Ejemplo:
Somos parte de una familia.
Mamá + papá + hijo + hija.
Mamá gana 2000 €, papá 2500 €, hijo 850 €, hija 900 €.
Mamá y papá proporcionan, para la casa, 3500 €, los hijos solo 500 €.
Existe un acuerdo familiar en el que quienes más ganan pasan más solidarizándose con quienes menos ganan. Esto pues, finalmente, cada individuo de la familia percibe 1000 €, es decir los padres reciben menos de lo que aportan y los hijos bastante más.
Luego resulta que con el ahorro que cada uno tiene (papá y mamá 1000 € y los hijos 1250 €) hace lo que quiere, e incluso endeudarse.
Papá está endeudado en 100 €, mamá en 150 €, la hija en 500 € y el hijo en 1500 €. En total la deuda es de 2250 €.
Para los padres asumir el coste de esa deuda es simple, en cambio para el hijo resultará muy difícil, pero si la deuda se paga a nivel familiar, o solo con la ayuda de los padres sí que se podría pagar. Asumiendo la primera solución, por ejemplo, cada uno debería pagar 562,5 €.
Como solución nuevamente hay solidaridad desde los padres y hermana hacia el hijo-hermano.
Hasta aquí no ha parado de haber solidaridad o en términos económicos, una redistribución desde quien más tiene a quién menos tiene.
El debate moral está en si esta solidaridad es necesaria o positiva, pero no entra en lo que intento decir, porque el recargar a las CC.AA que han sido más responsables creo que sería un debate interesante a la hora de evidenciar lo necesaria que es España para las CC.AA más pro - independentistas.
Sin embargo esto no acaba aquí, pues el debate no es solo moral en un sentido de si la solidaridad es buena o mala, también lo es en un sentido contrario, ¿si somos solidarios, lo somos todos o solo algunos?
Porque siguiendo con el Ej. tras el pago de la deuda el hijo dice que no quiere aportar nada de su salario, quiere quedarse con 850 € íntegros y seguir viviendo en casa, de lo contrario, optará por irse.
El hijo plantea una negociación y un chantaje moral, porque ciertamente si se larga los padres podrían dejar de cargar con tal costo, pero no todo se resume en números y bolsillos, hay mucha sentimentalidad y definitivamente no les gustaría que su hijo se largase (ni mucho menos con un sueldo tan miserable que no le daría para más que pagar un pequeño cuarto en un piso hacinado con 4 o 5 individuos), por lo que acceden a dejar de "requerir" su aporte.
¿Cuánto de solidario hay allí?
Nada.
Los padres son solidarios con el hijo, pero el hijo NO lo es con los padres.
¿Por qué se acepta esta situación? Porque el hijo sabe cómo, cuánto y por donde chantajear a sus padres. El hijo por tanto vive con privilegios.
Más o menos lo que buscan los indepes tanto en Catalunya como en el País Vasco.
Quizás los indepes entiendan que romper con España sea un límite que no se pueda cruzar sin asumir costos humanos, lo de 2017 fue un suave tanteo que demostró que la bota del Leviatán a pesar de a veces parecer inexistente, siempre los pisoteará si cruzan ese umbral. Sin embargo la estrategia de los privilegios es una forma de asegurarse objetivos políticos alcanzables en el corto plazo que les reditúan popularidad y por tanto ganancias electorales.
Los indepes hacen con España lo que España busca hacer con la UE: obtener cesiones, privilegios, excepciones. España busca fondos de los países más productivos, Catalunya y País Vasco buscan o buscarán más ayudas, más dinero, más fondos de España; España busca que el BCE les financie la deuda, Catalunya y PV buscan o buscarán que les condonen la deuda con cargo a todos los ciudadanos.
Es una forma bastante indigna de relacionarse con sus pares, pero oye, funciona.
Saludos.