Juicio de Alsasua
Publicado: 17 Abr 2018 18:24
Los guardias civiles de Alsasua reconocen a cinco presuntos agresores y relatan que temieron por su vida
Declaran los guardias civiles y sus parejas en el juicio por terrorismo de Alsasua El teniente relata cómo fueron rodeados y agredidos en el interior y fuera del bar Ocho jóvenes están acusados de agredir a los agentes y a sus acompañantes Señalan a cinco que les pegaron y vinculan a dos con el colectivo 'Alde Hemendik'
El teniente y el sargento de la Guardia Civil agredidos en octubre de 2016 en un bar de la localidad navarra de Alsasua han declarado en el juicio en la Audiencia Nacional que recibieron múltiples empujones, golpes y patadas por todos los lados, especialmente en la cabeza, piernas y espalda. Según el testimonio del primero, fue un "calvario terrible" que les hizo temer por su vida; para el sargento, vio en sus agresores un "odio" y un "rencor" contra la Guardia Civil que no había sentido nunca antes.
Según ha descrito el teniente en una declaración de más de tres horas ante la juez Concepción Espejel de la Audiencia Nacional, nadie intentó ayudarle mientras era agredido en el bar Koxka ni persona alguna intentó calmar la situación. Se ha mostrado convencido de que todo el mundo en el bar sabía que era guardia civil y que también conocían a su novia y ha reconocido a cuatro de los acusados como autores materiales de la paliza en aquella madrugada.
Ambos agentes y sus respectivas parejas declaran este martes en la segunda sesión del juicio contra ocho jóvenes de la localidad navarra de Alsasua por esta agresión, a los que se investiga por presuntos delitos de terrorismo en la Audiencia Nacional, en un tribunal presidido por la juez Concepción Espejel.
El teniente, que sufrió una fractura en el tobillo, ha dicho que recuerda con nitidez lo sucedido en el interior del bar, al que llegaron hacia las 2:30 de la madrugada, y en la salida, pero no después, cuando cayó al suelo porque "no le respondía la pierna" y siguió recibiendo numerosos golpes, "sobre todo en la cabeza".
Afirma que desde que entraron en el bar se sintieron observados, como solía pasarle en otros lugares. Pero en un momento dado, al salir del servicio, uno de los acusados, Ohian Arnanz, le paró y le preguntó si era "madero", tras lo que otro, Jon Ander Cob, también le cortó el paso. El guardia civil se zafó de ambos y, de vuelta a la barra, afirma que alguien les lanzó "un chupito de plástico vacío".
Más tarde, uno de los acusados, Jokin Unamuno, entra acompañado de varias personas, y se encara con el sargento y con el teniente. Este no ha precisado qué le dijo -tampoco lo ha concretado su compañero-, al margen de "cosas inconexas", y si hubo amenazas, pero sí ha narrado que el joven se encaró con él "de una forma bastante agresiva" y ha negado que le dijera que los guardias "se dedicaban a crujir a multas a los jóvenes del pueblo", como Unamuno declaró el lunes.
Seguidamente, y sin mediar provocación, son rodeados de otras personas y empieza a recibir golpes "en la cabeza, la nuca, la espalda y las piernas" por parte de un grupo de entre cinco y ocho personas.
"Nadie me ayudó a salir de allí"
Cuando los cuatro intentaron salir del bar, ha explicado el teniente, les formaron un pasillo entre "20 o 25 personas" y continuaron recibiendo empujones y "golpes de todo tipo".
En la calle se encontraron con otra veintena de personas esperándoles, entre ellas el acusado Adur Ramírez (para quien se solicita la pena más alta, 62 años de cárcel, por delitos de lesiones y amenazas terroristas) y a otro joven alto y con el pelo largo, Julen Goikoetxea, y siguió la agresión con continuados golpes "en la cabeza, la espalda y las piernas", hasta que cayó al suelo.
Los dos guardias civiles se han mostrado convencidos de que sus agresores prepararon de algún modo el ataque, al menos porque tuvieron que avisarse unos a otros de que ellos estaban allí con sus respectivas novias.
"Nadie se acercó a mí que me quisiera echar un cable o que me ayudara a salir de allí", a excepción de su novia, que trató de protegerle con su cuerpo, según ha explicado el teniente, que ha declarado en respuesta a preguntas del fiscal que en esos momentos temió por su vida. También ha asegurado que en ningún momento pudo defenderse ni que golpeara a nadie, y que solo intentó protegerse de los golpes en la cabeza. "Mi interés no era enfrentarme a ellos sino salir de allí", ha declarado.
"Para nosotros fue una eternidad sufrir aquello, pero duraría minutos. Fue un calvario terrible", ha explicado ante el tribunal este agente valenciano que tenía 25 años en el momento de los hechos y llevaba un año destinado en Alsasua. Ha detallado que después estuvo ocho meses de baja por su lesión en el tobillo, del que tuvo que operarse, y que le costó volver a andar.
En su respectiva declaración, el sargento, que tenía 33 años entonces y sigue destinado en Alsasua a la espera de poder pedir otro destino, ha añadido que él sí logró levantarse en la calle y hacer frente a un agresor que propinó una patada a su novia cuando esta intentaba protegerle con su cuerpo, y que aunque la Policía Foral llegó en menos de diez minutos, los agresores no dejaban de insultarles y decirles que "esto es lo que os va a pasar cada vez que salgáis del cuartel", que el sargento ha puesto en boca de la acusada Ainara Urquijo, la única mujer entre los ocho acusados.
Jokin Unamuno "organizó todo"
El teniente ha identificado sin dudar a los acusados Jokin Unamuno, Adur Ramírez, Ohian Arnanz -que se encuentran en prisión preventiva-, y Julen Goikoetxea como participantes en la agresión.
Para el sargento, Unamuno fue "el que promovió la agresión y el que organizó todo" y ha explicado cómo, una vez detenido mientras se fumaba un cigarro en el bar de enfrente, un grupo numeroso le abrió la puerta del coche policial y le sacó de allí.
El teniente ha citado a tres de los acusados (Unamuno, Ramírez y Goikoetxea) como agresores concretos, a los que el sargento ha añadido a dos más, Jon Ander Cob y Aratz Urrizola, de cuya participación concreta en la paliza el teniente no estaba seguro. Sobre Ramírez, el sargento ha dicho que fue "muy activo en la agresión" y sobre Ohian Arnanz -que abordó al teniente en el interior del bar- ha comentado que parecía "gran conocedor de artes marciales" por el modo en que golpeaba a su compañero.
Identifican a dos acusados con el colectivo 'Alde Hemendik'
El teniente ha dicho también que conocía a Unamuno y Ramírez como participantes en actos del movimiento Alde Hemendik ('Fuera de aquí'), contra la presencia de las fuerzas de seguridad del Estado y de las Fuerzas Armadas en Navarra y el País Vasco, y a Unamuno como organizador de la fiesta Ospa Eguna (‘Día de la Huída’).
También vio a Unamuno y a Ramírez junto al convento de los Capuchinos con motivo de la festividad de la Virgen del Pilar que organizó la Benemérita unos días antes de la agresión en el bar Koxka. Según su versión, los acusados fueron allí "para intimidar, acosar y tener señalada" a la gente que quería asistir a la misa, según le comentaron algunos vecinos de la localidad.
Antes de entrar en detalle de lo sucedido en la noche de los hechos, el teniente ha descrito el ambiente "peculiar" que como miembro de la Guardia Civil vivió en su estancia en Alsasua, donde ha dicho que se hacía notorio que no era "bien recibido" en determinados lugares y que tenía que cuidarse de no ir a otros o de salir solo, aunque el bar Koxka no era uno de esos lugares.
El sargento ha agregado en su declaración que en el gimnasio del pueblo les dijeron tiempo después que allí iban jóvenes para "aprender a pegar" a los guardias.
Los acusados negaron participar en la agresión
El juicio se inició este lunes con la declaración de los ocho acusados, que solo aceptaron responder a sus defensas. Todos ellos negaron su participación en los hechos y que dirigieran o integraran el colectivo Ospa!. La Fiscalía relaciona este grupo con el entorno de ETA y por ello les acusa de delitos de terrorismo y solicita penas de prisión que en total suman 375 años.
La Audiencia Navarra, que no apreciaba delito de terrorismo, planteó una cuestión de competencia para quedarse con el caso. Pero el Tribunal Supremo falló en favor de que la causa llegara a la Audiencia Nacional, la instancia donde se juzgan los delitos de terrorismo.
Este sábado, miles de personas han salido a la calle en Pamplona para protestar por la calificacion de terrorismo, que consideran desproporcionada. La marcha contó con el apoyo del Gobierno de Navarra, partidos como Geroa Bai, Podemos, I-E y EH Bildu, y sindicatos como CCOO, ELA y LAB.
El manifiesto de apoyo a los acusados ha contado con firmas de eurodiputados de varios países. Amnistía Internacional también ha solicitado a la Fiscalía que retire la acusación.
http://www.rtve.es/noticias/20180417/te ... 6003.shtml
Pero fue una pelea de bar eh? No tuvo nada que ver que fueran guardia civiles.
Y a una de las novias la han echado del pueblo también de casualidad.
La IA emboscando y atacando a gente indefensa por la espalda, no lo hemos visto nunca
Declaran los guardias civiles y sus parejas en el juicio por terrorismo de Alsasua El teniente relata cómo fueron rodeados y agredidos en el interior y fuera del bar Ocho jóvenes están acusados de agredir a los agentes y a sus acompañantes Señalan a cinco que les pegaron y vinculan a dos con el colectivo 'Alde Hemendik'
El teniente y el sargento de la Guardia Civil agredidos en octubre de 2016 en un bar de la localidad navarra de Alsasua han declarado en el juicio en la Audiencia Nacional que recibieron múltiples empujones, golpes y patadas por todos los lados, especialmente en la cabeza, piernas y espalda. Según el testimonio del primero, fue un "calvario terrible" que les hizo temer por su vida; para el sargento, vio en sus agresores un "odio" y un "rencor" contra la Guardia Civil que no había sentido nunca antes.
Según ha descrito el teniente en una declaración de más de tres horas ante la juez Concepción Espejel de la Audiencia Nacional, nadie intentó ayudarle mientras era agredido en el bar Koxka ni persona alguna intentó calmar la situación. Se ha mostrado convencido de que todo el mundo en el bar sabía que era guardia civil y que también conocían a su novia y ha reconocido a cuatro de los acusados como autores materiales de la paliza en aquella madrugada.
Ambos agentes y sus respectivas parejas declaran este martes en la segunda sesión del juicio contra ocho jóvenes de la localidad navarra de Alsasua por esta agresión, a los que se investiga por presuntos delitos de terrorismo en la Audiencia Nacional, en un tribunal presidido por la juez Concepción Espejel.
El teniente, que sufrió una fractura en el tobillo, ha dicho que recuerda con nitidez lo sucedido en el interior del bar, al que llegaron hacia las 2:30 de la madrugada, y en la salida, pero no después, cuando cayó al suelo porque "no le respondía la pierna" y siguió recibiendo numerosos golpes, "sobre todo en la cabeza".
Afirma que desde que entraron en el bar se sintieron observados, como solía pasarle en otros lugares. Pero en un momento dado, al salir del servicio, uno de los acusados, Ohian Arnanz, le paró y le preguntó si era "madero", tras lo que otro, Jon Ander Cob, también le cortó el paso. El guardia civil se zafó de ambos y, de vuelta a la barra, afirma que alguien les lanzó "un chupito de plástico vacío".
Más tarde, uno de los acusados, Jokin Unamuno, entra acompañado de varias personas, y se encara con el sargento y con el teniente. Este no ha precisado qué le dijo -tampoco lo ha concretado su compañero-, al margen de "cosas inconexas", y si hubo amenazas, pero sí ha narrado que el joven se encaró con él "de una forma bastante agresiva" y ha negado que le dijera que los guardias "se dedicaban a crujir a multas a los jóvenes del pueblo", como Unamuno declaró el lunes.
Seguidamente, y sin mediar provocación, son rodeados de otras personas y empieza a recibir golpes "en la cabeza, la nuca, la espalda y las piernas" por parte de un grupo de entre cinco y ocho personas.
"Nadie me ayudó a salir de allí"
Cuando los cuatro intentaron salir del bar, ha explicado el teniente, les formaron un pasillo entre "20 o 25 personas" y continuaron recibiendo empujones y "golpes de todo tipo".
En la calle se encontraron con otra veintena de personas esperándoles, entre ellas el acusado Adur Ramírez (para quien se solicita la pena más alta, 62 años de cárcel, por delitos de lesiones y amenazas terroristas) y a otro joven alto y con el pelo largo, Julen Goikoetxea, y siguió la agresión con continuados golpes "en la cabeza, la espalda y las piernas", hasta que cayó al suelo.
Los dos guardias civiles se han mostrado convencidos de que sus agresores prepararon de algún modo el ataque, al menos porque tuvieron que avisarse unos a otros de que ellos estaban allí con sus respectivas novias.
"Nadie se acercó a mí que me quisiera echar un cable o que me ayudara a salir de allí", a excepción de su novia, que trató de protegerle con su cuerpo, según ha explicado el teniente, que ha declarado en respuesta a preguntas del fiscal que en esos momentos temió por su vida. También ha asegurado que en ningún momento pudo defenderse ni que golpeara a nadie, y que solo intentó protegerse de los golpes en la cabeza. "Mi interés no era enfrentarme a ellos sino salir de allí", ha declarado.
"Para nosotros fue una eternidad sufrir aquello, pero duraría minutos. Fue un calvario terrible", ha explicado ante el tribunal este agente valenciano que tenía 25 años en el momento de los hechos y llevaba un año destinado en Alsasua. Ha detallado que después estuvo ocho meses de baja por su lesión en el tobillo, del que tuvo que operarse, y que le costó volver a andar.
En su respectiva declaración, el sargento, que tenía 33 años entonces y sigue destinado en Alsasua a la espera de poder pedir otro destino, ha añadido que él sí logró levantarse en la calle y hacer frente a un agresor que propinó una patada a su novia cuando esta intentaba protegerle con su cuerpo, y que aunque la Policía Foral llegó en menos de diez minutos, los agresores no dejaban de insultarles y decirles que "esto es lo que os va a pasar cada vez que salgáis del cuartel", que el sargento ha puesto en boca de la acusada Ainara Urquijo, la única mujer entre los ocho acusados.
Jokin Unamuno "organizó todo"
El teniente ha identificado sin dudar a los acusados Jokin Unamuno, Adur Ramírez, Ohian Arnanz -que se encuentran en prisión preventiva-, y Julen Goikoetxea como participantes en la agresión.
Para el sargento, Unamuno fue "el que promovió la agresión y el que organizó todo" y ha explicado cómo, una vez detenido mientras se fumaba un cigarro en el bar de enfrente, un grupo numeroso le abrió la puerta del coche policial y le sacó de allí.
El teniente ha citado a tres de los acusados (Unamuno, Ramírez y Goikoetxea) como agresores concretos, a los que el sargento ha añadido a dos más, Jon Ander Cob y Aratz Urrizola, de cuya participación concreta en la paliza el teniente no estaba seguro. Sobre Ramírez, el sargento ha dicho que fue "muy activo en la agresión" y sobre Ohian Arnanz -que abordó al teniente en el interior del bar- ha comentado que parecía "gran conocedor de artes marciales" por el modo en que golpeaba a su compañero.
Identifican a dos acusados con el colectivo 'Alde Hemendik'
El teniente ha dicho también que conocía a Unamuno y Ramírez como participantes en actos del movimiento Alde Hemendik ('Fuera de aquí'), contra la presencia de las fuerzas de seguridad del Estado y de las Fuerzas Armadas en Navarra y el País Vasco, y a Unamuno como organizador de la fiesta Ospa Eguna (‘Día de la Huída’).
También vio a Unamuno y a Ramírez junto al convento de los Capuchinos con motivo de la festividad de la Virgen del Pilar que organizó la Benemérita unos días antes de la agresión en el bar Koxka. Según su versión, los acusados fueron allí "para intimidar, acosar y tener señalada" a la gente que quería asistir a la misa, según le comentaron algunos vecinos de la localidad.
Antes de entrar en detalle de lo sucedido en la noche de los hechos, el teniente ha descrito el ambiente "peculiar" que como miembro de la Guardia Civil vivió en su estancia en Alsasua, donde ha dicho que se hacía notorio que no era "bien recibido" en determinados lugares y que tenía que cuidarse de no ir a otros o de salir solo, aunque el bar Koxka no era uno de esos lugares.
El sargento ha agregado en su declaración que en el gimnasio del pueblo les dijeron tiempo después que allí iban jóvenes para "aprender a pegar" a los guardias.
Los acusados negaron participar en la agresión
El juicio se inició este lunes con la declaración de los ocho acusados, que solo aceptaron responder a sus defensas. Todos ellos negaron su participación en los hechos y que dirigieran o integraran el colectivo Ospa!. La Fiscalía relaciona este grupo con el entorno de ETA y por ello les acusa de delitos de terrorismo y solicita penas de prisión que en total suman 375 años.
La Audiencia Navarra, que no apreciaba delito de terrorismo, planteó una cuestión de competencia para quedarse con el caso. Pero el Tribunal Supremo falló en favor de que la causa llegara a la Audiencia Nacional, la instancia donde se juzgan los delitos de terrorismo.
Este sábado, miles de personas han salido a la calle en Pamplona para protestar por la calificacion de terrorismo, que consideran desproporcionada. La marcha contó con el apoyo del Gobierno de Navarra, partidos como Geroa Bai, Podemos, I-E y EH Bildu, y sindicatos como CCOO, ELA y LAB.
El manifiesto de apoyo a los acusados ha contado con firmas de eurodiputados de varios países. Amnistía Internacional también ha solicitado a la Fiscalía que retire la acusación.
http://www.rtve.es/noticias/20180417/te ... 6003.shtml
Pero fue una pelea de bar eh? No tuvo nada que ver que fueran guardia civiles.
Y a una de las novias la han echado del pueblo también de casualidad.
La IA emboscando y atacando a gente indefensa por la espalda, no lo hemos visto nunca