El 'boom' de las tesis doctorales: 12.100 lecturas en sólo seis meses

Noticias de política y sucesos en España o sobre españoles
Responder
Danny
Tiene paguita
Mensajes: 612
Registrado: 03 Nov 2013 23:13

El 'boom' de las tesis doctorales: 12.100 lecturas en sólo seis meses

Mensaje por Danny »

El 'boom' de las tesis doctorales: 12.100 lecturas en sólo seis meses

Las universidades españolas han pasado por un aluvión de lecturas de tesis doctorales en los últimos meses. Desde el principio de este curso, se han registrado al menos 12.100 trabajos de investigación, más de lo que se lee durante todo un año, según los datos recabados por EL MUNDO

La cifra, en realidad, sería mayor, porque las 12.100 tesis sólo corresponden a 32 del medio centenar de campus públicos existentes en España. Este diario ha solicitado información a todos ellos, pero ha habido 16 que o bien no han respondido o bien no han aportado datos que permitan hacer comparaciones. Así que, si se incluyeran las estadísticas de estos centros, sumadas a las de la treintena de universidades privadas que hay en nuestro país, las 12.100 tesis podrían elevarse fácilmente a 20.000, el doble de lo habitual en un periodo de tiempo mucho más corto.

Desde antes de la crisis ya se había notado una subida escalonada en las tesis, aunque este último boom obedece al cambio de la normativa que regula los cursos de doctorado en las universidades españolas. Como consecuencia de la reforma contemplada en el Plan Bolonia, el real decreto 99/2011 -el llamado decreto Gabilondo- limitó en 2011 a cinco años el plazo para presentar las tesis a los alumnos que ya hubieran iniciado estudios de doctorado regulados por legislaciones anteriores.

En la práctica, esto suponía que todos los estudiantes de los planes antiguos debían presentar sus trabajos antes del 10 de noviembre de 2015 y defenderlos antes del pasado 11 de febrero (como norma general, porque hay campus que han puesto nuevas moratorias). Si no lo hacían en este tiempo, quedaban fuera del programa de doctorado y tenían que pedir de nuevo su ingreso; es decir, volver a empezar todo su trabajo.

Gran esfuerzo organizativo

En estos meses, los campus han realizado un gran esfuerzo organizativo para adecuar tiempos y espacios donde leer las tesis y convocar tribunales. «Se han creado muchísimos tribunales y hemos tenido que buscar a sus miembros hasta de debajo de las piedras», dicen en una universidad gallega. Hay imprentas que han agotado sus reservas de papel.
Los docentes consultados creen que algunas tesis se han terminado deprisa y corriendo y que la calidad habría sido mejor si los doctorandos hubieran tenido más tiempo.

En la mayoría de las universidades se ha disparado la cifra de tesis doctorales defendidas. Desde la Universidad Autónoma de Barcelona -donde se ha duplicado el número entre septiembre y febrero- hasta la Universidad de La Laguna (Tenerife), donde los trabajos presentados son casi seis veces más numerosos que en el mismo periodo del curso anterior. Desde la Universidad de Vigo, que ha registrado el cuádruple de tesis, hasta la de Valencia, con el quíntuple.

Hay instituciones grandes, como la Universidad Complutense de Madrid, donde se leyeron 744 tesis entre el 1 de octubre y el 30 de diciembre de 2015 y 1.469 trabajos entre el 1 de enero y el 2 de marzo pasados.

También hay centros pequeños, como la Universidad de Burgos, en donde en dos meses se han presentado más tesis (90) que en un año.

Sólo hay un campus, la Universidad Pública de Navarra, donde la estadística facilitada señala que no se ha producido un incremento: en lo que llevamos de curso se han defendido 38 tesis, casi las mismas que en igual periodo de 2014/2015.

Pero ésta es la excepción, porque en el resto de los 32 campus que han facilitado sus datos a EL MUNDO las cifras son muy llamativas y sus profesores hablan de «avalancha», «aluvión» y «números inusualmente altos», sobre todo en las especialidades de Ciencias Sociales y Jurídicas y Humanidades.

Cómo afecta a la calidad

¿Ha bajado la calidad? ¿Se ha podido hacer la vista gorda al corregir? Distintas fuentes consultadas aseguran que los tribunales no han bajado el listón que tenían a la hora de evaluar y que se han mantenido los mismos filtros que antes. Ahora bien, apuntan que, «aunque probablemente no haya ocurrido de forma generalizada», ha habido trabajos que «podrían haberse hecho mucho mejor» e investigaciones terminadas «con el único fin de cubrir el expediente».

José Luis Viejo, catedrático de Zoología en la Universidad Autónoma de Madrid, cuenta que, en apenas dos meses, ha participado en cinco tribunales distintos. «He ido a dos en León, dos en Madrid y uno en Sevilla. En la misma mañana he tenido una tesis de coleópteros y otra de lepidópteros. Conozco a compañeros que han estado en 25 tribunales en dos meses; esto no es normal», detalla.

En su opinión, «algunas tesis estaban pasables y otras, regular». «Hemos estado a punto de suspender una. Algunas que eran buenas podían haber quedado más redondas si hubieran tenido un año o dos más para terminarlas».

Antonio Izquierdo, catedrático de Sociología en la Universidad de La Coruña, señala que «los doctorandos apresuran las tesis porque, si no, tienen que volver a empezar todo el proceso». «Esto no significa que sean malas, pero podrían mejorar si se les diera más tiempo. Hay directores de tesis que te dicen: 'Esto necesita seis meses más de trabajo', pero no puede ser porque se acaba el plazo».

"Un poco chapuceras"

«Se han presentado tesis un poco chapuceras para salir del paso. Me consta que en algunos casos la calidad no ha sido muy buena», explican en una universidad de Castilla y León.

«La comunidad universitaria se ha quejado de que las tesis tenían algo menos de nivel, ha sido una locura de lecturas», añaden en una universidad murciana.

«La información que tenemos es que ha habido notas menos buenas que en cursos anteriores», expresan en una universidad andaluza.

Hay dos formas posibles de medir la calidad de las tesis doctorales de las universidades. Por un lado, se puede realizar un seguimiento de las mismas para ver si dan lugar a citas o trabajos publicados posteriormente en revistas científicas de prestigio. Por otro lado, se puede contabilizar el número de investigaciones que reciben la máxima calificación, el Sobresaliente cum laude, y compararlo con otros cursos, para ver si las notas han empeorado en esta oleada de tesis.

Los profesores explican que «lo habitual es que una tesis reciba un Sobresaliente cum laude, porque el director no anima al doctorando a presentarla hasta que considera que está terminada del todo». «No valen medias tintas», subrayan, «una nota que no sea Sobresaliente cum laude nos indica que la tesis no es muy buena».

Lo que dice la estadística

¿Qué dicen los datos? Las estadísticas facilitadas a EL MUNDO por las universidades confirman que ha bajado, aunque no de forma exagerada, el porcentaje de cum laudes.

En la Universidad Carlos III de Madrid, el 93,8% de las 160 tesis defendidas durante 2014 recibió esta nota máxima. Al año siguiente, fue calificado de esta forma el 92,8% de 166 trabajos. En los dos primeros meses de 2016, el 88,9% de las 108 tesis leídas ha sido Sobresaliente cum laude.

En la Universidad de Alicante, la proporción ha bajado algo más: 136 tesis con un 94,1% de cum laudes en 2014; 220 con un 85% de cum laudes en 2015, y 160 con un 82,5% de cum laudes en lo que llevamos de 2016.

En la Universidad de La Rioja, se leyeron 41 tesis en 2014, de las cuales 36 obtuvieron cum laude (el 87,8%), mientras que, de las 83 que se defendieron en 2015, 71 recibieron la máxima nota (el 85,5%).

En la Universidad de Huelva, fueron cum laude el 98,3% de las tesis de 2014/2015 y, al curso siguiente, la proporción bajó al 89%.

En la Universidad Pública de Navarra, las tesis leídas en los pasados meses de enero y febrero han sido, por contra, mejores: 100% de cum laudes. En 2015 supusieron el 86% y, en 2014, el 94%.

La trascendencia de los trabajos

Algunos profesores consultados aseguran que los títulos de algunas de las tesis que se han entregado durante estos meses sirven para hacerse una idea aproximada de la «escasa» repercusión que van a tener posteriormente en el ámbito académico internacional. Esto no significa que sean malas o estén poco trabajadas, pero sí que difícilmente darán pie a artículos en revistas científicas de prestigio.

La Universidad de León menciona, en una nota de prensa, los asuntos de algunas tesis defendidas recientemente: «temas centrados en León», como «el dedicado a la trayectoria profesional de los catedráticos de la Universidad de León, el que se ha ocupado de los años del hambre y el estraperlo en nuestra provincia, o el que ha tenido al Hospicio de León como protagonista».

«Otros se han centrado en el análisis de yacimientos de icnitas de dinosaurios en La Rioja o el marisqueo en la Edad del Hierro en el norte de España [...] Quizá el más curioso ha sido uno que se ha dedicado a la sonrisa de la Mona Lisa».

Algunos profesores se preguntan si tiene sentido que los doctorandos empleen su tiempo en investigaciones tan localistas y hablan de la existencia de una «burbuja» de programas de doctorado previa a este aluvión coyuntural provocado por el cambio de la normativa y que se explica por razones distintas.

La explosión del doctorado: desempleo y puntos

«Tras la reducción de los títulos universitarios a cuatro años, en las universidades españolas ha habido una explosión de títulos de grado, con los posteriores másteres intentando captar estudiantes, en parte, para que la recaudación de las tasas no sufriera una gran merma. Antes, los estudiantes que se apuntaban a los programas de doctorado eran más minoritarios y hacían la tesis casi de forma vocacional, mientras que ahora una salida habitual del máster es hacer un doctorado, por lo que se ha incrementado la demanda de estudiantes deseando hacer una tesis», reflexiona Javier Ferri, profesor de Análisis Económico de la Universidad de Valencia.

«Ahora hay mucha más gente que hace tesis. Una de las razones de este incremento es la situación de altísimo desempleo. Mucha gente que no estudiaba ha vuelto a hacerlo y también hay más personas que han permanecido más tiempo en los estudios. Hacer un máster y culminar la formación doctoral con una tesis es percibido como una forma de diferenciar positivamente el currículum», apunta, por su parte, José Emilio Boscá, compañero de departamento de Ferri.

Ferri sostiene que, «también desde el lado del profesorado, los sistemas de acreditación que permiten la promoción de categoría han incentivado la dirección de tesis doctorales». «Cuantas más tesis dirijas, más puntos, en principio, tendrás para ser acreditado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca). En consecuencia, si hay más profesores deseando dirigir tesis y más estudiantes deseando hacerlas, no es de extrañar que haya aumentado el número y que posiblemente haya caído la calidad de las mismas».

1.000 programas de doctorado diferentes

Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Educación, el número de tesis leídas en las universidades españolas entre 2008 y 2013 se ha incrementado en un 40%: de 7.839 a 10.889. El Registro de Universidades, Centros y Títulos da cuenta de más de 1.000 programas de doctorado distintos adaptados al decreto de 2011.

¿Tiene sentido que haya tantos programas de doctorado? ¿Pierde valor el título cuando hay tanta gente que hace tesis? ¿Afecta todo esto a la calidad general de la universidad? «Es un hecho que las tesis se han generalizado, pero no tiene por qué ser malo», responde un profesor doctor de Derecho. «Los programas de doctorado han dejado de ser patrimonio exclusivo de aquellos que quieren hacer carrera en la universidad. Muchos profesionales cualificados se sienten atraídos por la idea de hacer una tesis, como ha ocurrido en los países de nuestro entorno. Lógicamente, son otro tipo de tesis. Pero esto no necesariamente abarata la calidad de la universidad».

El decreto de 2011 persigue un proceso más riguroso, con un seguimiento más exhaustivo por parte de los directores de tesis y con más garantías de evaluación. Por primera vez pone un plazo máximo de duración de los estudios. Hasta ahora no había límite y, aunque se tarda una media de cuatro años en leer la tesis, algunos doctorandos pueden mantenerse en esta condición durante toda una década, sobre todo los que compatibilizan sus estudios con un trabajo ajeno a la universidad.

El decreto también contempla la posibilidad de incluir en el título la mención internacional, que permite el reconocimiento en cualquier país de la UE y requiere que la tesis haya sido informada por un mínimo de dos expertos de una institución extranjera. «Estas tesis son más exigentes, selectivas y con más controles de calidad», considera Antonio Izquierdo.

http://www.elmundo.es/sociedad/2016/03/ ... b45aa.html
Mario
Miembro del Politburó
Mensajes: 408
Registrado: 01 Sep 2010 23:18
Ubicación: Aquí

Re: El 'boom' de las tesis doctorales: 12.100 lecturas en sólo seis meses

Mensaje por Mario »

Normal, si desde 2008-2009 la perspectiva es comer mierda pues la gente se empeñó en aumentar la formación. 7 años después tenemos la consecuencia más extrema del aumento de formación que no es otra cosa que la tesis doctoral. Enhorabuena para todos, gracias a esto ser doctor no será un hecho diferencial ni otorgará el valor añadido que se le presupone. Así las empresas dispondrán de doctores, supuestamente más capacitados y productivos, a razón de mil euros al mes.

Recuerdo un documental en el que se narraba la forma de vida de tres ingenieros a mediados de la década pasada. Uno, a punto de jubilarse. Literalmente forrado. El otro de mediana edad. Desahogado, sin más. Otro, rozando la treintena. Viviendo con sus padres. La devaluación de la formación es una realidad muy lamentable. El paro encubierto entre los jóvenes y no tan jóvenes que esperan a que escampe acumulando grados, másters y posgrados es enorme. A ver qué hacen cuando se encuentren con 30 años y sin apenas experiencia...
Danny
Tiene paguita
Mensajes: 612
Registrado: 03 Nov 2013 23:13

Re: El 'boom' de las tesis doctorales: 12.100 lecturas en sólo seis meses

Mensaje por Danny »

Si no hubiese un paro juvenil tercermundista, no habría tanta gente prolongando su formación hasta el infinito ni haciendo doctorados y masters o coleccionando cursos de todos los colores.

Con este panorama, no faltan propuestas de retrasar la edad de jubilación, lo que, sin duda, acentuaría este problema y se acabaría convirtiendo en habitual superar los 30 años sin haber cotizado, pero teniendo un currículum lleno de estudios y títulos.
Responder