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Oldways escribió:Ver citas anteriores
xmigoll escribió:Ver citas anteriores
SanTelmo escribió:Hombre Xmigol, si uno se suicida de entrada la penosidad del hecho se me antoja muy superior que si lo hace un médico por inyección letal. Además de la posibilidad de fallar y quedar peor que estabas.
No pretendo establecer en este hilo un gabinete dirigido a dirimir las razones por las que alguien puede plantearse la opción de acabar con su vida pero, siempre hablando de forma general, el suicida no establece futuribles sobre como será su vida si falla en su intento de muerte. Alguien que tenga en cuenta este tipo de adversidades quizás esté utilizando el intento de suicidio, como forma para llamar la atención y reclamar una ayuda que es incapaz de solicitar por otros métodos.
Coincido con el Sr. Oldways que hay que establecer un debate serio y sosegado que nos deje bien identificado las conductas que deben ser toleradas y permisibles. En lo que no coincido es la necesidad de dar cobertura a aquellos que por motivos meramente subjetivos se han cansado de vivir. Para ellos, siempre según mi opinión, se necesita tratamiento y hacerles ver que la vida tiene cosas buenas y malas. Y que más allá de los problemas puntuales que todos podemos llegar a tener, merece la pena llegar "hasta que el cuerpo aguante".
Un saludo.
Como ejemplo, Xmigoll, me gustaría que enumerases una serie de argumentos para "vivir la vida" a personas en la siguiente situación:
* Persona que queda sordo-ciega en accidente de tráfico.
* Anciano sin vínculos familiares más allá de la pareja que acaba de perder.
* Persona a la que le diagnostican Hungtintong y prefiere morir plácidamente "en la cresta de la ola" antes de empezar con el deterioro.
Esa gente no está actuando de forma cobarde o irracional. Se va a suicidar, y está en nuestra mano conseguir que lo hagan en un Centro Médico o en las vías del tren. ¿Que otros "tirarían palante"? Sin duda, pero no podemos condenar a la gente ni a vivir ni a la marginalidad en un acto que ni es ilegal ni implica prácticas ilegales.
El error es, quizá, pensar que el suicidio asistido sería "jauja" y que el estado iba a estar "ejecutando" gente a patadas... Y yo no creo que sea así. Los casos en los que el estado avalaría y facilitaría esa práctica serían pocos, de naturaleza mundana aunque poco corriente, pero no por ello menos importantes. No hablamos del tipo que se descubre cornudo y en un arrebato emocional se tira desde lo alto de una presa.
Intentaré sintetizar lo máximo posible. No porque no se merezca una respuesta completa, si no porque no deseo ser pesado.
Dejando de lado conceptos como la resiliencia, muy bien traído por otra parte, que no todos desarrollamos o mejor dicho, que no todos enfatizamos de la misma manera, pues más que nada depende de la capacidad de aprendizaje del sujeto ante situaciones adversas, de ahí que el término haya experimentado una evolución en su denominación, sí que me gustaría escribir unas palabras, a petición y en respuesta al Sr. Oldways.
Como en toda lesión permanente incapacitante, crónico degenerativas o de otra índole, sin pasar a enumerar más, hay que tener en cuenta en primer lugar, esto es muy importante mencionarlo y que se recuerde, que no existe una sola personalidad, que cada paciente es un caso único y que responderá de forma completamente diferente a estímulos que terceros le pueden llegar a ofrecer. Eso no quiere decir que puedan existir una serie de pautas compartidas con otros individuos que presenten patologías, sé perfectamente que el uso de este vocablo aquí no es el más correcto, más o menos similares.
Dejando de lado las etapas psicológicas que todo individuo ha de superar, entendido dentro de un contexto de adaptación ante una pérdida de cualquier tipo o ante la noticia de una enfermedad crónica degenerativa irreversible, por ejemplarizar lo que estoy intentando explicar, el tratamiento psicológico que se le ha de prestar, debe estar enfocado de forma claramente personalizada, según sus peticiones y teniendo en cuenta la gravedad de la incidencia que le afecta.
Sin entrar a significarme detenidamente en cada uno de los niveles sobre los que hay que actuar, como pueden ser el cognitivo, el fisiológico y el conductual, sí me gustaría señalar que la información veraz, no vender humo pero si dar esperanzas proponiendo planes de actuación acordes con la enfermedad presentada e informar de los progresos sobre la investigación en aquello que le afecta, el apoyo constante en el que deben implicarse no solamente la familia, si no todos los estamentos comprometidos y tratar al paciente con la dignidad que se merece, forma parte fundamental para que se pueda superar, con esto no estoy diciendo curar, y enfrentarse al problema de una forma que no ponga en peligro su mente. Pero claro, este apoyo moral que se le ha de prestar a los enfermos, a aquellos que necesitan de esta ayuda para seguir adelante, debe ser acompañado y vigilado en el tiempo. Si la ayuda solamente consiste en dar una paga vitalicia y en quitárnoslos de encima a la menor ocasión, pues es hasta comprensible que los sentimientos negativos vayan creciendo y con ello se pueda implantar ideas o conductas suicidas. Sobre este aspecto hay que trabajar más y asignar más recursos.
De todas maneras y para acabar, espero haber respondido a lo que usted me pedía Sr. Oldways (si no es así estaré encantado de atenderle), aunque en principio estoy en contra de la eutanasia, salvo en algunos supuestos como pueden llegar a ser enfermos irreversibles en estados próximos a la muerte, y aunque piense que se deberían asignar más recursos a desarrollar mejoras en la medicina paliativa, estoy a favor del debate. Ahora, sea como fuere, si se elige la opción de administrar la eutanasia como último recurso, lo que no podemos es lavarnos las manos y abandonar a su suerte a aquellos que necesitan de nuestra “sabiduría”. Y aquí hago y establezco un símil con el tema del aborto que ya hemos tratado en anteriores ocasiones. Es de ser el fariseo más absoluto, negar la posibilidad del aborto a alguien, por muy en contra de ello en que esté el que subscribe (salvo casos de recomendación médica), y después abandonarlos a su suerte con una asignación de apenas 100 euros al mes, siempre que seas una madre trabajadora. Que si no , ni eso.
No sé si me he explicado de forma correcta.
Un saludo