Con todos mis respetos para ti, Joseba y para tu familia.. Aupa eta beti aurrera.
EnlaceVer citas anterioresLas cartas inéditas de Joxeba Pagaza antes de ser asesinado por ETA: "Cada día veo más cerca mi fin"
"Sr. Balza:
Soy Joxeba Pagazaurtundúa Ruiz, ex agente 00201 de la Ertzaintza.
Cada día veo más cerca mi fin a manos de ETA.
Soy consciente de mi presencia NO COMUNICADA en papeles del comando Buruntza. Y soy asimismo consciente de otros datos relativos a un familiar próximo del mismo comando y tampoco han sido comunicados".
Joxeba Pagazaurtundúa escribió estas líneas poco antes de ser asesinado por ETA el 8 de febrero de 2003 (este jueves se cumplen 15 años de esa fecha). El destinatario de la misiva era el consejero de Interior vasco, Javier Balza (PNV), quien aseguraría no haberla recibido jamás. El contenido de la carta ya era conocido, pero el documento nunca había visto la luz.
El asesinato de Pagazaurtundúa -ex jefe de la Policía Local de Andoáin, antiguo Ertzaintza, militante del PSE-EE y afiliado a UGT- evoca los años duros en el País Vasco. Porque en 2003 la sociedad vasca luchaba contra la anestesia, abofeteada tras el asesinato del concejal Miguel Ángel Blanco seis años atrás.
La eurodiputada Maite Pagazaurtundúa, junto al retrato de su hermano, Joxeba.
Joxeba Pagaza se atrevía a levantar la voz cuando los pistoleros la acallaban con plomo. La historia de la víctima es un relato de acoso y derribo, de continuas amenazas hasta la última, la definitiva, la que le arrancó su vida en el bar Daytona de Andoáin tres disparos mediante. Eran las 9.55 del 8 de febrero de 2003.
A sus 45 años, dejaba una viuda y dos hijos.
Ahora, con motivo del decimoquinto aniversario de su asesinato, la familia Pagazaurtundúa hace públicas una serie de cartas inéditas que Joxeba dejó como legado.
"Somos muchos los amenazados por ETA"
"En Euskadi somos muchos y muchos los amenazados por ETA [...]. ¿Qué nos pueden reprochar a los que aguantamos las tarascadas de los terroristas?", planteó Joxeba Pagaza en una carta en la que criticaba el papel de los partidos nacionalistas.
Él ya se sabía objetivo de ETA. No había pasado demasiado tiempo desde que la Ertzaintza desarticulase, en agosto de 2001, el comando Buruntza, en un operativo que se saldó con la detención de ocho personas. Las manos de los terroristas capturados ya estaban manchadas de sangre, tras perpetrar el asesinato del ertzaina Mikel Uribe.
Aquel comando tenía fijación por los uniformes. Con 160 kilos de explosivos en sus manos y varias armas cortas, planeaban otros atentados contra miembros de cuerpos policiales. Joxeba Pagaza, con una vida volcada en la Ertzaintza y en la Policía Local de Andoáin, estaba entre sus objetivos.
Carta de Joxeba Pagazaurtundúa dirigida al consejero Balza.
En ese contexto, mandó al consejero de Interior vasco la carta que abre este artículo. Previamente, Pagaza ya había escrito a Javier Balza:
Andoáin, a 14 de septiembre de 2001.
Sr. Consejero de Interior:
soy José Luis Pagazaurtundúa Ruiz, jefe de la Policía Municipal de Andoáin. Por si mi nombre no le dice nada voy a darle unos cuantos datos:
-Hace diez años, tras haberme pinchado las cuatro ruedas del coche, me quemaron el vehículo.
-A finales de 1994 me informan que desde la dirección de ETA ordenan preparar un atentado contra mi persona.
(...)
-En mayo de 2000 asesinan en Andoáin a un íntimo amigo.
-Alterno periodos de baja laboral con breves periodos de trabajo. La información que acabe con mi vida puede salir del mismo Ayuntamiento.
-En marzo de 2001 atacan mi domicilio con cócteles molotov. La reivindicación es harto helocuente: "Chivato de los txakurras ['perros' en euskera, palabra que utilizaban ETA y su entorno para referirse a Policía y Guardia Civil], represor, etc...".
-En septiembre de 2001 queman mi coche.
[...]
Con esta misiva, Joxeba Pagaza le contaba al consejero Balza que "no es nada sencilla la supervivencia de este ciudadano vasco". Este grito desesperado, que hoy puede sonar enterrado por el tiempo, era la angustia de un hombre señalado. Andoáin, con sus 14.000 habitantes, estaba gobernado por Euskal Herritarrok, a la postre ilegalizado por ser la rama política de ETA. Entre 1990 y 2007 se registraron en esta localidad un centenar de ataques de kale borroka.
En un lugar en el que todos conocían a todos, en el que el terror era sinónimo de lo cotidiano, Pagazaurtundúa optó por no plegarse: "¡No podemos parar! Aunque nos cueste. Hoy más que nunca sois necesarios para la causa más importante de Euskadi: LA LIBERTAD", escribió en otra carta dirigida al artista vasco Agustín Ibarrola, miembro del Foro de Ermua, después de que un grupo de radicales destrozase su obra en el bosque de Oma.
Las 'voluntades' de Joxeba
El 11 de marzo de 2002, once meses antes de su asesinato, Joxeba era consciente de que ya escribía las últimas líneas de su existencia. En un documento que tituló Voluntades -una suerte de testimonio íntimo- habló de cómo quería que fuese su despedida.
El documento Voluntades, escrito por Joxeba Pagazaurtundúa antes de ser asesinado.
Si muero por manos ajenas, por motivos de mi militancia política y oficio, deseo que:
-No haya oficio religioso.
-El oficio civil sea realizado por personas de mi confianza (espero que se interprete esto de modo adecuado).
-El oficio o capilla ardiente sea presidida por las banderas constitucionales (ikurriña y española) con un lugar para las del partido, la UGT, y la republicana, al margen.
Eso sí, un reproche a los que sólo han pensado en "su problema": yo no lo hice así. Pensé en los demás.
Un beso a mi esposa (qué frío), a Titi. Te amo. Pero no puedo expresarlo. Soy un cateto.
Un beso a mis hijos. Os quiero. No me olvidéis.
¡Amá! ¡Qué paciencia! Como Titi.
El 8 de febrero de 2003 se cumplió aquella profecía. Los pistoleros vaciaron tres disparos contra Joxeba en el bar Daytona, donde solía desayunar. Aquel "no me olvidéis" que escribió en su carta se tradujo no sólo en el calor de la memoria de su familia; su nombre sostiene la memoria de unos tiempos que no deben olvidarse.
Joxeba Pagazaurtundúa, antes de morir, clamó: "Mi grito de libertad lo acojan los ciudadanos".
Poema escrito por Joxeba Pagazaurtundúa.
"Ay madre, me han de matar
y no puedo evitarlo.
Mi grito de libertad
lo acojan los ciudadanos".
EnlaceVer citas anterioresPagazaurtundua aún oye el eco de los disparos
La hermana del sargento de la Policía local de Andoain asesinado por ETA acude 15 años después al lugar del crimen
Maite Pagazaurtundua saluda al fotógrafo Eduardo Nave tras retratar el bar Daytona donde fue asesinado Pagaza en 2003
La cita es a la misma hora y en el mismo lugar del crimen. Maite Pagazaurtundua ha acudido este martes a las puertas del bar Daytona, en Andoain (Gipuzkoa), donde hace exactamente 15 años fue acribillado a balazos su hermano Joseba, sargento de la Policía local en este municipio y miembro de Basta Ya. "No he entrado nunca al bar porque ahí dentro se escucha aún el eco de los disparos", afirma la eurodiputada de UPyD mientras el fotógrafo Eduardo Nave dispara la cámara a las 9.55, la misma hora en que el pistolero etarra descerrajó cuatro tiros a Joseba mientras estaba desayunando en el bar.
Maite Pagazaurtundua ha querido asistir hoy al momento en que iba a quedar retratado "el lugar de la ausencia", un escenario macabro que la familia identifica con "la tristeza y la estupidez del fanatismo identitario", afirma. No frecuenta el lugar, aunque reconoce que "siempre" ha sentido "mucha emoción al pasar por la zona". Como les sucede a Ana Iribar, viuda de Gregorio Ordóñez, y a su hijo Javier, que nunca han pisado el bar La Cepa de la Parte Vieja donostiarra donde fue asesinado en 1995 el edil del PP, la hermana de Pagazaurtundua tampoco ha traspasado las puertas del Daytona: "Lo he pensado muchas veces y he llegado a la conclusión de que no puedo alterar la atmósfera de los clientes".
El fotógrafo Nave dispara la cámara y mantiene el obturador abierto durante tres minutos, el tiempo que tardó el asesino en perpetrar el crimen, a esa hora y en ese lugar. "Ha sido como un responso laico", comenta Maite Pagazaurtundua, "una muestra de respeto, a la vez que un alegato contra la barbarie, contra la visión neurótica de las identidades nacionalistas".
La instantánea que Nave (Valencia, 1976) ha realizado en Andoain pasa ahora a formar parte de un trabajo fotográfico que comenzó en 2008 y se titula "A la hora, en el lugar", compuesta por 76 tomas de otros tantos "lugares anodinos que quedaron marcados por la muerte consumada en atentados terroristas perpetrados por ETA", explica el fotógrafo. La foto del bar Daytona, donde yació moribundo Joseba Pagazaurtundua (falleció horas después en el hospital), se expone desde hoy en el centro cultural Koldo Mitxelena de San Sebastián, donde la Diputación de Gipuzkoa ha montado la muestra "Luces en la Memoria; Arte y conversaciones frente a la barbarie de ETA", que pretende dar testimonio del terror padecido a lo largo de cinco décadas. Este año se cumplen precisamente 50 años del primer atentado mortal de ETA en esta provincia, el cometido contra José Antonio Pardines, el agente de la Guardia Civil que fue asesinado cuando estaba regulando el tráfico en la N-I a la altura de Villabona.
Maite Pagazaurtundua observa al fotógrafo Eduardo Nave mientras retrata el lugar donde fue asesinado su hermano
"Fotografiar el escenario de un atentado de ETA es casi como un acto religioso, porque recuerdas todo lo ocurrido y empatizas con la víctima", asegura Nave. "Lo que pretendo con este trabajo es que el paso del tiempo no haga olvidar los hechos", añade. Cuando tenía 15 años, ETA asesinó al catedrático de la Universidad de Valencia Manuel Broseta, padre de un amigo suyo. Aquel impacto dio lugar años después a un recorrido por algunos de los puntos donde la banda terrorista dejó marcada para siempre su huella macabra.
"Esta vez he querido hacer coincidir la foto del lugar donde mataron a Pagazaurtundua con la inauguración de la exposición. Hago la foto, la rebelo y la instalamos en la expo", comenta el fotógrafo, quien agradece la ayuda que ha recibido de la familia del fallecido. Maite sostiene que la sociedad "aún está necesitada de una catarsis, también desde el punto de vista artístico": "En esta bajamar de la amenaza terrorista, cuando tan cerca estamos del ocaso de ETA, tenemos que ir contra la memoria domesticada. Aquellos que han vivido en el fanatismo tienen que mirar atrás, porque aún no hemos podido enterrar a nuestros muertos", afirma Maite Pagazaurtundua.
El recuerdo del jefe de la Policía de Andoain asesinado por ETA ha estado hoy presente en el homenaje que le han dedicado los socialistas vascos en un acto celebrado junto a la escultura de Ibarrola "La casa de Joseba". "Debemos enseñar a las nuevas generaciones la sinrazón de la violencia y la defensa de valores como la convivencia, el pluralismo, el respeto y la tolerancia, para que no volvamos a cometer los errores del pasado", ha dicho durante este acto Maider Lainez, portavoz del PSE en el Ayuntamiento de Andoain, gobernado por EH Bildu.
En presencia de varios cargos socialistas y de dos representantes del PP, Lainez (se presentó como candidata a la alcaldía, pero no resultó elegida porque un edil del PNV se abstuvo en la sesión de investidura) ha recordado que "todavía hay cuestiones pendientes", y se ha preguntado: "¿Cuándo va a anunciar ETA su disolución? ¿A qué están esperando?".
Maite Pagazaurtundua ha tenido que abandonar este homenaje para acudir a la inauguración de la muestra sobre ETA en San Sebastián. La familia y allegados de Pagaza van a rendirle un homenaje este próximo domingo junto al mismo monolito, en el que van a intervenir el nieto de Fernando Múgica, la propia Maite y el filósofo Fernando Savater. "Han pasado 15 años, pero los humanos necesitamos este tipo de ritos para expresar nuestras emociones. El recuerdo del asesinato de Joxeba está muy marcado y eso aún se siente", sentencia.