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Según el parte del incidente, al que ha tenido acceso EL PAÍS, una pareja de agentes de Movilidad (la autoridad municipal que regula la circulación) se acercó al vehículo para denunciarlo. Eran las 16.20 y Aguirre no estaba en ese momento dentro del coche.
“En ese mismo instante, aparece la conductora, requiriéndole” el agente de Movilidad “la documentación para notificar la denuncia”, narra el parte. Y continúa: “Poniéndose la conductora muy nerviosa y bastante alterada, momento en el cual se sube al vehículo y, sin darle la documentación, arranca el mismo y golpea la moto” del otro agente, “que se encontraba delante del vehículo, tirándola al suelo”.
Los agentes de Movilidad salieron en persecución de Aguirre. Un coche patrulla de la Policía Municipal que pasaba por allí salió detrás de ellos. Llegó a ponerse a la altura del vehículo de Aguirre, “dándole instrucciones a la conductora para que lo detuviera, haciendo caso omiso de las señales para posteriormente introducirse en el garaje de su casa”, añade el parte
Una vez en su vivienda, ubicada en el barrio de Malasaña, Aguirre metió directamente el coche en el garaje. Poco después, salieron dos agentes de la Guardia Civil que vigilan su casa y ofrecieron a los agentes de Movilidad hacer un parte amistoso de accidente. Facilitaron además la documentación para ello. Los agentes se negaron y pidieron que saliera Aguirre para notificarle la sanción de los delitos que presuntamente hubiera podido cometer, además de la multa por aparcar en el carril bus (que conlleva una sanción de 200 euros). Posteriormente, según el parte de denuncia, la expresidenta de la Comunidad de Madrid acabó saliendo en la calle y "entablando una conversación con los agentes de movilidad".
Acabado el incidente, los agentes se fueron a la mutua laboral para ser atendidos por una crisis de ansiedad. A continuación, se han dirigido a la comisaría a denunciar los hechos. Los hechos, considerados tal y como aparecen el parte oficial, pueden suponer un delito de desobediencia, castigado en el artículo 556 del Código Penal con entre seis meses y un año de prisión. Aguirre, que presidió la Comunidad de Madrid entre 2003 y 2012, no ostenta en la actualidad ningún cargo público.