Dos mozas encadenadas al altar con las domingas al aire es un suceso muy grave, no hay derecho a que doña Eulalia vaya con su marido a misa y se encuentre ese espectáculo, sobre todo cuando se percata de que el marido no deja de mirar.Ver citas anterioreslabora-t escribió:No compares:Ver citas anterioresAtila escribió:'
… La justicia ha absuelto a las dos estúpidas de Femen que se encadenaron al altar de la catedral de la Almudena enseñando las piernas y las tetas.
¿Qué preferirías encontrarte al ir a misa, a dos chaladas con tetas que quieren llamar tu atención o a 30 energúmenos con bengalas que quieren causar tu defunción?
Estoy seguro de que si no llega a ser por la influencia de las feligresas ni siquiera se hubiesen formulado acusaciones.
A misa se va a limpiar el alma, no a que el marido sea pasto de pensamientos libidinosos.
Supongo que los varones presentes habrán pasado raudos y veloces por el confesionario para que el confesor les purifique el alma tras los sucesos.
Y espero también que el buen sacerdote a la hora de imponer penitencia habrá tenido en cuenta que los pobres pecadores se encontraron ante una situación sobrevenida, que tampoco es cuestión de imponer penitencias severas por esos pecadillos.