El "yayoatracado" de 80 años que lleva asaltando bancos más de medio siglo

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blanca
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El "yayoatracado" de 80 años que lleva asaltando bancos más de medio siglo

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https://www.elmundo.es/cronica/2019/04/ ... b45b3.html

El 'yayoatracador' de 80 años que lleva asaltando bancos más de medio siglo
MARTÍN MUCHA
@Mart1nMucha
Viernes, 5 abril 2019 - 15:48

Tiene un compinche gallego de 73. Lleva más de tres décadas dando golpes en Europa: España, Italia, Suiza. Más de 50 años desde que empezó en Latinoamérica. Al principio le apodaron 'el Ruso', pero en realidad es italo-uruguayo. Ésta es la reconstrucción minuciosa de la vida del también conocido como 'el Presidente', la que supera cualquier guión cinematográfico...


Una de las imágenes más recientes de Larroca Chichiraldi (Uruguay, 1939). La compartía en sus redes sociales.

Con los ojos azules bien abiertos soltó:«Enhorabuena, agentes». Lo hacía como queriendo preguntar de qué modo le habían atrapado y, a la vez, con la mueca del que espera que aquello tarde o temprano sucediera. El Presidente -o el Ruso o el Uruguayo o la Roca- había caído tras una larga escapada. Tras más de tres décadas dedicadas al crimen en Europa; cinco si se cuentan sus andanzas latinoamericanas. Atracos a bancos, secuestros a joyeros. El octogenario Juan Alberto Larroca Chichiraldi (Uruguay, 1939) no se contuvo.

Sólo quería saber el método que habían utilizado para capturarlo... «Estaba súper interesado en saber en cómo habíamos dado con él. Era lo único que le importaba», describe a Crónica uno de los responsables del arresto, miembro de la élite de la Policía Nacional. «Larroca es un histórico». El despliegue que emplearon: 60 efectivos para detener a un hombre de 80 años. No hay que confundirse. No es un abuelito entrañable. Es de los que hacen bang a la primera oportunidad. «Son delincuentes de los de antes, de los que disparan a la primera». Orgulloso y atrevido, estaba en pleno centro de Madrid, en la habitación de un hostal cerca de la Puerta del Sol, con más de una veintena de entidades financieras a pasos de distancia. El golpe definitivo.

A las 6 de la mañana, martes 12 de marzo, los Mossos d'Esquadra -que colaboraron con esta operación que lideró la Policía Nacional con ayuda de los Carabinieri y Europol- erraron el tiro. Entraron al confortable chalet de Larroca en El Vendrell, a 33 km de Tarragona, a 12 minutos del mar. Con toda la parafernalia, unidad de asalto movilizada, semanas de investigación y sólo encontraron una pistola pequeña y marihuana. Al menos, detuvieron a quien cuidaba plantas y cogollos. Pero el Presidente no estaba.

A esa misma hora, en el operativo realizado en Madrid, en Vallecas, hecho con milimétrico cuidado, ingresaron al piso de Elías José Quintela García (Pontevedra, 1946), cómplice de Larroca. Cayó sin disparar. Se había alojado en un apartamento donde compartía piso con desconocidos: estudiantes y trabajadores. Él tampoco es un advenedizo en el crimen. Le apodan el Argentino ya que, aunque nació en Galicia, pasó buenos años en su vida allí, donde se hizo atracador. De 180 centímetros de estatura, 73 años de edad, se mostró frío, distante. «Yo sé ganar y sé perder», les dijo a los agentes cuando le esposaron.


Larroca Chichiraldi en plena vigilancia de un banco que iba a atracar en Italia. El botín: 110.000 euros.POLIZIA DI STATO
Tras completar la misión en Madrid, ese mismo martes 12, al conversar con Cataluña, descubrieron que habían fallado. ¿Cómo se había escapado Larroca? Aunque sólo él fuera capaz, les parecía inverosímil. Tiene 80 años. Los policías fueron rápidamente a hablar con Quintela buscando la respuesta. No darle tiempo para que escape. Su cómplice, su compañero de juergas -su único amigo vivo al fin y al cabo-, no le traicionó. Eran tantos años de conocerse, de atracar juntos -incluidos dos bancos en Barcelona, en diciembre de 2018 y febrero de 2019-, como para venderle. Ni la Policía sabía entonces que esos asaltos, que hizo con Chichiraldi, fueron quizá una revancha por una pelea con Oriol Junqueras en la cárcel. Sí, con el líder del procés. Así de real maravillosa es esta historia...

Flashback. Para recuperar las primeras andanzas del Presidente hay que acudir a esas hemerotecas de revistas en páginas ocres. En la desaparecida revista brasileña Cruzeiro, respetada publicación cuya tirada media era de 330.000 ejemplares, aparece su nombre como uno de los capos que estaba asolando São Paulo, Río de Janeiro y Curitiba. «Ese era el triángulo en cuyos vértices estaban centradas las actividades de las cuatro bandas comandadas por los uruguayos Juan Alberto Larroca Chichiraldi y Carlos Esteban Badon», se explicaba en 1972 sobre las fechorías de Larroca, quien había llegado a Brasil, en 1967, huyendo de Argentina y Uruguay. Un lustro más tarde, ya era uno de los gánsteres más temidos en el país de Pelé.

Cercado, tuvo que escapar otra vez. Sabiendo que ya no podía volver decidió seguir a uno de sus coetáneos, al argentino Jorge Eduardo Villarino, el Pibe o el Rey de las fugas, un mito entre los asaltantes de bancos en América y Europa. Éste había convocado en España una selección que no era la de Kempes y Pasarella, era un grupo de superdelincuentes al que denominó la Liga Sudamericana. La vida de Villarino y su Liga Sudamericana fue, en esos años, en paralelo a la de Larroca Chichiraldi. Rememora su relevancia para este suplemento Dani el Rojo, otrora millonario atracador catalán:


Pistola confiscada en el operativo. Fue encontrada en el chalet del atracador en El Vendrell (Tarragona).POLICÍA NACIONAL / MOSSOS D'ESQUADRA / CARABINIERI
«En el talego eran legendarios. Estaban hechos de otra pasta. De lo mejor que conocí nunca... Voy a recordarte una cosa. Hay muchas clases de atracadores. Los hay como yo por las drogas y la riqueza. Los de carne de cañón, por familias desestructuradas. Pero los hay como los argentinos y los uruguayos:de nacimiento. Piensa que los grandes [como Butch Cassidy y Sundance Kid] se fueron a la Patagonia a esconderse. Los niños de esa generación allí leían sobre las hazañas de Jesse James. Eran sus héroes».

La Liga Sudamericana fue responsable de uno de los crímenes más sonados de la historia de España, el que realizaron en la Joyería Bagues, en pleno paseo de Gracia de Barcelona: 300 millones de pesetas, en 1978, cuando un piso de 100 m2 en una buena zona de Madrid valía tres millones y un Seat 133 por 252.000. La Policía detuvo a una docena de integrantes de la banda. Pero siempre se supo que había más que no hallaron. Larroca siempre fue sospechoso ya que era su lugarteniente entonces. El gallego Quintela participó en el golpe. Lo confesó tardíamente. En 2018, a Joaquim Forn -sí, el ex conceller de Interior, en prisión por el 1-O-, mientras departían en la cárcel de Estremera. Lo escribe en su libro Escrits de Presó (Ed. Enciclopèdia). «Sonrió ligeramente y nos ha dicho [a Oriol y a mí]... "Joyería Bagués, paseo de Gracia. Un gran golpe"».

A pesar de mantenerse en segundo plano, Larroca fue capturado a principios de los 80. Para entonces la banda había conseguido más de 1.000 millones de pesetas. Con varias muertes que les imputaron a sus miembros, entre ellas, las de dos policías y dos guardias civiles. En 1984, Larroca entró en prisión [el mismo año en el que cayó Villarino]. El Ruso le apodaban por su tez blanquísima y sus ojos de un azul tan profundo que intimidaba. Pasó 12 años entre barrotes. Salió de prisión con 55, en 1994. Se le perdió la pista hasta septiembre de 1996... «Nosotros nunca nos jubilamos. Ni con 50 ni con 80», bromea sobre este caso Dani el Rojo. «Nunca se va a reinsertar». Coincidieron los investigadores que le mantuvieron vigilado. En las comisarías se había hecho cotidiano preguntar: «¿Habrá sido Chichiraldi?».


Imagen de la ficha policial de Chichiraldi de 1996. Entonces lideraba la 'Banda del Ruso', dedicada a la falsificación de documentos para la mafia, secuestros y asaltos.POLICÍA NACIONAL
LETAL 'PLAYBOY'
El Ruso creó su propio grupo criminal dedicado a falsificaciones, secuestros y atracos. Se unió a otro liberado de La Liga y al hijo que tuvo en 1973, Jorge Rubén Senoseain, fruto de uno de sus tantos romances. Sí, para completar el retrato psicológico de Larroca se puede decir que, además, era un letal playboy. La Banda del Ruso se convirtió en el mayor proveedor de documentos falsos para las mafias de toda Europa. Pero no se olvidó de sus raíces... Larroca Chichiraldi llevaba siempre la pistola. Iba en un coche y su hijo de 23 años en otro. Las matrículas las había cambiado por otras de un vehículo del mismo tipo y hasta de la misma tonalidad.

Su objetivo: los joyeros. Grababan en vídeo sus movimientos para repasar sus rutinas. Una vez encontrado un punto negro en su recorrido -un lugar solitario, sin testigos-, actuaban. Era casi siempre la propia vivienda de la víctima. Cuando entraba en el párking, el Ruso le daba un culatazo. Ya aturdido, le metía en el maletero y le robaba toda la mercancía. Se ratificó que lo había hecho, al menos, en cuatro ocasiones, en la Ciudad Condal. No lo lograron confirmar pero los que llevaron el caso sospecharon que había actuado por toda España. Era violento. En uno de los raptos casi muere ahogado un secuestrado.

Cruza el fin de siglo entre rejas. Al salir, Larroca sabe que España es tierra quemada. Y muchas cosas habían cambiado: los sistemas de seguridad, la forma de transportar las joyas... Errante, otra vez tiene que emigrar. Se mantuvo silente o sus atracos fueron tan limpios que desapareció hasta el año 2011. El primer destino donde es identificado es Suiza. Después, acorralado por la policía helvética, va a Italia, cuyo idioma domina a la perfección. Allí le ponen otro apodo, por su porte elegante y sus largas peroratas. Le llaman el Presidente.


Le cazan en Milán, en 2016. Había formado otro grupo criminal: la Banda del Dedo de Goma. Al entrar a los bancos, en Italia es obligatorio poner la huella dactilar para entrar. Junto a sus compinches iban con dedos falsos de silicona, lo que les garantizaba el anonimato. Estaban disfrazados, con ridículas pelucas, gafas, nariz y mostacho falsos, a lo Groucho Marx. Lograron llevarse un botín de 110.000 euros de una sucursal del Monte dei Paschi di Siena. No ofrecieron resistencia cuando un equipo de Carabinieri los pilló. Por su edad y al no haber condena firme, a Chichiraldi le dieron permiso de salida. Se fugó y regresó a España. De nuevo.

No tenía socios. Ni amigos en libertad. O eran demasiado viejos. Nadie. Hasta que el viernes 18 de enero de 2018, fue liberado Quintela. Había pasado la mitad de su vida en prisiones de Italia, Francia, Suiza... Como Chichiraldi, sólo conocía la vida entre celdas o entre pistolas. Quería volver al negocio. Para no generar sospechas, se fueron a vivir a distintos puntos del país. Se unirían sólo para los atracos. El Presidente, a la playa; Quintela, a Vallecas. El gallego Quintela tenía en mente que su foco sería la Ciudad Condal. El líder de ERC Oriol Junqueras, en Estremera, le había advertido: «Quintela, no quiero verte por Barcelona». Antes de esa frase eran amigos, después se enfrentaron. Quintela se lo tomó como amenaza, como que el ex vicepresident lo iba a delatar. Y, no se sabe si por cabezonería, por venganza o sencillamente porque lo habían planeado así, los primeros asaltos confirmados de la pareja Larroca-Quintela fueron justamente allí.


Elías José Quintela (Pontevedra, 1946), cómplice de Larroca, en pleno atraco en el banco Sabadel del Eixample de Barcelona. Era diciembre de 2018. Su historial delictivo le ha llevado a pasar media vida en la cárcel. Compartió prisión con los presos Junqueras y Forn. Este último le dedica varios capítulos de sus memorias.POLICÍA NACIONAL
El 10 de diciembre de 2018 atracaron el Banco Sabadell, en pleno Eixample. El 4 de febrero de este año, el Kutxabank, en la mismísima Plaza de España. Muy a su estilo, lugares céntricos. Uno disfrazado con chaleco reflectante, cual operario de una obra cercana. Al otro, a Chichiraldi, le recordaban con una cara tan dulce que le confundieron con una abuelita entrañable. Tal era su desparpajo que huyeron en metro para después tomar un tren de Rodalies. Su botín: 77.000 euros en total, 38.500 para cada uno. Nada mal para un par de meses. Y otra vez la pregunta repetida en la Policía: «¿Habrá sido Chichiraldi?». Entre las pesquisas descubrieron que su hijo, el atracador que cayó con él en los 90, muy probablemente había muerto. Que tenía familia repartida por el continente. Que ya era hasta abuelo. ¿Había sido él? ¿Seguía actuando? Contactaron con los Carabinieri y dieron con la respuesta.

El 12 de marzo, a las 13 horas, le atraparon. Quintela no le traicionó. Tras un rápido reordenamiento, revisaron papeles y mensajes, y los investigadores apostaron por un hostal en Sol. El Presidente estaba allí. Observó a los agentes mientras revisaban sus cosas: dos revólveres, dos cascos de moto, grilletes, bridas y una placa falsa con la leyenda «Special Police», además de cartas de identidad italianas falsificadas. Había poca luz pero sus iris brillaban cual lapislázuli. Amable y educado, parpadeó durante largos segundos. Lo describe así, su némesis, el investigador que lideró el operativo: «Asumió la derrota».
Pensar distinto NO es un delito;
El delito es no dejarte pensar distinto.
blanca
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Re: El "yayoatracado" de 80 años que lleva asaltando bancos más de medio siglo

Mensaje por blanca »

Hay vidas apasionantes ( no juzgo si son buenas o malas/ digo, apasionantes) que se merecen ser escritas en novelas, o producir en peliculas con la que se pueda pasar un buen rato en las tardes de algún domingo... este es el ejemplo-
Pensar distinto NO es un delito;
El delito es no dejarte pensar distinto.
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