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Hadouken escribió: ↑11 Oct 2021 12:21
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José escribió: ↑11 Oct 2021 02:41
No. Al revés. Son los zurdos los que ponen de ejemplo a los países nórdicos por lo socialistas que son, acordándose únicamente de su estado de bienestar. Siempre dicen que debemos avanzar hacia el "modelo nórdico". Sin embargo, cuando les dices que avancen de verdad hacia ese modelo, implementando la economía de mercado que les caracteriza, comienzan con la cantinela de que eso es hiper-mega-ultraliberal.
Si dejamos el sistema actual para parecernos más a los nórdicos, copiémosles todo. Desde luego, yo estaría más satisfecho en ese sistema que en el actual sobrerregulado, de gasto público por encima de lo generado , aumento de deuda, de déficit, etc.
Se pone a los paises nordicos como modelo de socialdemocracia y la socialdemocracia es liberal y capitalista. No obstante, Si hay una izquierda que obvia que para tener un estado de bienestar fuerte hay que tener una economia fuerte da absolutamente igual para lo que he dicho, eso no invalida que un estado de bienestar fuerte crea sociedades mejores y que los libertarios estais en contra de un estado del bienestar fuerte y los nordicos son ejemplo de eso.
Yo creo que se está dando en este tema el típico problema corriente y común desde hace años en los foros, uno dice "Marte es el planeta rojo" y otro dice "Venus es el planeta más caliente", no hay comunicación porque derechamente cada uno está enfocado de modo muy enceguecido en su posición ideológica. Mira el ejemplo de los países nórdicos, unos lo consideran ejemplos de libertades económicas y otros ejemplos de una sana dosis de intervencionismo público en la economía. Sin embargo, reduciendo todo lo anterior el problema podría solucionarse de una forma muy simplificada: la correcta relación entre mercado y Estado debiera ser la que mantienen los países nórdicos (como bien señalas), lo cual desmontaría el argumento liberal (entre más liberalizada una economía, mejor), sin embargo luego nos pasa que el 80 (o 90)% de los países no son como los nórdicos, y allí por más que metan dosis de intervencionismo público, la cosa sigue pintando mal (se desmonta el argumento de izquierda reformista), por tanto, la respuesta no puede venir ni del keynesianismo*, ni del liberalismo.
Resumiéndolo todavía más, la respuesta sería "una correcta relación entre el sector público y el privado vendría es la que mantienen los nórdicos", pero agregando que "hay que tener un sector privado productivo como los nórdicos", por tanto el problema de fondo no es la administración y sí la productividad económica.
La clave es saber cómo se alcanza una productividad como la sueca, finlandesa o noruega. Y allí nuevamente nos encontramos con distancias en unos y otros. Los liberales aducen que es la libertad económica la que genera prosperidad e incremento de productividad. La izquierda reformista dice en cambio que sin Estado no hay desarrollo económico. Y aquí vale la pena leer la historia económica:
todos los países que se desarrollaron alcanzaron su estadio como economías avanzadas con un intervencionismo estatal que hoy los liberales ignoran, sin embargo, una vez desarrollado su músculo industrial,
se abocaron a liberalizar su economía con tal de ensanchar sus propios beneficios. Por ejemplo en el siglo XVII las Provincias Unidas mantenían una sistemática política de Mare Liberum con los ingleses aduciendo que la economía debía ser liberal y no protegida, a pesar de que ellos sí la protegían, lo mismo se ve cuando los Estados reclaman en la OMC por las tarifas que unos pones sobre otros, o cuando observamos por qué el TPP no ha tenido buena recepción de un inicio (pues todos sus integrantes han deseado proteger unos sectores en los que otros desean liberalizar).
La economía internacional tiene, en este sentido, una historia zigzagueante. A veces unos países se cierran y otras se abren. Durante el S. XIX Estados Unidos era un país muy proteccionista, pero tras la victoria en las dos guerras mundiales se abrió al mundo. Reino Unido también era un país muy proteccionista durante buena parte del siglo XIX. Y para qué hablar del resto de casos exitosos de industrialización en Europa. Algunos no solo protegieron, sino que se embarcaron en el robo de tecnología (los suizos robaban de los alemanes), otros intervenían asiduamente (ej. los alemanes), llegando a niveles donde las empresas más relevantes o bien estaban fuertemente subsidiadas por el Eº o directamente eran de su propiedad (como Singapur), incluso en algunos casos hubo planes de administración quinquenal (Corea del Sur) o Cuadrienal (Taiwán). Realmente el único caso de desarrollo sin intervención directa del Eº fue Hong Honk, el cual ni es un país, y sí siempre ha sido una colonia cuyo fuerte ha sido geográfico (una pequeña economía que opera como nexo entre occidente y China, que se ha beneficiado de los acontecimientos históricos en el país, y cuya economía exportadora es básicamente una de reexportación). Emular este último caso significaría para una economía como la alemana encontrarse en una situación similar (y es imposible por los tamaños).
La pregunta que valdría preguntarse entonces es, ¿por qué no emulamos a los países ricos? ¿Por qué no nos industrializamos con intervención pública y luego nos abrimos? Y allí es cuando la clave es geográfica, geoeconómica. Si todos tuviésemos el mismo nivel de productividad la economía no sería como lo es hoy. Si Perú puede exportar X cantidad de materia prima es porque, por una parte no puede producir más, y por otra porque no hay más compradores que la consuman. Si Perú incrementara en 5 o 6 veces su producción podría industrializarse si y solo si, el consumo de su producción también se multiplicase en una relación similar, si no es así, entonces los precios podrían caer y su nivel de enriquecimiento no sería tan elevado como se espera. Si todos se abrieran a la inversión reduciendo a mínimos los costos y la intervención, la única ventaja comparativa y competitiva serían sus propias condiciones, y en ese sentido competirían por el mismo número de capitales, el juego entonces se transparentaría pero las condiciones no mejorarían para la mayoría (quizás para algunos sí, pero general se mantendrían). Tampoco pueden ser todos industrializados si lo que se requiere es un nivel de producción de materias primas para echar adelante la maquinaria, entonces todo se reduce a una cuestión productiva.
No todos podemos ser productivos en el mismo sentido que no todos podemos ser igualmente ricos.
La economía está determinada a que haya pocos países con economías poseedoras de rubros con alto valor agregado, y una mayoría que dependen de estas.
Este determinismo es económicos/histórico/social.
Los liberales ignoran esto y creen en su mitología del mercado (una mitología donde hablan de elecciones racionales, libre oferta y demanda, competencia perfecta, vamos, un escenario imaginario que no existe más que en sus libros y que ignora la realidad histórica) para decir "sí, lo que tienes que hacer es liberalizarlo todo. Los reformistas de izquierda hacen 3/4 de lo mismo, venden espejos a sus votantes diciendo que la economía se puede regular y se puede hacer que los empresarios inviertan más (para que haya más trabajo) y aporten más dinero en impuestos (para robustecer la SS), ignorando muchísimos ejemplos en los que a igual productividad y mayor impuestos la inversión detiene su dinámica. España es un ejemplo.
Tampoco podemos ignorar los aciertos de cada lado. Los liberales tienen toda la razón del mundo cuando critican este tipo de medidas (es que es de cajón, a igualdad de condiciones si intervienes la cosa no acaba bien, como dijiste, esto se sabe desde los romanos, pero también tenemos ejemplos como los de Alemania donde el precio ya está regulado y la situación del alquiler no ha mejorado) ya que solo se ocultan situaciones subyacentes muy propias al nivel de productividad económica (si el precio de un alquiler medio es de 1000 €, ese precio está fijado así porque hay un número de personas que ofertando su propiedad al arriendo a 1000 € mensuales ganan más de lo que pierden, por ejemplo teniendo una segunda vivienda para usarla en vacaciones, y también hay un número de consumidores que están dispuestos a pagar 1000 € de su bolsillo mensualmente para vivir en ese bien raíz, si pones un coto, entonces muchos podrían decidir en lugar de alquilar, vender la propiedad y quedarse con los euros de dicha operación), mientras que la izquierda reformista tiene razón cuando aduce que la liberalización de la economía no da los resultados esperados a nivel social pues el argumento esgrimido por liberales se basa en axiomas que no aplican a todas las realidades (por ejemplo, un país como Israel que liberaliza su economía puede ver incrementado su rendimiento ya que el consumo de su output viene occidente, en cambio si toda Europa lo hace, quizás la demanda interna caiga y solo los sectores exportadores a países como Estados Unidos o China se verían beneficiados; o también podría darse el caso que liberalizar la economía implicase un beneficio a sectores que no son benéficos en el corto y mediano plazo a la mayoría de la sociedad, por ejemplo el agro, dejando de lado a ingenieros o técnicos con estudios superiores, un país con una tasa de cuenta corriente en azules puede verse beneficiada liberalizando su economía al incentivar la inversión en todas sus áreas, pero un país con una economía más atrasada solo verá pérdidas de trabajo o concentración de capital).
Desde luego estas condiciones son cambiantes. En una década Japón pasó de ser una economía boyante a ser un país estancado con miles de empresas zombies. Por lo tanto la respuesta es siempre "depende".
Incluso si siempre depende, el hecho es que no todos los países pueden ser ganadores en la competencia internacional. Si esta se sintetiza en que "unos venden más de lo que compran" y otros "compran más de lo que venden", en un escenario con países cuyas cifras macroeconómicas (PIB), demográficas (población) y geográficas (acceso estratégico a ciertos mercados y reservas de stock energético, suelo cultivable y recursos minerales), unos pocos ganan y muchos pierden.
La situación española es un buen ejemplo. Homologada política monetaria con Europa (euro) y comercial, solo le queda insertarse en esta economía con su propia capacidad productiva. Como esta es bastante inferior a la alemana, holandesa o danesa, su tasa de cuenta corriente mantiene un déficit estructural. Entonces para competir lo que le queda es compensar los números rojos de la Cta. Cte. con números azules en la balanza financiera (endeudamiento público y privado), lo típico de identidad macroeconómica [(I – S) + (G – T) + CC = 0].
Los liberales dicen que para superar este endémico problema (que se arrastra en principio desde los 80, aunque las causas las debemos buscas a la fallida industrialización franquista de los 60) hay que reducir G (gasto público), aliviando al sector privado para que invierta más. Y en principio pueden tener razón. Si se hace eso, la inversión aumentará y habrá más empleo. Pero hacerlo significaría minar muchas conquistas sociales (luego viene el mito liberal de que una sanidad privatizada es mejor, o que el sistema privado de pensiones como el chileno es mejor que el sistema de reparto, reitero, es mitología, lo que es cierto es que sean insostenibles si ocurre lo que pasa en España), o incluso también estarían a favor de reducir los salarios, quizás el salario mínimo español debiera ser no de 1000 € y sí de 500 o 600 € como el portugués, algunos se aventuran en decir que el salario mínimo derechamente debería desaparecer (así como en el siglo XIX) normalizando en buena medida el empleo informal.
La pregunta que valdría preguntarse es,
vale, hay más inversión y por tanto trabajo, ¿pero de qué tipo?, cuesta creer que solo por eso haya más inversión en sectores clave. Los capitales no van en búsqueda de la homologación del desarrollo entre zonas y sí en búsqueda de los nichos con mayor rentabilidad. ¿Dónde hay más rentabilidad en España? ¿En el sector biotecnológico o en el turismo? ¿En el agro o en la robótica?
Por eso es clave entender en su contexto el Plan España 2050 de Sánchez. Ya que con casi total seguridad los asesores económicos del PSOE saben esto que te digo, entienden perfectamente que hay dos opciones viables para que España salga de su agujero económico. O bien se liberalizan (= reducción de salarios y gasto social), o bien los salarios y el gasto social se congela mientras los beneficios van incrementándose poco a poco. La primera opción es más radical y efectiva en el corto plazo, pero también más dolorosa, la segunda ocupa un tiempo más prolongado (supongo que esperando que la UE siga financiando el déficit público español). Sin embargo, es clave como el mismo plan aduce que los españoles deberán esperar que el desempleo sobre los 2 dígitos se mantenga por décadas en el país, y cuando lleguemos a 2050, los españoles tendrán un empleo bajo el 10% pero también serán más pobres (se habla de compartir habitaciones de alquiler, comer menos carne y ocupar menos coches en nombre del ecologismo, una forma muy progresista de decir que han vivido sobre sus posibilidades... igual que los liberales). La diferencia es, por tanto, de tiempo.
La clase política española sabe que España perdió su oportunidad para alcanzar a los países más avanzados de la UE, quizás el último dirigente que tuvo la oportunidad fue Franco, pero entró en la carrera con 20 años de atraso (la autarquía fue una pérdida de tiempo exagerado), entonces les queda solo asumir que integrarse a Europa solo se logrará como una economía medianamente avanzada/medianamente atrasada mientras la clase trabajadora del país se empobrece con el tiempo. Los liberales son más transparentes que los reformistas de izquierda (aunque siempre ocultando los efectos nocivos de la liberalización).
Síntesis: el problema no es ni público, ni privado, el problema es el capitalismo. Y este no es solo público o privado. El capitalismo engloba todo eso y es más que la sola suma de sus partes.
Saludos.