Qué le pasa a la España de hoy
Publicado: 16 Dic 2018 11:28
La España de hoy es la consecuencia del estado anómico en que vivimos. Cuando las leyes y las normas sociales no son aceptadas por segmentos de la población, y, el gobierno no puede solucionar la anomía de ese segmento social, es cuando se producen las situaciones que vive la España de 2018.
Las democracias, al contrario de las dictaduras; se inventaron para que el pensamiento único no fuera la base de una sociedad; pero desgraciadamente la pluralidad de ellos son los que han traído las conflagraciones. Aquella República Romana tuvo que acabar en Imperio porque Sila, Pompeyo, Craso, Marco Antonio, Julio Cesar quisieron imponer sus normas, normas que acababan en guerrillas, y asesinatos y al final fue Augusto en la gran Guerra de Accio que acabó con aquella maravillosa república.
La Segunda República Española, fue tan amplia de pensamientos y tan sutil, que hasta se permitía todo. Más o menos como en la Democracia de hoy, todo vale, y cuando todo vale todo se degrada. Y pasó lo que pasó, que tuvo que llegar un gallego y decir. ¡BASTA!
La pluralidad de pensamientos es la consecuencia de las ideas, y éstas, las que el individuo a través de la Doxa cree como virtudes a seguir por toda una sociedad. Pero cuando son dispares y la ambición es el argumento principal del político, el diálogo no sirve como elemento reconciliador.
La situación actual de España se localiza en los extremos, el eclecticismo no puede hacer que se relajen y las connivencias o confabulaciones agravan las situaciones. Entonces ¿qué queda por hacer para que la sociedad vuelva a la estabilidad emocional que una sociedad moderna necesita?
Que cada cual saque sus conclusiones, La mía la tengo muy clara y se basa en la Constitución Española de 1978, que deja muy claro cómo se debe actuar en los estados anómicos.
Las democracias, al contrario de las dictaduras; se inventaron para que el pensamiento único no fuera la base de una sociedad; pero desgraciadamente la pluralidad de ellos son los que han traído las conflagraciones. Aquella República Romana tuvo que acabar en Imperio porque Sila, Pompeyo, Craso, Marco Antonio, Julio Cesar quisieron imponer sus normas, normas que acababan en guerrillas, y asesinatos y al final fue Augusto en la gran Guerra de Accio que acabó con aquella maravillosa república.
La Segunda República Española, fue tan amplia de pensamientos y tan sutil, que hasta se permitía todo. Más o menos como en la Democracia de hoy, todo vale, y cuando todo vale todo se degrada. Y pasó lo que pasó, que tuvo que llegar un gallego y decir. ¡BASTA!
La pluralidad de pensamientos es la consecuencia de las ideas, y éstas, las que el individuo a través de la Doxa cree como virtudes a seguir por toda una sociedad. Pero cuando son dispares y la ambición es el argumento principal del político, el diálogo no sirve como elemento reconciliador.
La situación actual de España se localiza en los extremos, el eclecticismo no puede hacer que se relajen y las connivencias o confabulaciones agravan las situaciones. Entonces ¿qué queda por hacer para que la sociedad vuelva a la estabilidad emocional que una sociedad moderna necesita?
Que cada cual saque sus conclusiones, La mía la tengo muy clara y se basa en la Constitución Española de 1978, que deja muy claro cómo se debe actuar en los estados anómicos.