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binabik escribió:" .........Pero las tierras de Aman y Eressëa de los Eldar fueron retiradas y llevadas
para siempre más allá del alcance de los Hombres. Y Andor, la Tierra del Don,
Númenor de los Reyes, Elenna de la Estrella de Eärendil, fue destruida por
completo. Porque estaba al este, junto a la enorme grieta, y los cimientos se
derrumbaron, y cayó y se hundió en las sombras, y ya no existe. Y no hay ahora
sobre la Tierra lugar alguno donde se preserve la memoria de un tiempo en el que
no había mal. Porque Ilúvatar hizo retroceder a los Grandes Mares al oeste de la
Tierra Media, y las Tierras Vacías al este, y se hicieron nuevas tierras y nuevos
mares, y el mundo quedó disminuido, pues Valinor y Eressëa fueron transportadas
al reino de las cosas escondidas.............".
".............De este modo, en parte por los viajes de los barcos, en parte por la
ciencia y la lectura de las estrellas, los reyes de los Hombres supieron que
el mundo era en verdad redondo, y sin embargo aún se permitía que los
Eldar partieran y navegaran hacia el Antiguo Occidente y a Avallónë, si así
lo querían. Por tanto, los sabios de entre los Hombres decían que tenía que
haber un Camino Recto, para aquellos a quienes se les permitiese
descubrirlo. Y enseñaban que aunque el nuevo mundo estuviese torcido, el
viejo camino y el sendero del recuerdo del Occidente todavía estaban allí,
como si fueran un poderoso puente invisible que atravesara el aire del
aliento y del vuelo (que eran curvos ahora, como el mundo), y cruzara el
limen, que ninguna carne puede soportar sin asistencia, hasta llegar a Tol
Eressëa, la Isla Solitaria, y quizás aún más allá, hasta Valinor, donde
habitan todavía los Valar y observan el desarrollo de la historia del mundo.
Y cuentos y rumores nacieron a lo largo de las costas del mar acerca de
marineros y Hombres abandonados en las aguas, que por algún destino o
gracia o favor de los Valar habían encontrado el Camino Recto y habían
visto cómo se hundía por debajo de ellos la faz del mundo, y de ese modo
habían llegado al puerto de Avallónë, con lámparas que iluminaban los
muelles, o en verdad a las últimas playas de Aman; y allí habían
contemplado la Montaña Blanca, terrible y hermosa, antes de morir........"
Del AKALLABÊTH ( La caida de Númenor)