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Saud Abu Ramadán

Gaza, 22 jul (EFE).- Con motivo del segundo aniversario de la última gran ofensiva israelí en Gaza, el movimiento islamista Hamás, que gobierna el territorio, ha organizado una visita guiada a un túnel cerca de la frontera con Israel para mostrar sus armas y poderío a los niños de la Franja.

Las Brigadas Azedín al Kasam, brazo armado de Hamás, exhiben estos días en el barrio de Al Shujaiya, al este de la capital y cerca de la frontera, parte del armamento utilizado durante los 50 días de conflicto bélico que se extendió entre julio y agosto de 2014, en los que murieron 2.200 palestinos y 67 israelíes.

Cientos de visitantes han recorrido ya la exposición, que muestra diferentes tipos de cohetes lanzados durante la contienda y partes de tanques israelíes dañados, así como armas y drones que la milicia islamista interceptó al Ejército de Israel.

La guinda de la visita es la entrada a un túnel de unos 200 metros utilizado para el entrenamiento de los milicianos y que Hamás asegura que se ha excavado para esta exposición a imitación de los subterráneos reales empleados durante la ofensiva para sorprender a soldados y civiles israelíes e intentar capturarlos.

"Una de las cosas sorprendentes que se muestra es el cohete que logró alcanzar Tel Aviv y el R160 que llegó a Haifa, en el norte de Palestina (sic)", dijo a Efe Mohamed Helles, simpatizante de Hamás en Shujaiya.

Gran parte de los visitantes de la exposición, que se introducen con ilusión en el túnel, son niños que participan en campamentos de verano paramilitares organizados por Hamás en toda la Franja, donde se entrenan en actividades de combate, lucha y emergencias.

En las paredes de cemento del subterráneo iluminado cuelgan fotos de milicianos muertos durante la ofensiva con datos sobre el lugar, fecha y circunstancias de su fallecimiento.

La exposición muestra también un dron llamado "Ababeel", diseñado por las Brigadas de Azedín Al Kasam, que logró volar entre las ciudades israelíes de Ashdod y Ashkelon durante la guerra, además de un avión no tripulado israelí capturado por Hamás en aquel periodo.

"Siempre pensé que me daría miedo caminar por un túnel con el enemigo sobre tierra, pero ahora no siento temor", confesó a Efe Majdi Mahmud, 38 años y vecino de Gaza tras adentrarse por primera vez en un subterráneo similar a los que utiliza Hamás contra Israel.

En 2014, los túneles se convirtieron en una de las principales armas de las milicias palestinas de Gaza, junto con los miles de cohetes que se han lanzado desde la franja contra el territorio israelí antes, durante y después de aquel conflicto.

Excavados en el este de la franja, su carácter ofensivo radica en que muchos de ellos lograron penetrar en suelo israelí para que los milicianos llevaran a cabo decenas de ataques a través de ellos.

"Creo que la decisión de Hamás de permitir a la gente normal que entre en los túneles pretende quitar el miedo y renovar su imagen ante los ojos de la población, que desconoce los secretos militares y las actividades" del movimiento, dijo Mahmud.

Medios israelíes se han hecho eco de la iniciativa, como The Times of Israel, que señala irónicamente que "el grupo terrorista" Hamás "apela al turismo local convirtiendo túneles construidos para llevar a cabo ataques transfronterizos contra comunidades israelíes en la última atracción del verano para la juventud de Gaza".

El digital Ynet también califica el túnel de "atracción turística" y señala que la exposición tiene como objetivo "tratar de mejorar la imagen de Hamás entre los gazatíes" .

Unos 50.000 niños y adolescentes se entrenan cada verano en los campamentos de Hamás, divididosen dos grupos: los menores de 13 años practican deporte, actividades culturales, religiosas y educativas mientras que para los mayores de esa edad también se incluye entrenamiento paramilitar.

"Hamás tiene que estar siempre en alerta y bien preparada porque nunca se puede confiar en el enemigo, que puede llevar a cabo otra guerra en Gaza en cualquier momento", aseguró a Efe Abu Mohamed, uno de los organizadores de la exposición y los campamentos infantiles. EFE