El próximo Sábado, cuando el acuerdo se ponga a consideración de la Cámara de los Comunes, se sabrá si hay una nueva temporada (sigue el bloqueo) o si el culebrón del Brexit llega a su fin. Por lo pronto, el panorama es muy incierto para que el acuerdo pueda ser aprobado, al rechazo de la mayoría de los parlamentarios laboristas, y la totalidad de los liberales y nacionalistas escoceses y galeses, se suma el sorpresivo rechazo de los nor-irlandeses protestantes del DUP.
De momento, Johnson no tiene una mayoría para aprobar el acuerdo, pero tiene tiempo hasta el sábado para convencer a los parlamentarios nor-irlandeses del DUP, y a la minoría parlamentaria laborista euro-escéptica (el 20% de la bancada laborista). Claramente, Corbyn intentará imponer la disciplina partidaria, pero en Gran Bretaña, con el sistema electoral de circunscripciones uninominales, los parlamentarios se deben a sus distritos, no a sus partidos políticos o grupos parlamentarios, así que todo es posible, ello ya se observó en anteriores votaciones, cuando un 25% del grupo parlamentario conservador en la Cámara de los Comunes (los tories europeístas) rechazó los anteriores acuerdos de May, en la actualidad esos conservadores europeístas ya están fuera del grupo parlamentario conservador y han pasado a ser independientes.