Macarthismo: Las víctimas secretas de Joseph McCarthy

Arte, historia, filosofía, religión y otras humanidades
Avatar de Usuario
Col. Rheault
Funcionario
Mensajes: 5129
Registrado: 03 Nov 2013 01:49

Macarthismo: Las víctimas secretas de Joseph McCarthy

Mensaje por Col. Rheault »

Las víctimas secretas de McCarthy

Nuevos documentos revelados esta semana ahondan en la etapa más negra (1952-1954) de la historia de EE UU

Enric González Washington 11 MAY 2003


El senador Joseph McCarthy destruyó muchas vidas entre 1952 y 1954. Finalmente, se destruyó a sí mismo. Su mandato como presidente del Subcomité de Investigaciones del Senado de Estados Unidos y su búsqueda de comunistas infiltrados en la Administración y en el mundo del arte son conocidos como macartismo, algo que él definía como "patriotismo en traje de faena" y que otros llamaron "caza de brujas", o delirio paranoide de un hombre generalmente ebrio y deseoso de ser el centro de atención del país.

Esta semana se han hecho públicas las transcripciones de medio centenar de interrogatorios desarrollados en secreto por McCarthy y sus colaboradores. El tono no es muy distinto al de los interrogatorios públicos, pero los documentos recién revelados permiten comprobar que el senador utilizaba las sesiones secretas para elegir víctimas frágiles. Éstas eran llamadas a comparecer formalmente ante el subcomité y ante ellas el senador republicano bramaba, acusaba y amenazaba, en un espectáculo penoso con el que, más que nada, buscaba (y conseguía) aparecer en la prensa como "martillo de traidores". Su campaña carecía de fundamentos sólidos y aunque, como se comprobó al caer la URSS, había efectivamente agentes soviéticos infiltrados en el Gobierno, nunca condujo a ningún procesamiento. Pero causó un suicidio, unos 300 despidos (la mayoría anulados posteriormente), la ruina o el exilio de escritores, músicos y cineastas y un terrible bochorno nacional.

El interrogatorio a que fue sometida, el 24 de marzo de 1953, la escritora de cuentos infantiles Helen Goldfrank, ofrece muestras del terror que despertaba McCarthy. Los testigos acababan negándose a contestar a las preguntas más simples, por miedo a ser encarcelados por perjurio o a perjudicarse a sí mismos o a terceros. El marido de Goldfrank y ella misma eran acusados de simpatizar con el comunismo. Las preguntas, en esa ocasión, fueron formuladas por Roy Cohn, asesor legal de McCarthy.

Cohn. ¿Cuál es el nombre de pila de su marido?

Goldfrank. Declino responder a esa pregunta porque podría incriminarme, bajo la Quinta Enmienda de la Constitución y sobre la base de la comunicación privilegiada entre marido y esposa.

Cohn. ¿Cree usted que su nombre de pila forma parte de una comunicación privilegiada?

Goldfrank. Sí, porque no lo conocería si no estuviera casada con él.

Y un poco más adelante:

Cohn. ¿Ha escrito alguna vez algún libro?

Goldfrank. Lamento tener que negarme otra vez a contestar, sobre la base de los derechos de la Quinta Enmienda...

El interrogatorio al escritor Dashiell Hammet es una exhibición del afán del subcomité por hallar trazas de comunismo en cualquier lugar y a cualquier precio. Cohn pregunta si Hammet ha escrito alguna obra ajena al género detectivesco y relacionada con "problemas sociales". Hammet recuerda una, "un relato corto llamado Night shade". Tras varios circunloquios, Cohn inquiere si el relato "refleja de alguna forma las posiciones comunistas".

Hammet. Es difícil... Si se trata de reflejar diría que no, que no la refleja. Es [una obra] contra el racismo.

Senador Mundt. ¿Diría que era similar, reflejara o no reflejara, a la posición comunista sobre los problemas raciales?

Hammet. No (...) No más que a la de otros partidos políticos.

Joseph McCarthy, que gozaba del apoyo de la familia Kennedy y de una inmensa popularidad política, era también respaldado o, al menos, tolerado por el Gobierno republicano. El presidente Dwight Eisenhower, general retirado, lo consideraba una simple molestia: "Creo que nada es tan efectivo para combatir sus enredos", escribió el 1 de abril de 1953 en su diario personal, "como ignorarle, porque es lo único que no soporta". La cosa cambió cuando McCarthy empezó a buscar comunistas en el Ejército. Lo hizo de una forma miserable: su única sospecha se centraba en un dentista militar llamado Irving Peress, quien, por otra parte, ya había fallecido. Para ratificar sus acusaciones contra el difunto, McCarthy ejerció una durísima presión sobre mandos militares.

Como el interrogatorio secreto al que fue sometido el teniente coronel Chester Brown. El senador exigió al teniente coronel que explicara si Peress había sido investigado o, al menos, obligado a responder a ciertos cuestionarios. El teniente coronel se negó a contestar, alegando que era material secreto.

"¡Le diré algo, señor, a usted y al resto de oficiales!", tronó McCarthy. "Acepto que los comunistas rechacen responder, pero no acepto que un oficial del Ejército proteja a un comunista, y va a responder a mis preguntas o su caso acabará ante el Senado por desacato y llegaré hasta el final. ¡Estoy harto! ¡Éste es el escándalo más grave con que me he topado! ¡Alguien en su cadena de mando ha estado protegiendo a un hombre culpable de traición!".

Exabruptos como ése acabaron con la paciencia de Eisenhower y de un amplio grupo de senadores. McCarthy y los suyos fueron investigados a su vez, acusados de buscar trato de favor en el Ejército para un joven millonario, David Schine, al que el senador había incluido sin causa aparente (se habló de afectos y pasiones) en el subcomité. Las sesiones de esa investigación fueron televisadas. El medio ejercía una fenomenal fascinación y 20 millones de estadounidenses siguieron en directo los debates, en la primavera de 1954.

Todo el país pudo contemplar el delirio creciente de McCarthy, que acusaba a diestro y siniestro y gesticulaba entre risitas. El momento definitivo fue cuando el senador esgrimió que un colaborador del abogado que defendía al Ejército, Joseph Welch, había sido años atrás miembro de una asociación supuestamente vinculada con el Partido Comunista. Welch dejó que McCarthy hablara. Y luego pronunció una frase que destruyó al cazador de comunistas y se grabó para siempre en la memoria del público: "¿No tiene usted decencia, señor mío? ¿No le queda ya ningún rasgo de decencia?".

Poco después, el Senado condenó los abusos de Joseph McCarthy. El senador por Wisconsin se adentró en un alcoholismo agudo y murió de cirroris en 1957.

http://elpais.com/diario/2003/05/11/int ... 50215.html
"Demand me nothing; what you know, you know: / From this time forth I never will speak word"
Avatar de Usuario
lordcartabon
Salario mínimo
Mensajes: 1696
Registrado: 02 Mar 2015 12:48

Re: Macarthismo: Las víctimas secretas de Joseph McCarthy

Mensaje por lordcartabon »

El Expediente Venona, la prueba definitiva de que McCarthy tuvo razón en su campaña de denuncia.

http://www.galeon.com/razonespanola/r108-mcc.htm

http://en.wikipedia.org/wiki/Venona_project

De este último enlace, destaco:

"The Venona intercepts contained overwhelming proof of the activities of Soviet spy networks in America, complete with names, dates, places, and deeds." Ahí es nada.


En mi opinión, la única parte de la campaña de McCarthy que fue erróna fue la relativa a las Fuerzas Armadas, en donde la infiltración comunista era casi inexistente. En el resto acertó de pleno, y actúa de factor de movilización para evitar un peligro mortal para las libertades en EE.UU. Eso es, sin duda, lo que la izquierda progre no le perdona.

"El Estado no debe enseñar, sino que debe permitir enseñar. Todos los monopolios son detestables, pero el peor de todos es el monopolio de la educación".
Avatar de Usuario
Nexus6
Miembro del Politburó
Mensajes: 6797
Registrado: 31 Ago 2010 22:37
Ubicación: Escuela de Mecánica de la Armada

Mensaje por Nexus6 »

Mccarthy fue un loco fanatico que jodio la vida a mucha gente. Solo un fascista totalitario puede apoyarle.
Avatar de Usuario
Nexus6
Miembro del Politburó
Mensajes: 6797
Registrado: 31 Ago 2010 22:37
Ubicación: Escuela de Mecánica de la Armada

Mensaje por Nexus6 »

Pero que podemos esperar de la escoria foril que se dedicaba a acosar a foreros por su condición sexual?
Avatar de Usuario
Col. Rheault
Funcionario
Mensajes: 5129
Registrado: 03 Nov 2013 01:49

Re: Macarthismo: Las víctimas secretas de Joseph McCarthy

Mensaje por Col. Rheault »

El Senado de EE UU abre los archivos de la 'caza de brujas'

La cámara hace públicos los interrogatorios de Joseph McCarthy

Enric González Washington 6 MAY 2003

El Senado de Estados Unidos abrió ayer a la luz pública uno de los pasajes más oscuros de su historia. Las transcripciones de los interrogatorios a puerta cerrada efectuados por el senador Joseph McCarthy, que en 1953 y 1954 dirigió una caza de brujas contra supuestos comunistas en el gobierno y el mundo de la cultura, fueron entregadas a la prensa en la misma sala donde se vivió el marcartismo.

Dos senadores, la republicana Susan Collins y el demócrata Carl Levin, y un historiador, Donald Ritchie, se encargaron durante meses de recopilar las transcripciones con el objetivo de que, una vez publicadas, sirvieran, en palabras de Collins, como "advertencia a futuras generaciones" sobre los excesos del poder.

Los documentos revelados ayer demostraban que McCarthy utilizaba las sesiones a puerta cerrada como ensayo de los reuniones públicas del Subcomité Permanente de Investigaciones. Quienes plantaban cara al senador republicano de Wisconsin no eran generalmente convocados posteriormente a las sesiones abiertas a la prensa. "McCarthy sólo estaba interesado en las personas a las que podía vapulear públicamente", comentó Donald Ritchie. Entre los interrogados en secreto estaban el periodista de The New York Times James Scotty Reston, el compositor Aaron Copland, y Eslanda Goode Robeson, esposa del actor y cantante Paul Robeson, uno de los incluidos en las listas negras de presuntos comunistas de Hollywood.

Desde su posición, presidente del subcomité de investigaciones, McCarthy lanzó una amplia campaña contra miles de supuestos implicados en "actividades antiamericanas". Fue una cruzada que se cebó especialmente con actores, directores y guionistas de cine: McCarthy buscaba, sobre todo, satisfacer su ego, y acusar a figuras populares le proporcionaba notoriedad. "Utilizó su posición para amenazar, intimidar y destruir vidas", dijo ayer Norm Coleman, el senador que preside actualmente el subcomité de investigaciones.

La campaña de Joseph McCarthy acabó en cuanto el senador quiso buscar comunistas en el gobierno federal y el ejército. El presidente Dwight Eisenhower hizo que McCarthy se arruinara a sí mismo ordenando que las sesiones públicas del subcomité fueran retransmitidas por televisión. Todo el público pudo comprobar el estilo del personaje, y su habitual estado de ebriedad. El Senado censuró a McCarthy en 1954.

http://elpais.com/diario/2003/05/06/cul ... 50215.html
"Demand me nothing; what you know, you know: / From this time forth I never will speak word"
Avatar de Usuario
Col. Rheault
Funcionario
Mensajes: 5129
Registrado: 03 Nov 2013 01:49

Re: Macarthismo: Las víctimas secretas de Joseph McCarthy

Mensaje por Col. Rheault »

La caída del senador Joseph McCarthy

02 / 12 / 2011 12:39 Luis Reyes


Washington, 2 de diciembre de 1954 · El Senado de los Estados Unidos censura en términos durísimos al senador McCarthy, impulsor de la caza de brujas.

Ha actuado en contra de la ética senatorial y ha pretendido llevar al Senado a la deshonra y el descrédito, obstruir los procedimientos constitucionales del Senado y perjudicar su dignidad”. No se puede decir nada peor de un senador que lo que dijeron de Joseph McCarthy sus compañeros en la Cámara Alta de los Estados Unidos aquel día de finales de 1954.

Una amplia mayoría de 67 senadores apoyaron la censura y solamente 22 se opusieron. Hubo un ausente, el joven senador por Massachusetts John F. Kennedy (véase recuadro). El presidente Eisenhower, el general victorioso que había vencido a los nazis, pero que sin embargo se sentía amedrentado por McCarthy, se permitió un chiste en el consejo de ministros: “El McCarthyism ya es McCarthywasm”, un juego de palabras intraducible, que sustituye en McCarthyism las letras is por was (“es” por “era”, en inglés). El chiste era malo pero todos rieron, no tanto por adular al presidente como por el alivio de haberse librado del personaje más peligroso de América.

No vamos a analizar ahora lo que fue el macartismo, una caza de brujas de izquierdistas impulsada por la paranoia anticomunista, que se desató en Estados Unidos al conocer que la Unión Soviética tenía la bomba atómica. La única potencia que le discutía la hegemonía mundial podía hacer ahora en EEUU lo que EEUU hiciera en Hiroshima, y el americano medio creyó que lo había logrado robando el secreto en Norteamérica, gracias a sus espías y agentes infiltrados.

Con una denuncia de la que no tenía la menor prueba, “tengo en mi mano una lista de 205 comunistas en el Departamento de Estado”, aquel tipejo soez llamado Joseph McCarthy, senador por un Estado paleto, Wisconsin, se había convertido en el Gran Inquisidor de América. La presidencia de un comité de investigación del Senado llamado “de Actividades Antiamericanas” le había dado en tres años un poder monstruoso, no previsto en la Constitución: el de aterrorizar a todo aquel que no coincidiera con sus ideas ultraconservadoras. Como se supo después de la caída, McCarthy era un hombre excesivamente aficionado a la bebida, y también se emborrachó con el poder. Sus denuncias de “infiltrados comunistas” en la Administración federal, aun sin pruebas, habían provocado la expulsión de cientos de funcionarios de tendencia izquierdista, pero lo que le dio más fama fue la caza de brujas en el mundo del cine. La industria de Hollywood practicaba con entusiasmo la autocensura, se sometía por iniciativa propia al puritanismo de la América profunda adoptando reglas como el Código Hays, que hoy nos parece increíble. Y cuando el Comité de Actividades Antiamericanas lanzó la caza de brujas, los grandes magnates del cine se sumaron disciplinadamente, purgando Hollywood de progresistas.

Contra el Ejército.

Pero McCarthy tenía una necesidad narcisista de hacer algo más difícil todavía, necesitaba derribar enemigos aún más altos. En el otoño de 1953, estando recién casado, cortó su luna de miel para arremeter contra el Ejército. Su táctica fue la misma que cuando empezó con el Departamento de Estado, dijo que tenía una lista de reds (rojos) infiltrados en el Cuerpo de Señales –una rama muy sensible de las Fuerzas Armadas, pues de ella dependen las comunicaciones-.

En realidad no tenía nada concreto y su investigación terminó en fracaso; no encontró más que un dentista, Irving Peress, miembro de un minúsculo partido de izquierdas, al que como a miles de médicos movilizados se le había otorgado automáticamente el grado de oficial. Cuando empezó a investigarlo, el dentista pidió la baja y fue “licenciado con honor”. Hasta esa pieza menor se le escapaba a McCarthy, pero como gran demagogo que era montó una campaña mediática con el eslogan: ¿Quién ascendió a Peress?

Su presa ahora sería el general Ralph Zwicker, a cuyas órdenes había estado el dentista. El Pentágono le había dicho a Zwicker que no respondiera las preguntas más insidiosas cuando compareció ante el comité de McCarthy, y este, con su habitual estilo tabernario, le dijo que tenía la inteligencia de “un niño de 5 años” y que “no era digno de vestir el uniforme”.

Pero el general Zwicker era un héroe de guerra que había desembarcado en Normandía el Día D y ganado muchas medallas. El ataque de McCarthy provocó la indignación de todos los militares estadounidenses, incluido Eisenhower, de las asociaciones de veteranos de guerra, de la mayoría de la prensa y del propio Partido Republicano, al pertenecía McCarthy.

Las cosas aún empeoraron cuando el secretario de Defensa Stevens intentó una actitud conciliadora con McCarthy. Los miembros del Gobierno le tenían auténtico miedo al senador y Stevens estuvo dispuesto a acceder a todas sus imposiciones. Como era un bocazas, McCarthy le comentó a un periodista que el secretario de Defensa “no podría haberse comportado más abyectamente ni poniéndose de rodillas”. El Times de Londres publicó un artículo que decía “El senador McCarthy ha conseguido lo que no lograron Burgoyne y Cornwallis [los generales ingleses en la Guerra de Independencia americana]: la rendición del Ejército Americano”.

La ofensa era demasiado grave y los generales prepararon un contrataque, apoyados discretamente por Eisenhower. Buscaron trapos sucios de McCarthy, y encontraron que había intentado lograr un trato de favor para un ayudante suyo que hacía la mili. Para el puritanismo americano eso era un pecado mortal. Ahora le tocó a McCarthy comparecer ante un comité de investigación, como el alguacil alguacilado. Durante 36 días de audiencias televisadas en directo McCarthy tuvo que tragar de su propia medicina.

Algunos medios de comunicación comenzaron a atacarle, el público de las audiencias aplaudía –ante las cámaras de TV- a los que le acosaban y entre sus compañeros de partido en el Senado se inició un movimiento para deshacerse de él. McCarthy se burlaba de un grupo de siete senadores republicanos enemigos llamándoles Blanca Nieves y los seis enanitos, pero para la derecha americana se había convertido en un compañero indeseado.

Borracho en el Senado.

“Si el senador por Wisconsin hubiese estado a sueldo de los comunistas no les habría hecho mejor el trabajo”, llegó a decir en junio del 54 el senador republicano por Vermont Ralph Flanders, que patrocinó la censura contra McCarthy.

En enero de ese año McCarthy había alcanzado la cota más alta de su popularidad, con un 50% de los estadounidenses aprobando lo que hacía, y solamente un 29% en contra, según un sondeo de Gallup. Pero en el sondeo de agosto la tendencia se había invertido: los apoyos habían bajado al 36%, mientras que estaba contra él un 51% del público. McCarthy era una fruta madura a punto de caer. Caída que se consumó en la mayoritaria censura del Senado del 2 de diciembre que citábamos al principio.

A partir de ese momento el Gran Inquisidor se convirtió en un apestado a quien todos rehuían. No perdió su escaño, pero en el tiempo de legislatura que le quedó el Senado se vaciaba cuando él hablaba. Los demás senadores le hacían desplantes, la prensa le ignoraba absolutamente y su condición física se deterioró notablemente. “Es un pálido fantasma de lo que antes era”, diría un cronista.

Siempre había bebido, pero ahora aparecía borracho en el mismísimo Senado, ante padres de la patria y periodistas. En la primavera de 1957 ingresó en el Hospital Naval de Bethesda, donde murió el 2 de mayo de cirrosis hepática causada por el alcohol. Solamente tenía 48 años.

Hubo que celebrar una elección en Wisconsin para cubrir su escaño, y la ganó un demócrata, William Proxmire. Su sucesor le puso el epitafio a McCarthy: “Una desgracia para Wisconsin, para el Senado y para América”.

http://www.tiempodehoy.com/cultura/hist ... h-mccarthy
"Demand me nothing; what you know, you know: / From this time forth I never will speak word"
Avatar de Usuario
lordcartabon
Salario mínimo
Mensajes: 1696
Registrado: 02 Mar 2015 12:48

Re:

Mensaje por lordcartabon »


:-o :-o :-o :-o -

¿Tienes pruebas de esa grave acusación? ¿O es que llamas "acoso" al mero hecho de pensar, argumentar y vivir de una forma diferente?

Acá quien acosa eres tú, por motivos políticos y de fe.

"El Estado no debe enseñar, sino que debe permitir enseñar. Todos los monopolios son detestables, pero el peor de todos es el monopolio de la educación".
Avatar de Usuario
Nexus6
Miembro del Politburó
Mensajes: 6797
Registrado: 31 Ago 2010 22:37
Ubicación: Escuela de Mecánica de la Armada

Mensaje por Nexus6 »

Tú mismo reconociste que habias acosado a Athan
Avatar de Usuario
lordcartabon
Salario mínimo
Mensajes: 1696
Registrado: 02 Mar 2015 12:48

Re:

Mensaje por lordcartabon »


Tu particular interpretación de una campaña de denuncia de la infiltración comunista en las instancias federales. Archivo Venona: contra eso tu burda e infantil etiqueta de "fascista" es basurilla inerme.

«Nuestros camaradas y los miembros de las organizaciones amigas deben continuamente avergonzar, desacreditar y degradar a nuestros críticos. Cuando los obstruccionistas se vuelvan demasiado irritantes hay que etiquetarlos como fascistas o nazis. Esta asociación de ideas, después de las suficientes repeticiones, acabará siendo una realidad en la conciencia de la gente». (Directriz del Partido Comunista de la Unión Soviética, 1943).

:juas :juas Nexus, amigo, eres más añejo y anticuado que el chupa-chups.

"El Estado no debe enseñar, sino que debe permitir enseñar. Todos los monopolios son detestables, pero el peor de todos es el monopolio de la educación".
Avatar de Usuario
lordcartabon
Salario mínimo
Mensajes: 1696
Registrado: 02 Mar 2015 12:48

Re:

Mensaje por lordcartabon »


NO tengo ni la menor idea de quien es Athan. Nunca he acosado a nadie por nada. Por descontado, nunca acosé a nadie por lo que hiciera o dejara de hacer en su intimidad.

Sospecho que sigues en el delirio paranoide de confundirme con otro. :facepalm: :facepalm:

"El Estado no debe enseñar, sino que debe permitir enseñar. Todos los monopolios son detestables, pero el peor de todos es el monopolio de la educación".
Avatar de Usuario
P-i-R-R-i
Becario
Mensajes: 280
Registrado: 29 Mar 2014 02:26

Re: Macarthismo: Las víctimas secretas de Joseph McCarthy

Mensaje por P-i-R-R-i »

Sin duda los americanos que todavía viven en el campo y viven cazando caimanes (modelo paleto americano patriota) apoyarían lo que hizo McCarthy, pero una persona plena de sus facultades con un pensamiento como mínimo justo con los derechos de las personas no apoyaría tal engendro.
"No se puede entender el hoy sin conocer el ayer"
Avatar de Usuario
lordcartabon
Salario mínimo
Mensajes: 1696
Registrado: 02 Mar 2015 12:48

Re: Macarthismo: Las víctimas secretas de Joseph McCarthy

Mensaje por lordcartabon »


Archivo Venona. Eso reza para cazadores de caimanes, brookers de Wall Street o empresarios del Napa Valley. Las pruebas, pruebas son. Tachar de locos al disidente no es argumento.

"El Estado no debe enseñar, sino que debe permitir enseñar. Todos los monopolios son detestables, pero el peor de todos es el monopolio de la educación".
Avatar de Usuario
P-i-R-R-i
Becario
Mensajes: 280
Registrado: 29 Mar 2014 02:26

Re: Macarthismo: Las víctimas secretas de Joseph McCarthy

Mensaje por P-i-R-R-i »

Tanto bien que hizo es curioso que fuese destituido por Eisenhower.
"No se puede entender el hoy sin conocer el ayer"
Avatar de Usuario
lordcartabon
Salario mínimo
Mensajes: 1696
Registrado: 02 Mar 2015 12:48

Re: Macarthismo: Las víctimas secretas de Joseph McCarthy

Mensaje por lordcartabon »


La destitución se debió a otros motivos. No es el objeto del tema. Denunció algo y era verdad.

"El Estado no debe enseñar, sino que debe permitir enseñar. Todos los monopolios son detestables, pero el peor de todos es el monopolio de la educación".
Avatar de Usuario
Col. Rheault
Funcionario
Mensajes: 5129
Registrado: 03 Nov 2013 01:49

Re: Macarthismo: Las víctimas secretas de Joseph McCarthy

Mensaje por Col. Rheault »

Durante gran parte de su vida, los hijos de Julius y Ethel Rosenberg bregaron activamente por sostener la inocencia de sus padres. Michael Meeropol dirige hoy el departamento de economía del Western New England College y Robert, que se graduó de abogado, preside el Fondo Rosenberg de la Niñez. Ambos viven en Massachusetts.

Su defensa de la inocencia de los Rosenberg sufrió un serio revés en 1995, cuando el gobierno norteamericano divulgó el contenido de una serie de cables enviados desde el consulado soviético de Nueva York a Moscú, que habían sido interceptados y decodificados, llamado "El archivo de Venona", donde se alude a la participación de Julius Rosenberg en una red de espionaje soviética.

"El archivo Venona me obligó a aceptar la posibilidad de que mi padre participó en una operación ilegal encubierta para ayudar a la Unión Soviética a derrotar a los nazis", escribe Robert Meeropol en "Una ejecución en la familia: el viaje de un hijo", un libro que acaba de publicar, en el cincuentenario de la ejecución.

Imagen

Pero si bien las transcripciones indican que Julius formaba parte de una red de espionaje, también prueban con bastante certeza que Ethel Rosenberg era inocente. Más allá de las posibles evidencias incriminatorias, lo cierto es que el juicio a los Rosenberg estuvo plagado de ilegalidades que nadie refuta.

David Greenglass, que hoy tiene 81 años, confesó haber mentido cuando testificó contra su hermana. Harry Gold, otro de los que incriminaron a los Rosenberg, utilizó argumentos provistos por el FBI. Documentos del FBI, publicados en la década del 70, revelaron que el juez Kaufman se había reunido secretamente con los fiscales antes de pronunciar la sentencia.

La gran ironía es que, aun cuando fueran espías, los Rosenberg nunca pudieron haber estado en posesión de ningún secreto atómico relevante. La información provista a los soviéticos por Alan Nunn May y Klaus Fuchs, dos científicos británicos que habían trabajado en el Proyecto Manhattan, en Los Alamos, fue la que realmente permitió a los soviéticos construir la bomba. Sólo que Nunn May y Fuchs tuvieron la suerte de ser juzgados en Inglaterra. Nunn May cumplió una pena de seis años y Fuchs, una de nueve.

Pero si el caso Rosenberg se niega a desaparecer de la conciencia de los norteamericanos -el cincuentenario recibió una extensa cobertura en la prensa- seguramente lo es menos por tratarse de una extrema injusticia que por la latente convicción de que en cualquier momento podría volver a repetirse. .

http://www.lanacion.com.ar/505479-los-r ... os-despues
"Demand me nothing; what you know, you know: / From this time forth I never will speak word"
Avatar de Usuario
gálvez
Miembro del Politburó
Mensajes: 17954
Registrado: 11 Oct 2011 19:48

Re: Macarthismo: Las víctimas secretas de Joseph McCarthy

Mensaje por gálvez »

Sin duda la persona que mas daño hizo a las libertades en EEUU fue el tal McCarthy.

¿Es cierto que existían planes de espionaje sovietico?...pues claro, hemos descubierto el Mediterraneo.

Pero es que se de esa obviedad no justifica ni remotamente el que se establezcan autos inquistoirales sobre pureza ideológica.
Es absolutamente contranatura cargarte la democracia en nombre de defender la democracia.
Y menos por una obviedad semejante....

¿qué mal mayor...?¿dejó de existir el espionaje sovietico despues de que el bueno de IKE le diese voleta a ese paranoide?Entiendo que no, entiendo que los rusos continuaron ocn sus tareas de espionaje e infiltración en EEUU
¿implosionaron los EEÚU por ello?...no, creo que la que acabó desmorinándose fue la URSS....y ciertamente creo que la URSS contemporanea era mas expeditiva y paranoide en eso de perseguir la disidencia y la infiltración enemiga de lo que fue el propio Mc Carthy, y de poco le sirvió al final.

Así que toda la caza de brujas y paranoia montada es una muestra de la que debemos de aprender lo frágil que es una democracia, lo fácil que es que desde dentro, en nombre de la defensa de la misma y en base a alimentar nuestros miedos y paranoias se pueda socavar los principios de la misma hasta convertirla en una caricatura de la misma poniendose al mismo nivel de los regímenes y sistemas políticos contra los que intentas protegerte.

La democracia es un sistema para personas valientes, los mayores enemigos de ella son los cobardes cómo McCarthy que no dudan en prostituirla, liquidar sus principios y degradarla presos del pánico que su paranoia y debilidad mental les transmite alimentando en su locura la histeria colectiva de una sociedad.

En mi opinión el tal McCarthy debería de haber sido sometido a Damnatio memoriae por traidor a los principios democráticos y su nombre arrastrado por el fango en mucha mayor medida de lo que ha sido hasta ahora.

Todo castigo es poco para semejante tipo de traidores que corrompen los valores de una sociedad.

saludos
Avatar de Usuario
lordcartabon
Salario mínimo
Mensajes: 1696
Registrado: 02 Mar 2015 12:48

Re: Macarthismo: Las víctimas secretas de Joseph McCarthy

Mensaje por lordcartabon »

Por curiosidad, ¿qué principio de las democracias vulneró McCarthy? ¿qué valor democrático fue corrompido? Dudo mucho de que una comparecencia ante el Senado estadounidense sea un "proceso inquisitorial". Ni que se tratase de uno de los tristemente célebres interrogatorios del Fiscal Vyshinski durante las sangrientas purgas de Stalin. Comparado con eso, hasta los mismos procesos inquisitoriales eran excelentes trámites garantistas. Hablamos de una Comisión de Investigación del Senado estadounidense, no de un interrogatorio soviético con "confesiones" obtenidas de aquella manera, y con valor irrefutable asignado a la palabra de un dictador supremo. Los comparecientes podía defenderse, todos lo hicieron, y algunos demostraron su inocencia y lavaron toda duda. Lo siento, el mito de la "caza de brujas" es eso, mito.

¿Paranoias? Estimado gálvez, la "paranoia" resultó ser verídica. El Archivo Venona no deja lugar a dudas. Sólo exageró McCarthy la infiltración en el sector militar, en el resto tuvo toda la razón. Este es el núcleo de la cuestión: desacreditar a la PERSONA de McCarthy no hará que el Archivo Venona se esfume.

No, el espionaje soviético prosiguió, claro. Pero no cabe duda de que McCarthy le propinó un severo correctivo. Durante los mandatos de Rooselvelt y Truman se habían descuidado los controles; y esa tendencia la invirtió McCarthy, sin la menor duda. Con la consiguiente defensa de las libertades democráticas, naturalmente.

De McCarthy se puede decir muchos defectos, pero ¿cobarde? Es evidente que se granjeó poderosos enemigos de las altas esferas. Su poder, limitado, provenía sólo de sus votantes, de ciudadanos de la calle, en donde su popularidad era tremenda.

En resumen, gálvez. Su discurso es pomposo, pero carece de argumento de fondo. McCarthy no corrompió la democracia, todo lo contrario, rindió un gran servicio a la misma. McCarthy no era un inquisidor, sólo un senador que afrontó su responsabilidad. McCarthy no era un paranoico, porque su denuncia era, en esencia, verídica.

El daño a las libertades lo hicieron los que la amenazaron, los numerosos espías al servicio del comunismo soviético. Un senador estadounidense que denunció eso, evidentemente, no dañó las libertades sino todo lo contrario.

"El Estado no debe enseñar, sino que debe permitir enseñar. Todos los monopolios son detestables, pero el peor de todos es el monopolio de la educación".
Avatar de Usuario
Col. Rheault
Funcionario
Mensajes: 5129
Registrado: 03 Nov 2013 01:49

Re: Macarthismo: Las víctimas secretas de Joseph McCarthy

Mensaje por Col. Rheault »

El fin de la Segunda Guerra Mundial y el inicio de la Guerra Fría que va a oponer, durante más de cuarenta años a los Estados Unidos y la URSS, reactivan el sentimiento anticomunista en la cumbre del Estado. El presidente Harry S. Truman es criticado por todos. A su derecha, los Republicanos lo acusan de ser demasiado «flojo» frente al «peligro comunista». A su izquierda, debe enfrentar una oposición heteróclita, compuesta por algunos demócratas, en torno a Henry Wallace, por el Partido Comunista, pero también por personalidades aisladas como Walter Lippman, Albert Einstein, Fiorello La Guardia, o también Henry Morgenthau.

Estos individuos consideran que «la reconciliación con la Unión Soviética [es] posible sin sacrificar el interés nacional (...) que la Guerra Fría no [debe] ser un proceso de militarización y que el conflicto [amenaza] las instituciones norteamericanas y les principios más caros al corazón de los norteamericanos» [4]. Estas palabras encuentran eco en la propia población, que aunque anticomunista en su conjunto, no desea una confrontación con la URSS, mucho más cuando la idea de un «peligro rojo» aparece más como un fantasma que como una realidad. El recuerdo de la alianza sovietonorteamericana para luchar contra la Alemania nazi todavía está vivo.

Como a raíz de la Primera Guerra Mundial, e incluso si la dominación de los Estados Unidos sobre la economía mundial se establecerá rápidamente, el regreso a una economía de paz plantea, en los primeros años, algunas dificultades a la población. Así, en el año 1946 se produce un regreso al desempleo y a las huelgas. El movimiento social suscita un fuerte sentimiento antisindical que conduce al éxito de los republicanos en las elecciones legislativas.

Inmediatamente, una treintena de Estados adoptan legislaciones antisindicales y, en 1947, el Congreso vota, contra la opinión del presidente Truman quien intenta oponer su veto, la ley Taft-Hartley que tiene por objetivo «reducir el poder sindical y eliminar específicamente la influencia comunista en el movimiento sindical» [5].

El texto prevé sobre todo que todo elegido sindical jure por escrito «que no es miembro del Partido Comunista o afiliado a un partido de ese corte y que no cree ni inculca el derrocamiento del gobierno de los Estados Unidos por la fuerza o por cualquier otro medio ilegal o anticonstitucional» [6].

La paranoia anticomunista naciente se ve reforzada por presuntos casos de espionaje -en realidad inventados- imputados a la URSS. En octubre de 1946, la Cámara de Comercio de los EE.UU publica un informe según el cual los comunistas habrían infiltrado las instancias gubernamentales, sobre todo el Departamento de Estado, y los sindicatos, y propone en sus conclusiones, «expulsar a todos los "subversivos" de los lugares de formación de opinión: escuelas y bibliotecas, cine, radio y televisión, prensa escrita» [7].

Un poco antes, un informe de J. Edgar Hoover, convertido en director del FBI, afirmaba la existencia de una amplia red de espionaje implantada en los Estados Unidos con ramificaciones en el propio seno del gobierno. Hoover afirma además haber pedido a sus hombres que continuaran sus investigaciones y confirma trabajar en la elaboración «de una lista de todos los miembros del partido y de las personas peligrosas en caso de crisis seria con la Unión Soviética».

Esa vasta campaña de desinformación tiene sus frutos. Con miras a eliminar el principal argumento electoral de los republicanos, Truman crea, en noviembre de 1946, una comisión temporal encargada de evaluar la lealtad de los funcionarios. El 21 de marzo, esa comisión se hace permanente por el decreto presidencial n° 9835, que establece un programa de verificación de la lealtad de los funcionarios.

Al unísono, Truman establece un aparato de Estado secreto capaz de dirigir permanentemente una guerra fría contra la Unión Soviética con independencia de cuáles sean las alternancias políticas. El National Security Act de 1947 crea a la vez un Estado Mayor Interarmas permanente en tiempo de paz (JCS), una agencia omnipotente de inteligencia y de acción (CIA), y una sala de mando permanente (NCS). Después, licencia al general George F. Keenan, teórico de la amenaza soviética pero partidario de la contención, en provecho de Paul H. Nitze, favorable al enfrentamiento militar en teatros periféricos. En 1948, Truman es reelegido como presidente de los Estados Unidos. En realidad, el movimiento en el cual navega lo trasciende.

En el Congreso, los representantes han creado una Comisión del Congreso sobre las Actividades Antinorteamericanas en la cual Richard Nixon desempeña un importante papel. La Comisión es el punto de partida de la primera «cacería de brujas» en el medio cinematográfico y de la recreación, con la ayuda de Ronald Reagan, entonces presidente del Screen Actors Guild, el sindicato de actores de Hollywood [8]. En 1948, es Richard Nixon quien insta a sus colegas congresistas a interesarse en el caso Alger Hiss, nombre de ese alto funcionario del Departamento de Estado acusado de haber pertenecido al Partido Comunista sobre la base de informaciones -además, poco confiables- de Whittaker Chambers, un importante responsable de la redacción de Time. Ese asunto fortalece la legitimidad de la cruzada anticomunista y abre la vía al senador Joseph McCarthy.



Joseph McCarthy

Ese político mediocre, elegido «el peor congresista» en 1951 por la Asociación de Periodistas del Congreso, cena en enero de 1950 con el padre Edmund Walsh, profesor de la Universidad (jesuita) de Georgetown, de Washington. Este le sugiere, para mantener su escaño, que se lance a una cruzada anticomunista. Dicho y hecho. El 9 de febrero de 1950, Joseph McCArthy pronuncia un discurso en Wheeling en el que cuestiona gravemente al secretario de Estado Dean Acheson y, enarbolando una hoja de papel, afirma tener «una lista de 205 nombres, comunicada al secretario de Estado, de miembros del partido comunista que pese a todo trabajan todavía en el Departamento de Estado y que estructuran su política».

El asunto causa un escándalo y, no obstante, como todos los discursos sobre el «enemigo interno», las palabras de McCarthy se basan en el aire. No existe lista, ni nombres, sino los obtenidos por los comités de evaluación de los funcionarios, publicados en 1946, y que comprendían a ex comunistas, fascistas, alcohólicos y homosexuales. Pese a la superchería, McCarthy persiste y pronuncia un discurso ante el Senado el 20 de febrero, en el que menciona la infiltración de la administración demócrata de Harry Truman por comunistas.

http://www.voltairenet.org/article126416.html
"Demand me nothing; what you know, you know: / From this time forth I never will speak word"
Avatar de Usuario
lordcartabon
Salario mínimo
Mensajes: 1696
Registrado: 02 Mar 2015 12:48

Re: Macarthismo: Las víctimas secretas de Joseph McCarthy

Mensaje por lordcartabon »

La superchería en cuestión resultó ser cierta. Archivo Venona, la prueba incontrovertida. Para ser "aire" es, sin lugar a dudas, un "aire" muy sustancioso y documentado.

"El Estado no debe enseñar, sino que debe permitir enseñar. Todos los monopolios son detestables, pero el peor de todos es el monopolio de la educación".
Avatar de Usuario
gálvez
Miembro del Politburó
Mensajes: 17954
Registrado: 11 Oct 2011 19:48

Re: Macarthismo: Las víctimas secretas de Joseph McCarthy

Mensaje por gálvez »

No es un proceso inquisitorial porque no lo instruye la inquisición, pero el buen Fray Torquemanda habría aplaudido el proceder del comité senatorial de actividades antiamericanas.

Es inquisistorial desde el momento en que se opera a traves de la delación, ante una acusación no tipificada cómo es "actividades antiamericanas" ...¿qué tipificación jurídica es esa?...
es una perversión democrática desde el momento en que sin base probatoria alguna, en base a sospechas,paranoias o meros infundios un ciudadano es puesto en la picota para demostrar su inocencia,cuando en democracia se debe de demostrar la culpabilidad,

es una vez mas inquisitorial desde que se pide una pureza ideológica cómo la ionquisición buscaba pureza de sangre, es inquisitorial desde el momento en que se investiga la adscripción ideológica de una persona,

es igualmente una perversión democrática desde que se cuestiona e interroga sobre la ideología de cada cual, desde que se equipara tener una ideología con ser "antiamericano" o ser un traidor.Es inquisitorial en tanto que defensora de un pensamiento único tal cómo la inquisición imponia una sola fé verdadera...

Su pregunta es pertinente, pero habría sido mas corta si en lugar de preguintar qué vulneró hubiese preguntado que no vulneró. :-)
Es cierto que las practicas sovieticas eran mas brutales ....de hecho creo haberlo señalado en mi anterior intervención.No es una cuestión de ytumases
Pero que una cosa sea mas brutal que otra no significa que la otra no sea brutal.
Y en tanto que el McCarthismo destruyó la reputación y vida pública de muchas personas de forma alegre ycompulsiva para mayor gloria de un mediocre fanático borrachín pues fue algo lamentable para los EEUU
solo exageró lo de los militares....solo... :facepalm: .
A ver, el que está exagerando el informe Venona es usted....¿qué decía ese informe? que efectivamente había planes de infiltración y espionaje sovietico ....Se ha descubierto la polvora ocn el informe Venona...

¿qué algiuno de los perseguidos por la caza de brujas eran al final individuos chungos,,,,?
Joder, hasta un reloj estropeado da bien la hora dos veces al día :D ...lo cual no quita que sea un cacharro inservible.

Si yo detengo aleatoriamente a 100 personas no dude de que trincaré a algún que otro delicuente...lo que no quita que detener a personas aleatoriamente sea una barbaridad y un acto paranoide.

Y es que usted mismo reconoce que el tal McCarthy exageraba,...exageraba porque fue a destruir la reputación de militares ,excombatientes de guerra y todo lo demás poniendo en duda su patriotismo sin prueba alguna..y tocarle los huevos a esta gente era menos presentable que tocarselo a cuatro actores o intelectuales...
EL modus operandi con los milicos fue exactamente el mismo que ocn el resto de sus victimas , lo que pasa es que purgar a los militares siempre ha sido una cuestión mas delicada ....porque suelen ser mas reaccios a dejarse purgar y además gratuitamente.
Si su proceder fue errado con los milicos tambienlo fue con el resto de la peña...pues el modus operandi fue el mismo.


Tambien exagera usted aquí.La caza de brujas no dio ningún resultado jugoso en el contraespionaje...de facto el contraespionaje es una cuestión de delizadeza, sutileza y discreción, y el proceder de Mc Carthy era mas del tipo elefante en cacharrería.Está usted magnificando unos resultados mas que mediocres,inexistentes.
Vamos, lo que en otros ámbitos se diría un populista :sisi
En un pulso ideológico gana el bando que logre al otro subvertir sus valores.
Mc Carthy en su obstusa estulticia de hombre alcoholizado, subvertió los valores de la sociedad americana adoptando procederes impropios de una democracia, haciendo persecuciones ideológicas y dando una baza propagandistica considerable al otro bando.Le recuerdo que usted mismo no ha resistido la tentación de comparar sus metodos con los sovieticos de la era Stalin nada menos.
Desde ese punto de vista el daño de Mc Carthy a los valores que decía defender eEUU fue mayor que el que en ningún momento logró imponerle la URSS.
MC Carthy fue lo mas parecido de imponer en un pais libre algo parecido a lo que la URSS imponía en sus satelites, una Stasi o una Securitate...y no lo hizo bajo la imposición de l aURSS, lo hizo de motus propio y de l amano de la paranoia y la histeria promovida por este personaje.

saludos
Responder