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Logan escribió:Ver citas anteriores
jordi escribió:¿No han cumplido la ley electoral española y han puesto diputados desde una junta militar?
A la "cosa" le han de poner palabras gordas para poder justificar el ensañamiento posterior
GOLPE DE ESTADO. UNA DEFINICIÓN TENTATIVA.
Jesús de Andrés
Dpto. Ciencia Política
UNED
Ajustándome a los cuatro aspectos fundamentales que considero caracterizan a todo golpe de Estado podemos intentar una definición propia que recoja los mismos. Los actores, las causas, el desarrollo y los resultados de la acción que denominamos golpe de Estado poseen entidad en su conjunto como para diferenciar al fenómeno de otros tipos de lucha política en los que también esta presente la violencia:
a. ¿Quién tiene capacidad para poner en marcha o ejecutar un golpe de Estado y efectivamente lo lleva a la práctica?
b. ¿Por qué determinados actores recurren a esta técnica?
c. ¿Cómo se lleva a cabo y cuál es su desarrollo?
d. ¿Qué consecuencias tiene su resultado y cuáles son sus efectos sobre el sistema político?
Una definición que responda a las preguntas planteadas abarcará necesariamente la complejidad del asunto sin dejar ningún punto esencial en el aire. Además, estará en el camino de formalizar sus límites y, por tanto, de determinar su posible utilización en cualquier otro caso:
a. Los actores protagonistas de todo golpe de Estado son, bien funcionarios pertenecientes a la administración estatal, principalmente las fuerzas armadas y la policía, bien miembros del Gobierno o de la élite política en general.
b. En cuanto a las causas que dan lugar a los golpes están en relación directa bien con la aspiración de estos grupos a conseguir el Gobierno, cambiar las políticas desarrolladas o transformar el régimen político, bien con la supuesta amenaza de su posición en determinada coyuntura histórica. En cualquier caso, siempre hay una referencia justificadora por parte de los actores anclada en la existencia de una razón de Estado que mueve a dichos sectores a ejecutar el golpe.
c. El desarrollo se caracteriza por la utilización de la violencia o por la amenaza de la misma, por la sorpresa de la acción, por estar precedido de una fase conspirativa y por la ruptura manifiesta de la legalidad y de la legitimidad del régimen asaltado. Además, ha de tenerse en cuenta que todo golpe se enfrenta no sólo a la respuesta que provoque en el propio Estado sino también a la que tenga lugar en la sociedad de referencia, de tal forma que puede fracasar al encontrar una resistencia popular mal calculada.
d. El resultado, en caso de éxito, supone la implantación de una nueva legalidad y la asunción de un nuevo principio legitimador, además de cambios de personas y normativa legal en el Gobierno, instituciones y régimen en general. En definitiva, supone modificaciones más o menos profundas en las políticas y las personas. Su importancia es decisiva en determinados momentos cruciales ya que genera modificaciones en el ritmo de todo proceso de cambio. De esta forma, tendrá especial importancia en aquellos momentos de cambio político en los que las pretensiones de los actores son variadas y no está todavía definida la forma definitiva del régimen como son los procesos de transición política. En cualquier caso, éxito o fracaso tendrán determinadas consecuencias dependiendo de la intención del propio golpe, es decir, si es involucionista o pro-democrático, así como del momento en que se produzca, bien en un momento inicial de liberalización o comienzo del proceso de transición, bien en una fase más estable de consolidación del nuevo sistema.
De esta forma, cabe realizar una definición tentativa de aquellos acontecimientos que, respondiendo a una secuencia argumental que incluya las cuatro cuestiones planteadas, pueden clasificarse como un golpe de Estado, tal y como se recoge en el Cuadro 1: un golpe de Estado consiste en la alteración o destrucción del orden político por parte de las élites o de determinados cuerpos de la Administración, generalmente las fuerzas armadas; con el fin de conquistar el poder, controlarlo para permanecer en él, dirimir rivalidades o alejar y excluir a determinados grupos; recurriendo, tras una fase conspirativa y secreta, a la violencia o a la amenaza de su utilización; y suponiendo una ruptura de la legalidad que implica, en caso de éxito, cambios en las personas, políticas o normativa legal o, en caso de fracaso, modificaciones de diverso calado en el ritmo político.
saludos