Tortura al estilo israelí: Gritos, bofetadas e inmovilidad forzada.
Soldados israelíes golpean a un palestino durante manifestaciones antisraelíes.
A pesar de que Israel hace todo lo posible para ocultar lo que sucede en las salas de interrogatorio, revelan que dicho régimen recurre a varios métodos de tortura.
Las personas que han llevado a cabo un interrogatorio han descrito varios métodos, como en el que los interrogadores gritan a los oídos del sospechoso, lo abofetean o lo obligan a permanecer en posiciones dolorosas durante largos períodos de tiempo, ha informado este martes el diario israelí Haaretz.
N., un antiguo interrogador de alto rango del régimen israelí, ha afirmado que las torturas no fueron como las que se aplican en Guantánamo, añadiendo que los métodos elegidos por él y sus colegas fueron utilizados cuidadosamente para romper el espíritu del sospechoso.
Si un interrogador cree que el uso de tales métodos puede prevenir un ataque terrorista que amenaza la vida, él los utilizará para obtener la información necesaria”, dice un interrogador israelí.
"Abofetear" fue el primer método y su principal objetivo fue hacer daño a órganos sensibles como la nariz, las orejas y los labios. Vendan los ojos del sospechoso como una medida de seguridad, por lo que no verá que está a punto de ser abofeteado, ha resaltado el exinterrogador, cuyo nombre no ha sido revelado completamente por seguridad.
Una ilustración gráfica de los métodos de tortura usados por las fuerzas militares israelíes.
N. también ha descrito la técnica de "doblar la espalda": El sospechoso debe sentarse sobre una banqueta con los brazos y los pies esposados, y el interrogador le obliga a recostarse en un cierto ángulo. Eso requiere que el sospechoso use sus músculos del estómago para impedir caer.
Asimismo, ha explicado que otro método es obligar al sospechoso esposado a arrodillarse con la espalda contra la pared durante largos períodos de tiempo y ha añadido que si el sospechoso cae, los interrogadores le ponen de nuevo en la posición anterior y le mantienen allí incluso aunque el sospechoso llore, grite o suplique.
“Si un interrogador cree que el uso de tales métodos puede prevenir un ataque terrorista que amenaza la vida, él los utilizará para obtener la información necesaria”, ha precisado otro interrogador israelí.
Haaretz ha destacado que todos los interrogadores eran plenamente conscientes del dolor que estos métodos causan en los sospechosos. Algunos incluso probaron las posiciones incómodas para determinar qué tan difícil era mantenerlas.
El diario no ha abordado qué clase de personas son principalmente el blanco de tales torturas, pero las evidencias ponen de relieve que las torturas están centradas en los presos palestinos.
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