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gálvez escribió:Tu mismo lo dices, en un estado social el estado puede buscar la
desigualdad ante una desigualdad material,
pero aquí no hablamos de una desigualdad material (de medios, económica) aquí hablamos de una desigualdad "genética" cómo es el género.
Lo malo de las jeringonzas administrativas y de la lengua reseca de los políticos es que no solamente representan una forma fea de expresarse, sino que son, además, pegadizas. He visto a varios foreros usando incorrectamente el feo anglicismo "género" como si fuera equivalente a "sexo" así que supongo que esto es un vicio que se ha instalado en el conjunto de la sociedad por culpa del lenguaje inclusivo de los cojones que impregna los medios de la comunicación y la política en España.
En antropología se usa la palabra "gender" (traducida toscamente al español como género) para significar la diferencia entre el "sexo", que es el hecho biológico de que una persona tiene unos genitales y una carga cromosómica determinada, y los atributos que se esperan de un persona en un determinado orden social. Dicho de otra manera, el "género" es el rol social atribuido a los sexos. Así, por ejemplo, el sexo de un varón de la tribu etoro es el mismo que el de un varón español, pero mientras para el primero la succión del pene de sus mayores es considerado una obligación masculina para el segundo ese mismo acto es considerado un quebrantamiento de su rol de género (dadles tiempo a los chiringuitos de género y quizá esta frase deje de ser válida muy pronto). Por lo tanto, el género no es, como dice Gálvez, una desigualdad genética, sino que es un constructo social. Hasta aquí, supongo, todos estamos de acuerdo: sexos diferentes suelen implicar roles diferenciados (géneros). Las cuestiones serían, entonces, si esa diferencia de roles es una pura construcción social (y las mujeres estarían naturalmente tan capacitadas para despuntar en una liga de fútbol profesional mixta y ganar competiciones de ajedrez como los hombres), si, aun existiendo diferencias biológicas, la adjudicación de roles de género iría en detrimento de las mujeres (o en su favor), si cada uno de nosotros podemos decidir a voluntad nuestro género con independencia de nuestro sexo de nacimiento (como sostienen los transexualistas) y muchas otras más.
Obviamente, dentro de esta reflexión sobre los sexos biológicos y los roles sociales hay muchísimas posibilidades, lo cual da lugar a una multitud de corrientes y subvariantes dentro del llamado feminismo contemporáneo. En sociedades como las de Europa occidental la idea de igualdad entre las personas está tan aceptada que si usamos la palabra "feminismo" en el sentido de "movimiento que busca la igualdad entre la mujer y el hombre", la palabra "feminismo" se convierte en lo que llamaríamos un "significante vacío" debido a que lleva dentro de sí otro "significante vacío", que es igualdad. ¿Qué es un significante vacío? Son esos términos que gustan a todo el mundo pero que no significan nada. Por ejemplo, "democracia". ¿Qué país no pretende ser una democracia a día de hoy? Corea del Norte es la República Popular Democrática de Corea. Como todo el mundo acepta la democracia, lo que vemos es una disputa por el término. Los países soviéticos no discutían el concepto de democracia, sino que disputaban para sí el uso de la palabra. Todos quieren ser "los verdaderos demócratas". ¿Quién está en contra de la igualdad? El que lo esté, no se va a atrever a decirlo, así que los del chiringuito de género intentan siempre tender la trampa estableciendo la ecuación "chiringuito de género=feminismo=igualdad", de manera que si estás en contra del chiringuito de género estás en contra de la igualdad y si estás a favor de la igualdad estás a favor del chiringuito de género. Ahora bien, ¿qué significa "igualdad"? ¿Igualdad formal, es decir, ante la ley? ¿Igualdad de representación en los órganos de poder de la sociedad? ¿Igualdad de salarios con independencia de la actividad que uno realice y del valor que uno aporte? No hay un consenso sobre lo que significa esta palabra. Es una trampa dialéctica de baja estofa que vemos todos los días en la radio, la televisión y los periódicos.
Artículo 183 CP: "1. El que realizare actos de carácter sexual con un menor de dieciséis años, será castigado como responsable de abuso sexual a un menor con la pena de prisión de dos a seis años."