Christina H. Sommers: "La tercera ola del feminismo se construye con mentiras"

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Hadouken
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Christina H. Sommers: "La tercera ola del feminismo se construye con mentiras"

Mensaje por Hadouken »

Esta académica y filósofa se ha empeñado en los últimos años en explicar por qué el feminismo se ha convertido en una palabra que disgusta a muchas mujeres, cuando en principio todas deberían estar a favor de un movimiento que nació para conseguir la igualdad de derechos y oportunidades para ellas. Después de formarse en algunos de los centros académicos más progresistas del país, ahora critica el pensamiento único que existe en los departamentos de estudios de género en los campus universitarios por lo que se ha convertido en persona non grata en muchos de ellos. A principio de siglo, empezó a preocuparse por el fracaso académico de los niños varones, sobre todo en las barriadas más pobres de EEUU.De un artículo en el Atlantic, acabó saliendo un libro, La Guerra contra los niños, que ya le posicionó enfrente de muchas feministas y al lado de Camille Paglia, crítica cultural que, con Sommers, mantiene que es una ficción negar las diferencias biológicas entre géneros. En Quién robó el feminismo, la autora cree que el discurso de las académicas del género está muy desconectado del día a día de miles de mujeres de EEUU. Si hay algo que le saca de quicio es la expansión del victimismo y la asociación permanente entre cierto feminismo y la izquierda radical. Ella se considera una librepensadora que no cabe en la corrección política que se hizo con el poder en la universidad de EEUU.Ahora investiga en el American Enterprise Institute, uno de los think tanks liberales más señeros de Washington, donde mantiene un videoblog, La Feminista Factual, en el que aporta datos para aprobar o rebatir algunas afirmaciones sobre la situación de las mujeres.
El otro día, en las redes, tuvieron que sacar una etiqueta, #porquésoyfeminista, algo impensable hace 30 años. ¿Por qué muchas mujeres ahora se niegan a identificarse con esa palabra?
Porque el término se asocia ahora con el enfado, la falta de humor y el ánimo de venganza contra los hombres. ¿Está justificado? Pues no creo. Hay muchos estilos de feminismo y no todos implican esa actitud de revancha hacia los hombres, esa acritud. Desgraciadamente, ese estilo de feminismo feroz es muy poderoso en los medios y en las universidades. Tiene mucha atención pública pero, en realidad, no es bueno si lo que pretenden es ganar adeptas a la causa.
¿Cómo y cuándo empieza ese sentimiento antihombres?
Siempre ha habido cierta fobia a los hombres en algunas mujeres del movimiento, eso es innegable. Pero eran marginales. Pero hoy, al menos en las universidades, están siendo las protagonistas del debate. La masculinidad se trata de manera rutinaria como una patología que necesita una cura. Casi todos los libros de los estudios de género culpan de la mayoría de los males de la sociedad a los hombres y al patriarcado.
El hecho de que casi todas las mujeres tengan un padre más o menos presente y muchas tengan hermanos e hijos, ¿juega un papel en ese distanciamiento hacia un feminismo que se autoafirma en una guerra de sexos?
Es parte de la explicación. Muchas hoy están agradecidas por lo que el feminismo ha conseguido: el voto femenino, la oportunidad de tener una carrera de éxito y una familia... pero esas mujeres difícilmente se pueden identificar con un movimiento que trata a sus hermanos, hijos o parejas como el enemigo. Y hacen bien: la vida no es una lucha maniquea entre Venus y Marte.
¿Cuándo pasó el feminismo de luchar por la igualdad de derechos y libertades a pensar que las mujeres casi nacen todas como víctimas potenciales de los hombres?
El feminismo de hoy es de lamento. Se empezó a forjar en los 90. La causa noble de la emancipación de la mujer se transformó en victimismo. ¿Cómo pasó? Le echo mucho la culpa a una mezcla desafortunada de teorías de la conspiración sobre un patriarcado fantasma y la propaganda. Desde hace años, he mirado con cuidado estadísticas sobre mujeres y violencia, depresión, desórdenes alimenticios, igualdad salarial y educación. Lo que he encontrado es información engañosa. La tercera ola del feminismo se construye con mentiras e hipérboles. Por ejemplo, la desigualdad salarial. Sí, las mujeres ganan menos que los hombres pero es porque estudian distintas carreras, trabajan en distintos campos y menos horas. Cuando controlas todos estos factores, la diferencia casi desaparece. Pero eso no se dice en los libros de los estudios de género.
¿Aún hay asuntos por los que merece la pena seguir luchando?
El trabajo serio del feminismo en el siglo XXI tiene que ser global, por todo el mundo. En vez de retirarnos a lugares seguros y centrarnos en nuestra opresión imaginada, las feministas americanas y europeas deberían estar en contacto con grupos de mujeres del mundo en desarrollo. Afortunadamente, feministas como Ayaan Hirsi Ali reconocen ese reto moral. Ella ha animado a las mujeres privilegiadas occidentales a apoyar a mujeres que están luchando contra las muertes por honor, las ablaciones genitales, los matrimonios forzados, los ataques con ácido y los castigos con látigo. Por supuesto que las feministas de las universidades se sienten mal por lo que les pasa a las mujeres en Yemen pero también piensan que comparten un destino común. Y pueden citar una letanía de estadísticas de víctimas de sus clases de estudios de género para sostener su punto de vista. Alguien les tiene que decir que esas estadísticas son engañosas y que, aunque la amenaza de daño es constante, ellas están entre las más liberadas y privilegiadas, por seguras, del planeta.
Hay feministas en campus de EEUU que protestan cuando Hirsi Ali quiere hablar allí. Consideran que tiene puntos de vista ofensivos con el Islam, y apenas se conocen iniciativas globales para apoyar a mujeres en Irán o Arabia Saudí...
En EEUU, muchas mujeres de talento y privilegiadas creen ellas mismas que están siendo víctimas de una opresión sistemática. Y no lo son. Ven injusticias por todas partes. Si un conferenciante va a sus universidades y no está de acuerdo con sus queridas creencias, lo ven como violencia psíquica. En la universidad de Brown, unas estudiantes se retiraron a un cuarto seguro con cuentos de colorear y videos de cachorritos. ¿Por qué? Porque venía un conferenciante controvertido. Pensaron que les podía causar un trauma. Cuando hablé en Oberlin, una universidad de élite en Ohio, 30 estudiantes y un perro de terapia huyeron a un espacio seguro. Me sentí mal por haber causado eso en un pobre perro. Cada vez más, los estudiantes activistas en EEUU se centran en su ombligo y en esa situación de opresión muy a menudo imaginada. Mientras, las mujeres de muchos sitios del planeta de verdad que están luchando por su libertad con sus vidas.
Como alguien que se denomina una feminista «objetiva», ¿en qué cree hay más diferencia entre los hechos y la opinión pública?
Los chicos occidentales de entornos desfavorecidos se están quedando atrás académicamente. Y no hay consciencia de esta situación. Los avances recientes de las niñas y de las mujeres en educación tienen que causar una profunda satisfacción, este año ha habido récord de mujeres universitarias en EEUU. Pero no nos puede hacer dejar de ver a los cada vez más numerosos chicos con fracaso escolar, chicos que se van a perder en nuestra economía basada en el conocimiento.
¿Qué es el feminismo de género, explicado a lectores no iniciados?
Es una escuela de feminismo de línea dura que ve a las mujeres, incluso en Occidente, como cautivas de un sistema de injusticia y de opresión. Según esta teoría, cada logro humano en realidad lleva el sello del patriarcado: literatura, filosofía, ciencia, música o lenguaje. No es suficiente con cambiar leyes o tradiciones. El sistema entero tiene que ser desmantelado. El feminismo de género salió de la política radical de los 60 y estuvo marcado por la filosofía marxista y la de Marcuse, Frantz Fanon y Michel Foucault. Yo, sin embargo, me considero una propagadora del «feminismo de igualdad» que lucha por la igualdad moral, social, legal de hombres y mujeres, por la libertad de mujeres y hombres para emplear su estatus de igualdad en intentar ser felices como ellos quieran. Su origen es la Ilustración. Dicho claro, el feminismo de la libertad quiere para las mujeres lo que para todos: dignidad, oportunidad y libertad personal. No está en guerra con feminidad y masculinidad y no ve a los hombres y a las mujeres como tribus opuestas. No está en sus tablas sagradas las teorías de la opresión universal del patriarcado y los males inherentes al capitalismo.
¿Y el feminismo interseccional?
Nació en los 70, con mujeres negras que acusaban a las feministas blancas de no tenerlas en cuenta. Quieren que se tome en consideración la clase, la raza, el sexo o si hay discapacidad. Por ejemplo, una mujer blanca está discriminada por mujer pero privilegiada por su raza. Un hombre negro tendría ventaja como hombre y desventaja por su raza. Patricia Hill Collins, que fue la presidenta de la Academia de Sociología, es la artífice de este pensamiento y autora de un libro que retrata EEUU como tierra de opresión, un sistema rígido de privilegio y dominación. Collins y sus colegas advierten que, aunque la mayoría no lo vea así, es porque está escondido a la sociedad. El conocimiento dicen que se ha construido con las experiencias de los poderosos. Dicen que la idea de la objetividad basada en el conocimiento es una manera de pensar muy masculina y occidental... Tengo problemas con cómo se enseña en las universidades porque es una teoría de la conspiración, si la cuestionas eres una opresora y nunca publican textos de escépticos... Y ser víctima es el modo de tener autoridad moral. Es difícil mantener una discusión racional. He visto congresos acabar con rituales y cantos. O el bullying a hombres blancos, los opresores, en los campus. Estas víctimas tienen permiso para tratarles mal.
Alguna vez usted ha dicho que las quejas de algunas feministas parecen hasta una parodia, como aquella que decía que había que cambiar el nombre al Big Bang...
Es que cada vez es más difícil apreciar la diferencia entre la realidad y la parodia. Algunos filósofos, incluido uno del MIT, han descrito las palabras «rigor» y «seminal» como opresoras masculinas. Pero si es que hay artículos académicos sobre la glaciología femenina.... La autora mira los desequilibrios de poder en las relaciones hombre-hielo. Si hasta hay toda una temática sobre la contabilidad femenina. No tengo ni idea de lo que es eso, en realidad no creo que lo sepa nadie pero hay universidades pagando a profesores para que lo enseñen. Pueden parecer ejemplos extremos. Lo son. Pero es que lo extremo hoy en algunos sitios académicos es la norma.
¿Cómo compatibiliza el movimiento que se hable de «las mujeres» todo el rato y no lo hagamos de «los hombres»? ¿Cree que esa negación de la individualidad de las mujeres las está alejando de ellas precisamente?
Y es que hay situaciones muy distintas. Ahora mismo, en EEUU y en Europa es difícil saber quién está mejor. La vida moderna es una mezcla complicada de cargas y bendiciones, para cada sexo. Las mujeres es verdad que ganan menos y luchan con techos de cristal, pero los trabajos más penosos, más peligrosamente mortales, siguen siendo de los hombres. Podemos aliviar algunas de estas cargas con políticas sensatas, pero ahora mismo el lobby feminista parte de una lógica perversa: si algunos hombres están mejor que las mujeres, eso es una injusticia. Si a las mujeres le va mejor, eso es la vida.
Y, al final, como conseguimos un femenismo «más calmado y fácil de usar», como usted ha defendido que a veces que hace falta.
Mi consejo hoy para las mujeres jóvenes es que reformen el feminismo. Que corrijan sus errores. Que apoyen un feminismo cuyo objetivo sea dar a todas las mujeres -incluso a las muy moderadas y conservadoras- una voz distinta, más que una que pida para todas las mujeres lo mismo. Sobre todo, que hagan causa común con las mujeres que, alrededor del mundo, están luchando por libertades básicas. Apoyar a las mujeres que de verdad están oprimidas le daría al feminismo occidental algo de lo que ha carecido durante muchos años: un propósito contemporáneo digno de su pasado ilustre, prestigio.
A veces ha sido crítica con Hillary Clinton, pero ¿le gustaría que llegara a la Casa Blanca?
No estoy siempre de acuerdo con ella, pero claro que será emocionante ver a una mujer prestar juramento como presidente por primera vez en la historia de EEUU.

http://www.elmundo.es/cronica/2016/09/1 ... b4638.html
Belenguer
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Re: Christina H. Sommers: "La tercera ola del feminismo se construye con mentiras"

Mensaje por Belenguer »

El feminismo pasó de luchar por la igualdad de derechos a pensar que están constantemente oprimidas en el momento en que se logró la igualdad de derechos. Una vez conseguida esta igualdad se hizo obvio que la igualdad de resultados sociales no se hizo efectiva, entonces es cuando su lógica más fundamental se manifiesta, esta lógica es la ideología de la Igualdad. Ésta no tolera las diferencias, y por lo tanto, cuando una vez conseguidas las igualdades de derecho las diferencias siguen manifestándose, pues entonces el feminismo está lógicamente insatisfecho. Debe luchar contra las desigualdades culturales, ya que, al negar la diferencia biológica, toda diferencia de resultado entre hombres y mujeres sólo puede deberse a las diferencias culturales, ahí entra la opresión patriarcal.

Lo mismo que está pasando con el feminismo, que parece que empieza a caer, pasará más adelante con la raza. Al final se deberá reconocer las diferencias raciales, igual que se deberán reconocer las diferencias de sexo.
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Col. Rheault
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Re: Christina H. Sommers: "La tercera ola del feminismo se construye con mentiras"

Mensaje por Col. Rheault »

«La mayoría de las mujeres quieren sus derechos, pero no están interesadas en entrar en guerra con nadie»

Entrevista a Christina Hoff Sommers
Académica Residente (American Enterprise Institute)
Dra. en Filosofía


El feminismo no es un movimiento uniforme; especialmente en los Estados Unidos se han alzado algunas voces críticas porque entienden que el movimiento se ha radicalizado y que ahora defiende unos postulados muy negativos basados en la confrontación.
Christina H. Sommers, doctorada en Filosofía por la Universidad de Brandeis, ha sido profesora de ética en la Universidad de Clark (Massachusetts), actualmente es académica del think tank American Enterprise Institute (Washington) y escritora de éxito que no deja indiferente con sus libros. En 1994 publicó Who Stole Feminism?(1995) –¿Quién robó el feminismo?–, que supuso su ruptura con el movimiento feminista «oficial» norteamericano. Otro libro sugerente y polémico fue La guerra contra los chicos (2000) en que denunció que el modelo educativo basado en potenciar a las chicas ha traído un efecto no deseado: el fracaso de los chicos. Le hemos preguntado sobre el futuro del feminismo y sus consecuencias, especialmente en el mundo de la educación.

¿Cuándo y por qué se distanció del movimiento feminista norteamericano?
Empecé a cuestionar el feminismo académico a principios de los años 90´ cuando revisé varios libros sobre la filosofía feminista. En lugar de posiciones motivadas sobre las cuestiones de género, me encontré con una infeliz mezcla de política radical, ataques a lo masculino y puntos de vista paranoicos sobre el «patriarcado capitalista».

¿Qué aspectos del feminismo «oficial» le parecen a usted más criticables?
El feminismo oficial no representa a la mayoría de las mujeres. Se compone de activistas que tienden a estar enojadas con los hombres y en guerra con la sociedad. La mayoría de las mujeres quieren sus derechos, pero no están interesadas en entrar en guerra con nadie.

¿Cuál es su propuesta? ¿Cuál es su punto de vista del feminismo?
Necesitamos un movimiento de mujeres que sea más inclusivo. Esto supone un movimiento que sea menos duro en su política, más respetuoso con las opiniones de las mujeres moderadas y conservadoras.

A pesar de los avances obtenidos por el movimiento feminista durante el siglo XX, hoy se manifiesta como una postura ideológica negativa que sólo incide en lo que separa, reprime, discrimina… ¿Tan mal está la mujer del siglo XXI en las sociedades occidentales?
Hay zonas del mundo donde las mujeres están oprimidas y discriminadas por actitudes ignorantes y por medidas políticas, pero ese no es el caso de las democracias occidentales. En países como España, Inglaterra y los Estados Unidos, las mujeres tienen sus derechos y libertades fundamentales garantizados. Pero el establishment feminista no está contento, ya que define la igualdad como semejanza: hasta que los hombres y las mujeres no se decanten en la vida por las mismas opciones, es decir, pasar la misma cantidad de tiempo con los bebés y con los niños, entrar en campos como la ingeniería y la docencia en el mismo número… seguirán afirmando que las mujeres están oprimidas. Eso es ridículo. Como feminista de equidad, creo que los hombres y las mujeres deben tener las mismas oportunidades, pero no propongo que usen esas oportunidades precisamente de la misma manera. Los sexos son iguales, pero diferentes.

El feminismo parece que ha encontrado un compañero de viaje en el feminismo de género, ¿En qué consiste esta propuesta ideológica?
Una feminista de equidad quiere para la mujer lo que quiere para todos: un trato justo, respeto y dignidad. El feminismo de equidad promueve la armonía y buena voluntad entre los sexos de forma que pueda conducir a un mundo mucho más sano, más feliz y más ético. El feminismo de equidad no es nuevo. Tiene sus raíces en la tradición política liberal clásica, que tuvo sus comienzos en la Ilustración europea. Fue el liberalismo clásico el que inspiró la Primera Ola del feminismo en los siglos XIX y XX y el que obtuvo el voto femenino; también dio forma a la Segunda Ola en los años sesenta y setenta del siglo pasado que realzó aún más las libertades y las oportunidades de las mujeres. Por muchas medidas razonables obtenidas, el feminismo de equidad es la historia de un gran éxito de Occidente. Pero la filosofía dominante del movimiento feminista de hoy en día, no es el feminismo de equidad, sino el que he llamado «feminismo de género de guerra» o «feminismo de género», para abreviar.

¿Qué objeciones plantea al feminismo de género?
Tengo varias objeciones. El feminismo de género ve a las mujeres como víctimas y a los hombres como opresores. Utiliza una propaganda imprudente o temeraria para demostrar su visión del mundo. Déjeme darle un ejemplo que muestra por qué esta exageración es perjudicial y descaminada.
Las sociedades americana o europea no son perfectas, pero hace tiempo que decidieron que la violencia contra las mujeres es una barbaridad. Por el contrario el año pasado, a la República Islámica de Irán, donde es legal enterrar a una mujer adúltera hasta el cuello y apedrearla, le fue otorgado un puesto en la Comisión de las Naciones Unidas sobre la Condición de la Mujer. El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, defendió la decisión señalando que las mujeres iraníes son mucho mejores que las mujeres en Occidente. «¿Qué queda de la dignidad de la mujer en Occidente?» –se preguntó–. Y mostró una estadística para apoyar su punto de vista: «En Europa casi el 70% de las amas de casa son maltratadas por sus maridos.»

Esa fue una mentira interesada. Las mujeres occidentales, con pocas excepciones, están a salvo y son libres. Las mujeres iraníes no. No sé dónde obtuvo el señor Ahmadinejad sus retorcidas estadísticas, pero podrían haber salido de algún libro de texto feminista de género utilizado en algunas universidades occidentales. Estos libros de texto habitualmente exageran la situación de la mujer como víctima y hacen que parezca que las mujeres en Occidente viven en estado de sitio.

Frente al modelo de confrontación de muchas feministas, usted aboga por un modelo de equidad. ¿Podría explicarnos su propuesta? ¿Supone apostar por el desarrollo de la propia especificidad?
Acepto el hecho de que los sexos son diferentes. Hombres y mujeres se complementan entre sí. No estamos en equipos distintos que compiten por un trofeo. Esto no es una competición de suma cero, somos pareja de baile como Fred Astaire y Ginger Rogers. Nuestros destinos están inextricablemente unidos: si uno tiene problemas, el otro también. Necesitamos leyes y políticas razonables que respeten ambos sexos.

De acuerdo con su punto de vista, ¿cuál es la cohesión del movimiento feminista y cómo ve usted el futuro del feminismo?
En muchas partes del mundo las mujeres no han vivido esas dos grandes olas del feminismo occidental. En algunas zonas de África y Asia las mujeres están aún segregadas y oprimidas. Las principales batallas del feminismo en el siglo XXI tendrán lugar en el mundo en desarrollo. Pero las mujeres en esas zonas necesitan el feminismo de equidad, no el feminismo de género de guerra. Este último no tiene sentido para ellas, y además hace poco para mejorar sus vidas.
En los últimos años en occidente se han feminizado muchos sectores profesionales, como la educación y la sanidad, también es muy notorio en el alumnado universitario. ¿Qué repercusiones tendrá para la sociedad, por ejemplo la feminización casi total de la enseñanza infantil y primaria, y en muchos casos de la escuela secundaria?

Cada vez más, las escuelas están dirigidas por mujeres en favor de las niñas. Hay que encontrar maneras para que nuestras aulas sean más amistosas con los niños. En los EE.UU. y en la mayor parte de Europa, existe una brecha favorable a la presencia femenina en la universidad que amenaza con convertirse en un abismo. Los chicos necesitan estar mejor preparados para la economía de la información. Si seguimos a descuidando la educación de los chicos, estamos descuidando nuestro futuro económico.

En España, los chicos tienden a obtener peores resultados académicos que las chicas de su edad. ¿Sucede lo mismo en otros países occidentales?
Sí, los niños languidecen en el ámbito educativo de la mayoría de las sociedades industriales avanzadas, pero en lugares como los EEUU, donde el lobby feminista es muy fuerte, es muy difícil ayudarles. Los grupos feministas hacen esfuerzos para ayudar a los niños «a no reaccionar». Esto es lamentable porque si los chicos tienen problemas, también los tenemos todos los demás.

¿Puede influir el modelo educativo? ¿Hay evidencias empíricas de que el modelo de educación diferenciada o el mixto pueda ser más eficaz que el otro para minimizar el fracaso escolar?
La escolarización diferenciada no es para todos. Pero puede ayudar a los estudiantes a estar más centrados y bien atendidos. Las chicas en las escuelas no pueden dejar que sean los chicos los que siempre diseccionen la rana, y los chicos no pueden dejar a las chicas que sean ellas solamente las que editen la revista del colegio. Un estudio británico de 2007 comparó los resultados en la vida de miles de graduados de mediana edad, salidos de escuelas diferenciadas y mixtas; se averiguó entonces que «los estereotipos de género» eran «moderados» en las escuelas diferenciadas. En las escuelas de un solo sexo, los varones no tuvieron problemas para centrarse más en el lenguaje y en la literatura, y las mujeres tampoco los tuvieron en centrarse en matemáticas y en ciencias. Además para las chicas, «la escuela diferenciada les reportó unos salarios más altos.»

Las investigaciones sobre la educación diferenciada están muy lejos de ser concluyentes. Pero esa opción ha producido muchos éxitos alentadores en el sistema público norteamericano, sobre todo en los distritos más pobres donde los padres carecen de recursos para enviar a sus hijos a las escuelas privadas diferenciadas. Hoy, la educación en América y Europa necesita más opciones, no menos.

En un momento de gran preocupación por la calidad de la enseñanza y los altos niveles de fracaso escolar ¿Hay modelos o estilos educativos que funcionen?
No existe una solución sencilla, pero en nuestros esfuerzos para ayudar a los chicos a tener éxito, nunca debemos permitir que lo políticamente correcto anule el sentido común. Los niños y las niñas, tomados como grupo, tienen diferentes necesidades educativas. Si queremos que los niños y niñas maduren para la edad adulta, quizá tengamos que tratarlos de forma diferente a lo largo del camino.

Con los años, los educadores han elaborado una lista de «buenas prácticas» para la educación de los chicos. He aquí algunas:
· Ambiente muy estructurado, con un gran énfasis en la lectura.
· Clases vigorosas, animadas y llenas de suspense.
· Aplicar sanciones con coherencia si no se termina el trabajo.
· Menos ficción y más libros acerca de cosas (por ejemplo, volcanes, cohetes, trenes…) Además, los niños tienden a preferir las historias de aventuras con héroes masculinos.
· Clases divididas en grupos donde todo sea competitividad. Tal como un maestro de éxito entre los chicos me dijo: «Yo trato de canalizar la agresividad por medio de una sana competitividad».
· Muchos juegos activos al aire libre con fuerte énfasis en la deportividad.


He aquí, en cambio, algunas de las mejores prácticas para las chicas:
· Las niñas no tienen necesidad de un vigilante estricto que esté con ellas todo el rato o que aparezca cuando menos se lo esperan. Ellas trabajan muy bien en pequeños grupos, con relativa poca supervisión.
· Se crecen en aulas con calma, tranquilas y creativas; éstas, incluso pueden ser acogedoras, con sofás, almohadones. (Un experto advierte que las aulas para los niños no debe ser confortables: «Evitar sofás o sillas blandas: los chicos se dormirían».)
· Desde la más temprana edad, los profesores deben trabajar para conseguir que las niñas se interesen por la practica de deportes. Formar parte de los equipos deportivos no es sólo físicamente saludable, sino que les ayuda a desarrollar habilidades de trabajo en equipo que luego les serán útiles en el mundo profesional.
· Las niñas tienden a subestimar sus capacidades, incluso cuando lo hacen muy bien. Necesitan un estímulo constante. (Los niños sobrestiman sus habilidades, incluso cuando lo hacen mal. Ellos necesitan «controles para ser más realistas».)

¿Es posible que un profesor pueda hacer todas estas cosas en un aula mixta?
Hasta cierto punto. Estoy segura de que los buenos maestros hacen todo lo posible para adaptar su estilo de enseñanza a las necesidades de cada estudiante. Pero es obvio que en las escuelas diferenciadas les será más fácil.

https://lasdisidentes.com/2012/11/22/en ... h-sommers/
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Shaiapouf
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Re: Christina H. Sommers: "La tercera ola del feminismo se construye con mentiras"

Mensaje por Shaiapouf »

Es principalmente culpa del liberalismo.

El liberalismo es la ideología que por antonomasia, justifica al capitalismo.

Mi lectura: desde hace medio siglo, el capitalismo comenzó a ser más y más cuestionado por diferentes áreas sociales del mundo, mujeres, indígenas, negros, homosexuales, inmigrantes, habitantes del tercer mundo, ETC ETC ETC.

Como el objetivo del liberalismo es ante todo, sostener la credibilidad del capitalismo, optó por entregarle a cada sector, una regalía pero siempre para mantener al sistema.

A las mujeres les dio humo. La política de las cuotas, que tenían que por ley, ocupar escaños en el parlamento, en la mesa directiva de las empresas, en las carreras universitarias, ETC ETC ETC.

Así los liberales se aseguraron de dos cosas. Primero lograron buscar argumentos lógicos para que las mujeres pertenecientes a la clase capitalista ocuparan escaños en el parlamento o en mesas directivas. Y además lograron perpetuar la discriminación por sexo en otras dimensiones de la sociedad.

Al liberalismo no le conviene que la mujer se empodere realmente, y por eso le regala mimos y espejitos. Fomenta que la tonta muestre las tetas en protesta, como fomenta que los estudiantes y los indígenas/negros salgan a las calles a hacer el ridículo en protestas que no afectan en nada el funcionamiento del sistema, solo canalizan su frustración.

El máximo exponente del fracaso del feminismo, cooptado por el liberalismo, son las FEMEN.
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Re: Christina H. Sommers: "La tercera ola del feminismo se construye con mentiras"

Mensaje por Belenguer »

Yo creo que se le va la pinza con el anticapitalismo, simplemente. Si yo me tiro un pedo, es causa del capitalismo. Su visión es todavía peor y más fantasmagórica que la feminista del patriarcado, el capitalismo manejando los comportamientos desde los hogares, en los colegios dictando los juegos, delirante. Todas las sociedades precapitalistas han tenido comportamientos que hoy serían calificados por una feminista de "machistas", y ahí no había capitalismo omnipotente.
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Shaiapouf
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Re: Christina H. Sommers: "La tercera ola del feminismo se construye con mentiras"

Mensaje por Shaiapouf »

Si antes del capitalismo la mujer tenía problemas, esa seria consecuencia de la organización familiar en virtud del sistema de aquel momento. Hoy, el sistema importante es el capitalismo. Y es el capitalismo el que mantiene las relaciones sociales tal y como están.

Las explicaciones las di en otro tema.

:-|

Por supuesto, el liberal o el conservador de extrema derecha pueden buscar soluciones, pero dentro del sistema no la van a encontrar. Ya que no es posible mientras el sistema se base en la maximización de las ganancias.

Al capitalista lo que le interesa es tener mano de obra, un ejército de trabajadores que usar. Para ello requiere tener dos cosas, trabajadores y unidades familiares que se reproduzcan. Estas unidades familiares no deben de ser ni muy pequeñas, ni muy numerosas, tienen que tener un tamaño intermedio para que juegue a su favor.

Antes del capitalismo, la mujer poco se integraba en la producción del plustrabajo porque eran labores que requerían de la fuerza de un macho. Pero con el capitalismo el trabajo se especializó, se diversificó, y entonces las mujeres sí podrían ser usadas. Pero con cuidado, no siempre, ya que también tenían que mantener la unidad doméstica.

Ese zigzag diferencia al capitalismo con sistemas previos. El sexismo moderno vino a justificar que la mujer se tenía que quedar cuidando niños y preparando la cena, pero si era necesario trabajar, tenía que ganar menos.
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Nowomowa
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Re: Christina H. Sommers: "La tercera ola del feminismo se construye con mentiras"

Mensaje por Nowomowa »

Me llama la atención lo de las "buenas prácticas" para estudiantes y cómo niños y niñas aprenden mejor en ambientes distintos e incompatibles. Me pregunto, por un lado, por qué los países que tienen gran éxito educativo no hacen nada que se parezca a eso, y qué consecuencias tendría tratar como delicadas flores de invernadero (cada cual en su semillero ideal) a unos niños que cuando crezcan, oh sorpesa, deberán envolverse en un mundo mixto, medio loco y del cual los EE.UU. son sólo una pequeña parte.

Si a los niños no les va bien aburrirse y a las niñas no les va bien competir... bueno, el mundo es aburrido y está lleno de gente dispuesta a competir. :pensando:
“Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada” -Edmund Burke

Corolario de Nowomowa: tampoco ayuda cuando los buenos son idiotas.
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Rambo
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Re: Christina H. Sommers: "La tercera ola del feminismo se construye con mentiras"

Mensaje por Rambo »

hay un montón de tópicos en la educación y afectan a las generaciones que van saliendo.
tópicos como que los chicos son más violentos, son más tontos, maduran más tarde, tienen menos sensibilidad,...
los tópicos no son solo cuando van en contra de las mujeres, también los hay en contra de los chicos. y aunque la media sea la que sea, el mensaje va para todos.
ya van muchos años de favorecer que las niñas sean algo en la vida, que las chicas pueden ser lo que quieran, que las chicas sean científicas, empresarias, emprendedoras, abogadas... y deberían empezar a hacer mensajes para todos, y no solo dejar ir que los niños son más tontos, más pesados, más inmaduros, más ineptos, más agresivos, más feos, más flojos en todos los sentidos (incluso físicamente en las series y películas),...
más que nada porque las cifras de las nuevas generaciones están afectadas, y como dice el artículo, las mujeres pueden tener hermanos o hijos varones, y al final lo del feminismo lo rechazan porque el mensaje es negativo para una parte de la población con la que tienen vínculos familiares.

https://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_Pigmali%C3%B3n
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Rambo
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Re: Christina H. Sommers: "La tercera ola del feminismo se construye con mentiras"

Mensaje por Rambo »

qué diferencias? de media? que importa si la media es unos decimales más o menos? en qué campos se hace la media? quien hace la media y cómo? en fin...

lo que importa es ser iguales en derechos, y que haya un trato correcto con todos. cualquier persona de cualquier sexo o aspecto ("raza"... :noyno ) debe ser bien tratada por los demás, sin insultos ni desprecios, ni que le tiren medias numéricas a la cara.
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