Bueno, he leído cuatro líneas sobre el tema, en periódicos israelíes y la entrada de la wiki sobre el Monte del Templo (o Explanada de las Mezquitas para los musulmanes).
Se ha desestimado judicialmente la acusación contra Glick de haber agredido a una mujer mayor en 2014 provocando su caída al suelo y subsiguiente fractura de un brazo.
El día de los hechos la mujer lo denunció por agresión. Glick sostiene que no hubo tal (o que no por su parte, vaya). A raíz de la denuncia se había prohibido a Glick el acceso a la zona. La mujer fue interrogada y negó ser miembro de Murabitat, un grupo femenino musulmán extremista (su contraparte masculina es el Murabitin) a quienes, según The Jerusalem Post, pagan para acosar a los judíos que visitan el lugar sagrado. Hace unos meses ambos grupos musulmanes fueron ilegalizados y se les prohibió el acceso a la zona, lo cual dio lugar a la ola de terror que asola la ciudad desde octubre pasado.
Sin embargo, el abogado de Glick encontró una entrevista que le hicieron algunos medios árabes a esta mujer dos meses después de la supuesta agresión donde al parecer se mostraba contraria a la presencia de judíos en la explanada y reconocía ser miembro de Murabitat y que estaba dispuesta a "defender (la mezquita de) Al-Aqsa de los judíos".
Tras el hallazgo volvieron a solicitar su comparecencia en el juicio y se la interrogó respecto a esta entrevista a lo cual comenzó a llorar y contradecirse hasta tal punto que la fiscalía "se dio cuenta de que mentía" (según el abogado defensor de Glick) y retiró la acusación.
Glick no solo niega la agresión, sino que afirma que un grupo de musulmanes lo agredieron a él y a su hijo de 14 años, mientras la policía miraba para otro lado.
Artículo de The Jerusalem Post (en inglés) sobre el caso
Me queda la duda de cómo se rompió el brazo la mujer, pero cabe la posibilidad de que, si hubo un rifirrafe entre musulmanes y judíos y se agredió a Glick y compañía, pudiera ser consecuencia de una caída accidental en medio del follón.
Por otra parte, añadir que es el propio Estado de Israel el que prohibió que cualquier otra confesión (fuera de la musulmana) utilizara la zona como lugar de culto.
Glick sería pues un activista que protesta contra tal prohibición y, por lo visto, la incumple, puesto que él y otros grupos de judíos visitan el sitio para rezar y reivindicar esta posibilidad.
Dado que a las musulmanas extremistas y belicosas que, en principio estarían en su derecho de impedir el acceso de los judíos, también se las ha ilegalizado y prohibido el acceso a la Explanada... todo parece indicar que ahí al final no va a poder ir ni Dios.
