¿Que creeis?, ¿error el analisis de pleno o acerto?Ver citas anterioresLo peculiar de los monopolios internacionales fundados en el período de posguerra es el aumento de la fuerza y la influencia del imperialismo americano dentro de ellos. La creación de la Unión Europea del Carbón y del Acero, resultado del Plan Schuman, contribuye a realizar los planes económicos, políticos y estratégicos de los Estados Unidos en Europa. Se trata de una asociación monopolista internacional de las industrias siderúrgica y hullera de seis países europeos: Francia, Italia, la República Federal Alemana, Bélgica, Holanda y Luxemburgo, y su particular rasgo distintivo es que no ha sido concertada entre capitalistas privados, sino directamente por los gobiernos de dichos países.
Su principal objetivo es el de reforzar la subordinación económica y política de Europa occidental al imperialismo norteamericano. Concediendo el papel rector en la Unión Europea del Carbón y del Acero a los monopolistas de Alemania occidental, los Estados Unidos tendían a acelerar el renacimiento de las fuerzas armadas alemanas como núcleo principal del ejército europeo de la OTAN y utilizar esta asociación para incrementar la competencia con los monopolios siderúrgicos de Inglaterra.
En los últimos años, las tentativas de robustecer el bloque militar imperialista de las potencias occidentales han tenido su expresión en la creación de la llamada Pequeña Europa o Comunidad Económica Europea, cuya base económica es el Mercado Común. El pacto de fundación de, la Comunidad Económica Europea, o Mercado Común, se concluyó en Roma el 25 de marzo de 1957, fundándola seis países europeos: la República Federal Alemana, Francia, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo.
Esta conjura de las potencias occidentales va dirigida contra las fuerzas de la paz y de la democracia, contra los intereses vitales del movimiento obrero y de la “lucha de liberación nacional en las colonias y países dependientes, sin que por ello quedasen en el olvido los intereses de algunas esferas imperialistas que tienden a extender su influencia a costa de sus rivales.
La Comunidad Económica Europea estipula la liquidación paulatina de las tarifas aduaneras y de las restricciones cuantitativas en el comercio entre los firmantes del Tratado, asi como el establecimiento de tarifas aduaneras únicas, y elevadas, para los restantes países. Según las condiciones del pacto, se implantaba la libertad de circulación de capitales y de desplazamiento de la mano de obra dentro del Mercado Común de los seis países. Se preveía, asimismo, la explotación conjunta de las posesiones coloniales francesas, belgas y holandesas.
La prensa burguesa, echando las campanas al vuelo con motivo de la creación del Mercado Común, afirmaba que el pacto de referencia conduciría al florecimiento de la economía, a la solución del problema del paro, a la rebaja de los precios de los artículos de consumo y ah elevación del nivel de vida de los países participantes en él.
En la práctica, el proyecto del Mercado Común significaba conceder libertad al capital alemán, como más fuerte, para irrumpir en la economía de los demás países, arruinar las pequeñas empresas a causa de la competencia de los monopolios, rebajar los salarios e incrementar la desocupación.
El Mercado Común representa una amenaza de sometimiento de Francia y de otros países de Europa occidental a la hegemonía económica de los monopolistas alemanes. Todo ello no puede por menos de suscitar profundas contradicciones entre los imperialistas signatarios del acuerdo, una lucha intestina por la dominación en el mercado europeo. La fundación de la Comunidad Económica Europea ha agudizado las contradicciones entre sus integrantes e Inglaterra. Inglaterra rehusó incorporarse al Mercado Común para no quebrantar el sistema de preferencias aduaneras de los países de la Comunidad Británica, sistema que hasta hoy día reviste sumo interés para la Gran Bretaña, pues es sabido que cerca del 45 por 100 del comercio exterior inglés corresponde a los países de la Comunidad Británica.
Como contrapeso al Mercado Común, Inglaterra logró, en la conferencia celebrada en Estocolmo en junio de 1959, que se aprobase el plan de creación de la Unión Europea de Libre Comercio, a la que se incorporaron siete países: Inglaterra, Suecia, Dinamarca, Noruega, Austria, Suiza y Portugal
En esta batalla de las dos agrupaciones rivales, Inglaterra fue virtualmente vencida y obligada a plantear el problema de su incorporación a la Comunidad Económica Europea.
(Rasgos económicos del imperialismo, Spiridanova y Cherkasova, de la Universidad de Moscú)
Saludos Socialistas.