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gálvez escribió: ↑08 Oct 2020 17:20
Se definían cómo un partido de izquierdas, de extremaizquierda incluso.No me extrañó mucho porque el indigenismo es adorado e idealizado por la izquierda europea .
Desde que existen los
movimientos antisistémicos, ha habido una clara diferencia dependiendo de la zona en la que nos ubicamos.
La primera diferencia que debieron dirimir fue la estrategia, un grupo (socialistas) apostó por alcanzar el Estado y desde allí gestar los cambios, el otro (anarquistas) apostaría por luchar en la calle sin pretensiones políticas. Obviamente sabemos que ganaron los primeros.
La segunda diferencia se dio entorno a su propia concepción ontológica, nación vs clase, ¿eran movimientos nacionalistas o eran movimientos de clase internacional?
Por regla general, los partidos socialistas de corte nacionalista predominaron en el tercer mundo: socialismo árabe, socialismo latinoamericano y africano. Por otro lado los partidos socialistas de corte clasista se instalaron en el primer mundo -
Socialdemocracia-.
Dentro del tercer mundo la lucha antisistémica se concretó con una serie de elementos propios a los de su existencia como pueblos que veían el colonialismo y el imperialismo con un riesgo tan explícito como la misma explotación del capital. En Europa en cambio, no había tal análisis, el principal riesgo visto por sus habitantes eran las condiciones de trabajo, remuneraciones y desigualdad.
Ya han pasado más de 100 años desde que estos movimientos iniciaron su vida, sus logros y fracasos son más que conocidos, pero en este tema vale la pena destacar que mezclar un nacionalismo con la lucha misma contra el sistema siempre lleva a paradojas y contradicciones ilógicas (por más que para ellos sea lógica).
Entonces, en América Latina puedes encontrar partidos (y movimientos) de "extrema izquierda" más y menos nacionalistas, más y menos racionales, más y menos profundos en su pensamiento filosófico, en Centroamérica y Perú hay movimientos que reivindican al indígena casi deificándolo y acusando tanto a España, Estados Unidos como a occidente en su conjunto de todos sus problemas, esto, a pesar que lleven siglos independientes y la pobreza sea explicada por sus propio régimen y no por la conquista de hace 500 años.
Yo entiendo perfectamente que estos partidos pueden tener un nivel de éxito pues el discurso nacionalista barato de los "oprimidos" cuela mucho más que un discurso realmente científico y ecuánime (lo cual irremediablemente debe eliminar todo resentimiento con el blanco europeo y el español), pero lo que no puedo aceptar es que estos al llegar al poder vayan a generar un gran cambio, y sobre todo, un cambio positivo (generalmente es negativo), ya que, visto lo visto, ¿qué diferencia real hay entre un partido de ultraizquierda, nacionalista-étnico, que mantiene un discurso de odio "de abajo - arriba" y que confía en el estatismo exacerbado (tanto económico como político) y uno de ultraderecha cercano al fascismo?
- Un fascista peruano reivindicará la "raza peruana" o en el caso más extremo, solo la criolla. Un extremista étnico de izquierda reivindicará al mestizo o indígena, en un caso más extremo a un pueblo indígena en particular.
- Un fascista peruano mantendrá un discurso de odio contra los judíos, los musulmanes, los inmigrantes (en Perú el racismo hacia los venezolanos desde hace unos años ha ido incrementándose) y desde luego contra sus "rivales históricos" como Chile o Perú. Un extremista étnico de izquierda mantendrá un discurso igual de beligerante y pernicioso contra la banca, Europa, España, Estados Unidos, y si vale la pena, los judíos.
- Un fascista peruano confiará en un Estado fuerte, que ponga orden, reforzará las FFAA y policías, si la situación lo amerita tendrá una mano dura con los empresarios. Un extremista étnico de izquierda hará lo mismo, solo que con otro enfoque, "exprópiese al empresario ladrón". Curiosamente, ambos son muy militaristas...
En este sentido los liberales llevan la razón cuando dicen que "los extremos se atraen".
Saludos.