ha sido expulsado de Paraguay por estafa. Mattholfer tiene entonces que viajar personalmente a España y entrevistarse con el entonces director general de Seguridad, Carlos Arias Navarro, que pone en libertad a Pardo sin que se le incoe ningún procedimiento judicial. En una carta dirigida a un militante socialista madrileño, Rodolfo Llopis escribe: “Por si no lo sabes, Mattholfer protege y ayuda económicamente a los escisionistas del PSOE. Y ha encontrado en Pardo un lacayo a su medid”. Otro personaje turbio que actúa en ese entorno es Manuel Simón, dirigente de las Juventudes Socialistas de Toulouse, que más adelante será nombrado responsable de Relaciones Internacionales de UGT. Simón, que tendrá un papel clave en el defenestramiento de Llopis, es expulsado de Portugal tras la revolución del 25 de abril, acusado de ser agente de la CIA.
Dólares ‘fundacionales’
Una mujer clave en el complejo entramado financiero del renovado PSOE es Carmen García Bloise, que mantiene estrechos vínculos con los socialdemócratas germanos. Parte de los fondos que van llegando al partido se comienzan a canalizar a través de la recién creada Fundación Pablo Iglesias, sucursal de la alemana Friedrich Ebert, Pero los cauces de financiación son diversos. Por ejemplo, en 1979 se desvelará que la UGT ha recibido 200 millones de pesetas de los sindicatos amarillos de Estados Unidos para intentar ganar las elecciones sindicales.
El ex agente de la CIA Philip Agee declara a la revista Zona Cero, en marzo de 1987: “Dentro del “Programa Democracia”, elaborado por la Agencia, se cuida con especial atención a las fundaciones de los partidos políticos alemanes, principalmente a la Friedrich Ebert Stiftung, del Partido Socialdemócrata, y la Konrad Adenauer Stiftung, de los democristianos. Estas fundaciones habían sido establecidas por los partidos alemanes en los años cincuenta y se utilizaron para canalizar el dinero de la CIA hacia esas organizaciones, como parte de las operaciones de “construcción de la democracia”, tras la Segunda Guerra Mundial. Después, en los sesenta, las fundaciones alemanas empezaron a apoyar a los partidos hermanos y a otras organizaciones en el exterior y crearon nuevos canales para el dinero de la CIA. Hacia 1980, las fundaciones alemanas tienen programas en funcionamiento en unos sesenta países y están gastando cerca de 150 millones de dólares. Operan en un secreto casi total”. “Las operaciones de la Friedrich Ebert Stiftung (Fundación), del SPD, fascinan a los norteamericanos, especialmente sus programas de formación y las subvenciones que hicieron llegar a los socialdemócratas de Grecia, España y Portugal, poco antes de que cayeran las dictaduras en esos países e inmediatamente después”, continúa Agee. “En Portugal, por ejemplo, cuando el régimen de Salazar, que había durado cincuenta años, fue derrocado en 1974, el Partido Socialista completo apenas habría bastado para una partida de poker y se localizaba en París, sin seguidores en Portugal. Pero con más de 10 millones de dólares de la Ebert Stiftung, y algunas otras remesas de la CIA, el Partido Socialista Portugués creció rápidamente y en poco tiempo se convirtió en el partido gobernante”.
Las fundaciones políticas germanooccidentales proporcionan el modelo que el “Programa Democracia” acaba adoptando para resolver uno de los principales dilemas de la política exterior norteamericana: cómo “ayuda” a los partidos e instituciones “democráticos y pluralistas” en países gobernados por dictadores que son aliados y clientes de Estados Unidos. “Resultaba a menudo muy obvio que la única oposición real a las dictaduras la representaban los comunistas y otros revolucionarios, las únicas fuerzas políticas organizadas, capaces y dispuestas a tomar el poder en un eventual colapso de las dictaduras”, señala Agee. “La experiencia de la intervención germanooccidental en Portugal y en otros países resultaba llamativa para los norteamericanos e intentaron repetirla, estableciendo un sistema de instituciones privadas de apoyo a los “amigos en el exterior”. El apoyo de Estados Unidos a las dictaduras podría continuar mientras los “amigos” se preparaban para la “transición del autoritarismo a la democracia”. Así, los norteamericanos podrían buscar de antemano el control de todas las fuerzas políticas y neutralizar todo lo que se sitúa a la izquierda de los socialdemócratas”.
El presidente Ronald Reagan es uno de los más entusiastas defensores del “Programa Democracia”. En junio de 1982, ante el Parlamento británico, describe sus objetivos: “Este nuevo programa construirá una infraestructura de libertad y democracia que dejará al marxismo-leninismo en el estercolero de la Historia”. También alaba los “abiertos”. programas germanooccidentales, que, en realidad, están envueltos en el mayor de los secretos y se les ocultan incluso a los propios miembros del SPD.
¿Cómo se utiliza el dinero de la CIA en estos programas? Cada uno de los principales destinatarios ha descrito previamente sus necesidades y tiene que actuar de acuerdo con las líneas centrales diseñadas en el programa correspondiente, que se resume en una consigna: “Contribuir al desarrollo de acciones políticas en el extranjero para enfrentar el ”desafío ideológico global soviético”. Las actividades proyectadas cubren todo el espectro de objetivos de las organizaciones “democráticas” en el exterior: gobiernos, partidos políticos, sociedades profesionales, medios de información, universidades, cooperativas, sindicatos, asociaciones de empleados, cámaras de comercio e industria, iglesias, organizaciones de mujeres y estudiantes… En suma, todos los blancos tradicionales de la CIA. Otro propósito establecido es el de promover la “disidencia”. en los países socialistas, siguiendo el ejemplo del apoyo de la CIA a Solidaridad, en Polonia.
El ejemplo de la Friedrich Ebert Stiftung también es seguido como modelo en Centroamérica y el Caribe durante los años setenta y ochenta. Constantine Menges, “oficial nacional de la CIA para América”, es quien teoriza la receta de Estados Unidos para esta región. Menges señala dos niveles de actividades gubernamentales y privadas “provechosas”, mediante las cuales Estados Unidos “puede socorrer a las fuerzas democráticas y debilitar aquellas que quieren polarizar el hemisferio en regímenes comunistas y regímenes autoritarios”.
Dentro del primer nivel se entra en juego mediante medios “discretos”, como información, comunicación y programas de intercambio cultural, para formar sistemáticamente “grupos democráticos”. El segundo nivel de acción está previsto para concentrar la atención en países “de especial interés”, con los que hay que intentar “colaborar” a través de organismos semiautónomos, siguiendo el ejemplo de la Friedrich Ebert Stiftung y la Konrad Adenauer Stiftung germanoocidentales, manteniendo “una relación de total independencia con nuestra representación diplomática oficial”.
‘Goodby’ marxismo
El 17 de mayo de 1979, durante la celebración del XXVIII Congreso del PSOE, Felipe González impone que desaparezca el término “marxismo”. de los estatutos del partido. Los militares norteamericanos que tanto preguntaban por este asunto a los oficiales españoles, durante los cursos de formación realizados en Estados Unidos, ya pueden quedarse completamente tranquilos. Justo de la Cueva, miembro de la comisión mixta de reunificación del PSOE madrileño (proviene del sector histórico), desalentado, deja la militancia en ese momento y declara: “El PSOE va donde diga la CIA a través de Willy Brandt. Hasta en el propio Bundestag alemán se acaba de denunciar que la Fundación Friedrich Ebert del SPD recibe dinero directamente de la CIA”. Los jóvenes que dieron el golpe de Estado dentro del PSOE en Suresnes, comandados por González, van cumpliendo al pie de la letra el guión que les han preparado. El poder está cada vez más cerca.
El papel que el PSOE tiene que interpretar en la Transición está escrito desde bastante antes de la muerte de Franco, pero se termina de pulir en 1974. El giro a la izquierda de la Revolución de los Claveles coincide con los primeros pasos en público de la Junta Democrática, constituida por iniciativa de Antonio García Trevijano y auspiciada por el PCE. Desde el principio, Felipe González hace todo lo posible para hundir este organismo unitario que reclama amnistía total, la formación de un Gobierno provisional y la celebración de una consulta para elegir la forma de Estado: Monarquía o República. “Cuando se produce la hegemonía del Partido Comunista Portugués en el proceso político que se vive en el país vecino, el secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, se alarma aún más y viaja a Alemania para entrevistarse primero con el canciller Helmut Schmidt, y después con Willy Brandt, que continúa teniendo una enorme influencia en la Internacional Socialista. Les insiste en que apoyen decididamente al PSOE”, señala García Trevijano.
Por eso Felipe González no entra en la Junta, porque se siente respaldado por una potencia superior, por los alemanes y los norteamericanos. Una vez que está seguro de ese apoyo, se traslada a Madrid, donde tiene una entrevista con el Rey y con altos mandos del Ejército, y ahí establecen la estrategia de que hay que ir gradualmente hacia las libertades en España para evitar una radicalización de la situación. Felipe González es el más interesado en mantener a los comunistas en la ilegalidad. A mí me advierte de esta operación nada menos que Claude Chaisson, que luego sería ministro de Exteriores con Mitterrand y entonces era comisario en Bruselas del Mercado Común. Teníamos mucha amistad. El era miembro del Partido Socialista Francés y estaba bien informado de todo esto. Ahí fue cuando cedimos y constituimos la Platajunta, a sabiendas de que se estaba haciendo para que entrara en ella el PSOE, que sería el traidor.
Pero más traidor sería si estaba fuera. Y me di cuenta de que Santiago Carrillo, que era muy listo para olfatear por dónde venían los aires políticos, quería seguir completamente la política del PSOE.
En octubre de 1982, Felipe González consigue su objetivo y gana las elecciones por mayoría absoluta. Un año después,José Mario Armero le dedica un elogioso artículo en el que repasa, de forma muy elocuente, los logros del Gobierno del PSOE. Armero era abogado en España de las más importantes multinacionales norteamericanas y un hombre con muchos contactos en el Departamento de Estado. También intervino, como mediador, en las conversaciones que condujeron a la legalización del PCE, después de negociar con Santiago Carrillo la aceptación de la Monarquía. El 20 de octubre de 1983 escribe:
La realidad demuestra que hoy en España gobierna un partido socialdemócrata, europeo, occidentalista, pronorteamericano y decididamente atlantista. En un año de gobierno, los hombres del PSOE han cumplido un papel realmente singular: la casi destrucción de la izquierda tradicional española, en buena parte marxista y revolucionaria, que seguía una tradición muy distinta a los nuevos derroteros que han tomado los jóvenes dirigentes socialistas. Realmente nada tienen que ver con Pablo Iglesias, ni con Francisco Largo Caballero, ni siquiera con Rodolfo Llopis. Y han conseguido sustituir lo que siempre se ha considerado como izquierda por una socialdemocracia, que es un amplio fenómeno donde cabe la libre empresa, la propiedad privada, los europeos, los norteamericanos y la OTAN.
Y efectivamente, del “OTAN, de entrada, no” se pasa al “Así, sí”, y enseguida, al ingreso en la Alianza “en interés de España”.
OTAN, de cabeza, sí
El programa aprobado en el XXVII Congreso del PSOE, celebrado en diciembre de 1976, cuando la “reforma política” está ya en marcha, propugna “la liquidación de todas las bases extranjeras en nuestro suelo”, y añade que “no cabe aceptar ningún tratado de alianza o relación militar que no cuente con la aprobación expresa del pueblo españo”. El programa preconiza, igualmente, la “independencia frente a los bloques militare´s”. y la adopción progresiva de “una política de neutralidad activa”. Durante algún tiempo, los representantes del PSOE han llegado incluso a postular un tipo de defensa neutralista, análoga a la de Suecia, Suiza o Yugoslavia. En la declaración de diciembre de 1976 se subraya que “el ingreso en la OTAN conllevaría el riesgo de vernos implicados en una guerra de efectos destructivos incalculables si uno de los países miembros entra en guerra”. También se llama la atención sobre el aumento de los gastos militares que se derivaría de la presencia española en la Alianza Atlántica.
Pero con el paso de los años, y en la medida que el PSOE se va configurando como una “alternativa gubernamental”, los dirigentes del partido van puliendo las aristas más cortantes de su política. Hay que alejarse rápidamente del “OTAN, de entrada, no” y olvidar que votaron en contra del ingreso en la Alianza, enfrentados con el Gobierno de Calvo Sotelo, quien consiguió sacar adelante su propuesta en las Cortes. La radicalidad inicial del discurso de Felipe González resulta delirante si se observa el desarrollo posterior de su política internacional. Comienzan a aparecer frecuentemente a su lado mentores como Bettino Craxi, Carlos Andrés Pérez, e incluso el portugués Mário Soares. Los dos políticos europeos son atlantistas practicantes y el venezolano mantiene muy estrechos vínculos con Estados Unidos. La ruptura con el marxismo de 1979 es un guiño a Washington y Bruselas para que le permitan, de momento, mantener el rechazo a la OTAN como algo aún necesario para ganar las elecciones. Cuando González llega al Gobierno, sus propósitos reales se conocen enseguida.
Pero sólo un mes antes de las elecciones generales de octubre de 1982, González todavía declara a Interviú: “Yo creo que nosotros tendríamos que plantearnos seriamente el tema de la OTAN, sobre todo porque para España no hay ningún interés defensivo real e inmediato en la integración en el Pacto Atlántico, y lo veo desde el punto estrictamente nacional. Uno puede comprender que Alemania esté en la OTAN y le cuesta creer que un país que no tiene problemas de defensa en la misma dirección que Alemania esté en la OTAN y esté, además, integrado sin ninguna contrapartida, como han hecho los protagonistas españoles”.
Durante la dictadura franquista, el Gobierno de Estados Unidos presiona para que España se incorpore a la OTAN, pero tropieza con la oposición de los socios europeos, como consecuencia de la naturaleza autocrática del régímen. Y también cuando Calvo Sotelo hace aprobar la entrada de España en la OTAN, varios gobiernos socialistas europeos ofrecen a Felipe González, con especial interés, el veto a la adhesión, lo que habría producido el rechazo de España, al ser precisa la unanimidad de los socios. El secretario general del PSOE declina estos ofrecimientos, que habrían trascendido, lógicamente, de forma que se le consideraría el inspirador de esa maniobra. Se niega, pues, consciente de que ello le ocasionaría el rechazo de la mayoría del Ejército. Y del rey. “Cuando González nombra ministro de Asuntos Exteriores a Morán, y a Narcís Serra para la cartera de Defensa, tiene ya comprometido con la Corona la permanencia en la estructura de la OTAN”, señala Pablo Castellano.
La actitud de González en relación con la Alianza se hace explícita durante su primer viaje a Alemania, el 3 de mayo de 1983. El presidente del Gobierno socialista, sin contar con su ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, que no está informado del viraje derechista que se ha dado, y rompiendo incluso con sus benefactores socíaldemócratas alemanes, presentes en el acto, afirma públicamente en Bonn su “consideración y solidaridad” con la estrategia de Reagan, Margaret Thatcher y la derecha cristianodemócrata alemana de instalar en el teatro bélico europeo 572 misiles Pershing y Cruise.
Por fin, en 1986, González convoca y celebra un referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN, después de innumerables manifestaciones populares contra la Alianza. Pero no apoya la salida de esa estructura militar: reclama el voto a favor de la permanencia en ella. Ha mentido en la campaña electoral que le llevó al Gobierno, incumple el programa del PSOE, trampea las resoluciones del congreso de su partido y engaña a los ciudadanos. “Cuando Felipe González se lanza a la aventura del referéndum de la OTAN, y ante los sondeos que arrojaban un resultado favorable al “No”, el consejero político de la embajada estadounidense en Madrid me llamó para hablar de lo que ocurriría en el PSOE si González perdía la consulta”, relata Francisco Bustelo. “Me preguntó que, en el caso de que pasaran a dirigir otras personas el PSOE y, por lo tanto, a ocupar, aunque fuera provisionalmente el Gobierno, cuál sería la política exterior, en particular respecto a Estados Unidos”.
González y los suyos movilizan a los medios de comunicación, a intelectuales orgánicos y a adjuntos al poder de las más variadas especies para apoyar la permanencia en la OTAN. Con la idea de conseguir una atractiva imagen pública de la campaña, intenta atraer a su terreno también a personajes del mundo de la cultura y el espectáculo. Fernando Fernán Gómez relataba en cierta ocasión su visita a La Bodeguilla de La Moncloa, invitado por González, junto con otros profesionales del cine y la cultura, durante las fechas previas a la celebración de la consulta. En un determinado momento de la reunión, González les dijo: “He cambiado de opinión porque, cuando llegué a la Moncloa, Suárez me enseñó la “caja de los truenos” y había muchos misiles soviéticos apuntando a España”. Manuel Gutiérrez Aragón le llamó cínico.
Los servicios de inteligencia norteamericanos siguen muy de cerca toda la campaña a favor del “Sí” y despliegan, en apoyo del Gobierno socialista, su compleja red de influencias. El propio Julio Feo, en ese momento secretario del presidente González, ilustra muy gráficamente la preocupación de la CIA, en 1986, con motivo de la consulta en las urnas: “En la embajada americana en Madrid cundía el nerviosismo. Enders se apresuró a solicitar una entrevista con el presidente, que lo recibió el 7 de febrero. Por su parte, “Sam”, el jefe de estación de la CIA, que había sustituido a “Walter”, incrementó sus llamadas y visitas, en las que me solicitaba información sobre la marcha del referéndum”.
“El referéndum fue un modelo antológico de pucherazo, pero a muy pocos políticos les interesaba cuestionar el resultado, conscientes de que la victoria del “No” habría repercutido no sólo en la adhesión europea, sino hasta en nuestro propio devenir político”, escribe Pablo Castellano, veterano militante socialista que hizo campaña contra la OTAN. “González echaba un pulso a la ciudadanía tras haber ganado todos los pulsos a su partido y salía otra vez vencedor y exultante de las urnas. Sin embargo, a partir de ese momento sería rehén de las políticas más derechistas que le exigían los que, ayudándole descaradamente a ganar el referéndum, le permitían gobernar en el estricto marco de actuación pactado para la ordenada alternancia de los partidos del sistema, no para abrir la puerta a imprevisibles sorpresas de un auténtico e incondicionado sistema de partidos. El Pentágono tomó nota de quiénes eran de verdad sus amigos. A buenas horas se le iba a escapar a la privilegiada mente conocedora de todos los entresijos del 23-F, del GAL y de Filesa un referéndum así”.
Pablo Castellano continúa: “El Estado español, de la mano de un Gobierno socialista, revalidó y reforzó su condición de socio del Imperio. El esfuerzo del PSOE en este terreno ha sido tan valorado que uno de los más destacados paladines en la defensa del “OTAN, de entrada no”, Javier Solana, en premio a su ejemplar rectificación, ha acabado siendo secretario general de la Alianza y, más tarde, encargado de las cuestiones de defensa europea. Siempre, en todo caso, embajador de los intereses castrenses estadounidenses… Más que caerse del caballo camino de Damasco, se subió tranquilamente al carro de combate o a la superfortaleza volante, medios más seguros y rápidos en la carrer”.
Después de ser uno de los dirigentes del PSOE que participa en mayor número de actos públicos en contra de la integración de España en la OTAN Javier Solana se convierte en 1995 en secretario general de la Alianza. Un buen ejemplo individual que sintetiza la trayectoria de su partido. Permanece en el cargo cuatro años y durante su mandato se producen los bombardeos norteamericanos sobre Yugoslavia, en marzo de 1999. A finales de ese año cesa en su cargo de máximo dirigente de la OTAN y toma posesión de un puesto recién creado: alto responsable de la Política Exterior y de Seguridad Común. Ya tenemos Mister PESC.
Alfredo Grimaldos, extractos del libro ‘La CIA en España’
https://www.lahaine.org/est_espanol.php ... 982-la-cia
Re: Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Felipe González, el PSOE y la CIA
En su libro “La CIA en España”(Editorial Debate), el periodista de investigación Alfredo Grimaldos asegura que la llegada al poder del socialista Felipe González como presidente del Gobierno español en 1982, fue en realidad la alternativa “diseñada y controlada por la CIA para mantener la tutela sobre España”, estrategia diseñada en el Congreso de Suresnes tras el que asistimos al acta de defunción del camarada Isidoro y al nacimiento de un Felipe Gónzalez convertido ya en Secretario General de un PSOE tutelado por la CIA .
La deriva totalitaria del estado Español arranca con la implementación de la doctrina de la alternancia en el Poder del bipartidismo PP-PSOE como defensa y garante del citado establishment dominante, fruto del acuerdo tácito entre los partidos políticos tras el simulacro de golpe de mano de Tejero (23-F del 1981) y alcanzó su mayoría de edad con la llegada al poder del PSOE y el nombramiento como Presidente del Gobierno de Felipe González ( 1.982), con quien asistimos al finiquito de la idílica Transición y al inicio de la deriva totalitaria del sistema mediante la implementación del llamado “terrorismo de Estado” o “guerra sucia” contra ETA y su entorno, del que serían paradigma los Grupos Armados de Liberación (GAL).
Ya en 1.989, el Comité de Encuesta sobre las violaciones de los Derechos Humanos en Europa (CEDRI), elaboró un duro manifiesto en el que denunciaba la deriva totalitaria y el “terrorismo de Estado” implementado por el Gobierno de Felipe González con las siguientes palabras: “el GAL con su cadena de crímenes, su impunidad y sus evidentes raíces en las más altas instancias del Estado, descubren los cimientos enfermos de la democracia española y la verdadera credibilidad de sus instituciones y gobernantes”.
La trama del GAL se destapó gracias a las pesquisas de periodistas del Deia, Diario16 y del Mundo. Así, este periódico, fundado por Pedro J. Ramírez, publicó una noticia en la que afirmaba que el comisario Amedo ( implicado en dicha trama y posteriormente condenado junto con el entonces Ministro del Interior , José Barrionuevo, Rafael Vera, Miguel Planchuelo, Michel Domínguez, Julián San Cristóbal y el dirigente socialista vasco García Damborenea), habría entregado varios documentos relacionados con los atentados contra dos bares del País Vasco-Francés (Iparralde), atribuidos al GAL y que implicarían directamente a responsables políticos y policiales. Posteriormente, en el juicio contra Planchuelo, Amedo afirmó que “los GAL fueron decisión de Felipe Gónzalez”, aunque nunca se pudo probar que el misterioso “Señor X” que desde la sombra movió los hilos del GAL y que al descubrirse la trama los abandonó a su suerte (aunque tan sólo habrían cumplido el 5% del total de su condena), fuera el entonces Presidente del Gobierno Felipe González.
Un hito fundamental en la espiral involucionista del régimen del 78 sería la implantación por el Gobierno socialista de Felipe González de la Ley Antiterrorista de 1.985, definida por José Manuel Bandrés en su artículo “La Ley antiterrorista: un estado de excepción encubierto”, publicado en el diario “El País”, como “la aplicación de facto del estado de excepción encubierto”. Dicha Ley Anti-terrorista (todavía vigente a pesar de la ausencia de actividad por parte de ETA), sería un anacronismo propio de la dictadura franquista, un limbo jurídico que habría convertido los sótanos de cuartelillos y comisarías en escenarios distópicos de naturaleza real (no ficitica) y en Guantánamos virtuales refractarios al control de jueces, fiscales y abogados y que facilitarían la labor de los Cuerpos de Seguridad del Estado para obtener evidencias delictivas mediante prácticas inadecuadas (léase tortura), prácticas confirmadas por las declaraciones de Luis Roldán, Director General de la Guardia Civil con Felipe González.
La deriva regresiva tendría su continuación con la Ley Orgánica 7/2000 del Gobierno Aznar que incluyó como novedad la aparición del llamado “delito de exaltación del terrorismo” y prosiguió su escalada con la firma por Aznar y Zapatero del llamado “Pacto por la Justicia y las Libertades” de 2003 que instauraba de facto “la cadena perpetua estratosférica” al elevar la pena máxima de cárcel hasta cuarenta años, superando la “crueldad del régimen de Franco “ que contemplaba los 30 años de cárcel como pena máxima).
En el paroxismo de la involución, hemos asistido a la reciente modificación del Código Penal para constriñir hasta su nimiedad los derechos de expresión (Ley Mordaza) y a la ultimísima firma entre Rajoy y Sánchez del llamado “pacto antiyihadista” que bajo la falacia de combatir el terrorismo yihadista “convierte en delitos terroristas infracciones menores o conductas lícitas y supone un ataque a la línea de flotación del sistema constitucional” en palabras de Manuel Cancio Meliá , no siendo descartable que tras la debacle electoral de un PSOE sumido en un catártico proceso de crisis identitaria tras perder en el camino incontables jirones del primigenio ideario socialista de su fundador Pablo Iglesias, consume la perpetuación del Tardofranquismo en el Estado español mediante un Gobierno de coalición con el PP siguiendo los dictados de un Felipe González que obedeciendo órdenes directas de la CIA, se habría convertido en el adalid del boicot internacional contra el Gobierno de Maduro así como de la implementación en el Estado español de un Gobierno de Coalición PP-PSOE para evitar la hipotética llegada al poder de Podemos , partido considerado por EEUU como de “filiación chavista”.
Mientras, los actuales dirigentes del PSOE (Pedro Sánchez y Susana Díaz), presos del atavismo de la servidumbre a los poderes fácticos del momento y de su adicción a la poltrona, continuarán ignorando la gravedad de la aplicación de dichas medidas regresivas en la creencia de que no serán los siguientes, pero para que no puedan alegar como atenuante ante el juicio de la Historia el desconocimiento por miopía intelectual, me permito parafrasear el poema “Cuando los nazis vinieron” del pastor protestante alemán Martin Niemöller (1.892-1.984): “Primero vinieron a buscar a los filoterroristas y yo no hablé porque no era filoterrorista. Después, vinieron por los separatistas y yo no hablé porque no era separatista. Después, vinieron por los troskistas y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Finalmente, vinieron por mí y los demás socialdemócratas y ya para ese momento no quedaba nadie que pudiera hablar por mí”.
Germán Gorraiz López – Analista
Artículo fechado en 28/03/2015
http://www.eltambor.es/felipe-gonzalez- ... -y-la-cia/
En su libro “La CIA en España”(Editorial Debate), el periodista de investigación Alfredo Grimaldos asegura que la llegada al poder del socialista Felipe González como presidente del Gobierno español en 1982, fue en realidad la alternativa “diseñada y controlada por la CIA para mantener la tutela sobre España”, estrategia diseñada en el Congreso de Suresnes tras el que asistimos al acta de defunción del camarada Isidoro y al nacimiento de un Felipe Gónzalez convertido ya en Secretario General de un PSOE tutelado por la CIA .
La deriva totalitaria del estado Español arranca con la implementación de la doctrina de la alternancia en el Poder del bipartidismo PP-PSOE como defensa y garante del citado establishment dominante, fruto del acuerdo tácito entre los partidos políticos tras el simulacro de golpe de mano de Tejero (23-F del 1981) y alcanzó su mayoría de edad con la llegada al poder del PSOE y el nombramiento como Presidente del Gobierno de Felipe González ( 1.982), con quien asistimos al finiquito de la idílica Transición y al inicio de la deriva totalitaria del sistema mediante la implementación del llamado “terrorismo de Estado” o “guerra sucia” contra ETA y su entorno, del que serían paradigma los Grupos Armados de Liberación (GAL).
Ya en 1.989, el Comité de Encuesta sobre las violaciones de los Derechos Humanos en Europa (CEDRI), elaboró un duro manifiesto en el que denunciaba la deriva totalitaria y el “terrorismo de Estado” implementado por el Gobierno de Felipe González con las siguientes palabras: “el GAL con su cadena de crímenes, su impunidad y sus evidentes raíces en las más altas instancias del Estado, descubren los cimientos enfermos de la democracia española y la verdadera credibilidad de sus instituciones y gobernantes”.
La trama del GAL se destapó gracias a las pesquisas de periodistas del Deia, Diario16 y del Mundo. Así, este periódico, fundado por Pedro J. Ramírez, publicó una noticia en la que afirmaba que el comisario Amedo ( implicado en dicha trama y posteriormente condenado junto con el entonces Ministro del Interior , José Barrionuevo, Rafael Vera, Miguel Planchuelo, Michel Domínguez, Julián San Cristóbal y el dirigente socialista vasco García Damborenea), habría entregado varios documentos relacionados con los atentados contra dos bares del País Vasco-Francés (Iparralde), atribuidos al GAL y que implicarían directamente a responsables políticos y policiales. Posteriormente, en el juicio contra Planchuelo, Amedo afirmó que “los GAL fueron decisión de Felipe Gónzalez”, aunque nunca se pudo probar que el misterioso “Señor X” que desde la sombra movió los hilos del GAL y que al descubrirse la trama los abandonó a su suerte (aunque tan sólo habrían cumplido el 5% del total de su condena), fuera el entonces Presidente del Gobierno Felipe González.
Un hito fundamental en la espiral involucionista del régimen del 78 sería la implantación por el Gobierno socialista de Felipe González de la Ley Antiterrorista de 1.985, definida por José Manuel Bandrés en su artículo “La Ley antiterrorista: un estado de excepción encubierto”, publicado en el diario “El País”, como “la aplicación de facto del estado de excepción encubierto”. Dicha Ley Anti-terrorista (todavía vigente a pesar de la ausencia de actividad por parte de ETA), sería un anacronismo propio de la dictadura franquista, un limbo jurídico que habría convertido los sótanos de cuartelillos y comisarías en escenarios distópicos de naturaleza real (no ficitica) y en Guantánamos virtuales refractarios al control de jueces, fiscales y abogados y que facilitarían la labor de los Cuerpos de Seguridad del Estado para obtener evidencias delictivas mediante prácticas inadecuadas (léase tortura), prácticas confirmadas por las declaraciones de Luis Roldán, Director General de la Guardia Civil con Felipe González.
La deriva regresiva tendría su continuación con la Ley Orgánica 7/2000 del Gobierno Aznar que incluyó como novedad la aparición del llamado “delito de exaltación del terrorismo” y prosiguió su escalada con la firma por Aznar y Zapatero del llamado “Pacto por la Justicia y las Libertades” de 2003 que instauraba de facto “la cadena perpetua estratosférica” al elevar la pena máxima de cárcel hasta cuarenta años, superando la “crueldad del régimen de Franco “ que contemplaba los 30 años de cárcel como pena máxima).
En el paroxismo de la involución, hemos asistido a la reciente modificación del Código Penal para constriñir hasta su nimiedad los derechos de expresión (Ley Mordaza) y a la ultimísima firma entre Rajoy y Sánchez del llamado “pacto antiyihadista” que bajo la falacia de combatir el terrorismo yihadista “convierte en delitos terroristas infracciones menores o conductas lícitas y supone un ataque a la línea de flotación del sistema constitucional” en palabras de Manuel Cancio Meliá , no siendo descartable que tras la debacle electoral de un PSOE sumido en un catártico proceso de crisis identitaria tras perder en el camino incontables jirones del primigenio ideario socialista de su fundador Pablo Iglesias, consume la perpetuación del Tardofranquismo en el Estado español mediante un Gobierno de coalición con el PP siguiendo los dictados de un Felipe González que obedeciendo órdenes directas de la CIA, se habría convertido en el adalid del boicot internacional contra el Gobierno de Maduro así como de la implementación en el Estado español de un Gobierno de Coalición PP-PSOE para evitar la hipotética llegada al poder de Podemos , partido considerado por EEUU como de “filiación chavista”.
Mientras, los actuales dirigentes del PSOE (Pedro Sánchez y Susana Díaz), presos del atavismo de la servidumbre a los poderes fácticos del momento y de su adicción a la poltrona, continuarán ignorando la gravedad de la aplicación de dichas medidas regresivas en la creencia de que no serán los siguientes, pero para que no puedan alegar como atenuante ante el juicio de la Historia el desconocimiento por miopía intelectual, me permito parafrasear el poema “Cuando los nazis vinieron” del pastor protestante alemán Martin Niemöller (1.892-1.984): “Primero vinieron a buscar a los filoterroristas y yo no hablé porque no era filoterrorista. Después, vinieron por los separatistas y yo no hablé porque no era separatista. Después, vinieron por los troskistas y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Finalmente, vinieron por mí y los demás socialdemócratas y ya para ese momento no quedaba nadie que pudiera hablar por mí”.
Germán Gorraiz López – Analista
Artículo fechado en 28/03/2015
http://www.eltambor.es/felipe-gonzalez- ... -y-la-cia/
Re: Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Bildu y PNV 'acorralan' al PSOE tras el documento de la CIA que atribuye a Felipe González la creación de los GAL
- Un informe de la CIA de 1984 conocido ahora señala al expresidente
- Los partidos vascos apoyan que el Congreso cite a González y Marlaska
- El PSOE rechaza investigar los GAL y recuerda que ya hubo sentencia
EH Bildu registró este lunes una petición de comparecencia del expresidente del Gobierno Felipe González y del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en el Congreso de los Diputados, tras conocerse que la CIA señaló al primero como impulsor del GAL en un documento ahora desclasificado. El PNV se ha sumado este martes a la iniciativa.
Un documento recién desclasificado de la CIA 36 años después de su redacción en 1984 apunta una implicación directa de González en la creación del GAL. Además de su comparecencia, el grupo vasco ha solicitado la de Marlaska para que informe en el Pleno del Congreso sobre los hechos relativos a un supuesto "terrorismo de Estado".
En el documento, titulado España: Terrorismo vasco y respuesta gubernamental, la agencia estadounidense de inteligencia asegura que "Felipe González ha acordado la formación de un grupo de mercenarios, controlado por el Ejército, para combatir fuera de la ley a los terroristas". La CIA apuntaba que la operación ponía en cuestión la llamada Transición y "las credenciales democráticas del Gobierno español".
Comparecencia de Marlaska
Las peticiones de comparecencia se hacen para que el expresidente dé explicaciones en la Comisión de Interior del Congreso y Marlaska ante el Pleno, pero a la vez el grupo abertzale impulsará en ambas cámaras la creación de sendas comisiones de investigación al respecto. Para solicitarlas, necesita un segundo grupo parlamentario que firme la petición. "Estamos redactándola. Luego hablaremos con todos", indicaron a Servimedia fuentes de EH Bildu.
Por su parte, el portavoz peneuvista en el Congreso, Aitor Esteban, ha declarado que a su partido no le parece "mal" que se pueda "conocer exactamente qué es lo que pasó con los GAL", ya que es algo "que se le debe a toda la sociedad española". A este respecto ha criticado que algunos partidos quieran retrasar la reforma de la Ley de Secretos Oficiales "con tácticas de alargamiento de plazos" o con otras estratagemas parlamentarias. Añadió que la modificación de esta norma es "más necesaria que nunca".
Rechazo del PSOE
La portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Adriana Lastra, ha trasladado todo el apoyo del PSOE y el suyo propio a González y ha adelantado su posición contraria a la idea de Bildu de abrir una comisión parlamentaria de investigación, ya que es un tema "juzgado y sentenciado".
Preguntada por la petición de comparecencia del expresidente, Lastra ha subrayado que Felipe González fue el presidente que modernizó España y que hizo que el país entrara en la UE, y le ha hecho llegar el respaldo de su partido ante este tipo de informaciones.
"No somos nosotros precisamente de revisar cosas que ya está juzgadas y sentenciadas", ha zanjado la también vicesecretaria general del PSOE en la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces del Congreso.
¿Qué dice Podemos?
El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, se ha mostrado "prudente" al valorar los documentos de la CIA sobre los GAL y Felipe González, que cree que "no aportan nada nuevo", y ha asegurado que lo que más le preocupa del expresidente es que llame "camarote de los hermanos Marx" a un Ejecutivo que ha aprobado el Ingreso Mínimo Vital y que ha protegido a millones de trabajadores en la peor crisis económica de la democracia. "Pero no vamos a dejar que nada nos distraiga de nuestra tarea", ha precisado.
Con todo, el portavoz de En Comú Podem y secretario primero de la Mesa del Congreso de los Diputados, Gerardo Pisarello, ha defendido que González explique su implicación o no en la creación de los GAL. En rueda de prensa en el Congreso, ha dicho que le llama la atención que González no haya dado la cara sobre este tema y ni siquiera haya comparecido públicamente para desmentir esas informaciones o confirmarlas.
Se trata, en opinión de Pisarello, de un periodo histórico sobre el que sigue habiendo "sombras" y es positivo que todo salga a la luz y se puedan esclarecer las responsabilidades jurídicas y políticas que se deriven de todo ello.
16/06/2020
https://www.eleconomista.es/politica/no ... s-GAL.html
- Un informe de la CIA de 1984 conocido ahora señala al expresidente
- Los partidos vascos apoyan que el Congreso cite a González y Marlaska
- El PSOE rechaza investigar los GAL y recuerda que ya hubo sentencia
EH Bildu registró este lunes una petición de comparecencia del expresidente del Gobierno Felipe González y del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en el Congreso de los Diputados, tras conocerse que la CIA señaló al primero como impulsor del GAL en un documento ahora desclasificado. El PNV se ha sumado este martes a la iniciativa.
Un documento recién desclasificado de la CIA 36 años después de su redacción en 1984 apunta una implicación directa de González en la creación del GAL. Además de su comparecencia, el grupo vasco ha solicitado la de Marlaska para que informe en el Pleno del Congreso sobre los hechos relativos a un supuesto "terrorismo de Estado".
En el documento, titulado España: Terrorismo vasco y respuesta gubernamental, la agencia estadounidense de inteligencia asegura que "Felipe González ha acordado la formación de un grupo de mercenarios, controlado por el Ejército, para combatir fuera de la ley a los terroristas". La CIA apuntaba que la operación ponía en cuestión la llamada Transición y "las credenciales democráticas del Gobierno español".
Comparecencia de Marlaska
Las peticiones de comparecencia se hacen para que el expresidente dé explicaciones en la Comisión de Interior del Congreso y Marlaska ante el Pleno, pero a la vez el grupo abertzale impulsará en ambas cámaras la creación de sendas comisiones de investigación al respecto. Para solicitarlas, necesita un segundo grupo parlamentario que firme la petición. "Estamos redactándola. Luego hablaremos con todos", indicaron a Servimedia fuentes de EH Bildu.
Por su parte, el portavoz peneuvista en el Congreso, Aitor Esteban, ha declarado que a su partido no le parece "mal" que se pueda "conocer exactamente qué es lo que pasó con los GAL", ya que es algo "que se le debe a toda la sociedad española". A este respecto ha criticado que algunos partidos quieran retrasar la reforma de la Ley de Secretos Oficiales "con tácticas de alargamiento de plazos" o con otras estratagemas parlamentarias. Añadió que la modificación de esta norma es "más necesaria que nunca".
Rechazo del PSOE
La portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Adriana Lastra, ha trasladado todo el apoyo del PSOE y el suyo propio a González y ha adelantado su posición contraria a la idea de Bildu de abrir una comisión parlamentaria de investigación, ya que es un tema "juzgado y sentenciado".
Preguntada por la petición de comparecencia del expresidente, Lastra ha subrayado que Felipe González fue el presidente que modernizó España y que hizo que el país entrara en la UE, y le ha hecho llegar el respaldo de su partido ante este tipo de informaciones.
"No somos nosotros precisamente de revisar cosas que ya está juzgadas y sentenciadas", ha zanjado la también vicesecretaria general del PSOE en la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces del Congreso.
¿Qué dice Podemos?
El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, se ha mostrado "prudente" al valorar los documentos de la CIA sobre los GAL y Felipe González, que cree que "no aportan nada nuevo", y ha asegurado que lo que más le preocupa del expresidente es que llame "camarote de los hermanos Marx" a un Ejecutivo que ha aprobado el Ingreso Mínimo Vital y que ha protegido a millones de trabajadores en la peor crisis económica de la democracia. "Pero no vamos a dejar que nada nos distraiga de nuestra tarea", ha precisado.
Con todo, el portavoz de En Comú Podem y secretario primero de la Mesa del Congreso de los Diputados, Gerardo Pisarello, ha defendido que González explique su implicación o no en la creación de los GAL. En rueda de prensa en el Congreso, ha dicho que le llama la atención que González no haya dado la cara sobre este tema y ni siquiera haya comparecido públicamente para desmentir esas informaciones o confirmarlas.
Se trata, en opinión de Pisarello, de un periodo histórico sobre el que sigue habiendo "sombras" y es positivo que todo salga a la luz y se puedan esclarecer las responsabilidades jurídicas y políticas que se deriven de todo ello.
16/06/2020
https://www.eleconomista.es/politica/no ... s-GAL.html
Re: Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Tengo la jodida costumbre de bichear y/o indagar sobre las obras de los autores de libros, editoriales, artículos de opinión, etcétera, antes de leer nada que hayan podido publicar. En esta ocasión, me he encontrado con una afirmación del tal Grimaldos en su libro que me ha dejado estupefacto, amén de provocarme un ataque de risa. En el capítulo 12 de su libro " La CIA en España ", Grimaldos afirmaba que no existió la enfermedad de la colza y que la verdadera causa de la intoxicación fue un escape bacteriológico en la base estadounidense de Torrejón. Como comprenderás, ante tamaña barbaridad, paso de leer cualquier publicación que haya podido escribir semejante papanatas.Ver citas anterioresJosé escribió: ↑22 Mar 2022 20:39 Transición 1974-1982: la CIA toma el control del PSOE
Sólo seis meses después de la Revolución de los Claveles, el 14 de octubre de 1974, se celebra en la ciudad de Suresnes, cercana a París, el XIII Congreso del PSOE, que va a llevar a un tal “Isidor” hasta la cúpula de la organización. Desde el 14 de julio pasado, Franco sufre una complicada flebitis y se ha llegado a temer por su vida. La situación que se está creando en la península Ibérica resulta muy preocupante para los norteamericanos, se les ha ido de las manos el asunto portugués y van a impedir, a toda costa, que la historia se repita en España. Felipe González es el joven abogado sevillano, casi desconocido incluso para algunos de sus compañeros, que se enmascara tras el nombre de guerra de “Isidor”. Consigue suceder como secretario general del partido al veterano militante socialista Rodolfo Llopis, que no reconoce las resoluciones adoptadas en Suresnes. El congreso ha sido convocado por un grupo de jóvenes militantes desgajados de lo que, en adelante, se conocerá como PSOE (Histórico). En realidad, Nicolás Redondo era la figura menos discutida para acceder a la Secretaría General, pero el sindicalista vasco se niega a presentarse a la elección, a pesar de ser propuesto mayoritariamente para ocupar el cargo que está en liza.
González y otros miembros de la nueva dirección del partido han conseguido llegar a Francia gracias al apoyo prestado por el propio Servicio Central de Presidencia de Gobierno. Los oficiales del organismo de inteligencia creado por el almirante Carrero Blanco son los encargados de proporcionarles los pasaportes.
“En un restaurante de la calle madrileña de Santa Engracia, hablamos con González, en presencia de Enrique Múgica, para garantizarle su viaje a Suresne”., señala el entonces capitán del SECED Manuel Fernández Monzón. “Otros compañeros se entrevistaron con Nicolás Redondo, y él entendió enseguida que debía ceder el puesto a un secretario general más joven y con otras características. Cuando Felipe González volvió de Francia, después de haber sido elegido, un comisario de Sevilla le detuvo, creyendo que había dado un pelotazo. Se llevó una bronca tremenda y tuvo que soltarle enseguida, claro”.
Otros dos miembros relevantes del SECED, Andrés Cassinello y José Faura, mantienen una larga entrevista con Felipe González y con Alfonso Guerra, inmediatamente después de que el clan sevillano se haga con los mandos del PSOE.
“Entre 1964 y 1975 estuve precisamente en la información del mundo universitario, muy estrechamente relacionado con la política entonces clandestina. Y lo que viví fue que, a partir de cierto momento, la dictadura propició el resurgir del PSOE, para ahogar al PCE”, declara el comisario Manuel Ballesteros a la periodista Pilar Urbano.
“A los socialistas no se les detenía, a los comunistas, sí. Estando yo en la Brigada Social, esa era una indicación de los mandos. Más aún: la policía no sólo miraba para otro lado, haciendo la vista gorda, sino que a veces ayudaba a pasar la valija con la propaganda y los documentos internos del partido que los de Rodolfo Llopis (el PSOE del exterior) enviaban de allá para acá”.
A finales de los setenta, con Adolfo Suárez como primer ministro, Ballesteros aparece detrás de algunas acciones criminales de guerra sucia contra ETA protagonizadas por el Batallón Vasco Español. Posteriormente, el Gobierno de Felipe González le recupera para nombrarle nada menos que jefe del MULC (Mando Unificado de Lucha Contraterrorista), durante la época de actuación de los GAL.
Meses antes de la celebración del Congreso de Suresnes —que se financia con fondos provenientes del Partido Socialdemócrata de Willy Brandt—, el comandante Miguel Paredes, del SECED, y el inspector Emi Mateos, destinado en la Jefatura Superior de Policía de Bilbao, ya han empezado a trabajar en lo que llaman Operación Primavera: una serie de contactos con algunos miembros del PSOE del interior, para ver cuáles son sus planteamientos políticos. Especialmente con Nicolás Redondo y Enrique Múgica.
“En el SECED nos propusimos empezar a reunirmos con ellos —recuerda el entonces comandante Paredes—, para ver hasta dónde llegaba su izquierdismo, su ímpetu revolucionario, su afán izquierdista… y tratar de acercarlos hacia posiciones más templadas, menos radicales, más en la línea de la moderación pragmática que les recomendaba Willy Brandt”.
Los encuentros entre los agentes del SECED y los socialistas continúan, y a ellos se incorporan algunos militantes más.
“Después de cada encuentro redactábamos un informe para el Servicio”, continúa Paredes su relato. “Nuestra impresión entonces era que el líder ideológico, el que pensaba más largo, más rápido y con más calado era Pablo Castellano. El mayor peso moral lo tenía Nicolás Redondo. Felipe González nos pareció un conversador ágil, brillante, con “charme”… Pero, de pronto, sacó un largo cohiba, lo encendió con parsimonia y se lo fumó como un sibarita. A mí ese pequeño detalle me chocó, me extrañó. Era un trazo burgués que no encajaba con sus calzones vaqueros, ni con su camisa barata de cuadros, ni con su izquierdismo… En mi informe oficial no mencioné esa bobada del habano ni lo que me sugirió. Pero en mi agenda privada de notas sí que escribí: “Felipe González, el sevillano, parece apasionado pero es frío. Hay en él algo falso, engañador. No me ha parecido un hombre de ideales, sino de ambiciones”.
Y prosigue el antiguo agente del SECED: “El Ministerio de la Gobernación tenía entonces la facultad de conceder o denegar el pasaporte a un ciudadano. Ellos lo habían pedido muchas veces y siempre les habían dicho que no. Me dieron una lista en la que figuraban los nombres de Enrique Múgica, Eduardo López Albizu, Nicolás Redondo, Ramón Rubial, Alfonso Guerra, Pablo Castellano, Felipe González y otros dos militantes asturianos. El Gobierno lo dudó mucho, le dieron mil vueltas, que sí, que no… Al final se aceptó bajo la condición de que, al volver a España, devolvieran enseguida esos pasaportes. Y lo hicieron. Tardaron mucho pero los devolvieron. Aunque no todos: Felipe González se lo quedó. A Mugica, por el retraso, le hicimos pagar una “multa” especial: invitarnos a comer a base de bien. Y lo hizo. En la Panière Fleurie de Rentería”.
Los delegados que asisten al Congreso de Suresnes representan, oficialmente, a tres mil militantes del interior, pero, en realidad, esa cifra hay que rebajarla a menos de la mitad. Durante los últimos años del franquismo, el PSOE es poco más que una sigla. El mayor peso de la resistencia contra el régimen lo han llevado los comunistas. En definitiva, lo que se produce en 1974 es una refundación del partido creado por Pablo Iglesias, con el modelo portugués como telón de fondo. En el país vecino no existía ni siquiera un partido socialista histórico y hubo que inventar uno. Su primer secretario general, Mário Soares, tenía contacto con la CIA desde los años sesenta. “Exiliado, en 1973 recibiría ayuda para fundar bajo el patrocinio del Gobierno de Bonn un “partido socialista portugués”, escribe Joan Garcés en su excelente libro Soberanos e intervenidos. “Derrocada la dictadura en 1974 por el MFA (Movimento das Forças Armadas), Soares regresaba a Portugal, donde pronto pediría y recibiría ayuda clandestina directa del Gobierno de Estados Unidos y sus aliados europeos (RFA, Reino Unido y Francia), e indirecta a través de empresas y fundaciones alemanas y de otros países”.
La escasa incidencia del PSOE en la realidad política española de los primeros años setenta la reconoce el propio Francisco Bustelo, uno de los militantes elegidos como miembros de la Comisión Ejecutiva del partido en Suresnes. Sin embargo, todo cambia a partir de ese congreso:
Las embajadas en Madrid empezaron a recibir entonces instrucciones de que se pusieran en contacto con nosotros. Acompañé a González a visitar a algunos embajadores, entre ellos el estadounidense, y tuve que entrevistarme con otros funcionarios norteamericanos de menor categoría. A los norteamericanos les causé buena impresión. Durante los años siguientes me solía llamar el consejero político de esa embajada, persona muy enterada de lo que sucedía en España, para que comiésemos juntos.
En la dirección surgida de Suresnes hay tres grupos fundamentales: los vascos, con Redondo, López Albizu, Múgica y Benegas; los andaluces, con González, Guerra y Galeote, y los madrileños, con Castellano y Bustelo. “Los vascos, o mejor dicho, Redondo, que era su peso pesado, decidían, por tanto”, señala Francisco Bustelo. “Si apoyaban a los andaluces, como hicieron en Suresnes, González tenía el poder asegurado. Redondo sabrá por qué lo hizo”. Felipe González controla el partido a partir de ese momento e, inmediatamente, pasa a convertirse en un personaje público de primer orden, con un papel estelar en la gran maniobra de actualización controlada del régimen franquista. Joan Garcés escribe:
“Una campaña subsiguiente introduciría ante la opinión pública nombres hasta entonces desconocidos que, a poco andar (1975-1976), aislaron y marginaron a los militares de la Unión Militar Democrática y, en general, a quienes eran reacios a que en España entraran la CEE y la OTAN sin condiciones”.
Los servicios secretos norteamericanos y la socialdemocracia alemana se turnan celosamente en la dirección de la Transición española, con dos objetivos: impedir una revolución tras la muerte de Franco y aniquilar a la izquierda comunista. Este fino trabajo de construir un partido “de izquierda”, para impedir precisamente que la izquierda se haga con el poder en España, es obra de la CIA, en colaboración con la Internacional Socialista. El primer diseño de esta larga operación se remonta hasta la década de los sesenta, cuando el régimen empezaba ya a ceder, inevitablemente, bajo la presión de las luchas obreras y las reivindicaciones populares. El crecimiento espectacular del PCE y la desaparición de los sindicatos y partidos anteriores a la Guerra Civil, especialmente la UGT y el PSOE, hacen temer una supremacía comunista en la salida del franquismo. Los cerebros de la Transición comienzan a marcarse objetivos muy concretos.
En 1962 el PSOE y la UGT sólo cuentan con unos centenares de militantes en toda España, mientras que en el extranjero, un grupo de viejos socialistas, con Rodolfo Llopis al frente, intentan aparentar una presencia en escena que no va mucho más allá de la asistencia a “contubernios” como el de Munich. Convencidos de que este PSOE no logrará tener la suficiente implantación para competir con ventaja, frente a los comunistas españoles, al final del franquismo, los servicios de información norteamericanos y alemanes se ponen manos a la obra para construir un nuevo partido, más vistoso en lo externo y manejable en lo interno.
Algunos socialistas no esperan a que la CIA llame a su puerta y son ellos mismos los que ofrecen espontáneamente sus servicios a los norteamericanos. Es el caso de Carlos Zayas Mariátegui, desde la ASU (Agrupación Socialista Universitaria), quien, según documenta Joan Garcés, “aparece informando asiduamente a la Embajada sobre personas de sensibilidad socialista susceptibles de sumarse a combatir al Partido Comunista si recibieran los apoyos materiales que buscaban. Zayas señalaba, entre otros, a Joan Raventós Carner en Barcelona, a José Federico de Carvajal y a Mariano Rubio, al tiempo que desvelaba como principal agente del Partido Comunista en Madrid a Federico Sánchez”.
Zayas será diputado del PSOE por Huesca en 1977; Raventós, embajador en Francia, después de haber participado en la famosa comida de Lérida en la que el general Armada les cuenta a Enrique Múgica y a él sus planes golpistas; José Federico de Carvajal llegará a presidente del Senado y Mariano Rubio, a gobernador del Banco de España, cargo del que dimite tras ser condenado por sus prácticas delictivas. Federico Sánchez (alias de Jorge Semprún), convertido al anticomunismo, será ministro de Cultura con Felipe González entre 1988 y 1991.
Una de las claves de las operaciones secretas de la CIA para controlar los medios socialistas españoles en el exilio es la introducción en estos círculos de un antiguo dirigente del POUM, Julián Gorkin. A principios de los sesenta, Gorkin es uno de los personajes que impulsa el llamado “Congreso por la Libertad Cultura”. y aparece al frente de distintas publicaciones financiadas por la CIA, como las revistas Cuadernos, editada en París; Examen, en México, y Encounter, en Gran Bretaña, dentro de un amplio esquema propagandístico de matiz netamente anticomunista diseñado desde Langley. Más tarde, dirige también la revista Visión, en la que defiende los puntos de vista de las sucesivas Administraciones norteamericanas en relación con Latinoamérica. El 13 de mayo de 1967,1a propia Asamblea General del “Congreso por la Libertad Cultura”. reconoce los estrechos vínculos financieros y políticos de este organismo con la CIA. Según Francés Stonor Saunders, el principal impulsor del congreso es el agente de la CIA Michael Josselson.
Julián Gorkin aparece, además, al frente del llamado “Centro de Documentación y Estudio”, que tiene su sede en París. Ocupa el cargo de vicepresidente, mientras Salvador de Madariaga ostenta, a título honorario, la presidencia. Las líneas generales del Boletín Informativo del centro están caracterizadas por las directrices de acción política clandestina de la CIA en ese momento: se intenta potenciar a la inexistente ASO (Alianza Sindical Obrera) y a la oposición monárquica y socialdemócrata. Gorkin entra pomposamente en el PSOE en el año 1973, en plena campaña interna de renovación del partido, que terminará con la sustitución de Llopis por Felipe González. Incluso ofrece una conferencia, el 22 de diciembre de ese año, en los locales de la UGT en París, bajo el título “Motivos de mi afiliación al Partido Socialista Obrero Español”. En varios artículos del Boletín Informativo de Gorkin ya pueden verse los argumentos esenciales que serán utilizados por Felipe González y Alfonso Guerra en Suresnes. El primer número de ese boletín explica “la necesidad de una izquierda radical que compita, en el campo de la clase obrera, con el Partido Comunista de España, para restarle base y movilidad social”.
Hablamos después de las actividades de la CIA en el mundo occidental y, en especial, en relación con España. La prensa internacional, digo al Caudillo, comenta las actividades de ese organismo. Su obsesión es conseguir que nuestro Estado tolere primero y legalice después la acción de dos partidos, uno de carácter socialista y otro democrático, que deberán tener su expresión en dualidad similar en el campo universitario y sindical. Para conseguirlo no vacilarán en financiar sistemáticamente a grupos de activistas (que han creado la ASO y la FUDE). Por ahora no se proponen como objetivo derribar el Estado, sino importunarlo, preocuparlo, no dejarlo en paz para que se arranque al Partido el compromiso de una coexistencia entre lo legal y lo ilegal, con aspiraciones de suceder al Régimen una vez desaparezcan. Estas objeciones, según la información que doy al Caudillo, las expone la CIA con toda tranquilidad, a la luz del día, financiando las huelgas de Asturias o los tumultos de Madrid y Barcelona. La CIA cree que con esas actividades cumple el deber de prever el futuro, pues, de lo contrario, al régimen débil sucedería el caos y a éste, el comunismo.
En el intento de creación de la ASO participa un personaje extraño: Josefina Arillaga, vinculada ya en ese momento a la Fundación Friedrich Ebert, del Partido Socialdemócrata alemán, y considerada, en los propios medios socialistas, como “buena amiga”. del entonces jefe del Sindicato Vertical franquista, el falangista José Solís Ruiz. Arillaga, representante oficiosa en Madrid de Rodolfo Llopis durante varios años, hasta 1973, mantiene estrecho contacto con José Federico de Carvajal, un personaje muy bien relacionado con los norteamericanos, que llegará a presidente del Senado con el PSOE.
La fase final del asalto al viejo y poco implantado Partido Socialista Obrero Español tiene lugar a partir de 1970, en una batalla en la que se combinan nombres como el de Willy Brandt, en ese momento secretario general del SPD; Max Diamant, asesor del Sindicato del Metal alemán; Enrique Múgica, y Hans Mattholfer, destacado sindicalista alemán que edita la revista Express Español en Alemania. El hombre de Hans Mattholfer en la UGT, Carlos Pardo, tiene también un interesante historial: en 1970 es detenido en Madrid por la Brigada Criminal, acusado de diversos delitos comunes, y se descubre que antes ya ha sido expulsado de Paraguay por estafa. Mattholfer tiene entonces que viajar personalmente a España y entrevistarse con el entonces director general de Seguridad, Carlos Arias Navarro, que pone en libertad a Pardo sin que se le incoe ningún procedimiento judicial. En una carta dirigida a un militante socialista madrileño, Rodolfo Llopis escribe: “Por si no lo sabes, Mattholfer protege y ayuda económicamente a los escisionistas del PSOE. Y ha encontrado en Pardo un lacayo a su medid”. Otro personaje turbio que actúa en ese entorno es Manuel Simón, dirigente de las Juventudes Socialistas de Toulouse, que más adelante será nombrado responsable de Relaciones Internacionales de UGT. Simón, que tendrá un papel clave en el defenestramiento de Llopis, es expulsado de Portugal tras la revolución del 25 de abril, acusado de ser agente de la CIA.
Dólares ‘fundacionales’
Una mujer clave en el complejo entramado financiero del renovado PSOE es Carmen García Bloise, que mantiene estrechos vínculos con los socialdemócratas germanos. Parte de los fondos que van llegando al partido se comienzan a canalizar a través de la recién creada Fundación Pablo Iglesias, sucursal de la alemana Friedrich Ebert, Pero los cauces de financiación son diversos. Por ejemplo, en 1979 se desvelará que la UGT ha recibido 200 millones de pesetas de los sindicatos amarillos de Estados Unidos para intentar ganar las elecciones sindicales.
El ex agente de la CIA Philip Agee declara a la revista Zona Cero, en marzo de 1987: “Dentro del “Programa Democracia”, elaborado por la Agencia, se cuida con especial atención a las fundaciones de los partidos políticos alemanes, principalmente a la Friedrich Ebert Stiftung, del Partido Socialdemócrata, y la Konrad Adenauer Stiftung, de los democristianos. Estas fundaciones habían sido establecidas por los partidos alemanes en los años cincuenta y se utilizaron para canalizar el dinero de la CIA hacia esas organizaciones, como parte de las operaciones de “construcción de la democracia”, tras la Segunda Guerra Mundial. Después, en los sesenta, las fundaciones alemanas empezaron a apoyar a los partidos hermanos y a otras organizaciones en el exterior y crearon nuevos canales para el dinero de la CIA. Hacia 1980, las fundaciones alemanas tienen programas en funcionamiento en unos sesenta países y están gastando cerca de 150 millones de dólares. Operan en un secreto casi total”. “Las operaciones de la Friedrich Ebert Stiftung (Fundación), del SPD, fascinan a los norteamericanos, especialmente sus programas de formación y las subvenciones que hicieron llegar a los socialdemócratas de Grecia, España y Portugal, poco antes de que cayeran las dictaduras en esos países e inmediatamente después”, continúa Agee. “En Portugal, por ejemplo, cuando el régimen de Salazar, que había durado cincuenta años, fue derrocado en 1974, el Partido Socialista completo apenas habría bastado para una partida de poker y se localizaba en París, sin seguidores en Portugal. Pero con más de 10 millones de dólares de la Ebert Stiftung, y algunas otras remesas de la CIA, el Partido Socialista Portugués creció rápidamente y en poco tiempo se convirtió en el partido gobernante”.
Las fundaciones políticas germanooccidentales proporcionan el modelo que el “Programa Democracia” acaba adoptando para resolver uno de los principales dilemas de la política exterior norteamericana: cómo “ayuda” a los partidos e instituciones “democráticos y pluralistas” en países gobernados por dictadores que son aliados y clientes de Estados Unidos. “Resultaba a menudo muy obvio que la única oposición real a las dictaduras la representaban los comunistas y otros revolucionarios, las únicas fuerzas políticas organizadas, capaces y dispuestas a tomar el poder en un eventual colapso de las dictaduras”, señala Agee. “La experiencia de la intervención germanooccidental en Portugal y en otros países resultaba llamativa para los norteamericanos e intentaron repetirla, estableciendo un sistema de instituciones privadas de apoyo a los “amigos en el exterior”. El apoyo de Estados Unidos a las dictaduras podría continuar mientras los “amigos” se preparaban para la “transición del autoritarismo a la democracia”. Así, los norteamericanos podrían buscar de antemano el control de todas las fuerzas políticas y neutralizar todo lo que se sitúa a la izquierda de los socialdemócratas”.
El presidente Ronald Reagan es uno de los más entusiastas defensores del “Programa Democracia”. En junio de 1982, ante el Parlamento británico, describe sus objetivos: “Este nuevo programa construirá una infraestructura de libertad y democracia que dejará al marxismo-leninismo en el estercolero de la Historia”. También alaba los “abiertos”. programas germanooccidentales, que, en realidad, están envueltos en el mayor de los secretos y se les ocultan incluso a los propios miembros del SPD.
¿Cómo se utiliza el dinero de la CIA en estos programas? Cada uno de los principales destinatarios ha descrito previamente sus necesidades y tiene que actuar de acuerdo con las líneas centrales diseñadas en el programa correspondiente, que se resume en una consigna: “Contribuir al desarrollo de acciones políticas en el extranjero para enfrentar el ”desafío ideológico global soviético”. Las actividades proyectadas cubren todo el espectro de objetivos de las organizaciones “democráticas” en el exterior: gobiernos, partidos políticos, sociedades profesionales, medios de información, universidades, cooperativas, sindicatos, asociaciones de empleados, cámaras de comercio e industria, iglesias, organizaciones de mujeres y estudiantes… En suma, todos los blancos tradicionales de la CIA. Otro propósito establecido es el de promover la “disidencia”. en los países socialistas, siguiendo el ejemplo del apoyo de la CIA a Solidaridad, en Polonia.
El ejemplo de la Friedrich Ebert Stiftung también es seguido como modelo en Centroamérica y el Caribe durante los años setenta y ochenta. Constantine Menges, “oficial nacional de la CIA para América”, es quien teoriza la receta de Estados Unidos para esta región. Menges señala dos niveles de actividades gubernamentales y privadas “provechosas”, mediante las cuales Estados Unidos “puede socorrer a las fuerzas democráticas y debilitar aquellas que quieren polarizar el hemisferio en regímenes comunistas y regímenes autoritarios”.
Dentro del primer nivel se entra en juego mediante medios “discretos”, como información, comunicación y programas de intercambio cultural, para formar sistemáticamente “grupos democráticos”. El segundo nivel de acción está previsto para concentrar la atención en países “de especial interés”, con los que hay que intentar “colaborar” a través de organismos semiautónomos, siguiendo el ejemplo de la Friedrich Ebert Stiftung y la Konrad Adenauer Stiftung germanoocidentales, manteniendo “una relación de total independencia con nuestra representación diplomática oficial”.
‘Goodby’ marxismo
El 17 de mayo de 1979, durante la celebración del XXVIII Congreso del PSOE, Felipe González impone que desaparezca el término “marxismo”. de los estatutos del partido. Los militares norteamericanos que tanto preguntaban por este asunto a los oficiales españoles, durante los cursos de formación realizados en Estados Unidos, ya pueden quedarse completamente tranquilos. Justo de la Cueva, miembro de la comisión mixta de reunificación del PSOE madrileño (proviene del sector histórico), desalentado, deja la militancia en ese momento y declara: “El PSOE va donde diga la CIA a través de Willy Brandt. Hasta en el propio Bundestag alemán se acaba de denunciar que la Fundación Friedrich Ebert del SPD recibe dinero directamente de la CIA”. Los jóvenes que dieron el golpe de Estado dentro del PSOE en Suresnes, comandados por González, van cumpliendo al pie de la letra el guión que les han preparado. El poder está cada vez más cerca.
El papel que el PSOE tiene que interpretar en la Transición está escrito desde bastante antes de la muerte de Franco, pero se termina de pulir en 1974. El giro a la izquierda de la Revolución de los Claveles coincide con los primeros pasos en público de la Junta Democrática, constituida por iniciativa de Antonio García Trevijano y auspiciada por el PCE. Desde el principio, Felipe González hace todo lo posible para hundir este organismo unitario que reclama amnistía total, la formación de un Gobierno provisional y la celebración de una consulta para elegir la forma de Estado: Monarquía o República. “Cuando se produce la hegemonía del Partido Comunista Portugués en el proceso político que se vive en el país vecino, el secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, se alarma aún más y viaja a Alemania para entrevistarse primero con el canciller Helmut Schmidt, y después con Willy Brandt, que continúa teniendo una enorme influencia en la Internacional Socialista. Les insiste en que apoyen decididamente al PSOE”, señala García Trevijano.
Por eso Felipe González no entra en la Junta, porque se siente respaldado por una potencia superior, por los alemanes y los norteamericanos. Una vez que está seguro de ese apoyo, se traslada a Madrid, donde tiene una entrevista con el Rey y con altos mandos del Ejército, y ahí establecen la estrategia de que hay que ir gradualmente hacia las libertades en España para evitar una radicalización de la situación. Felipe González es el más interesado en mantener a los comunistas en la ilegalidad. A mí me advierte de esta operación nada menos que Claude Chaisson, que luego sería ministro de Exteriores con Mitterrand y entonces era comisario en Bruselas del Mercado Común. Teníamos mucha amistad. El era miembro del Partido Socialista Francés y estaba bien informado de todo esto. Ahí fue cuando cedimos y constituimos la Platajunta, a sabiendas de que se estaba haciendo para que entrara en ella el PSOE, que sería el traidor.
Pero más traidor sería si estaba fuera. Y me di cuenta de que Santiago Carrillo, que era muy listo para olfatear por dónde venían los aires políticos, quería seguir completamente la política del PSOE.
En octubre de 1982, Felipe González consigue su objetivo y gana las elecciones por mayoría absoluta. Un año después,José Mario Armero le dedica un elogioso artículo en el que repasa, de forma muy elocuente, los logros del Gobierno del PSOE. Armero era abogado en España de las más importantes multinacionales norteamericanas y un hombre con muchos contactos en el Departamento de Estado. También intervino, como mediador, en las conversaciones que condujeron a la legalización del PCE, después de negociar con Santiago Carrillo la aceptación de la Monarquía. El 20 de octubre de 1983 escribe:
La realidad demuestra que hoy en España gobierna un partido socialdemócrata, europeo, occidentalista, pronorteamericano y decididamente atlantista. En un año de gobierno, los hombres del PSOE han cumplido un papel realmente singular: la casi destrucción de la izquierda tradicional española, en buena parte marxista y revolucionaria, que seguía una tradición muy distinta a los nuevos derroteros que han tomado los jóvenes dirigentes socialistas. Realmente nada tienen que ver con Pablo Iglesias, ni con Francisco Largo Caballero, ni siquiera con Rodolfo Llopis. Y han conseguido sustituir lo que siempre se ha considerado como izquierda por una socialdemocracia, que es un amplio fenómeno donde cabe la libre empresa, la propiedad privada, los europeos, los norteamericanos y la OTAN.
Y efectivamente, del “OTAN, de entrada, no” se pasa al “Así, sí”, y enseguida, al ingreso en la Alianza “en interés de España”.
OTAN, de cabeza, sí
El programa aprobado en el XXVII Congreso del PSOE, celebrado en diciembre de 1976, cuando la “reforma política” está ya en marcha, propugna “la liquidación de todas las bases extranjeras en nuestro suelo”, y añade que “no cabe aceptar ningún tratado de alianza o relación militar que no cuente con la aprobación expresa del pueblo españo”. El programa preconiza, igualmente, la “independencia frente a los bloques militare´s”. y la adopción progresiva de “una política de neutralidad activa”. Durante algún tiempo, los representantes del PSOE han llegado incluso a postular un tipo de defensa neutralista, análoga a la de Suecia, Suiza o Yugoslavia. En la declaración de diciembre de 1976 se subraya que “el ingreso en la OTAN conllevaría el riesgo de vernos implicados en una guerra de efectos destructivos incalculables si uno de los países miembros entra en guerra”. También se llama la atención sobre el aumento de los gastos militares que se derivaría de la presencia española en la Alianza Atlántica.
Pero con el paso de los años, y en la medida que el PSOE se va configurando como una “alternativa gubernamental”, los dirigentes del partido van puliendo las aristas más cortantes de su política. Hay que alejarse rápidamente del “OTAN, de entrada, no” y olvidar que votaron en contra del ingreso en la Alianza, enfrentados con el Gobierno de Calvo Sotelo, quien consiguió sacar adelante su propuesta en las Cortes. La radicalidad inicial del discurso de Felipe González resulta delirante si se observa el desarrollo posterior de su política internacional. Comienzan a aparecer frecuentemente a su lado mentores como Bettino Craxi, Carlos Andrés Pérez, e incluso el portugués Mário Soares. Los dos políticos europeos son atlantistas practicantes y el venezolano mantiene muy estrechos vínculos con Estados Unidos. La ruptura con el marxismo de 1979 es un guiño a Washington y Bruselas para que le permitan, de momento, mantener el rechazo a la OTAN como algo aún necesario para ganar las elecciones. Cuando González llega al Gobierno, sus propósitos reales se conocen enseguida.
Pero sólo un mes antes de las elecciones generales de octubre de 1982, González todavía declara a Interviú: “Yo creo que nosotros tendríamos que plantearnos seriamente el tema de la OTAN, sobre todo porque para España no hay ningún interés defensivo real e inmediato en la integración en el Pacto Atlántico, y lo veo desde el punto estrictamente nacional. Uno puede comprender que Alemania esté en la OTAN y le cuesta creer que un país que no tiene problemas de defensa en la misma dirección que Alemania esté en la OTAN y esté, además, integrado sin ninguna contrapartida, como han hecho los protagonistas españoles”.
Durante la dictadura franquista, el Gobierno de Estados Unidos presiona para que España se incorpore a la OTAN, pero tropieza con la oposición de los socios europeos, como consecuencia de la naturaleza autocrática del régímen. Y también cuando Calvo Sotelo hace aprobar la entrada de España en la OTAN, varios gobiernos socialistas europeos ofrecen a Felipe González, con especial interés, el veto a la adhesión, lo que habría producido el rechazo de España, al ser precisa la unanimidad de los socios. El secretario general del PSOE declina estos ofrecimientos, que habrían trascendido, lógicamente, de forma que se le consideraría el inspirador de esa maniobra. Se niega, pues, consciente de que ello le ocasionaría el rechazo de la mayoría del Ejército. Y del rey. “Cuando González nombra ministro de Asuntos Exteriores a Morán, y a Narcís Serra para la cartera de Defensa, tiene ya comprometido con la Corona la permanencia en la estructura de la OTAN”, señala Pablo Castellano.
La actitud de González en relación con la Alianza se hace explícita durante su primer viaje a Alemania, el 3 de mayo de 1983. El presidente del Gobierno socialista, sin contar con su ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, que no está informado del viraje derechista que se ha dado, y rompiendo incluso con sus benefactores socíaldemócratas alemanes, presentes en el acto, afirma públicamente en Bonn su “consideración y solidaridad” con la estrategia de Reagan, Margaret Thatcher y la derecha cristianodemócrata alemana de instalar en el teatro bélico europeo 572 misiles Pershing y Cruise.
Por fin, en 1986, González convoca y celebra un referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN, después de innumerables manifestaciones populares contra la Alianza. Pero no apoya la salida de esa estructura militar: reclama el voto a favor de la permanencia en ella. Ha mentido en la campaña electoral que le llevó al Gobierno, incumple el programa del PSOE, trampea las resoluciones del congreso de su partido y engaña a los ciudadanos. “Cuando Felipe González se lanza a la aventura del referéndum de la OTAN, y ante los sondeos que arrojaban un resultado favorable al “No”, el consejero político de la embajada estadounidense en Madrid me llamó para hablar de lo que ocurriría en el PSOE si González perdía la consulta”, relata Francisco Bustelo. “Me preguntó que, en el caso de que pasaran a dirigir otras personas el PSOE y, por lo tanto, a ocupar, aunque fuera provisionalmente el Gobierno, cuál sería la política exterior, en particular respecto a Estados Unidos”.
González y los suyos movilizan a los medios de comunicación, a intelectuales orgánicos y a adjuntos al poder de las más variadas especies para apoyar la permanencia en la OTAN. Con la idea de conseguir una atractiva imagen pública de la campaña, intenta atraer a su terreno también a personajes del mundo de la cultura y el espectáculo. Fernando Fernán Gómez relataba en cierta ocasión su visita a La Bodeguilla de La Moncloa, invitado por González, junto con otros profesionales del cine y la cultura, durante las fechas previas a la celebración de la consulta. En un determinado momento de la reunión, González les dijo: “He cambiado de opinión porque, cuando llegué a la Moncloa, Suárez me enseñó la “caja de los truenos” y había muchos misiles soviéticos apuntando a España”. Manuel Gutiérrez Aragón le llamó cínico.
Los servicios de inteligencia norteamericanos siguen muy de cerca toda la campaña a favor del “Sí” y despliegan, en apoyo del Gobierno socialista, su compleja red de influencias. El propio Julio Feo, en ese momento secretario del presidente González, ilustra muy gráficamente la preocupación de la CIA, en 1986, con motivo de la consulta en las urnas: “En la embajada americana en Madrid cundía el nerviosismo. Enders se apresuró a solicitar una entrevista con el presidente, que lo recibió el 7 de febrero. Por su parte, “Sam”, el jefe de estación de la CIA, que había sustituido a “Walter”, incrementó sus llamadas y visitas, en las que me solicitaba información sobre la marcha del referéndum”.
“El referéndum fue un modelo antológico de pucherazo, pero a muy pocos políticos les interesaba cuestionar el resultado, conscientes de que la victoria del “No” habría repercutido no sólo en la adhesión europea, sino hasta en nuestro propio devenir político”, escribe Pablo Castellano, veterano militante socialista que hizo campaña contra la OTAN. “González echaba un pulso a la ciudadanía tras haber ganado todos los pulsos a su partido y salía otra vez vencedor y exultante de las urnas. Sin embargo, a partir de ese momento sería rehén de las políticas más derechistas que le exigían los que, ayudándole descaradamente a ganar el referéndum, le permitían gobernar en el estricto marco de actuación pactado para la ordenada alternancia de los partidos del sistema, no para abrir la puerta a imprevisibles sorpresas de un auténtico e incondicionado sistema de partidos. El Pentágono tomó nota de quiénes eran de verdad sus amigos. A buenas horas se le iba a escapar a la privilegiada mente conocedora de todos los entresijos del 23-F, del GAL y de Filesa un referéndum así”.
Pablo Castellano continúa: “El Estado español, de la mano de un Gobierno socialista, revalidó y reforzó su condición de socio del Imperio. El esfuerzo del PSOE en este terreno ha sido tan valorado que uno de los más destacados paladines en la defensa del “OTAN, de entrada no”, Javier Solana, en premio a su ejemplar rectificación, ha acabado siendo secretario general de la Alianza y, más tarde, encargado de las cuestiones de defensa europea. Siempre, en todo caso, embajador de los intereses castrenses estadounidenses… Más que caerse del caballo camino de Damasco, se subió tranquilamente al carro de combate o a la superfortaleza volante, medios más seguros y rápidos en la carrer”.
Después de ser uno de los dirigentes del PSOE que participa en mayor número de actos públicos en contra de la integración de España en la OTAN Javier Solana se convierte en 1995 en secretario general de la Alianza. Un buen ejemplo individual que sintetiza la trayectoria de su partido. Permanece en el cargo cuatro años y durante su mandato se producen los bombardeos norteamericanos sobre Yugoslavia, en marzo de 1999. A finales de ese año cesa en su cargo de máximo dirigente de la OTAN y toma posesión de un puesto recién creado: alto responsable de la Política Exterior y de Seguridad Común. Ya tenemos Mister PESC.
Alfredo Grimaldos, extractos del libro ‘La CIA en España’
https://www.lahaine.org/est_espanol.php ... 982-la-cia
Cuídate...que hay una gripe muy jodida pululando por ahí.
Yo no soy borde, simplemente soy alérgico a los fascistas y los gilipollas.
Re: Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Tú "pasas" de leer/escuchar muchas cosas, y eso explica por qué vives sumido en la más profunda ignorancia. Amén de evidenciar tu ridículo sectarismo. Cualquier excusa (de mierda) es buena para taparte los ojos u oídos, según te convenga, para evitar que alguien te desmitifique a tu querido PSOE, que no es más que la puta de la CIA. Una actitud infantil no muy acorde de tu avanzada edad. Que el PSOE ha sido el experimento de la CIA para bloquear el avance del Partido Comunista, a la muerte de Franco (ese con el que te gusta hacer tanto el paripé), está más que demostrado, y no solo en el libro de este señor al que tratas de despreciar por no sé qué gilipollez de la colza, sino que ha quedado evidenciado en los "cables" que sacó a la luz Wikileaks o los documentos que la misma CIA desclasificó hace unos años, al alcance de cualquiera. Entonces, en este hilo, vamos a ir recopilando toda la mierda que se esconde tras las siglas de tu secta traidora y vendida. Y hoy más que nunca la podemos describir así.Ver citas anterioresdaktari escribió: ↑22 Mar 2022 22:56 Tengo la jodida costumbre de bichear y/o indagar sobre las obras de los autores de libros, editoriales, artículos de opinión, etcétera, antes de leer nada que hayan podido publicar. En esta ocasión, me he encontrado con una afirmación del tal Grimaldos en su libro que me ha dejado estupefacto, amén de provocarme un ataque de risa. En el capítulo 12 de su libro " La CIA en España ", Grimaldos afirmaba que no existió la enfermedad de la colza y que la verdadera causa de la intoxicación fue un escape bacteriológico en la base estadounidense de Torrejón. Como comprenderás, ante tamaña barbaridad, paso de leer cualquier publicación que haya podido escribir semejante papanatas.
Cuídate...que hay una gripe muy jodida pululando por ahí.
Re: Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
A ver si lo entiendes de una puta vez...con los escritos del tal Grimaldos, con los papeles de la CIA, con los papeles del KGB, y por supuesto con tus infumables panfletos...me limpio el ojete.Ver citas anterioresJosé escribió: ↑22 Mar 2022 23:21Tú "pasas" de leer/escuchar muchas cosas, y eso explica por qué vives sumido en la más profunda ignorancia. Amén de evidenciar tu ridículo sectarismo. Cualquier excusa (de mierda) es buena para taparte los ojos u oídos, según te convenga, para evitar que alguien te desmitifique a tu querido PSOE, que no es más que la puta de la CIA. Una actitud infantil no muy acorde de tu avanzada edad. Que el PSOE ha sido el experimento de la CIA para bloquear el avance del Partido Comunista, a la muerte de Franco (ese con el que te gusta hacer tanto el paripé), está más que demostrado, y no solo en el libro de este señor al que tratas de despreciar por no sé qué gilipollez de la colza, sino que ha quedado evidenciado en los "cables" que sacó a la luz Wikileaks o los documentos que la misma CIA desclasificó hace unos años, al alcance de cualquiera. Entonces, en este hilo, vamos a ir recopilando toda la mierda que se esconde tras las siglas de tu secta traidora y vendida. Y hoy más que nunca la podemos describir así.Ver citas anterioresdaktari escribió: ↑22 Mar 2022 22:56 Tengo la jodida costumbre de bichear y/o indagar sobre las obras de los autores de libros, editoriales, artículos de opinión, etcétera, antes de leer nada que hayan podido publicar. En esta ocasión, me he encontrado con una afirmación del tal Grimaldos en su libro que me ha dejado estupefacto, amén de provocarme un ataque de risa. En el capítulo 12 de su libro " La CIA en España ", Grimaldos afirmaba que no existió la enfermedad de la colza y que la verdadera causa de la intoxicación fue un escape bacteriológico en la base estadounidense de Torrejón. Como comprenderás, ante tamaña barbaridad, paso de leer cualquier publicación que haya podido escribir semejante papanatas.
Cuídate...que hay una gripe muy jodida pululando por ahí.
Y ya sabes...cuídate, porque la gripe acecha y te puedes llevar un susto mayúsculo.
Yo no soy borde, simplemente soy alérgico a los fascistas y los gilipollas.
Re: Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Copio y pego lo que ya escribí antes:
eso explica por qué vives sumido en la más profunda ignorancia. Amén de evidenciar tu ridículo sectarismo. Cualquier excusa (de mierda) es buena para taparte los ojos u oídos, según te convenga, para evitar que alguien te desmitifique a tu querido PSOE, que no es más que la puta de la CIA. Una actitud infantil no muy acorde de tu avanzada edad.
No solo tienes el intelecto de una ameba, sino que careces de originalidad y te repites más que el eco de un tartamudo. No te lo tomes como un consejo, porque a mí me da igual lo que pase contigo, pero recuerda que eres tú el que está en población de riesgo, no yo. Además, deduzco que estarás hecho polvo. En fin, lo dicho, que te metas tus deseos por donde te gusta pasarte las cosas (algo que te podías haber ahorrado, por cierto).
Re: Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
La Policía de Rubalcaba asumía que Marruecos y Francia "estaban detrás" del 11-M. Escuche el audio
Una grabación de Villarejo de 2009 revela cómo la cúpula policial admite que los servicios secretos de ambos países propiciaron el atentado.
La cúpula policial que investigó los ataques del 11-M tenía la sospecha, nunca investigada, de que los servicios secretos de Francia y Marruecos participaron en los atentados terroristas que segaron la vida de 191 personas en Madrid hace ahora 15 años.
Según desvela hoy Moncloa.com, esta tesis fue sustentada por varios de los responsables policiales con más peso en el Ministerio del Interior de Alfredo Pérez Rubalcaba, protagonistas de una grabación obtenida por el diario. "Mi criterio es que fueron los marroquíes con apoyo de los franceses, sin lugar a dudas", explica el excomisario José Villarejo, según acredita la cinta, grabada en diciembre de 2009. "Estaban detrás", afirma a renglón seguido Juan Antonio González, entonces máximo responsable de todos los operativos de Policía judicial en España.
La grabación se realizó en una comida a la que asistían cuatro altos jefes policiales: el comisario Villarejo -en prisión preventiva desde hace más de un año por orden de la Audiencia Nacional-, el mencionado Juan Antonio González, el comisario José Luis Olivera -que entonces dirigía la Unidad de Delincuencia Económica (UDEF) y llegó a ser director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO)- y Eloy Quirós -responsable de la UDYCO y actual comisario general de la Policía Judicial-.
En un momento de la conversación, el comisario Villarejo se dirige directamente a Juan Antonio González, entonces número dos de la Policía.
-"Yo he estado en Siria, en Líbano, recogiendo de una cabina de teléfonos llamadas que se hicieron durante el 11-M, que luego después las han tenido aquí y que antes, precisamente antes, fueron los servicios secretos franceses a cortar parte de esas llamadas. Entonces, yo, mi criterio, después de todo eso, es que fueron los marroquíes con el apoyo de los franceses, sin lugar a dudas".
"Vamos", refuerza el comisario Olivera. A lo que González responde: "Estaban detrás".
"Yo no tengo ninguna puta duda de que los servicios secretos marroquíes estuvieron hasta el culo y que los franceses les dieron apoyo logístico", continúa Villarejo.
La intervención de los servicios franceses
La versión aportada en esta grabación coincide con la declaración que el comisario Villarejo ha realizado en la Audiencia Nacional quince años después. Ante el juez Manuel García Castellón, Villarejo mantuvo que organizó un viaje a Líbano para captar información sobre las llamadas recibidas desde allí por los terroristas del 11-M.
Sin embargo y según la versión del ex comisario, esos datos fueron cercenados por miembros del servicio secreto francés. Esa misma versión fue aportada en 2011 por el traficante de armas Monzer Al Kassar.
En el seno de la operación Tándem, Villarejo utilizó estos viajes para explicar su participación en el pago de cinco millones de euros por parte del BBVA para frenar la compra de acciones del banco por parte de Sacyr. Pagos que sirvieron presuntamente para intervenir de forma ilegal los teléfonos de miembros del Gobierno de Zapatero.
La pasada semana, la defensa del excomisario presentó un escrito solicitando a la Audiencia Nacional que pida al Consejo de Ministros la desclasificación de documentos secretos que, a su juicio, "señalan la autoría real del 11-M".
https://www.elespanol.com/espana/201903 ... 275_0.html
Una grabación de Villarejo de 2009 revela cómo la cúpula policial admite que los servicios secretos de ambos países propiciaron el atentado.
La cúpula policial que investigó los ataques del 11-M tenía la sospecha, nunca investigada, de que los servicios secretos de Francia y Marruecos participaron en los atentados terroristas que segaron la vida de 191 personas en Madrid hace ahora 15 años.
Según desvela hoy Moncloa.com, esta tesis fue sustentada por varios de los responsables policiales con más peso en el Ministerio del Interior de Alfredo Pérez Rubalcaba, protagonistas de una grabación obtenida por el diario. "Mi criterio es que fueron los marroquíes con apoyo de los franceses, sin lugar a dudas", explica el excomisario José Villarejo, según acredita la cinta, grabada en diciembre de 2009. "Estaban detrás", afirma a renglón seguido Juan Antonio González, entonces máximo responsable de todos los operativos de Policía judicial en España.
La grabación se realizó en una comida a la que asistían cuatro altos jefes policiales: el comisario Villarejo -en prisión preventiva desde hace más de un año por orden de la Audiencia Nacional-, el mencionado Juan Antonio González, el comisario José Luis Olivera -que entonces dirigía la Unidad de Delincuencia Económica (UDEF) y llegó a ser director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO)- y Eloy Quirós -responsable de la UDYCO y actual comisario general de la Policía Judicial-.
En un momento de la conversación, el comisario Villarejo se dirige directamente a Juan Antonio González, entonces número dos de la Policía.
-"Yo he estado en Siria, en Líbano, recogiendo de una cabina de teléfonos llamadas que se hicieron durante el 11-M, que luego después las han tenido aquí y que antes, precisamente antes, fueron los servicios secretos franceses a cortar parte de esas llamadas. Entonces, yo, mi criterio, después de todo eso, es que fueron los marroquíes con el apoyo de los franceses, sin lugar a dudas".
"Vamos", refuerza el comisario Olivera. A lo que González responde: "Estaban detrás".
"Yo no tengo ninguna puta duda de que los servicios secretos marroquíes estuvieron hasta el culo y que los franceses les dieron apoyo logístico", continúa Villarejo.
La intervención de los servicios franceses
La versión aportada en esta grabación coincide con la declaración que el comisario Villarejo ha realizado en la Audiencia Nacional quince años después. Ante el juez Manuel García Castellón, Villarejo mantuvo que organizó un viaje a Líbano para captar información sobre las llamadas recibidas desde allí por los terroristas del 11-M.
Sin embargo y según la versión del ex comisario, esos datos fueron cercenados por miembros del servicio secreto francés. Esa misma versión fue aportada en 2011 por el traficante de armas Monzer Al Kassar.
En el seno de la operación Tándem, Villarejo utilizó estos viajes para explicar su participación en el pago de cinco millones de euros por parte del BBVA para frenar la compra de acciones del banco por parte de Sacyr. Pagos que sirvieron presuntamente para intervenir de forma ilegal los teléfonos de miembros del Gobierno de Zapatero.
La pasada semana, la defensa del excomisario presentó un escrito solicitando a la Audiencia Nacional que pida al Consejo de Ministros la desclasificación de documentos secretos que, a su juicio, "señalan la autoría real del 11-M".
https://www.elespanol.com/espana/201903 ... 275_0.html
Re: Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Insisto...con los escritos del tal Grimaldos, con los papeles de la CIA, con los papeles del KGB, y por supuesto con tus infumables panfletos...me limpio el ojete.Ver citas anterioresJosé escribió: ↑22 Mar 2022 23:46Copio y pego lo que ya escribí antes:
eso explica por qué vives sumido en la más profunda ignorancia. Amén de evidenciar tu ridículo sectarismo. Cualquier excusa (de mierda) es buena para taparte los ojos u oídos, según te convenga, para evitar que alguien te desmitifique a tu querido PSOE, que no es más que la puta de la CIA. Una actitud infantil no muy acorde de tu avanzada edad.
No solo tienes el intelecto de una ameba, sino que careces de originalidad y te repites más que el eco de un tartamudo. No te lo tomes como un consejo, porque a mí me da igual lo que pase contigo, pero recuerda que eres tú el que está en población de riesgo, no yo. Además, deduzco que estarás hecho polvo. En fin, lo dicho, que te metas tus deseos por donde te gusta pasarte las cosas (algo que te podías haber ahorrado, por cierto).
A cuidarse.
PD: yo no sé, ni me importa la edad que puedas tener, pero te aseguro que a pesar de haber cumplido hoy 68 brejes, estoy como un roble. Solamente tengo un problema...y es que, como bien reza mi firma... soy alérgico a los gilipollas.
Yo no soy borde, simplemente soy alérgico a los fascistas y los gilipollas.
Re: Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Toma la medicación que sea, pero deja de repetirte. Lo que hagas con tu culo en la intimidad, para divertirte, me la trae al pairo. Si quieres seguir siendo un sectario ignorante, es tu problema. De todo tiene que haber en el mundo. Ahora bien, no me hagas partícipe de tu degeneración.
Si con tal de mantener incorruptible tu fe en esa secta corrupta a la que estás afiliado, andas buscando excusas de mierda para censurar información crítica con dicha secta, dice mucho de tu cerrazón mental y tu radicalismo. Algo que tampoco me extraña, viendo tus maneras en el foro. Verdaderamente repelente. Con este comentario termino mi cruce de palabras contigo, porque paso de que me cierre el hilo el inquisidor de turno.
A pastar.
Si con tal de mantener incorruptible tu fe en esa secta corrupta a la que estás afiliado, andas buscando excusas de mierda para censurar información crítica con dicha secta, dice mucho de tu cerrazón mental y tu radicalismo. Algo que tampoco me extraña, viendo tus maneras en el foro. Verdaderamente repelente. Con este comentario termino mi cruce de palabras contigo, porque paso de que me cierre el hilo el inquisidor de turno.
A pastar.
Última edición por José el 23 Mar 2022 01:17, editado 1 vez en total.
Re: Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Lo bueno de esta decisión del PSOE es que cuenta con el rechazo unánime de la sociedad española. Especialmente, de la izquierda. El adelanto electoral parece bastante probable. Esto va a estallar por alguna parte. Ya serían dos gobiernos del PSOE yéndose de la misma forma.
El giro sobre el Sáhara preocupa a sectores del PSOE: "Las formas son incomprensibles"
En Ferraz se acogen a la línea marcada en el 40º Congreso Federal, en lugar del programa electoral, donde no había referencias a la autodeterminación como solución al conflicto. La situación abre una brecha en el Gobierno canario
El cambio histórico decidido por Pedro Sánchez en la posición sobre el Sáhara no solo ha cogido por sorpresa a la coalición, sino que sectores del Partido Socialista reconocen su "preocupación". Un diputado del grupo parlamentario del PSOE en el Congreso habla de "desconcierto" al aceptarse la posición de Marruecos sobre el plan de autonomía, pues contradice el propio programa electoral, donde se aboga por "alcanzar una solución del conflicto que sea justa, definitiva, mutuamente aceptable y respetuosa con el principio de autodeterminación del pueblo saharaui". En Ferraz se acogen a la línea marcada en el 40º Congreso Federal, en lugar del programa electoral, donde no había referencias a la autodeterminación como solución al conflicto. La ponencia se limita a defender "las iniciativas de diálogo que permitan una solución justa, duradera y mutuamente aceptable, en el marco de las negociaciones dirigidas por la ONU, las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y los principios de la Carta de las Naciones Unidas".
Más allá de las diferencias de fondo, otro diputado socialista señala también que "las formas son incomprensibles". Voces autorizadas en el PSOE, como la presidenta balear, Francina Armengol, se han desmarcado abiertamente, mientras que el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha querido matizar que "cualquier propuesta que se ponga sobre la mesa tiene que ser aceptada por el Reino de Marruecos y el Frente Polisario". Estos últimos acusaron a Sánchez de "sucumbir al chantaje de Marruecos". El portavoz del Gobierno balear, Iago Negueruela, ha reclamado al Gobierno central explicaciones, remarcando que "siempre hemos estado comprometidos con los derechos humanos y siempre hemos dado apoyo al pueblo saharaui, que ha vivido en una situación de injusticia demasiados años". La propia Armengol defendía, a través de las redes sociales, la necesidad de "respetar y defender uno de los valores más universales: los derechos humanos". Por ello, concluía que "el pueblo saharaui merece vivir en paz y libertad" para acabar enviando todo su "apoyo a las familias y al pueblo saharaui". Sus socios de Mès en el Ejecutivo se han referido directamente a una "traición" al pueblo saharaui y a los acuerdos de la ONU. Promoverán la aprobación de una declaración institucional en esta línea. Los socios del PSOE en Canarias también han amenazado con abrir una fisura en la coalición por el reconocimiento del plan de autonomía promovido por Marruecos bajo su soberanía. A través de la presentación de resoluciones en el debate sobre el estado de la nacionalidad, que se celebrará este martes, Nueva Canarias, Podemos y Agrupación Socialista Gomera mostrarán su oposición. En declaraciones recogidas por EFE, el vicepresidente del Gobierno de Canarias y líder de Nueva Canarias, Román Rodríguez, ha calificado este cambio en política exterior como una decisión propia de "un Estado sin principios", mientras que los socios morados se ha referido a una "indecencia histórica".
En un contexto de desconcierto entre una parte de la militancia socialista, con una decisión que contradice su propio programa electoral sin previo aviso, se ha acordado suspender un acto organizado por la agrupación de Madrid ciudad del PSOE para este martes en el que iban a participar el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, el exsecretario general de la OTAN Javier Solana y la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González. Se han alegado motivos de agenda, aunque algunos militantes de la agrupación apuntan al descontento interno y las dudas de abordar este encuentro con las bases como motivo de su cancelación. El diputado socialista Odón Elorza ha recordado a través de un artículo de opinión publicado en el diario 'Infolibre' que "la ONU reconoce al pueblo saharaui su derecho a un referéndum de autodeterminación" para asegurar que "a algunos socialistas nos costará cambiar el paso y aceptar de modo sumiso esta cesión a las pretensiones de Marruecos tras su conocida presión y su juego sucio".
Para paliar las dudas dentro y fuera del PSOE, desde Ferraz se distribuyó este lunes un argumentario interno en el que se justifica que "no ha habido un cambio de posición en relación con el Sáhara". "Ha sido la postura de España desde 2008, con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno". "En las declaraciones de las Reuniones de Alto Nivel España-Marruecos de 2008, 2012 y 2015 se habla expresamente de que España saluda los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos", justifica el argumentario, obviando que Zapatero en 2008 respaldó la propuesta como una más, pero sin conceder que fuese la mejor solución. El escrito hace hincapié en que el Gobierno mantendrá su compromiso de cooperación con la población saharaui y refugiada. Un "firme compromiso con la población saharaui refugiada" que se manifestaría "en el apoyo sostenido y continuado de proyectos esenciales y estratégicos en los sectores de seguridad alimentaria y nutrición, y salud". Así, se destaca que, en el último año, "la financiación de la Aecid a los campamentos de población refugiada saharaui supuso 7,7 millones de euros (frente a los 5,5 millones de euros de 2020 y 2019)", focalizándose en seguridad alimentaria y nutrición, y salud. En la próxima estrategia de contexto 2022-2023 se explica que "se prevé incorporar la educación en emergencias, dadas las carencias en educación y la cronificación de la crisis".
https://www.elconfidencial.com/espana/2 ... o_3395615/
El giro sobre el Sáhara preocupa a sectores del PSOE: "Las formas son incomprensibles"
En Ferraz se acogen a la línea marcada en el 40º Congreso Federal, en lugar del programa electoral, donde no había referencias a la autodeterminación como solución al conflicto. La situación abre una brecha en el Gobierno canario
El cambio histórico decidido por Pedro Sánchez en la posición sobre el Sáhara no solo ha cogido por sorpresa a la coalición, sino que sectores del Partido Socialista reconocen su "preocupación". Un diputado del grupo parlamentario del PSOE en el Congreso habla de "desconcierto" al aceptarse la posición de Marruecos sobre el plan de autonomía, pues contradice el propio programa electoral, donde se aboga por "alcanzar una solución del conflicto que sea justa, definitiva, mutuamente aceptable y respetuosa con el principio de autodeterminación del pueblo saharaui". En Ferraz se acogen a la línea marcada en el 40º Congreso Federal, en lugar del programa electoral, donde no había referencias a la autodeterminación como solución al conflicto. La ponencia se limita a defender "las iniciativas de diálogo que permitan una solución justa, duradera y mutuamente aceptable, en el marco de las negociaciones dirigidas por la ONU, las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y los principios de la Carta de las Naciones Unidas".
Más allá de las diferencias de fondo, otro diputado socialista señala también que "las formas son incomprensibles". Voces autorizadas en el PSOE, como la presidenta balear, Francina Armengol, se han desmarcado abiertamente, mientras que el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha querido matizar que "cualquier propuesta que se ponga sobre la mesa tiene que ser aceptada por el Reino de Marruecos y el Frente Polisario". Estos últimos acusaron a Sánchez de "sucumbir al chantaje de Marruecos". El portavoz del Gobierno balear, Iago Negueruela, ha reclamado al Gobierno central explicaciones, remarcando que "siempre hemos estado comprometidos con los derechos humanos y siempre hemos dado apoyo al pueblo saharaui, que ha vivido en una situación de injusticia demasiados años". La propia Armengol defendía, a través de las redes sociales, la necesidad de "respetar y defender uno de los valores más universales: los derechos humanos". Por ello, concluía que "el pueblo saharaui merece vivir en paz y libertad" para acabar enviando todo su "apoyo a las familias y al pueblo saharaui". Sus socios de Mès en el Ejecutivo se han referido directamente a una "traición" al pueblo saharaui y a los acuerdos de la ONU. Promoverán la aprobación de una declaración institucional en esta línea. Los socios del PSOE en Canarias también han amenazado con abrir una fisura en la coalición por el reconocimiento del plan de autonomía promovido por Marruecos bajo su soberanía. A través de la presentación de resoluciones en el debate sobre el estado de la nacionalidad, que se celebrará este martes, Nueva Canarias, Podemos y Agrupación Socialista Gomera mostrarán su oposición. En declaraciones recogidas por EFE, el vicepresidente del Gobierno de Canarias y líder de Nueva Canarias, Román Rodríguez, ha calificado este cambio en política exterior como una decisión propia de "un Estado sin principios", mientras que los socios morados se ha referido a una "indecencia histórica".
En un contexto de desconcierto entre una parte de la militancia socialista, con una decisión que contradice su propio programa electoral sin previo aviso, se ha acordado suspender un acto organizado por la agrupación de Madrid ciudad del PSOE para este martes en el que iban a participar el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, el exsecretario general de la OTAN Javier Solana y la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González. Se han alegado motivos de agenda, aunque algunos militantes de la agrupación apuntan al descontento interno y las dudas de abordar este encuentro con las bases como motivo de su cancelación. El diputado socialista Odón Elorza ha recordado a través de un artículo de opinión publicado en el diario 'Infolibre' que "la ONU reconoce al pueblo saharaui su derecho a un referéndum de autodeterminación" para asegurar que "a algunos socialistas nos costará cambiar el paso y aceptar de modo sumiso esta cesión a las pretensiones de Marruecos tras su conocida presión y su juego sucio".
Para paliar las dudas dentro y fuera del PSOE, desde Ferraz se distribuyó este lunes un argumentario interno en el que se justifica que "no ha habido un cambio de posición en relación con el Sáhara". "Ha sido la postura de España desde 2008, con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno". "En las declaraciones de las Reuniones de Alto Nivel España-Marruecos de 2008, 2012 y 2015 se habla expresamente de que España saluda los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos", justifica el argumentario, obviando que Zapatero en 2008 respaldó la propuesta como una más, pero sin conceder que fuese la mejor solución. El escrito hace hincapié en que el Gobierno mantendrá su compromiso de cooperación con la población saharaui y refugiada. Un "firme compromiso con la población saharaui refugiada" que se manifestaría "en el apoyo sostenido y continuado de proyectos esenciales y estratégicos en los sectores de seguridad alimentaria y nutrición, y salud". Así, se destaca que, en el último año, "la financiación de la Aecid a los campamentos de población refugiada saharaui supuso 7,7 millones de euros (frente a los 5,5 millones de euros de 2020 y 2019)", focalizándose en seguridad alimentaria y nutrición, y salud. En la próxima estrategia de contexto 2022-2023 se explica que "se prevé incorporar la educación en emergencias, dadas las carencias en educación y la cronificación de la crisis".
https://www.elconfidencial.com/espana/2 ... o_3395615/
Última edición por José el 23 Mar 2022 01:27, editado 3 veces en total.
Re: Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
¿ Cómo te tengo que decir que con los escritos del tal Grimaldos, con los papeles de la CIA, con los papeles del KGB, y por supuesto con tus infumables panfletos...me limpio el ojete ?.Ver citas anterioresJosé escribió: ↑23 Mar 2022 00:58 Abuelo. Deja de repetirte. Lo que hagas con tu culo en la intimidad, para divertirte, me la trae al pairo. Si quieres seguir siendo un sectario ignorante, es tu problema. Ya está. Ahora bien, no nos hagas partícipes, al resto, de tu decadencia tanto moral como física. Se acabó la comunicación contigo en este hilo. No tengo tiempo para impresentables y tampoco quiero que venga el inquisidor de turno a cerrarme el hilo.
A cuidarse...y deja de insultar.
PD: yo no sé, ni me importa la edad que puedas tener, pero te aseguro que a pesar de haber cumplido hoy 68 brejes, estoy como un roble. Solamente tengo un problema...y es que, como bien reza mi firma... soy alérgico a los gilipollas.
Yo no soy borde, simplemente soy alérgico a los fascistas y los gilipollas.
Re: Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Conociendo las evidencias documentales que ligan al PSOE directamente con la CIA, y sabiendo que la Marcha Verde fue planificada por la CIA, financiada por Arabia Saudí y pactada entre Hasán II y Juan Carlos I, ¿alguien tiene alguna duda de que el cambio de postura del PSOE con el Sáhara se debe a una llamadita desde Washington? Recordemos, Marruecos es el aliado estratégico de EEUU en África; Argelia, que apoya abiertamente a los saharauis, es aliada de Rusia (y China). Con esta decisión, España recupera como "amigo" a Marruecos, y pierde a Argelia, que es la que nos suministra el gas. Nuevamente, España ha priorizado los intereses de EEUU sobre los suyos propios, y los estadounidenses han aprovechado que su puta es más servil que nunca para conseguir sus fines.
El Gobierno normaliza ya la "autonomía" del Sáhara como el plan "más realista"
José Manuel Albares explicará este miércoles en la Comisión de Exteriores la postura del Ejecutivo, mientras que el presidente del Gobierno elude las explicaciones en la Cámara Baja y viajará a Ceuta y Melilla
https://www.elconfidencial.com/espana/2 ... e_3395955/
El Gobierno normaliza ya la "autonomía" del Sáhara como el plan "más realista"
José Manuel Albares explicará este miércoles en la Comisión de Exteriores la postura del Ejecutivo, mientras que el presidente del Gobierno elude las explicaciones en la Cámara Baja y viajará a Ceuta y Melilla
https://www.elconfidencial.com/espana/2 ... e_3395955/
Re: Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Sin la más mínima acritud...Ver citas anterioresJosé escribió: ↑23 Mar 2022 00:58 Toma la medicación que sea, pero deja de repetirte. Lo que hagas con tu culo en la intimidad, para divertirte, me la trae al pairo. Si quieres seguir siendo un sectario ignorante, es tu problema. De todo tiene que haber en el mundo. Ahora bien, no me hagas partícipe de tu degeneración.
Si con tal de mantener incorruptible tu fe en esa secta corrupta a la que estás afiliado, andas buscando excusas de mierda para censurar información crítica con dicha secta, dice mucho de tu cerrazón mental y tu radicalismo. Algo que tampoco me extraña, viendo tus maneras en el foro. Verdaderamente repelente. Con este comentario termino mi cruce de palabras contigo, porque paso de que me cierre el hilo el inquisidor de turno.
A pastar.
https://www.youtube.com/watch?v=TCql_AXSpzg
Yo no soy borde, simplemente soy alérgico a los fascistas y los gilipollas.
Re: Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Daktari, ¿por qué les das de comer?
If you are neutral in situations of injustice you have chosen the side of the oppressor
Desmond Tutu
Desmond Tutu
Re: Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Este hilo en historia, porque menuda historia.
Otro hilo que acabara como el de Ada.
Otro hilo que acabara como el de Ada.
Re: Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Ave Maria Purisima menudo hilo
Re: Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
No sabía que hubiera tanto sociata en el foro. Solo espero que la moderación haya tomado nota de los que han venido a reventar el hilo.
La Cámara de Cuentas concluye que el Instituto andaluz de la Mujer contrató y dio subvenciones sin justificar
El informe fiscaliza la actuación de este organismo en el año 2018, cuando gobernaba el PSOE
La Cámara de Cuentas de Andalucía señala en el informe que fiscaliza al Instituto Andaluz de la Mujer que este organismo público, dependiente de la Junta de Andalucía, concedió subvenciones y contrató personal de forma arbitraria durante el año 2018, cuando todavía gobernaba el PSOE. Según este documento, "no queda justificada la utilización de subvenciones excepcionales" y se realizaron contrataciones públicas "sin motivación".
El informe comienza señalando que se ha aportado una documentación "insuficiente" sobre "los bienes inmuebles" para poder llevar a cabo un análisis exhaustivo sobre las cuentas y logros de este ente. El texto, publicado en la página web de la propia Cámara de Cuentas, señala que "en relación con la tramitación y gestión de los expedientes de subvenciones, se han puesto de manifiesto determinadas incidencias e incumplimientos" como la "ausencia de un Plan Estratégico de Subvenciones".
Dudas sobre las subvenciones
"No queda justificada la utilización de subvenciones excepcionales, ejecutadas a través de programas anuales, para el desarrollo de programas y prestación de servicios que garanticen a las víctimas de violencia de género el derecho a una asistencia social integral en el Instituto Andaluz de la Mujer", recoge el informe.
Vox ha denunciado su contenido a través de su portavoz en Andalucía, Manuel Gavira, quien asegura que esto demuestra que el Instituto de la Mujer es "un chiringuito ideológico". "Un informe de fiscalización confirma que las subvenciones se entregan a dedo", ha dicho en rueda de prensa apenas un día después de que se conociera que el Ministerio de Igualdad contará con 21.000 millones de euros hasta 2025 para su III Plan Estratégico de Igualdad Efectiva entre Hombres y Mujeres.
Contratación arbitraria
En cuanto a la contratación de personal, el informe señala que "se han puesto de manifiesto incumplimientos en la tramitación y gestión de los expedientes" como por ejemplo la "ausencia de motivación de la necesidad del contrato" o la "falta de adecuación a los principios de publicidad, transparencia y eficiencia del artículo 1 de la Ley de Contratos del Sector Público".
La Cámara de Cuentas andaluza también critica que el Instituto no lleve a cabo un control efectivo sobre el cumplimiento de sus objetivos para que haya "igualdad real entre hombres y mujeres". "El IAM determina objetivos operativos para concretar el fin genérico que supone su misión, pero se ha constatado que no realiza un adecuado seguimiento de estos", constata.
Las recomendaciones
A modo de conclusión, el organismo recomienda al Instituto de la Mujer andaluz que "agilice el control y seguimiento" de las subvenciones "pendientes de justificación" o "iniciar las acciones necesarias para el reintegro de las cantidades percibidas por los beneficiarios que no hayan cumplido con las condiciones de subcontratación establecidas".
En cuanto a la contratación, reclama "tomar medidas para mejorar la tasa de absentismo" o "evitar recurrir a la contratación y/o los encargos a medios propios para suplir carencias estructurales del personal".
Por último, sobre la fiscalización operativa, recomienda "establecer objetivos e indicadores que sirvan para evaluar la eficacia, la eficiencia, la economía y la equidad. Por otra parte, se deberían racionalizar los servicios prestados, de manera que se consiga una gestión eficiente a la vez que se garantiza la atención de las mujeres".
Gavira ha advertido contra la posibilidad de que el Gobierno de PP y Cs dirigido por Juanma Moreno no haya puesto coto a estas prácticas que se llevaban a cabo durante la etapa socialista de Susana Díaz como presidenta andaluza. Vox ha reclamado desde el principio de la legislatura reducir los organismos públicos en Andalucía para recortar gastos, además de llevar cabo auditorías independientes para conocer su coste.
https://www.libertaddigital.com/andaluc ... r-6874559/
La Cámara de Cuentas concluye que el Instituto andaluz de la Mujer contrató y dio subvenciones sin justificar
El informe fiscaliza la actuación de este organismo en el año 2018, cuando gobernaba el PSOE
La Cámara de Cuentas de Andalucía señala en el informe que fiscaliza al Instituto Andaluz de la Mujer que este organismo público, dependiente de la Junta de Andalucía, concedió subvenciones y contrató personal de forma arbitraria durante el año 2018, cuando todavía gobernaba el PSOE. Según este documento, "no queda justificada la utilización de subvenciones excepcionales" y se realizaron contrataciones públicas "sin motivación".
El informe comienza señalando que se ha aportado una documentación "insuficiente" sobre "los bienes inmuebles" para poder llevar a cabo un análisis exhaustivo sobre las cuentas y logros de este ente. El texto, publicado en la página web de la propia Cámara de Cuentas, señala que "en relación con la tramitación y gestión de los expedientes de subvenciones, se han puesto de manifiesto determinadas incidencias e incumplimientos" como la "ausencia de un Plan Estratégico de Subvenciones".
Dudas sobre las subvenciones
"No queda justificada la utilización de subvenciones excepcionales, ejecutadas a través de programas anuales, para el desarrollo de programas y prestación de servicios que garanticen a las víctimas de violencia de género el derecho a una asistencia social integral en el Instituto Andaluz de la Mujer", recoge el informe.
Vox ha denunciado su contenido a través de su portavoz en Andalucía, Manuel Gavira, quien asegura que esto demuestra que el Instituto de la Mujer es "un chiringuito ideológico". "Un informe de fiscalización confirma que las subvenciones se entregan a dedo", ha dicho en rueda de prensa apenas un día después de que se conociera que el Ministerio de Igualdad contará con 21.000 millones de euros hasta 2025 para su III Plan Estratégico de Igualdad Efectiva entre Hombres y Mujeres.
Contratación arbitraria
En cuanto a la contratación de personal, el informe señala que "se han puesto de manifiesto incumplimientos en la tramitación y gestión de los expedientes" como por ejemplo la "ausencia de motivación de la necesidad del contrato" o la "falta de adecuación a los principios de publicidad, transparencia y eficiencia del artículo 1 de la Ley de Contratos del Sector Público".
La Cámara de Cuentas andaluza también critica que el Instituto no lleve a cabo un control efectivo sobre el cumplimiento de sus objetivos para que haya "igualdad real entre hombres y mujeres". "El IAM determina objetivos operativos para concretar el fin genérico que supone su misión, pero se ha constatado que no realiza un adecuado seguimiento de estos", constata.
Las recomendaciones
A modo de conclusión, el organismo recomienda al Instituto de la Mujer andaluz que "agilice el control y seguimiento" de las subvenciones "pendientes de justificación" o "iniciar las acciones necesarias para el reintegro de las cantidades percibidas por los beneficiarios que no hayan cumplido con las condiciones de subcontratación establecidas".
En cuanto a la contratación, reclama "tomar medidas para mejorar la tasa de absentismo" o "evitar recurrir a la contratación y/o los encargos a medios propios para suplir carencias estructurales del personal".
Por último, sobre la fiscalización operativa, recomienda "establecer objetivos e indicadores que sirvan para evaluar la eficacia, la eficiencia, la economía y la equidad. Por otra parte, se deberían racionalizar los servicios prestados, de manera que se consiga una gestión eficiente a la vez que se garantiza la atención de las mujeres".
Gavira ha advertido contra la posibilidad de que el Gobierno de PP y Cs dirigido por Juanma Moreno no haya puesto coto a estas prácticas que se llevaban a cabo durante la etapa socialista de Susana Díaz como presidenta andaluza. Vox ha reclamado desde el principio de la legislatura reducir los organismos públicos en Andalucía para recortar gastos, además de llevar cabo auditorías independientes para conocer su coste.
https://www.libertaddigital.com/andaluc ... r-6874559/
Re: Hilo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)
Ya veo que no solo pierdes el tiempo con blanca. Pero así no va a mejorar, porque de donde no hay...Ver citas anterioresdaktari escribió: ↑23 Mar 2022 01:57Sin la más mínima acritud...Ver citas anterioresJosé escribió: ↑23 Mar 2022 00:58 Toma la medicación que sea, pero deja de repetirte. Lo que hagas con tu culo en la intimidad, para divertirte, me la trae al pairo. Si quieres seguir siendo un sectario ignorante, es tu problema. De todo tiene que haber en el mundo. Ahora bien, no me hagas partícipe de tu degeneración.
Si con tal de mantener incorruptible tu fe en esa secta corrupta a la que estás afiliado, andas buscando excusas de mierda para censurar información crítica con dicha secta, dice mucho de tu cerrazón mental y tu radicalismo. Algo que tampoco me extraña, viendo tus maneras en el foro. Verdaderamente repelente. Con este comentario termino mi cruce de palabras contigo, porque paso de que me cierre el hilo el inquisidor de turno.
A pastar.
https://www.youtube.com/watch?v=TCql_AXSpzg