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skye escribió:De todas formas, lo que estoy leyendo escrito por algunos, no es sino un fenómeno que está pasando desde hace no mucho tiempo y que no es sino el intento por parte de ciertos sectores políticos (sectores que, todo hay que decirlo, proceden de la izquierda radical podemita y del nacionalismo independentista; o sea, los amigos de Sánchez) por deslegitimar la Constitución y hacernos creer que es una Constitución que no se ha votado (que ellos no votaron, porque quizá en el 78 no habían nacido), que es una Constitución aprobada bajo la tutela de los militares, que es una Constitución anti-democrática, que lo de la Monarquía tal y tal...
Y sumando todo eso el resultado sería que hay que cargarse la Constitución porque supuestamente no sirve.
Bueno, no está mal eso de aclarar posiciones. De lo que yo había visto hasta ahora (supongo que soy demasiado inocente), los enemigos más o menos etiquetados como tales de la Constitución era la derecha (la derechona, en lenguaje de esta gente) o la extrema derecha. En general, "los fascistas", como dicen ellos.
Bien, pues ahora resultaría que hay una supuesta confluencia de intereses entre esa "derechona", "la izquierdona" y los nacionalistas independentistas.
Todos ellos, a saco contra la Constitución. Unos, por unas cosas; otros, por otras, pero todos intentando cargársela.
Una cosa: todas, absolutamente todas, las Constituciones, son hijas de su momento histórico. Las Constituciones no suelen nacer en momentos de tranquilidad y sosiego social, cuando la cosa rueda sola. Las Constituciones nacen en momentos de convulsión social o política, que de alguna manera ponen en evidencia el agotamiento de un régimen o de un sistema político y hacen necesario establecer nuevas "reglas del juego".
Pero como las circunstancias históricas son cambiantes, esos momentos convulsos en un momento desaparecen y la cosa vuelve a la tranquilidad. Lo que es absurdo es decir eso de: oiga, que esa Constitución que aprobamos con motivo de esto, ya no nos vale porque las circunstancias han cambiado. Hay que volver a votar y volver a empezar.
La Constitución española, como todas las Constituciones en el mundo, nació en un momento histórico muy concreto. Y sí, como he dicho más arriba, fue resultado de una transacción o de un pacto entre muchos. Y eso fue así, diría que afortunadamente. Como ha dicho Alfonso Guerra en alguna ocasión (para mí, Guerra es toda una autoridad y un referente en muchas cosas), por primera vez en la historia de España, estamos ante una Constitución que integra a todos, que no se hace por media España para imponérsela a la otra media.
Y, también lo he dicho más arriba, hay que felicitar a todos los que participaron en todo aquello, desde los partidos políticos (UCD, PSOE, PCE, AP, nacionalistas, etc.) hasta las instituciones (el Rey, el ejército, la Iglesia, los poderes económicos, etc.) y fundamentalmente al pueblo español, porque lo hicieron genial. Y esa cosa que se llama la Constitución del 78 ha hecho que disfrutemos como nunca lo hemos hecho de unos niveles de desarrollo económico, social, político, etc., como en la vida lo habíamos tenido.
Así que, por mi parte, enhorabuena a la Constitución y a este país por haber conseguido engarzarnos en el mundo de los países libres y desarrollados.
Y los que le dais a la matraca diciendo que no se la ha votado (diréis mejor, que no la habéis votado vosotros), o que si esto o lo otro... pues ya sabéis: Título X de la Constitución "De la reforma constitucional".
Ahí pone lo que tenéis que hacer si queréis cambiarla.
Y que conste que yo sí creo que hay que cambiar cosas (implantar de una vez un Estado federal, establecer una cláusula de escisión de los territorios que se quieran escindir al estilo canadiense con Quebec, etc.). Lo que pasa es que mientras no haya consenso para tocar nada y se sepa, primero qué se va a tocar y a dónde se quiere llegar, pues casi mejor no tocar nada.
Saludos.