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Churrero escribió: ↑26 Oct 2022 18:47
Franco señaló al colectivo LGTBI como enemigo a batir al estar compuesto por "sujetos caídos al más bajo nivel moral". Fueron torturados, encarcelados y asesinados.
Esto es lo que a algunos les gustaría que volviera a pasar.
No tiene nada que ver que Franco fuese homófobo. De hecho, lo era Franco, Stalin, Castro, Nixon, Truman, y prácticamente toda la humanidad a mediados de siglo XX. La homosexualidad era incluso más cuestionada, criticada, y perseguida en ciertos casos que 100 o 200 años antes pues la moral burguesa victoriana, sumado a una conjugación de efectos conllevó ese resultado (antes también se perseguía, pero al menos en la praxis más menos se toleraba).
Sin embargo, todo eso se superó. En occidente ya no hay homofobia más que en casos contados. El matrimonio homosexual es una realidad de todo occidente casi (Europa occidental, parte de Europa oriental, América del Norte, Australia, Nueva Zelanda y buena parte de Latinoamérica), lo mismo con la adopción homoparental.
Es decir, a juicios legales, una pareja homosexual tiene los mismos derechos que una pareja heterosexual en tanto pueden contraer matrimonio y adoptar. Y claro, no hay ley ni política que vaya en contra de ello.
Lo que se discute ahora es otra cosa, y es una discusión que trasciende la derecha e izquierda, y donde cada bando incluye a personas de derecha, izquierda, gays, héteros y también religiosos y laicos. Porque lo que está en juego son dos perspectivas de la persona, una abiertamente liberal - individualista a un punto que trasgrede lo más esencial de la infancia como es su propia integridad física y psicológica en nombre de la autodeterminación del sexo/género bajo diferentes excusas, y la otra parte que cuestiona esta perspectiva bajo diferentes orillas, de las cuales yo identifico tres más relevantes:
1. El argumento religioso y moral
2. El argumento civil
3. El argumento médico
El primero es archi recontra conocido, ya sea considerada pecado o una degeneración social, la autodeterminación sexual (e incluso un proceso destinado únicamente a personas con disforia) es rechazada.
El segundo es el argumento que observa y se preocupa por la isonomía legal y socioeconómica, por las injusticias devenidas de la aplicación de una "equidad de trato" a hombres que se identifican como mujeres en aquellos espacios que están destinados, legal y socioeconómicamente, para las mujeres (tema aparte es la validez legítima de que existan tales espacios).
Y el argumento médico es el más básico y difícil de refutar que es el que ya indiqué en mi post anterior.
Repito, hay homosexuales, heterosexuales, cristianos, liberales seculares, viejos y jóvenes, hombres y mujeres en contra de esta ley, y no necesariamente se está en contra de que las personas con disforia de género reciban el debido tratamiento.
En fin.
El progresismo ha generado un espacio donde todo aquel que defienda la libertad de expresión, la igualdad ante la ley, la presunción de inocencia y el debido proceso médico en asuntos como el tratado, es definido de fascista, franquista, o reaccionario ultraconservador.
Lo que más me llama la atención es que haya tanto personaje mayor de 50 o 60 años que se deje penetrar por ideas propias a personas que nacieron después de 1980.
Saludos.
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