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Lady_Sith escribió: ↑10 Mar 2021 20:45
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labora-t escribió: ↑09 Mar 2021 13:13
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Chato escribió: ↑09 Mar 2021 12:24
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labora-t escribió: ↑09 Mar 2021 10:02
Trump, Bolsonaro, Jhonson, la derecha española, la sueca... estuvieron durante meses diciendo que el COVID-19 es un catarrete de tres al cuarto y tratando de disuadir a la población del uso de mascarilla y solicitándoles que siguiesen con su vida normal.
Si la población les hubiese hecho caso, habrían muerto cientos de millones de pensionistas y la pandemia estaría a punto de acabarse. Lo calculó un software israelí que nunca ha fallado una predicción de estas características.
Yo no veo Cuarto Milenio, pero tú deberías leer menos y jugar más al ajedrez o resolver circuitos electrónicos, ecuaciones... Cualquier cosa que desarrolle la lógica.
En España fueron el Gobierno y sus palmeros quienes defendieron que esto era poco menos que una gripe. Fake news creo que llaman a esto.
Pues yo al nivel de Trump, Bolsonaro y Jhonson, en España, sólo he visto a Díaz Ayuso mientras le dejaron.
¿Quién fue de invitado a hablar a la sexta sobre la corona histeria?
https://www.lasexta.com/programas/el-ob ... 699ba.html
¿Quién dijo q sólo iba a haber algunos casos aislados?
Luego te comento lo que opino sobre Simón, pero ya que llevo bastantes meses difundiendo la alocada teoría de la conspiración de que a mí el caso COVID-19 me parece un ataque pensionicida (semifrustrado por los demócratas, europeos y otros "maricas sentimentales"), voy a explicar por qué tengo esta idea, que se basa en la cantidad de casualidades que se tendrían que dar para que esto no fuese así.
Primera casualidad.
El virus sale del país ideal para difundir una plaga, China, porque por tener la economía más industrial y productiva del mundo, en todos los países hay personas que se están moviendo, en el momento del inicio de la pandemia, debido a sus proyectos, tanto por todo el planeta, como por sus propios países, y tienen que ir a allí en busca de maximizar los beneficios.
Sea como sea, esto puede ser fruto de una casualidad, lo cual nos lleva a la segunda casualidad.
Segunda casualidad.
Previamente a la difusión del virus, China acoge unos juegos deportivos militares, momento idóneo para llevar a cabo una inoculación.
El hecho de que esto ocurra también puede ser una casualidad, lo que nos lleva a la tercera.
Tercera casualidad.
El virus tiene una mortandad exageradamente elevada entre las personas que, debido a su edad, pueden estar cobrando una pensión o estar a punto de hacerlo, en relación a las que están a muchos años de hacerlo.
En cualquier caso, esto también puede ser de casualidad, cosa que nos lleva a la cuarta.
Cuarta casualidad.
El virus es exageradamente difícil de detectar durante el período de latencia, que puede llegar a ser muy largo, cuando ya puede transmitirse.
Esto parece muy adecuado de cara a que se propague antes de ser detectado, lo cual podría hacerlo ideal como arma biológica, pero esto también puede ser una casualidad, lo que nos lleva a la quinta.
Quinta casualidad.
Es muy exagerada la diferencia en la gravedad de la infección que produce el virus dependiendo de la cantidad de individuos de la especie que alcancen al riego sanguíneo de la persona infectada; el mismo virus puede, desde ser asintomático (generándose anticuerpos) a producir cargas virales letales.
Esto parece ideal para inoculárselo a los soldados de un ejército, en una dosis baja, para que obtengan los anticuerpos, y luego endosárselo a los del ejército enemigo en una dosis alta, para debilitarlos, lo cual podría hacerlo ideal también como arma biológica, pero también podría ser una casualidad, llegando de este modo a la sexta.
Sexta casualidad.
Se sabe que el virus dio el salto al ser humano desde una especie de murciélago, pero también se sabe que hay una especie puente que lo albergó durante un período desde un cambio genético previo, pero por más que los mejores zoólogos, médicos, ingenieros genéticos... visitan el lugar donde surge la pandemia, no aparece la especie puente; varias misiones de la OMS, ONU, importantes entidades chinas, etc... no consiguen dar con esa especie.
Parece un poco extraño que en un planeta en la que sólo hay unas cuantas miles de especies de mamíferos superiores, la más buscada de la historia no aparezca, cuando la están buscando las personas más cualificadas del mundo para hacerlo.
Pero esto también podría ser de casualidad. Esa especie puente podría ocultarse especialmente bien o darse la casualidad de que se acaba de extinguir sin que nadie se haya dado cuenta. Se llega así a la séptima casualidad.
Séptima casualidad.
Se da la casualidad de que los presidentes de Estados Unidos, el Reino Unido y Brasil han estado insistiendo compulsivamente en que el uso de la mascarilla, el distanciamiento social, etc... son innecesarios (cosa de maricas y gallinas) y dando la sensación de que trabajan para el virus más que para las posibles víctimas.
Casualmente, Estados Unidos y el Reino Unido tienen un sumatorio de deuda pública, privada y de las familias descomunal y, como la mayoría de sus principales aliados, no son capaces de afrontar sus pagos sin llevar a cabo más y más emisión de deuda, que es considerada por los expertos como incontrolable. De la situación económica de Brasil no hace falta decir nada.
No obstante, podría ser una casualidad que los presidentes de tres países a los que les puede venir bien que su entorno se libre de unos cuantos cientos de millones de pensionistas en muy poco tiempo (lo que habría ocurrido si los demócratas y muchos gobiernos europeos y latinoamericanos o Canadá, Nueva Zelanda... no hubiesen hecho caso omiso a sus recomendaciones) salgan en los medios diciendo que es de gallinas usar mascarilla, el distanciamiento social, las cuarentenas...
Octava casualidad.
Trump, Bolsonaro y Jhonson contraen el COVID-19, y se hacen lógicamente con anticuerpos, en momentos óptimos para ellos; Jhonson justo antes de que se difunda la variedad británica de la especie (luego especifico casualidades derivadas de la difusión de nuevas mutaciones, cepas y variedades); Trump justo antes de las elecciones y Bolsonaro justo cuando la variante brasileña se estaba convirtiendo en un serio problema. Esto también puede ser de casualidad. Hay una pandemia y la gente se está contagiando.
Novena casualidad.
Trump, Bolsonaro y Jhonson, según Informe Semanal pertenecientes a un grupo de extrema derecha considerado como muy peligroso incluso por las policías de varios países, con vínculos con supremacistas arios con antecedentes penales, dan la sensación de estar haciendo todo lo posible por apoyar la expansión del virus más que por pararle los pies, pero poco a poco, la mayoría de los gobiernos demócratas y la mayoría de los gobiernos europeos y latinoamericanos, así como Canadá, Australia... hacen caso omiso a sus sugerencias, con lo cual la velocidad de expansión del SARS-CoV-2 y su mortalidad se reducen.
Poco después de que Bolsonaro y Jhonson (la infección de Trump parece estar muy relacionada con el momento de su campaña electoral) superasen sus respectivas infecciones surgen, de Reino Unido, de Brasil y de Estados Unidos (de uno de sus estados más endeudados), las tres variantes del SARS-CoV-2 consideradas más peligrosas, o que combinadas con otras mutaciones, cepas o variantes, han dado lugar a las tres consideradas más peligrosas de las múltiples surgidas.
Esto también puede ser una casualidad. Las mutaciones, cepas y variantes peligrosas surgen en gran número y por todos los lados, por lo que podría ser una casualidad que tres de las cuatro consideradas más peligrosas hayan surgido en los países de estos presidentes.
Décima casualidad.
No se produce un golpe de Estado ni más ni menos que en Estados Unidos de milagro. Fantasear con un golpe de estado sería muy normal en un gobernante que oculta algo muy serio. Pero es otro hecho que puede ser una casualidad. Son cosas que pueden pasar en cualquier lado.
Undécima.
Brasil, Reino Unido y Estados Unidos están en la lista de países en los que se llevan a cabo las pruebas de las vacunas. Haber llevado a cabo esas pruebas es una buena excusa, en caso de que a posteriori aparezcan cambios genéticos en la especie, de cara a justificar dichos cambios. Pero puede ser otra casualidad. Llama la atención que Reino Unido y Estados Unidos se presten a estar en esa lista; esas actividades se solían llevar a cabo en el Tercer Mundo. Sea como sea, podría ser otra casualidad.
Duodécima.
Las mutaciones, variedades y cepas son muy parecidas entre sí: todas hacen que el virus sea más contagioso, más letal que el original (incrementan la carga viral hasta al doble), lo hacen letal a menos edad y, al menos las variantes californiana, una de las británicas y la brasileña, tienen capacidad para hacer que personas con anticuerpos o vacunadas puedan transmitir el virus.
Es otro hecho que puede ser casual.
En cuanto a Simón, es muy probable que recibiese un consejo de la persona o personas equivocadas, en las que confiaría, obviamente se equivocó y, siendo el principal responsable de las muertes en este país, tiene demasiado ego como para hacer lo que debería hacer; reconocer que se equivocó y pedir disculpas.
Sea como sea, Simón es un funcionario, que ya ocupaba su cargo con el gobierno del PP y no un político.