No entiendo bien el primer escenario. Otegi esta inhabilitado y sigue a lo suyo, pero no tiene ningún cargo público y quien responde ante los gobiernos son gente de su partido que no están inhabilitados y pueden ser perseguidos si se saltan la ley en el desempeño de sus funciones.Ver citas anterioresgálvez escribió:Muchas gracias por la respuesta tan claraVer citas anterioresNowomowa escribió:No reconocerla y encausar por sedición a todos los que la voten favorablemente con vistas a inhabilitarles durante muchos años. Muy particualrmente hay que asegurarse de que no puedan presentarse a unas elecciones ni reemplazar a cargos electos, para evitar que vuelvan a entrar en el Parlament y así obligar a los indeps a usar personajes de segunda fila o exponerse a que sus listas sean nulas y los otros partidos arrasemblen con todos los escaños.Ver citas anterioresTe repito la misma pregunta....si Puigdemont proclama la DUI ¿Según tú qué debe de hacer el estado español?
saludos
Básicamente, hay que dejar que los indepes se hagan un Mishima, SIN violencia y SIN enajenar a los catalanes que, como yo, nos la suda la unidad de España pero no queremos la independencia.
Me surgen dos preguntas
1)¿Qué se hace si se pasan igualmente por los huevos dicha inhabilitación y siguen a los suyo?
¿qué debería de hacer el estado Españaol?
2)¿Cómo no se enajenan a Catalanes cómo tú?Es decir cual es el procedimiento para que los catalanes no conformes con la independencia unilateral se les pueda dar el ampara qué cómo ciudadanos Espàñoles se merecen (se supone esa es la causa por la que no se debe de dar la independencia a Cataluña) y que a la vez no se "enajenen"
saludos
Yo creo que si inhabilitas más de medio Parlament, es forzoso disolver la cámara y convocar nuevas elecciones, y eso sólo podría hacerlo Rajoy con el artículo 155, supongo. Los indepes plantearían esas elecciones como un plesbicito (again) y el "no" podría movilizarse si ve una solución al Procés, una alternativa real.
Idealmente, habría que abrir el melón de que una cosa es ser iguales ante la ley y otra que a todos los españoles les tenga que gustar el mismo café por aquello de la "igualdad". El sistema autonómico hoy en día niega niveles de autonomíai en función de que no serían aplicables a toda España, y eso es una receta para el descontento a perpetuidad de los que tiene demasiado autogobierno y de los que no tienen el suficiente.
Sobre el segundo punto, cualquier cosa que quite autogobierno a Cataluña enajenará a pocos o muchos de los que no queremos la independencia pero tampoco nos gusta el modelo actual. Los problemas de la libertad se solucionan con más libertad, no con menos. Y ahí cada cual tiene sus filias y fobias y su idea sobre qué y cómo debe hacerse. Es un debate que los independentistas nos han negado (o lo suyo o la nada) y el gobierno de Rajoy ha sido de gran ayuda al decir que, efectivamente, o lo suyo, o menos, o los antidisturbios.