El embajador español en la NATO enfada a las autoridades de Kosovo
Publicado: 02 Nov 2017 15:34
Visita de una delegación de la NATO a Kosovo. Entre los miembros de la delegación se encuentra el embajador español en la NATO, Miguel Aguirre de Cárcer.
En su intervención, el embajador español aclara que el Primer Ministro de Kosovo (Ramush Haradinaj, que, por cierto, es un personaje con muchas sombras judiciales por supuestos crímenes de guerra), que no se refiera a sí mismo como "Primer Ministro" y que las autoridades de Kosovo que van a reunirse con la delegación de la NATO no utilicen sus cargos "oficiales".
El Primer Ministro de Kosovo se "cabrea" con el embajador español y rehúsa reunirse con la delegación de la NATO. Por su parte, la persona que dirigía la delegación de la NATO, a partir de ese momento, pasa a dirigirse a sus interlocutores kosovares dirigiéndose a ellos por sus nombres y no por sus cargos, sin salirse de afirmaciones "status-neutral" (es decir, sin prejuzgar el estatus de Kosovo).
Y así tenemos una víctima colateral más del independentismo catalán. El asunto catalán ha reforzado las posiciones de los países de la Unión Europea que han rechazado reconocer la declaración unilateral de independencia de Kosovo, que ve nublarse sus perspectivas de futuro respecto a su ingreso en las organizaciones internacionales.
Al final, en mi opinión, estos bloqueos se superarán, pero siempre después de un acuerdo con Serbia que recoja también un cierto número de aspiraciones de este país. Entre tanto, le va a tocar estar en "la nevera", pese a la diplomacia USA, que no pierde el tiempo a la hora de presionar a favor de su colonia.
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En su intervención, el embajador español aclara que el Primer Ministro de Kosovo (Ramush Haradinaj, que, por cierto, es un personaje con muchas sombras judiciales por supuestos crímenes de guerra), que no se refiera a sí mismo como "Primer Ministro" y que las autoridades de Kosovo que van a reunirse con la delegación de la NATO no utilicen sus cargos "oficiales".
El Primer Ministro de Kosovo se "cabrea" con el embajador español y rehúsa reunirse con la delegación de la NATO. Por su parte, la persona que dirigía la delegación de la NATO, a partir de ese momento, pasa a dirigirse a sus interlocutores kosovares dirigiéndose a ellos por sus nombres y no por sus cargos, sin salirse de afirmaciones "status-neutral" (es decir, sin prejuzgar el estatus de Kosovo).
Y así tenemos una víctima colateral más del independentismo catalán. El asunto catalán ha reforzado las posiciones de los países de la Unión Europea que han rechazado reconocer la declaración unilateral de independencia de Kosovo, que ve nublarse sus perspectivas de futuro respecto a su ingreso en las organizaciones internacionales.
Al final, en mi opinión, estos bloqueos se superarán, pero siempre después de un acuerdo con Serbia que recoja también un cierto número de aspiraciones de este país. Entre tanto, le va a tocar estar en "la nevera", pese a la diplomacia USA, que no pierde el tiempo a la hora de presionar a favor de su colonia.
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